Día 9 : Blooming
Baekhyun amaba las flores. Los aromas frescos y el color vibrante lo llenaban de felicidad y lo hacían sentir vivo. Por ello, amaba su trabajo. Desde que descubrió su afinidad con estas plantas, había añorado vivir rodeado de ellas, y ahora, al ser dueño de una floristería, su sueño se había hecho realidad. Cada mañana, al abrir las puertas de su floristería, se veía envuelto en un mundo de colores y fragancias que lo hacían sentir vivo.
Cada rincón de la tienda era un festín para los sentidos: el suave murmullo del agua de la fuente en la esquina, las risas de los clientes que entraban en busca de un ramo perfecto y el tintinear de las campanitas en la puerta. Era la esencia misma de la primavera, un recordatorio de que todo florecía a su alrededor.
Esta época del año era una de las más ajetreadas luego de San Valentín.Las parejas comenzaban a comprar flores para sus seres queridos, las familias celebraban la llegada del buen tiempo, y la gente llenaba las calles buscando el ramo perfecto para cada ocasión.
Así que, para estar preparado, Baekhyun debía llegar un par de horas más temprano a la tienda. La rutina consistía en comprar las mejores flores en el mercado local y preparar los arreglos más hermosos para sus clientes. Cada mañana, se deleitaba en seleccionar las flores más frescas, asegurándose de que cada ramo contara una historia, cada pétalo una emoción.
Esa mañana, mientras veía a sus empleados atender a los clientes, su atención se centró en cierto chico de aspecto desaliñado que observaba fijamente una maceta en el rincón de la tienda. Baekhyun sonrió al reconocerlo y caminó hasta él.
—Hola, Channie. —saludó.
El alto se giró al reconocerlo y sonrió de vuelta.
—Son de nuestro cultivo—dijo señalando la maceta.
—Sí, son lindas, ¿no? —respondió Baekhyun, acercándose un poco más.
Chanyeol asintió, observando la maceta con admiración.
El alto era algo así como un nerd de las flores, y por eso su personalidad encajaba tan bien con la de Baekhyun.
El bajo se perdió en sus pensamientos mientras recordaba la primera vez que conoció a Chanyeol. Era como si, en aquel instante, el tiempo se hubiera detenido.
Estaba exactamente en la misma posicion mirando una maceta con girasoles.
Se había acercado a él, pensando que estaba buscando algún arreglo, pero el chico hizo un montón de preguntas que Baekhyun no se esperaba, sobre la temperatura del agua con la que regaban la planta o el ángulo perfecto en que el sol debería darle.
—¿Sabías que los girasoles son heliotrópicos cuando son jóvenes? —había comenzado Chanyeol.—Se mueven en direccion al sol buscando sus rayos.
Baekhyun habia asentido y tratado de seguir la conversacion.
—Es fascinante, ¿verdad? —Chanyeol continuó, sus ojos brillando de emoción—. Los girasoles pueden crecer hasta dos metros de altura y, aunque parezca sencillo, hay toda una ciencia detrás de cómo florecen.
Al final de su conversación, y a pesar de que el alto no había comprado más que semillas, Baekhyun se sentía maravillado y algo enamorado. Había algo en la manera en la que hablaba que lo cautivaba, como si cada palabra estuviera cargada del mismo amor que el sentia por las plantas.
Por eso habian encajado tambien ya que antes de él, Baekhyun solo habia salido con chicos que se aburrian de escucharlo hablar de flores y Chanyeol habia espantado millones de citas con sus datos sobre cada planta que se cruzaba en su camino.
—¿Sabes? Siempre he pensado que las orquídeas son un poco como nosotros —dijo el alto, señalando una de las macetas.
Baekhyun frunció el ceño, regresando a la realidad.
—¿Cómo así?
Con una chispa de entusiasmo en sus ojos, Chanyeol sonrió.
—Aunque son hermosas, requieren cuidados especiales porque son delicadas. A veces pueden parecer difíciles de manejar, pero cuando florecen, son impresionantes. Es como si necesitaran el entorno adecuado y la atención adecuada para mostrar su verdadero potencial.
La comparación hizo que Baekhyun sintiera un cosquilleo en el estómago.
—Eso es cierto —respondió Baekhyun, sintiendo cómo las palabras de Chanyeol resonaban en su interior—. Tal vez todos necesitamos un poco de amor y atención para florecer.
Chanyeol asintió, su mirada fija en Baekhyun.
—Exactamente...
—¿A que viene todo esto? ¿Solo amaneciste siendo un romantico hoy? Mirate ni siquiera te peinaste—dijo pasando la mano por su cabello.
El alto se percato de su estado, pero no le prestó atención. Solo se encogió de hombros.
—Vine de prisa porque necesitaba decirte algo.
Baekhyun arqueó una ceja, intrigado por la súbita seriedad en la voz de Chanyeol.
—¿Algo importante? Debe serlo si no pudiste esperar que regresara a casa.
Chanyeol tomó una respiración profunda, como si se estuviera preparando para algo monumental.
—Sí, es importante. He estado pensando en esto desde hace un tiempo, y creo que ya es hora de que te lo diga.
—¿ Que es?
El alto se detuvo pensando en si deberia o no decirlo en ese momento, miró a su alrededor a la gente en la caja pagando por sus ramos y arreglos.
—No ahora, volvere por la tarde cuando la clientela disminuya.
—Está bien. —Baekhyun trató de sonar comprensivo, aunque su mente giraba con preguntas.
Pasó el resto del pensando en de que quqerria hblar Chanyeol. Por su mente pasaron millones de escenarios, uno mas tragico que el otro.
Finalmente, cuando el reloj marcó las cinco, la tienda se vació y la calma llenó el lugar. Baekhyun miró hacia la puerta, con la esperanza de ver a Chanyeol entrar. Cada segundo que pasaba parecía una eternidad. Se fue despidiendo de sus empleados y con un suspiró empezó a cerrar el lugar.
Baekhyun apagó las luces de la tienda, aún sintiendo la anticipación en el aire. Cada ruido en la calle lo hacía girar la cabeza, con la esperanza de que Chanyeol apareciera de un momento a otro.
Caminó al almacen donde guardaba las semillas y se detuvo un momento para ordenar algunas cajas.
Mientras lo hacía, su mente seguía inquieta. No podía evitar preguntarse qué era lo que Chanyeol quería decirle. Tenia miedo de que el chico quisiera pedirle un tiempo o tal vez terminar para siempre su relación.
—Baek...
Al escuchar la voz de Chanyeol detrás de él, saltó dejando caer varios paquetes de semilla.
—¡Me asustaste! —dijo Baekhyun, agachándose rápidamente para recoger las semillas que habia botado.
Chanyeol se agachó junto a Baekhyun, recogiendo las semillas en silencio.
—Ahora si, ¿me diras lo que ibas a decirme en la mañana?
Chanyeol levantó la vista lentamente, fijando sus ojos en Baekhyun mientras recogía las últimas semillas del suelo. Se quedó en silencio por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para decir lo que tenía en mente.
—Baek...—lo ayudo a ponerse de pie—Desde la primera vez que te vi no puede dejar de compararte con muchos tipos de flores.
Baekhyun dejó escapar una pequeña risa nerviosa mientras Chanyeol lo ayudaba a levantarse, aunque su corazón latía más rápido de lo habitual.
—Te comparo con un girasol.
Baekhyun lo miró, sorprendido. No era la flor que esperaba escuchar.
—¿Un girasol? —preguntó con una mezcla de curiosidad y diversión.
El alto asintió.
— Los girasoles siempre buscan la luz, incluso cuando el cielo está nublado. Se giran hacia el sol, sin importar lo que pase a su alrededor, y tú... tú siempre encuentras una forma de seguir adelante, de brillar.
Baekhyun parpadeó sintiendo el rubor subir por su mejillas.
—Tambien pienso en nuestra relación como una orquidea.
—Si, ya habias dicho eso...
—Lo sé, pero me refiero a algo más profundo —dijo Chanyeol, con su tono más suave ahora—. A veces hemos pasado por momentos difíciles, como esas orquídeas que parecen estar al borde de marchitarse, pero con el tiempo y la atención adecuada, florecen de una forma que nadie se espera.
Baekhyun lo observó, su corazón latiendo más rápido con cada palabra de Chanyeol. Ese comentario resonaba en él de una manera que no podía explicar del todo.
—Chanyeol...
—Lo que mas me gusta de nuesstra relación es poder cultivar nuestras flores y ver como crecen para converticer en una hermosa planta o en un ostentoso arreglo. No todos entienden lo especial que es cuidar algo desde cero, verlo crecer, florecer. Y me gusta pensar que eso es lo que estamos haciendo tú y yo, poco a poco.
Baekhyun sonrió y acarició su mejilla.
—Por que mejor no vas a grano, Channie...
—Está bien, está bien. Lo siento, me fui por la ramas.—tomo un gran bocado de aire y miro directamente a los ojos al mas bajo.—Baek... quiero que estes a mi lado para siemrpe.
Baekhyun se quedó congelado, su corazón se detuvo por un momento ante la sinceridad de las palabras de Chanyeol. Nunca antes había escuchado una declaración así, tan abierta y directa.
—¿Que quieres decir?
Chanyeol tomó una respiración profunda, como si cada palabra que estaba a punto de pronunciar fuera un paso hacia un futuro incierto pero lleno de posibilidades.
—Lo que quiero decir es que... quiero que seas mi compañero para toda la vida. Baek, ¿te casarias conmigo?—pidio incandose de rodillas.
Baekhyun se quedó boquiabierto, el mundo a su alrededor se desvaneció mientras procesaba las palabras de Chanyeol. Su corazón latía con fuerza, casi como si estuviera reclamando su atención, llenando el silencio con un eco ensordecedor.
—¿Que? ¿Estás... estás hablando en serio? —preguntó Baekhyun, su voz apenas un susurro
Baekhyun sintió que el tiempo se detenía. Las palabras resonaban en su mente, como un eco que no podía ignorar. Su corazón latía desbocado, una mezcla de alegría y sorpresa inundaba su pecho.
Si esperar mas salto sobre el chico llenandolo de besos mientras lloraba.
—¡Sí, sí! —exclamó Baekhyun entre risas y lágrimas—. ¡Sí, quiero!
Chanyeol no podía creerlo. Con una sonrisa radiante, se puso de pie, envolviendo a Baekhyun en un abrazo cálido.
Habia tenido muchas dudas durante e transcurso del dia. ¿Que pasaba si lo rechzaba? ¿Acaso debia preparar una sorpresa romantica? Pero ahora nada de eso importaba, tendria su lindo chico paara siempre a su lado y cultivarian sus flores juntos.
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