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• Soledad •

[Advertencia: Contenido de sustancias nocivas, no recomendado para una audiencia menor]

•••

¿Que es lo peor que has hecho?

¿Acaso verdaderamente el fin justifica a los medios?

¿Hacer el "bien" siempre es lo correcto?

Dib siempre pensó que salvar al mundo incluía deshacerse de todo el mal, pero desgraciadamente nadie lo consideraba el bueno ¿entonces por que aparentar ser algo que no era?...

Guardó un cruel secreto, antes de irse hizo algo terrible, ante los ojos de cualquiera sería la causa de un comportamiento sociopata, pero su felicidad dependía de eso, el poder vivir en paz, lejos de su antigua vida, lejos de todas aquellas desgracias que le ocasionó intentar hacerce el heroe, de creer que era uno, todo su esfuerzo fue una desagradable mentira que nadie tan siquiera pidió.

Antes de irse a su nueva vida, debía deshacerse de todo aquello que alguna vez lo molesto, en este caso era él, aquella criatura egocéntrica que llegó hacer un dolor en el trasero, aunque sus planes para conquistar la tierra eran tontas y algunas estupidas, Dib ya no deseaba tratar de detenerlas, asi que ideo una forma de acabar con aquello para siempre.

...

Han pasado dos días desde que él le comentó sobre la nave, durante ese lapso de tiempo el azabache trataba de encontrarse con ella, fue un tanto difícil ya que tendría que descansar en el fin de semana, desgraciadamente no tenía mejores lugares a donde ir.

Esa mañana en específico, el joven humano había sido llamado, sus demás maestros se enteraron de la situacion, incluso la trabajadora social encargada de su beca, solicitó hablar personalmente con él para ver la causa decadente de su alimentación, le había pedido que fuera a su oficina, el pobre azabache se encontraba nervioso ¿Cómo iba a explicarle sobre su invitada? Él no podía hacer milagros con respecto a dividir su dinero.

Estaba dudando en entrar o no, pero el destino de su ayuda monetaria estaba en riesgo, con mucho pesar el azabache entró al cubículo de dicha mujer.

Tocó un par de veces hasta que escuchó la voz de aquella persona dándole acceso, el jóven Membrana poco a poco se adentro a dicha habitación.

Cuadros de múltiples diplomas y certificados adornaban la decadente oficina, llena de papeleo y expedientes, era como entrar a una sala de algún burócrata, cómo era de esperarse el aspecto de aquella mujer que estaba al frente, intimidó un poco al chico. No era como ver a la señorita Bitters, aquella mujer era alta, delgada, las facciones de su cara eran algo burdas, extrañamente su voz era calmada.

– Tome asiento señor Membrana

En cuanto Dib obedeció, aquella fémina sacó un archivo enorme de su cajón

– Bien, es interesante leer sobre tí, tienes antecedentes muy, peculiares, tienes excelentes calificaciones, no tienes antecedentes criminales, tienes un buen apellido, eres inteligente pero en cuanto leí tus... – hizo una ligera pausa para abrir la carpeta – antecedentes psicológicos, me doy cuenta de que tenemos un inconveniente

– Eso fue hace tiempo – Dib respondió algo irritante

– Creías en cosas paranormales, señor Membrana ¿Ha hecho algo al respecto? ¿Has tomado terapia?

Aquello provocó un silencio enorme, él había vivido cosas que nadie más creería, nadie tuvo fé en él ¿Cómo podría ir a una terapia sin que quedará como un maniático frente al psicólogo o psiquiatra? Ya tenía suficientes problemas ahora.

– Tomaré eso como un NO, ahora con respeto a tu salud, usted sufre una deficiencia alimenticia ¿Que no lo atienden en casa?

– Últimamente me he excedido con trabajos y estudio más de la cuenta que eh tratado de mantener mi mente en la escuela – trató de excusarse Dib

– ¡Señor Membrana, basta! – aquella mujer verdaderamente no creía en ninguna palabra de su parte –  le recomendaré ir a un terapeuta.

Tras la plática, Dib no estaba tan seguro de asistir a la terapia, pero quizas ayudaría a mantener la poca cordura que le quedaba.

Caminaba por los pasillos de aquella institución educativa, miraba a su al rededor, grupos de amigos, parejas ir y venir, muy pocos eran los que estaban en solitario. Fue entonces que volvió a sentir una opresión en el pecho, eso ya no era por la falta de vitaminas, o por la falta de sueño, era algo más, algo que aun lo atormentaba, tenía que ver con el pasado, más especificamente con Zim.

Fue a clases con la esperanza de que aquella horrible sensación se calmara a lo largo del día, sin embargo eso no sucedería.

•••

Durante aquella jornada, el muchacho  seguía distraído, no lograba concentrarse por más que quisiera, pero casa minuto era sofocante, para ser un joven que apenas estaba en plena adolescencia tenía muchos problemas y conflictos, parecía que sus problemas eran igual de imponente que un adulto mayor de 40 años, el pensar que tendría que hablar con un psiquiatra y contarle sobre todo lo malo que vivió lo aterraba, lo considerarían un monstruo, un maniático retorcido, ya era considerado un chiflado, ya no quería ser catalogado con más malos adjetivos que le impidiera tener una buena vida para su adultez.

De camino a casa, observó a la gente que iba y venía ¿porque no puede ser como ellos? Ser alguien sin tantos problemas, preocupaciones y sobre todo sin tantos remordimientos.

Al llegar a casa, dejó su mochila en la entrada, fue hasta su alcoba, pero antes de poder llegar al sillon, vió un sobre blanco en el suelo, por curiosidad abrió con cuidado aquella pieza de papel, encontrando dinero. Frunció el seño, puede que alguien de su escuela haya notificado a su padre, por lo que botó el sobre en el sillon.

Su padre nunca mostró interes en él, al menos que alguien más se lo dijera o le recordara su existencia, era muy hipocrita de su parte aparentar que ahora le importaba su hijo.

Fue hasta su habitacion, en el camino observó que en la mesa del comedor estaba el desayuno que había dejado hecho para su "invitada", quizás ella no confiaría en él, no la culpaba si eso llegará a pasar. Siguió su curso a la habitación, se encontraba cansado, mentalmente agotado, con algo de culpa y remordimiento de por medio.

Se tiró en la cama dejando sus lentes aun lado, realmente quería dejar de pensar en todo lo sucedido, irónicamente solo deseaba un poco de soledad y algo de tranquilidad.

Si solo fuera así de fácil, antes de que Dib tan siquiera pudiera cerrar los parpados, su teléfono celular comenzo a sonar, frunciendo el seño, el muchacho tomó aquel aparato, realmente ahi estaba otra de las razones por la cual no podia tener paz y tranquilidad, su padre estaba llamando, dudando si contestarle o no, el jóven no queria afrontar a su padre pero tarde o temprano tendría que hacerlo.

Contestó hasta la segunda llamada, sentandose en la cama, solo escucharía, estaba cansado de tener que lidiar con los sermones y falta de fe por parte de quel cientifico.

...---...

Tak habia quedado pasmada al ver su nave, todo ese tiempo, ella pudo escapar, podia tener una vida lejos de todos aquellos que alguna vez la lastimaron, podría respirar tranquilamente, pudo tener la calma que tanto añoraba.

Regreso a la habitacion, muchas emociones estaban surtiendo efecto, una vez adentro cerró la puerta colocó las manos en su rostro, estaba cansada de tener que auto compadecerse, pero ¿que podía pensar sobre aquel chico?

Estaba confundida ahora, por un lado sentía rabia dentro de ella; bien pudo saber sobre la verdad, se sentiría segura construyendo una nueva base, teniendo por primera vez una vida. Pero por otra parte estaba herida consigo misma, bajó la guardia en confiar en el humano, aunque mostró ser alguien seguro y cordial, se decepcionó al saber que podia ayudarla a tener paz.

No quería verlo, realmente ahora necesitaba aclarar sus ideas, ser la antigua guerrera Irken que era en el pasado, tomar mejores precauciones y sobre todo tener una mejor perspectiva para ella misma.

Durante esos ultimos días, no habia salido para nada de la habitación, si saldría sería para reparar su nave, su decision de irse era muy fuerte, ella anhela esa libertad, haría lo que fuera por tenerla.
Ya no queria ser la prisionera de nadie, ya estaba harta de aquella vida tan miserable, era tiempo de buscar su propio camino.

Un ruido proveniente de afuera de su recamara hizo que la chica se sobre exaltara, era aquella voz del chico cabezón, se escuchaba bastante molesto, de nuevo estaba discutiendo con alguien, aunque viviera solo, él solía discutir con muchas personas.

Los gritos del humano parecían cada vez más furiosos, al parecer él tambien tenia algo que lo hacian sentir miserable, recordó algunas cosas que él le habia platicado, la mayoría sonaban algo triste.

Con sumo sigilo abrió la puerta tratando de no hacer mucho ruido asomó su cabeza por el umbral, trataba de saber por que tanto alboroto, sin embargo lo poco que escuchó, más que curiosidad le causo un poco de remordimiento.

Siempre que él hablaba por medio de aquel aparato se le escuchaba lleno de ira ¿Acabo él tambien estaba atrapado? ¿O es quizas que él tambien tenía sus propias condenas por pagar?

Un silencio total fue lo unico que reino en aquella morada, dejó de escuchar aquel griterio, para la femina algo no andaba bien. El ambiente de llenó con humo, un olor extraño invadió sus fosas nasales, era algo desagradable ante aquella ex invasora. Con mucho cuidado se acercó hasta donde estaba el chico, pero lo unico que vio fue al muchacho sentado desparramado en el sillon, aunque estaba de espaldas podía sentir que algo no estaba bien, fue entonces que notó que en su mano izquierda tenia una especie de tubo pequeño blanco, de la cual se desprendía un poco de humo y aquel no tan agradable aroma, se quedó ahi un rato, observandolo como se sumía en la soledad, llevando aquella cosa a la boca.

Ambos solos, ambos rotos por dentro, cargando con emociones y responsabilidades grandes, ambos rechazados por su misma especie, fingiendo hacer lo correcto y en el fondo no dejar satisfechos a quienes desean complacer... ambos acompañados en su inmunda soledad pero distantes a la vez.

Continuara...

Hola mi bonita y querida audiencia, tengo un pequeño anuncio que hacer:

Primero, ya nos quedan 5 capitulos para que esta historia concluya, por lo que tratare de que si tienen dudas se resuelvan a lo largo de los capitulos. Claro habra un epilogo y si bien desean un capitulo extra como compensacion.

Segundo: Querido Lector o querida Lectora, entiendo que hay personas que no les gusta mi historia, es valido, se que cometo errores que trato de corregir, TODAS las CRITICAS CONSTRUCTIVAS las acepto, si tengo errores pueden decirme, yo no me enojare por que me los hagan saber, al contrario, me ayudan a mejorar, ahora si bien estas leyendo esto para decirme que mi historia es una verdadera M I E R D A, quiero que me hagas saber el por que lo es, si me dicen algo como "es por que el Shipp no me gusta" o algo como "tu historia es mala por que no me gusta y ya" te recomiendo no leerla.
Quiero fundamentos buenos, no que solo critiquen por que el shipp no les gustó, o porque no hay cosas como Lemmon, o solo para crear odio.

Yo escribo esta historia por que quiero algo diferente, se que no soy la mejor, pero no por eso merezco que casi me tumben la cuenta, o que me lleguen mensajes de odio al privado, si no te agrada la historia, no la leas, de todo corazon agradezco criticas que me ayuden a mejorar.

Y tercero: Agradezco a todas esas personas  que aun me siguen leyendo, de verdad despues de sentir ese mal sabor de boca, escribir para ustedes me hace sentir mejor. infinitas gracias por su paciencia.

¡GRACIAS! HASTA EL SIGUIENTE CAPITULO

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