•Mordedura•
Tak despertaba de aquella pesadilla producida por la fiebre que la azotaba, de pronto se dió cuenta de que estaba en la recámara del humano ¿Por qué estaba ahí si se supone que había escapado? ¿Acaso fue?...
- Despertaste - la voz de Dib sonada seria eso hizo estremecer a la chica, el chico estaba sentado frente a la cama de la chica - ¿por qué saliste de aquí?
- Eso no te incumbe - le contesto tajantemente aquella Irken, eso hizo que Dib frunciera el ceño
- me quedé muy preocupado por ti
- No deberías
- No, pero lo hago
En cuando la chica se dió cuenta de que no tenía su ropa, si no la de él, una enorme cólera la invadió terriblemente.
- ¿Que me has hecho? ¿Porque tengo esta cosa en lugar de mi ropa?
- por qué estabas mojada, no iba a dejarte morir
Aquello solo la hacía enojar más, realmente quería desaparecer de la vida del humano.
- déjame sola
- No hasta que te revise
- Ni siquiera sabes de mi anatomía ¿Por qué debería hacerlo?
- por qué soy lo único que tienes, ahora se buena y déjame ver cómo estás - Dib se acercaba a ella de manera peligrosa, estaba apunto de tocarla cuando de la nada ella le dió una mordida.
- ¡Oye!
- te dije que no me tocaras... - bramó aquella chica
El humano solo la miraba decepcionado, realmente lo único que quería era ayudarla, pero ella no parecía que quisiera su ayuda, realmente Tak se comportaba como un animal rabioso que al sentir un poco de calidez, la asustaba. Sin más Did la dejo sola, fue hasta su botiquín para poder curar la mordedura de la chica, por extraño que se le hiciera, logró quitarle pequeños cachos de piel, sintiéndose culpable consigo mismo. Sabía que Tak era nueva en cuanto al contacto humano, pero que no le daba derecho a ser tan irracional con él, después de todo solo quería que ella estuviera a salva.
De nuevo su teléfono sonó, lo tomó de la bolsa del pantalón, notando que la llamada era de su padre, normalmente cuando lo llama es para recriminarle algo, así que que no la contestó, pero la llamada telefónica siguió molestandolo, fue hasta que su paciencia llegó a sus límites, fue entonces que comenzó a desesperarse y contesto la llamada
- Papá... Que es lo que ¿Gaz?
Mientras tanto la chica alienígena estaba acurrucada, molesta por qué su plan fracaso, realmente su plan era ir a la casa de Zim y robar algunos suministros y si se podía, robarle su nave, aunque estaba a salvo en la tierra aún se tenía las ganas de irse, hacer su vida y huir de las crueles mentiras de los más altos, aún tenía secuelas que deseaba que desaparecieran pero sabía que para eso tardaría un poco, ahora se acurrucó intentando descansar, no sabía lo que le deparará después.
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