Día 5 : Feria
El aire de la noche estaba lleno de risas, música y el inconfundible aroma de algodón de azúcar. Las luces de colores que decoraban la feria parpadeaban en el cielo oscuro, dándole al lugar un toque mágico. Baekhyun disfrutaba como nadie del lugar, desde que era niño y su papá lo llevo por primera vez habia quedado encantado.
—Baek, subamos a la rueda—dijo Minseok, avanzando unos pasos delante de él.
Baekhyun sonrió al escuchar la propuesta de Minseok. La rueda de la fortuna siempre había sido su atracción favorita, y la idea de ver la feria desde las alturas lo llenaba de emoción y expectativa.
—¡Claro, vamos! —respondió, apresurándose para alcanzarlo.
Sin embargo, al llegar, su entusiasmo se desvaneció al ver la larga fila que serpenteaba alrededor de la atracción.
Minseok suspiró, rascándose la cabeza.
—Bueno, es lo que pasa cuando vienes en fin de semana.
—Volvamos mas tarde—dijo dando media vuelta y examinando a su alrededor.
—Buena idea —respondió Minseok, siguiéndolo mientras ambos se alejaban de la rueda de la fortuna—. Podemos intentar ganar algunos premios o buscar algo de comer.
La atención de Baekhyun se centro en un puesto en especifico donde debia disparar a unos patos pitados en una maqueta. En realidad, lo que llamó su atención es aquel chico sentado detras de los premios que lucia aburrido. Su cabello desordenado caía sobre su frente, y estaba absorto en su teléfono, apenas prestando atención a las personas que pasaban frente a él. Baekhyun lo observó por un momento, sintiendo su corazón latir con fuerza.
Había sentido un flechazo, una chispa eléctrica que encendió su corazón. Era algo tan absurdo como el amor a primera vista, pero allí estaba él, inmóvil frente a un puesto de juegos, incapaz de apartar la mirada del chico que estaba detrás de la mesa. Su cabello desordenado caía sobre su frente, y sus ojos estaban absortos en la pantalla de su teléfono, apenas prestando atención a las personas que pasaban a su alrededor. Baekhyun sintió que su corazón latía con fuerza, como si estuviera pidiendo a gritos que se acercara.
Con una sonrisa traviesa corrio hasta el puesto y se paro frente al chico esperando que lo notara, pero el alto apenas y levanto la mira de su telefono.
— 5,500 wones tiene 6 oportunidades si aciertas mas de 3 puedes escoger uno de estos premios—señalo frente a él—Si aciertas todas te lo llevas—se giró y señalo el pelucho gigante de un perro corgie.
Baekhyun dejó escapar una pequeña risa, a pesar del aparente aburrimiento que expresaba el chico, algo en su tono relajado lo hacía aún más intrigante o tal vez solo estaba siendo un tonto enamorado.
Sacó los billetes de su bolsillo y lo extendió. El chico por primera vez levanto la mirada de su telefono para recibir el dinero y se quedo estupefacto al ver al sonriente chico frente a él.
Mientras le entregaba la pistola de agua, sus dedos rozaron los de Baekhyun, y un pequeño escalofrío recorrió su piel.
—Aquí tienes —dijo Chanyeol, tratando de sonar despreocupado, aunque su voz temblaba ligeramente—. Buena suerte.
Minseok observaba a Baekhyun mientras se preparaba para jugar. Desde su perspectiva, las sonrisas que compartían esos dos eran casi descaradas. ¿Se estaba perdiendo de algo?
—Oye, Baek, ¿necesitas ayuda? —gritó Minseok, intentando romper la tensión, pero en realidad disfrutando de la escena.
El chico no le presto atención, solo centro su mirada en su objetivo derribandolo de inmediato.
—¡Eso es! —exclamó Chanyeol, entusiasmado al ver que Baekhyun derribaba el primer pato.
Minseok estaba a punto de soltar una carcajada, al ver el cambio de humor de aquel chico.
Baekhyun sonrió ampliamente al derribar el primer pato, la emoción lo invadía. Apuntó el arma al siguiente pato en la hilera. En ese instante, todo lo que existía era él, la pistola de agua y los patos flotantes. Ignoró el bullicio de la feria y volvio a disparar derribando a su obejtiva.
Cada tiro se sentía como un pequeño triunfo, y no podía evitar disfrutar de la atención de aquel chico.
Habia derribado ya a cuatro de los patos y solo necesitaba dos mas y ese peluche seria suyo. Aunque en realidad lo que deseaba era el numero del alto que atendia el puesto.
Disparó nuevamente, y el quinto pato cayó al agua. La satisfacción lo inundó, y una risa alegre se escapó de sus labios.
—Uno más y será tuyo—dijo el alto señalando el gran peluche.
El bullicio de la feria se desvaneció mientras se concentraba en su objetivo. Miró el pato flotante, alineando su tiro con precisión. En ese instante, todo lo que existía era él, la pistola de agua y el pato. Apuntó y disparó, pero el tiró paso por encima del pato.
Su animo decayo, y sintió que un nudo se formaba en su estómago.
—Oye, te daré un intento más por que me agradas—dijo el alto.
Baekhyun sintió un leve escalofrío recorrer su espalda ante las palabras de Chanyeol. La amabilidad del chico le devolvió un poco la confianza, y una chispa de esperanza brotó en su interior.
—¿De verdad? —preguntó, mirándolo con sorpresa y un brillo en los ojos.
—Solo una más, a mi jefe no le agradara pero él no esta aqui.
Baekhyun sonrió, sintiéndose cada vez más animado. Volvio a acomodar el armar y apunto contra su objetivo.
Su dedo temblaba ligeramente en el gatillo, pero decidió ignorarlo y disparó. El chorro de agua impactó directamente en el pato, y este cayó al agua con un plop satisfactorio.
—Lo hiciste, Baek—celebró Minseok.
El alto sonrió con satisfaccion tambien y bajo el gran peluche para entregarselo.
—Aquí tienes —dijo, entregándole el peluche con una mezcla de orgullo y admiración—. Te lo mereces.
Baekhyun tomó el premio, actuando de manera timida. En su mente, era como si ese chico se lo hubiera regalado voluntariamente.
—Baekhyun...¿ese es tu nombre, verdad?
Asintió, soprendido de que haya puesto atención y recordado su nombre. Como si el hecho de que Minseok llevara casi 20 minutos gritandolo no fuera importante.
—Bonito nombre —dijo Chanyeol, inclinándose un poco hacia adelante—Soy Chanyeol...
—Un gusto, Chanyeol —repitió, intentando sonar casual mientras su corazón latía con fuerza.
—Oye, Baek...—su amigo interrumpio el momento—La fila de la rueda ya ha disminuido...¿vamos?
Mientras se alejaban del puesto de los patos, Baekhyun no podía evitar mirar hacia atrás, esperando captar una última mirada de Chanyeol. Al hacerlo, se encontró con los ojos de Chanyeol, que le sonrió de nuevo antes de volver a concentrarse en su teléfono.
—¿Te gusta?—preguntó Minseok.
—¿Qué? —respondió, tratando de actuar desinteresado, pero la sonrisa tonta en su rostro lo delataba.
—Te vi mirandolo como si fuera lo más preciado de tu mundo. No puedes negarmelo.
—Me parece lindo—confessó intentado lucir desinteresado.
—¡Estás completamente enamorado! —bromeó Minseok, riendo mientras caminaban hacia la rueda de la fortuna.
Baekhyun rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír más ampliamente.
—¿Debi pedirle su numeró?
—Parecia dispuesto a dartelo—dijo Minseok, subiendo a la rueda.
—Quizás deberíamos volver despues—murmuró, mirando hacia abajo mientras la rueda giraba. La emoción de estar en el aire solo aumentaba su ansiedad por no perder la oportunidad de conocer a Chanyeol.
Mientras la atraccion giraba su atencion se dirigió en el peluche en sus brazos. Algo en la pata del perro le llamó la atención por lo que observó con mas cuidado y descubrio una nota adhesiva pegada en el.
Ahora tenía el numero de ese chico lindo, y no espero mucho para agregarlo a sus contactos.
Con una sonrisa en los labios decidió a mandarle una linda foto de él con el peluche.
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