Todo comenzó un lunes en la mañana cuando Baekhyun paseaba por el corredor de la escuela hasta su casillero y se detuvo al ver aquella nota de color lavanda pegada en la puerta. 

Curioso, alzó una ceja, miró alrededor y despegó la nota del casillero, notando que era de un tono suave y delicado. La letra era redonda y un tanto inclinada, lo que le daba un toque de misterio y calidez.

"Hola, Baek

No sé si alguna vez te lo han dicho, pero tienes una sonrisa que ilumina todo el pasillo. Gracias por eso"

El chico se giró a mirar a las personas a su alrededor, pero todos estaban acupados en su propios asuntos

Baekhyun miró la nota una vez más, incapaz de ocultar la sonrisa que se formaba en sus labios. La guardó con cuidado y sacó sus libros para dirigirse a clase, el corazón aún palpitante por la emoción.

Durante la clase, por más que intentó concentrarse en el profesor, su mente regresaba una y otra vez a esa nota lavanda. ¿Quién podría haber sido? ¿Sería alguien conocido? La incertidumbre lo mantenía alerta, como si cada mirada de sus compañeros pudiera ser una pista.

Al terminar la clase, su mejor amigo Chanyeol se acercó a él con una expresión curiosa.

—¿Por qué estás tan sonriente? —preguntó, levantando una ceja.

—Encontré esto en mi casillero —dijo Baekhyun, mostrándole la nota con una mezcla de emoción y nerviosismo.

Chanyeol tomó la nota, leyéndola con una expresión divertida que pronto se convirtió en una sonrisa burlona.

—Así que alguien tiene un admirador secreto —dijo, devolviéndole la nota—. ¿Y ya tienes alguna idea de quién podría ser?

Baekhyun negó, guardando la nota con cuidado en su mochila.

—No tengo idea de quién pudo haber sido, pero... es lindo, ¿no?

Chanyeol hizo una mueca extraña mientras acomodaba su mochila.

—No sé, Baek, estas cosas siempre me parecieron un poco cursis.

—Pues yo creo que es lindo.

—Si tú lo dices...

Al día siguiente, Baekhyun volvió a encontrar una nota en su casillero. Esta vez, la nota era de un color verde suave, casi como el color de las hojas en primavera. La emoción y la curiosidad lo envolvieron mientras la despegaba y la leía.

"Hola de nuevo,

¿Te gusto la primera nota?

Espero que si

Me gusta la forma en que siempre iluminas el día de todos a tu alrededor. Una simple sonrisa tuya hace que mi día mejore"

Baekhyun sintió que su corazón se aceleraba con cada palabra que leía. La letra, redonda y suave, parecía transmitir no solo un mensaje, sino también una conexión especial que lo envolvía de emoción. La idea de que alguien pensara en él de esa manera lo hacía sentir como si flotara.

—¿Otra nota de tu admirador? —preguntó Chanyeol al llegar a su lado.

Baekhyun asintió, todavía con la nota en la mano, incapaz de ocultar la sonrisa que iluminaba su rostro.

Chanyeol soltó una risa burlona mientras le daba una ligera palmadita en la espalda.

Las notas siguieron llegando días tras día, cada una con un nuevo mensaje que hacía que el corazón de Baekhyun latiera más rápido. Decidió que era hora de averiguar un poco más sobre el emisor.

En los días siguientes, cada vez que alguien sonreía o lo saludaba, se preguntaba si esa persona podría ser su admirador secreto. Pasó horas analizando las interacciones, observando las miradas furtivas y los gestos sutiles de quienes lo rodeaban, pero nada le daba una pista.

—Esto es frustrante—se quejo dejando caer su cabeza sobre la mesa de la cafeteria

—¿Sigues sin encontrar a tu admirador?—pregunto Chanyeol

Baekhyun levantó la cabeza y soltó un suspiro pesado, mirando a Chanyeol con una expresión de exasperación.

—No tengo ni una pista.

—No deberias presionar las cosas. Tal vez solo es muy timido. Quizá es alguien que no se siente lo suficientemente seguro para decírtelo cara a cara.

Baekhyun asintió pero la curiosidad aun permanecía en su pecho. Cada vez que encontraba una nueva nota, sentía una mezcla de emoción y frustración. Esa tarde, al abrir su casillero, encontró otra nota, esta vez en un papel azul cielo. Su corazón latió con fuerza mientras la leía.

"Hola, Baek

He notado que estas buscandome. Sé que sientes curiosidad, pero soy alguien tan patetico para no decirte lo que siento cara a cara.

Aún asi creo que te mereces una pista. Tal vez deberias buscar mas ceerca"

 Su mente comenzó a repasar una lista mental de personas, desde sus compañeros de clase hasta sus amigos más cercanos. Sin embargo, cada vez que intentaba imaginar a uno de ellos como el remitente de las notas, los descartaba.

Al día siguiente, al acercarse a su casillero, el corazón de Baekhyun latía rápidamente, casi esperando otra nota, pero al entrar al pasillo vio una silueta correr despues de dejar la nota en el casillero.

 Aunque fue un vistazo rápido, algo en la postura y la forma de caminar le resultó vagamente familiar. Caminó hacia su casillero, sus pasos rápidos y llenos de expectativa, y encontró la nota, esta vez en un papel color crema, esperando pacientemente a ser leída.

" Hola Baekhyun,

El hecho de que no tengas ni idea de quien soy me da una pequeña ventaja, ¿no lo crees?

Aunque a la vez temo que te sientas decepcionado.

Me pregunto si algún día tendré el valor de decirte todo esto cara a cara. Pero, por ahora, prefiero quedarme en las sombras, admirándote desde lejos."

Baekhyun se giró a mirar por donde se habia ido la persona que dejo la nota y solto un suspiro.

Cuando entró al salon vio a Chanyeol sentado en su escritorio

El más bajo camino hasta su lado y se dejo caer.

—¿Que paso?

—Lo vi—comentó ocasinando que su amigo lo mire soprendido.

—¿Lo-lo vistes?

Baekhyun sonrio y asintio.

—Fue un vistazo rapido, pero al menos ya se como se ve.

—¿Y como se ve?

—Sehun

Chanyeol hace un gesto y deja caaer su cabeza sobre su escritorio.

Baekhyun observó la reaccion de su amigo y volvio a sonreir.

Habia sido un segundo pero lo pudo reconocer, la figura alta y la manera de correr de su mejor amigo. Si Chanyeol no tenia valor para decirselo, lo obligaria por lo que espero a su siguiente nota.

A la mañana siguiente llego antes a la escuela y espero a escondidas para confirmar si se trataba o no de Chanyeol.

Justo cuando empezaba a perder la esperanza, vio una figura familiar cruzar el patio. Era Chanyeol, con su cabello desordenado y su mochila colgando de un hombro. Caminaba con un aire despreocupado, como si el mundo no le importara, pero había algo en su postura que hacía que Baekhyun se sintiera inquieto.

Lo vio deternerse frente a su casillero, mirar a los lados antes de pegar la nota en la puerta.

Cuando Chanyeol se dio la vuelta para marcharse, Baekhyun se armó de valor y decidió enfrentarlo. No podía dejar que el misterio lo consumiera más. Con un paso decidido, lo llamó.

—¡Chanyeol!

El chico se detuvo y se giró con el rostro desencajado 

—Baek...

—Te vi.—dijo, su voz firme pero temblorosa al mismo tiempo. La emoción de descubrir la verdad lo envolvía, pero no estaba seguro de cómo Chanyeol respondería.

—Baek, yo...

—¿Por que no me lo dijiste?

 Chanyeol trataba de encontrar las palabras adecuadas. Su mirada se movía de Baekhyun a su alrededor, como si buscara una salida, pero sabía que no podía escapar de la pregunta.

—Yo...yo tenia miedo—confesó.

—¿Miedo? —replicó Baekhyun, su sorpresa evidente—. ¿Miedo de qué?

—De que me rechazes.

—Entonces, mandaste las notas y fingiste no saber nada al respecto.

—Era más fácil así—dijo Chanyeol, bajando la mirada, como si estuviera avergonzado.

—Chan—se acerco hasta él.—Sabes que me gustaron las notas, pero debiste decirmelo cuando empece a querer saber quien era el admirador.

—Lo sé. Debí ser honesto desde el principio. Pero cada vez que pensaba en decirte, me asustaba la idea de que tal vez no sintieras lo mismo —confesó, su voz apenas un susurro.

Baekhyun se acercó un poco más y, con una mano temblorosa, acarició el rostro de Chanyeol, sintiendo la calidez de su piel.

—Chanyeol, no tienes que tener miedo de decirme lo que sientes. Si todo lo que decian las notas eran cierto, mi corazón ya te pertenece. Siempre has estado ahí para mí, y eso significa más de lo que las palabras pueden expresar.

Chanyeol miró a Baekhyun con sorpresa, sus ojos brillando con esperanza.

—Baek...

El chico cerro la distancia uniendo sus labios. El alto sintió que volaba al sentir el suave toque de los labios del contrario. Era mejor de lo que se pudo imaginar.