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Capítulo 9

Hiciste un montón de bocetos que no tuvieran relación alguna entre sí, sólo estabas buscando tiempo para no regresar temprano a casa y funcionó. Ya que estabas haciendo garabatos sin un fin concreto, Uzui puso atención en ti y te dijo una mejor manera de concentrarte al bocetar, se quedaron un buen rato en el aula de artes hasta que él dijo que se tenía que ir; claro que tú también debías volver a casa.

Sin embargo era lo que menos deseabas.

Llegando a tu hogar encontraste todas las luces apagadas, un suspiro de alivio salió de tu boca, no hay nadie que te moleste; vas a darte un baño, comerás y harás la tarea que te dejaron. No quieres dejar el dibujo del concurso para el último, pero restando el día de hoy te quedan 30 días para pensar algo y realizarlo aunque tampoco quieres terminarlo. El premio puede resultar atractivo para los demás, no obstante, tu motivación no es ganar, quieres pasar tiempo junto Tengen, teniendo un buen momento antes de llegar a tu casa; después de tanto tiempo él es la primera persona que te hace sentir tranquila. Puedes entablar una "conversación" con él ya que le gusta el arte, te da consejos y es extrovertido en su totalidad, a diferencia de aquel par de amigas, Uzui no llega a ser molesto con sus comentarios.

Al menos para ti.

El resto de la tarde fue diferente a las demás, nadie estuvo contigo así que tus preocupaciones fueron mínimas. Tu madre dejó algo de dinero y pudiste comprar comida, sobró un poco el cual guardaste; lo malo es que no dejó su celular y tuviste muy poco con lo que entretenerte. La solución fue ponerte a hacer bocetos para hacer algún dibujo o algo por el estilo, también sirvió para inspirarte en tu participación del concurso.

Miraste el reloj en la pared, dieron las 10 de la noche, escuchaste aquel sonido molesto de los tacones de tu madre subiendo las escaleras; continuaste haciendo tu tarea sin ponerle mucha atención, odias el sonido, pero no puedes hacer mucho. La puerta se abrió dejando ver a la mujer mayor con una mirada cansada, apenas entró se quitó los tacones y los dejó a un lado, caminando hacia ti dejó una bolsa con comida encima del kotatsu, la miraste. Casi nunca suele traer comida y te parece extraño que regrese con comida para ti y sola, sin ningún cliente.

—¿Qué tanto me ves? —cuestionó. —Voy a volver a salir, come algo porque no volveré hasta mañana.

Parece estar de mejor humor que cualquier otro día, te dieron ganas de contarle cómo te fue hoy; abriste la boca para hablar, pero las palabras no salían.

—Mamá... —murmuraste en voz baja.

Juntaste toda tu valentía para poder decir esa palabra tan simple.

—¿Qué quieres?

—Hoy decidí participar en un concurso, el profesor de artes me está ayudan...

—No me interesa, debo apurarme. Deja de contarme tonterías, el arte no te va a dar de comer, dedícate a algo mejor. En el país ya hay demasiado artistas como para que te unas y tengas que ganar una miseria.

Se fue, bajaste la mirada, las lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, fue imposible contenerlas. Intentaste quedarte callada, no quieres que ella te escuche y se enoje, tragaste saliva, tienes un nudo en la garganta. Te recostaste sobre tus brazos los cuales están encima de la mesa, escondiste tu rostro en ellos. Los latidos de tu corazón se aceleraron, es difícil contener tus sollozos y que sólo salgan las lágrimas. Luego de un rato lograste calmarte de nuevo, limpiando tus lágrimas respiraste profundo y seguiste con lo tuyo; terminar la tarea.

Aunque es inevitable decir lo mucho que te dolió que ella no te escuchará.

Al día siguiente como prometió, no estaba. Tomaste una ducha, buscaste tu uniforme para cambiarte y luego tomaste tus cosas; no tardaste mucho en salir de casa e ir camino a la escuela.

Mimi fue la primera en recibirte en cuanto entraste al salón, Hamai parece estar enojada contigo desde el día de ayer, pero eres incapaz de comprender qué hiciste para molestarla. Hoy no te toca artes, aún así vas a ver a Uzui en la tarde y eso es lo único que te pone feliz. Durante las clases el par de amigas se juntaron contigo para una actividad en equipo, y para que las ayudaras a resolver los problemas de matemáticas. No te molestó demasiado, en cuanto terminaste de resolverlos les prestaste tu cuaderno y Mimi te dio su celular; un trato justo. En la última clase fuiste una de las últimas en salir, ya que tuviste que ir a entregar los trabajos de inglés y eso te quitó tiempo.

Caminaste hacia el aula de artes con una pequeña sonrisita en el rostro, cuando llegaste encontraste la puerta abierta, tocaste un par de veces antes de asomarte.

—Adelante —Tengen te invitó a entrar.

Tus ojos fueron directo a la figura de Hamai sentada frente al escritorio del profesor, te tiene extrañada, pero recordaste lo que te dijo ayer.

—En el transcurso del día vinieron más personas, aunque su ego es más grande como para pedir mi ayuda —te explicó Uzui.

—Hola, Hamai —la saludaste jalando una silla para sentarte a su lado. —¿Ella estará con nosotros?

Le preguntaste al mayor, asintió ante tu cuestión. No te molesta, de hecho te sientes alegre por ella, pero de verdad te habría gustado pasar tiempo a solas con el de cabello blanco.

—No voy avanzado con ninguna de las dos, así que me gustaría saber cuales son sus ideas. ¿Las pensaste el día de ayer, ________? —te miró.

Los recuerdos de las palabras que dijo tu madre regresaron a tu mente, bajaste la mirada negando con la cabeza. Hamai te volteó a ver, un suspiro salió de la boca de Tengen, se levantó y puso su mano en tu cabeza; revolvió un poco tu cabello. La castaña ante esta acción frunció el ceño desviando la mirada en el acto.

—¡Tenemos tiempo! Las ideas más extravagantes a veces son las que mejor se piensan —volvió a acomodarse en su asiento.

Claro que tienes muchas ideas, pero tus ganas disminuyeron por las cosas que tu mamá dijo, sin embargo es algo que no puedes decir.

—Yo haré algo sobre la violencia intrafamiliar.

Hamai tomó la palabra, tus ojos se abrieron de par en par al escucharla, tragaste saliva poniéndote nerviosa.

—Usted me lo dijo hace un rato, a veces el dibujar mal sirve para expresar ciertas cosas. La violencia no es algo correcto así que un dibujo mal hecho que sea capaz de transmitir mi mensaje, es mejor a cualquier otra cosa.

—No creí que tuvieras ese tipo de criterio para estas cosas, Kuchi.

Ella frunció el ceño mientras se cruza de brazos.

—Estoy usando la lógica, el arte no es lo mío, no me gusta.

—Pero decidiste participar, eso es un plus... Quién sabe, de seguro y encuentras una buena manera de pasar el tiempo.

Ver la manera en que los dos están platicando hace que te sientas rara, apretaste la tela de tu falda entre tus puños, no estás molesta ni enojada, pero te sientes incómoda al no decir nada. Tengen se levantó, del estante al lado de su escritorio sacó la caja con los materiales de arte que le dijiste. De ahí también sacó un libro de sketches, lo miraste con atención.

—A veces lo que puede definir que tan bien o no se ve nuestro dibujo es... Oh.

Su celular comenzó a sonar, se levantó para responder. Apenas lo hizo escuchó una voz imposible de olvidar.

"Volví a la ciudad, ¿quieres que nos veamos esta tarde?"

HOLAAAAA
NOS VOLVEMOS A VER 💖

Hoy se estrenó el arco del Distrito Rojo y por fin vamos a ver al papucho de Uzui jijiji

Tremenda la nalgada que le dio a Aoi XD

Por cierto, no sé si lo he mencionado o no, pero acá Uzui no tiene a sus esposas 😎👌🏻 esas son GOD e intocables.

La historia será actualizada cada 4 días desde hoy o cada semana, los capítulos los publicaré en la noche/madrugada.

Gracias por leer 💖✨

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