Capítulo 2
Ha pasado una semana, estos días han sido más pesados porque ya no puedes quedarte en el aula de artes, era tu escape de ese par de molestas amigas; un lugar donde te sentías cómoda y desde que Uzui te descubrió no quisiste volver.
Hoy es viernes, te escabulliste una vez dio la hora de salida para que Mimi no pudiera encontrarte. Fue de mucha ayuda que la última hora se tratara de artes, mientras ellas dos intentaban platicar con el profesor tuviste la oportunidad de escapar de ellas dos. Lo que menos deseabas era llegar a casa, pero no te queda de otra, es el único lugar al que puedes ir. Una vez estuviste lo suficiente lejos de la escuela pudiste caminar con normalidad, ya no tenías tanto miedo de que esas dos te encontraran. Suspiraste, el cielo está gris y aunque no hay nubes de lluvia parece un día malo, el viento sopló con fuerza dándote escalofríos; preferiste apresurar tu paso para no tener que seguir en la calle, no quieres enfrentarte a la lluvia sin tener un paraguas o algo para cubrirte.
Llegaste a los departamentos, subiste las escaleras hasta el tercer piso, caminaste entre los pasillos hasta encontrar tu hogar. Buscaste tus llaves, una vez las encontraste abriste la puerta con cuidado de no hacer demasiado ruido.
Prendiste la luz de la sala, hay botellas de alcohol encima del kotatsu y envolturas de frituras tiradas en el piso. Es tarde así que hay mucha probabilidad de que tu madre se encuentre durmiendo. Recogiste la basura para tirarla en el bote, no quisiste tocar las botellas de alcohol porque su olor te hizo retroceder; suspiraste. Escuchaste como se abría una puerta, y la voz de tu mamá platicando junto a un hombre, el departamento en donde vives es pequeño; así que cuando corriste hacia el baño no te quedó tan lejos. Sentándote en el piso tomaste tu maletín y sacaste tu cuaderno de dibujo, buscaste un lápiz comenzando a hacer líneas, debes de esperar hasta que paren de hablar para que vuelvas a salir.
—De nuevo trajo a alguien en la tarde... —murmuraste sin apartar la mirada del papel.
Una vez escuchaste que dejaron de hablar, esperaste unos minutos más para guardar tus cosas y abrir la puerta; inspeccionaste el lugar con tus ojos, volvieron a apagar la luz. Tomaste tu maletín y saliste, cuando ibas a caminar hacia la habitación te encontraste con tu madre buscando algo en un cajón. Ibas a retroceder, dar la vuelta y volver a esperar, los latidos de tu corazón se aceleraron una vez ella volteó a verte.
—Hola mamá... —saludaste.
—¿Qué haces tan temprano en casa? —se acercó a ti.
No pudiste darle respuesta alguna.
—De todos los días, tuvo que ser hoy, ¿en serio? —cuestionó con evidente molestia.
Ni siquiera trató de disimular el tono de su voz, hasta estaba gritando.
—Lo siento...
—Mira, por fin logré conseguir a alguien bien, no quiero que te vea —se acercó a ti.
—Tendré cuidado, mamá...
—Ugh, ni siquiera sé quién es tu padre y aún así te ves bien —rodó los ojos. —No me importa que tan sumisa seas o cuantas disculpas me des, si alguien llega a verte, te golpearé.
Tragaste saliva, asentiste con lentitud y suavidad, no pudiste articular palabra alguna.
—Deberías de agradecerme que me quedé contigo.
Dejó de mirarte, tomó una caja pequeña y la echó en su bolso, sacó tus tacones y se los puso, respiraste profundo; aborreces ese sonido con toda tu alma. Caminaste hacia la salida, pero al ir con la mirada baja no te diste cuenta de que el hombre con el que se encontraba tu madre apareció en frente tuyo.
—¿Quién es esta niña, Yūgo?
Tus ojos se abrieron por sorpresa, las piernas te temblaban, pero cuando ibas a echarte a correr; tu progenitora te tomó del brazo con fuerza.
—Ella se mudó hace poco, pero es mi querida niña, hermosa, ¿verdad?
Ese hombre te tomó del mentón, te pusiste nerviosa, sientes miedo de la manera en la que te está viendo. Las lágrimas empiezan a acumularse en tus ojos, no quieres que salgan porque te irá peor, no obstante, tampoco te crees capaz de seguir aguantando esto.
—Es una niña tonta, puedo correrla si te molesta —te dio un leve empujón cuando aquel hombre te soltó.
—No, quizás nos conozcamos mejor y me pueda convertir en un gran padre para ella...
Apenas te dejaron escapar, corriste hacia el baño a esconderte, ya no aguantas las lágrimas y una vez adentro tuviste que llorar en silencio hasta que escuchaste que se fueron definitivamente.
Pasó una media hora para que te calmaras, aún así lloraste demasiado en ese tiempo que tus ojos se pusieron muy rojos e hinchados, te duele la cabeza y tienes hambre. Saliste, dejaste tu maletín encima de la mesa, buscaste en la alacena si había comida, luego miraste en la estufa, pero esos sitios estaban vacíos en su totalidad. No querías volver a robarle dinero a tu madre, la última vez que lo descubrió te dolió el brazo por toda una semana, sin embargo tampoco tenías más opciones. Una vez en el cuarto, buscaste en su armario y sacaste algo de dinero, lo guardaste en tu uniforme; vas a aprovechar para darte un baño antes de que ella regrese junto a otro hombre.
Te pusiste la ropa más simple que pudiste encontrar, tomaste el dinero que habías tomado y saliste del departamento. Vas a comprar algunas sopas instantáneas para ahora y para después.
El resto del día fue la misma rutina de siempre.
Te sentiste alegre de que llegara tomada y no se diera cuenta del dinero.
Al día siguiente, como siempre, te levantaste temprano para ir al colegio; Hamai te encontró en la entrada, tomó tu mano con fuerza para que no pudieras irte.
—¿Ya tienes listo mi dibujo, ________-chan? ~ Mi novio y yo cumplimos un mes en un par de días, lo necesito para ya.
—Me quedé sin materiales —mentiste.
Aunque en realidad no te quedaba mucho.
—¿Cómo puedes ser así de mala? ¿Trato de darte mi amistad y corresponde de esa manera? Es sólo un dibujo, no cuesta nada, has tu magia, utiliza carbón o qué sé yo...-
—Debo admitir que estás dando un buen punto —Uzui apareció. —Pero el arte no es solo crearlo y ya, es todo un proceso. ¿No sería un mejor detalle si eres tú quien lo haces? Sé creativa y haz algo extravagante.
—¡P-profesor! —la castaña se sobresaltó al ver al más alto. —Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.
—Cuando se trata del arte, estoy totalmente involucrado —respondió guiñandole el ojo.
—Aún así eso es de mala dedicación, Uzui-san. Aparte ________-chan fue quien se ofreció a hacerlo.
Te miró, desviaste la mirada.
—Eres de pocas palabras, ¿verdad? —te cuestionó tu profesor.
Asentiste.
—¡Bueno! Pues no te preocupes, Kuchi. En el trabajo que podré hoy podrás sacar a relucir tus dotes de artista, hazle un dibujo bonito a tu novio con tus propias manos, ¡dale un detalle encantador y extravagante!
Tus ojos se encontraron con los de Tengen, de inmediato moviste la cabeza hacia otro lado para no verlo. Tragaste saliva, sentiste como el agarre de la chica se hizo más suave hasta el punto donde te soltó. Pasó uno de sus brazos por tus hombros, ni siquiera así quiere que te escapes.
—Soy muy mala de verdad, es por eso que ________-chan es mi mejor amiga y me ayuda.
—Que bueno que se lleven tan bien —rió. —Pero por más amigas que sean, aún así tendrás que trabajar, Kuchi. Deja de pedirle a los demás que entreguen tus trabajos por ti.
—¡Yo misma hago mis tareas! —se excusó.
—No dije que no, sólo que deberías de entregarlos personalmente en lugar de enviarlo junto a alguien más. ~ ¿Acaso alguien ha trabajado por ti?
La risita que salió de la boca del peliblanco puso roja toda la cara de la joven castaña, miraste extrañada a los dos, no entiendes el porqué de sus reacciones. Hamai alejó su brazo de ti, sin decir nada más comenzó a caminar indignada a un paso rápido. Acomodaste tu uniforme, miraste a Uzui, hiciste una pequeña reverencia y comenzaste a caminar, apenas diste el primer paso su voz hizo que te detuvieras. Miraste a tu profesor con atención, sacó algo de su sudadera y te dio un leve golpe en tu frente con ese objeto; sobaste el lugar donde te pegó, si bien no fue fuerte, sí te hizo reaccionar.
—Si alguien te trata mal, no te dejes, no siempre habrá alguien que te defienda.
—Lo siento...
—Tampoco te disculpes así, no tienes razones para hacerlo. Toma esto, es temprano para comer dulces, pero guárdalo para después.
—¿Por qué tiene...?
Te guiñó un ojo mientras sonreía.
—Ve a clases.
Asentiste, te diste media vuelta para seguir con tu camino, miraste la paleta en tus manos; una sonrisa apareció en tu rostro.
Las horas pasaron hasta ahora, te toca artes y estás esperando a que Uzui, el profesor llegue. Mimi analizó tu rostro, frunció el ceño al verte tan pensativa, pero posterior a ello comenzó a reír. La miraste con confusión, no entiendes el porqué de su reacción; querías cuestionar el porqué de su reacción y te fue imposible debido a la llegada del profesor. Un suspiro salió de tu boca cuando entró, todos se levantaron para saludarlo.
—¿Alguien sabe que es la expresión artística? —los cuestionó.
Conoces la respuesta a la perfección, a pesar de eso tus ganas de participar son muy bajas.
—¿Cómo es posible que nadie sepa? Bien, entonces no les diré y dejaré que lo descubran por ustedes mismos. Hagan un dibujo, sobre quien o lo que quieran, pueden buscar la definición en su celular si quieren.
—¿Qué ganaremos nosotros? —preguntó alguien más.
—¿No les basta con pasar la materia? —rió. —Bien, me gusta esa actitud, no todos son grandes artistas como yo; pero quien sepa expresarse mejor habrá sacado 10 en mi materia por lo que queda del año.
La mayoría comenzó a murmurar, la actitud y decisión de Tengen hicieron furor en el lugar. Estaban tan acostumbrados a cosas muy normales que no salían de la rutina que ahora es extraño algo así. Miraste tu cuaderno, mordiste tu lengua tratando de tragarte las ganas de preguntar frente a todos, aún así terminaste haciéndolo. Levantaste la mano, los ojos de Uzui se posaron sobre ti, la sonrisa en su rostro se hizo más grande.
—¿Tienes una duda?
—¿Se supone que dibujemos cualquier cosa?...
—Bueno, hagan un dibujo basado en el concepto que di; puede ser lo que deseen. No me molestaré si dibujan algo raro... Pero quiero que justifiquen porqué lo hicieron, unas pocas palabras al lado del dibujo van a ser suficientes.
—No de tantas libertades, profesor. ¡No rete a los chicos o le harán pasar un mal rato! —exclamó una compañera.
—¡Para nada! Son libres de crear el arte que desean para expresarse, si son inteligentes ni siquiera van a tener que hacer demasiado —rió.
Caminó hacia su lugar.
—Basta de tanta plática, pónganse a trabajar.
Tomaste tu lápiz, Uzui dijo que podía ser cualquier cosa, no sólo debes de tener una idea; tiene que ser lo suficiente buena para transmitir emociones. Miraste a Mimi quien se encuentra sentada a tu lado con su celular en mano, es probable que se encuentre buscando el significado de lo que el profesor preguntó. Sus ojos se movieron siguiendo las letras de la página que se encuentra leyendo, se le notó frustrada al terminar, tal vez no entendió el concepto. Cuando te volteó a ver hizo que te sobresaltaras, se inclinó hacia ti para mirar tu libreta; frunció el ceño.
—¿Tampoco has hecho nada?, ¡Explícame entonces!
Lo dijo muy fuerte.
—Debes hacer algo que transmita emociones —confesaste.
—Es lo mismo que esa página decía —se quejó.
—Es la manera más simple de resumirlo...
Una idea llegó a tu mente, recordaste el dulce que Tengen te regaló en la mañana, a pesar de la presencia hostil de la castaña; el simple recuerdo te hizo sentir calmada. Comenzaste a hacer líneas sin sentido en tu libreta.
Luego de un rato se acabó el tiempo que Uzui les dio, todos entregaron sus dibujos, fuiste la última en hacerlo. Ni siquiera tuvo que revisar los demás para saber que fuiste tú quien había ganado. Su voz te detuvo antes de que salieras del lugar.
—Tienes una buena habilidad, ¿por qué parece que lo ocultas? —te cuestionó.
—Lo siento...
Le diste otra hoja más pequeña, es la mitad de las que sueles usar. Después saliste dando un paso rápido, no querías escuchar que era lo que decía sobre lo último que entregaste.
Uzui es medio complicado jijiji
Pero que bonito es que ya tenga más contexto, no saben las ganas que tengo de ir directo al problema de la historia porque aaaaa ><
Así que toca comenzar a construir la relación desde ya jijiji ❤
Gracias por leer, espero les haya gustado. ❤✨🙇🏻♀✨❤
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