Capítulo 14
Este fin de semana está siendo muy difícil para Tengen. El viernes fue el día que te invitó a su casa, le pediste que te llevara de regreso en la noche, no te sentías bien quedándote en su casa a pesar de que fue él quien te invitó. Sigue siendo viernes en la noche, Uzui está en un bar tomando unos tragos mientras piensa en todo lo que está pasando contigo. Quiere que estés bien, sin embargo también desea hacer las cosas bien porque podrías llegar a confundirte, te está ayudando por ser amable y en realidad le parece interesante (aunque en realidad no sea así, él quiere creerlo).
Podrías llegar a malinterpretar las cosas y enamorarte de él, pensar sobre él de forma romántica y no quiere eso, más que nada porque Uzui no es el tipo de persona que toma esas situaciones para aprovecharlas, no es su estilo y no le gusta.
Desde que se dio cuenta de que realmente estás sufriendo violencia en tu casa, cuando le contaste como casi eres abusada y lo dijiste de manera tan normal; Tengen está dando vueltas a todo lo que le dices, buscando qué otra señal puedes darle. Él te dijo que mañana puedes volver a su casa si es que no quieres quedarte en la tuya.
Uzui no sabe cómo arreglar esto, ni siquiera puede pedir la ayuda de Kyojuro porque no sabe cómo explicarle qué pasó.
Al día siguiente saliste de tu casa lo más temprano que pudiste, nadie llegó en toda la noche y aún así estuviste al pendiente por lo que no dormiste del todo bien. Son las siete de la mañana, vas a dar una vuelta primero antes de ir a casa de Tengen, tomaste algo de dinero de tu madre antes de salir para poder comer algo. El día de ayer, tu profesor escribió la dirección de su casa en un papelito y te lo entrego, no está ni lejos ni cerca, así que podrías llegar en media hora o cuarenta minutos. Es demasiado temprano, tienes sueño y se te nota, te sentaste en una banca de un parte y te quedaste pensando. Si vas ahora es probable que Tengen aún duerma o esté haciendo algo más, pero no quieres quedarte dormida en un lugar así.
«Él dijo que puedo confiar en él...» Pensaste.
Tomaste rumbo hacia su hogar.
No tienes celular así que sólo te apoyaste del reloj que estaba en la estación de tren, una vez llegaste lo reconociste por su fachada. Te tomó un par de minutos tocar el timbre una vez llegaste.
—Profesor, me disculpo por llegar demasiado temprano, sabía que sería molesto, así que quiero pedirle disculpas por haber hecho algo que puede... —la puerta se abrió.
Todo tu rostro se pintó en rojo de la vergüenza, estabas ensayando en voz alta lo que le dirías, sólo que no creías que abriría tan rápido.
—Se te nota demasiado lo cansada, pasa —se hizo a un lado dejándote entrar. —Estoy despierto desde las siete, no es una molestia que llegues temprano.
Respondió riendo, sólo te pusiste más roja.
—Hola, gracias...
Entraste y lo seguiste.
—Puedes esperarme en el sillón, dame un tiempo y haré el desayuno —explicó. —Hoy tengo flojera así que no quiero hacer mucho, tú en cambio parece que no dormiste en toda la noche.
—No pude dormir bien... Uh —querías decir algo acerca del desayuno.
—¿Sucede algo? —volteó a verte.
—Y-yo podría comprar el desayuno si usted no quiere hacer nada...
El mayor se dio la vuelta y se inclinó un poco para poder verte.
—Podría aceptarlo luego de pensarlo un poco si no fueras tú. Necesitamos comer, que tenga que hacer comida puede ser cansado, pero necesario, no hagas esas propuestas; yo te invité no te haré comprar nada.
Asentiste lentamente.
—Puedes esperarme en el sillón, siéntate y voy a volver rápido.
Obedeciste, apoyaste tu cabeza en el respaldo del sillón y cerraste los ojos. Él se fue así que te quedaste ahí, intentaste abrir los ojos porque sabes que terminarás durmiendo, pero tus párpados pesaban. Un suspiro pequeño salió de tu boca antes de que te quedaras dormida.
Despertaste porque escuchaste unos sonidos proveniendo del baño, te estiraste para luego tallar tus ojos, bostezaste. Tienes sueño todavía.
Te levantaste caminando hacia donde escuchaste el ruido.
—¿Profesor? —preguntaste por afuera.
Sigues dormida, ni siquiera sabes por qué te levantaste.
Viste la puerta entreabierta del cuarto de el mayor, te inclinaste un poco para darle un vistazo. Tus ojos se abrieron de par en par y toda tu cara se puso roja. Tengen está de espaldas, secando su cabello con una toalla mientras tiene otra envuelta en la cintura; las gotas de agua todavía caen por su cuerpo esbelto, los músculos de su espalda resaltan por igual que los músculos de sus brazos. Te tapaste la cara, diste media vuelta y regresaste al sillón en silencio. El cuerpo de Uzui es diferente a cualquier otro que pudieras haber visto aquellas veces que tu mamá te escondía en un armario para que no interrumpieras su trabajo. Solían ser viejos gordos, demasiado flacos, poco higiénicos y demás, es probable que alguno que otro fuera mínimamente atractivo, pero nadie como tu profesor.
Aquel armario con apenas un ápice de luz fue el origen de tu gusto por dibujar. Tenías un cuaderno nuevo que tu madre había comprado junto con unos crayones para que no la molestaras.
—Ya regresé, voy a comenzar con el desayuno. ¿Comes de todo?
—Usted puede darme de comer lo que quiera y lo comeré, Uzui —respondiste. —Cuando mi mamá no cocinaba nada ni me compraba comida, lo único que podía hacer era comer lo que podía cocinar.
—Bueno, tampoco suelo cocinar mucho, pero cuando quiero me doy mis gustos —comentó. —Si hay algo que quieras y pueda hacerlo, no tendría problema en hacerlo.
—Nunca podría pedir algo así, sólo comeré lo que me dé y no me quejaré de nada.
Un suspiro salió de la boca de Tengen.
Te levantaste de tu lugar luego de que comentara que estabas muy lejos. Su cocina tiene una barra adelante así que sugirió te sentaras ahí.
—Deberías comenzar ya con tu obra para el concurso. Me voy a sentir orgulloso si tu habilidad es lo suficiente extravagante para opacar a todos los demás.
—Tampoco es para tanto... —murmuraste. —Me sentiré bien si por lo menos quedo en tercer puesto, pero si lo hace sentir orgulloso que gane; ¡me esforzaré realmente!
—No lo hagas porque me vaya a sentir orgulloso, hazlo porque te haga sentir bien ganar el primer lugar —respondió. —No esperes que los demás te reconozcan, nunca hagas cosas por algo así, eres la única que puede valorar su esfuerzo. ¿Entiendes? Si los demás te apoyan está bien, pero no hagas las cosas para recibir reconocimiento.
—No me veo capaz de hacer eso. Todo lo que he estado haciendo es para recibir el reconocimiento de mi mamá... Pero sin importar qué, ella siempre me dice que es un tontería y no voy a poder hacer nada —suspiraste.
Te recostaste sobre tus brazos en la barra.
—No deberías hacerle caso a la misma persona que te golpea —volteó para mirarte a los ojos. —Ella no dice nada bueno, alguien que te ame te hará ver las cosas como realmente son.
Con sus últimas palabras no pudiste evitar pensar algo más. Él volvió a lo suyo con la comida.
—Profesor, ¿Usted acaso...?
—¿Mmhp? —hizo un sonido con su boca indicando que continuaras.
Te arrepentiste al momento.
—¿Podría darme un ejemplo más claro?
Él no dijo nada por unos minutos, terminó y puso un plato con un omurice¹ y una taza de té a un lado. Unos segundos después puso otro a un lado tuyo.
—Estoy aquí contigo, aún sabiendo tu edad y que soy tu profesor —respondió. —No por eso dejé de verte y tratarte como lo hago, sin embargo si alguien se enterase, ¿crees que estaría de acuerdo?
Entendiste de inmediato su punto.
—No hacemos nada malo, y mi sentir hacia ti probablemente se incline más por algo paternal. ¿Puedes entenderlo?
Asentiste.
Te decepcionó escuchar la palabra paternal, pero eso fue algo que ni Tengen se creyó.
—¡Buen provecho! —dijiste luego de empezar a comer.
—Por cierto, habrá una exposición de arte el próximo fin de semana. Fui invitado como expositor, pero me interesa más ir a ver. Te diría que me acompañaras para que pudieras inspirarte y hacer tu obra, pero una faltan aproximadamente una semana y cuatro día para entregues tu participación —comentó. —Si quieres acompañarme, podríamos ir, pero quiero que me prometas algo antes.
—¿Qué es?
—Vas a darme tu obra para entregarla la próxima semana.
—Bueno... Yo, en realidad ya sé que quiero dibujar, pero no lo he hecho por una razón.
—¿Alguna de tus amigas te dijo algo? —negaste. —¿Entonces qué es?
Seguiste comiendo sin responder a su pregunta.
—Cualquier cosa que sea, vamos a resolverla —te dijo. —No hace falta que te calles más, en cambio; ¡Vamos a callarle las bocas a los demás!
Una risita salió de tu boca. «Quería pasar todos estos 31 días con usted». Pensaste sin poder decírselo.
HOLAAA
POR TERCER DÍA CONSECUTIVO
¿han notado esas referencias?
Yo ya vi que algunas sospechan 🫣
Ayyyy tengo tantas ganas de llegar ya al clímax de los sentimientos de estos dos para hacer ya el lemon q aaaa
Nomamen ayuda
Gracias por seguir leyendo<33
Nos leemos mañana!
Sigan comentando y yo seguiré actualizando jijiji
Les envio besitos y mucho amor.
(ʃƪ^3^)
Pd: perdón por los errores de ortografía, gramática, etc. Si no le entienden a algo comenten y yo les respondo explicando jjejeje
Omurice¹: omelette con arroz ya saben a lo japonés
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