Baekhyun rodó los ojos una vez más cuando su maestro, con una sonrisa demasiado amplia, alabó a Park Chanyeol por su ejecución al piano.

Park era el típico alumno que le lamía los pies a los maestros; además, era malditamente talentoso, dejándolo como un tonto por eso lo odiaba tanto.

—Byun Baekhyun —lo llamó el maestro.

Baekhyun se puso de pie, experimentando el peso de las miradas de sus colegas en su pecho.

Caminó hacia el piano con la tensión en los hombros, tratando de evadir la sensación de inferioridad que lo invadia. Al sentarse, empezó a tocar las primeras notas de memoria, pero el ceño fruncido del maestro hizo que su mente se nublara, olvidando el resto de la melodía y cometiendo errores que ocasionaron los murmullos de sus compañeros los cuales eran cuchillos afilados que intensificaban su incomodidad.

El maestro levantó la mano, indicándole que se detuviera mientras anotaba algunas cosas sobre su partitura. Baekhyun suspiró y regresó a su asiento, sintiendo cómo la humillación lo envolvía como una sombra.

Cuando la clase terminó, recogió sus cosas rápidamente, intentando salir del salón, pero el maestro lo llamó.

—Baekhyun, un momento, por favor —dijo, su tono más serio de lo habitual. 

El mencionado se detuvo en seco, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía que lo que venía podría no ser bueno.

Se dio la vuelta lentamente, tratando de ocultar su incomodidad mientras el maestro se acercaba.

— Tiene mucho que mejorar. —dijo el hombre  extendiendole la partitura—Recuerde que el talento no es suficiente.

Las manos de Baekhyun se aferraron a la partitura , sintiendo cómo un nudo de frustración se apretaba en su garganta. Sin decir nada, se giró y salió del aula, encontrándose de frente con su peor enemigo, Park Chanyeol, apoyado de forma despreocupada contra el marco de la puerta. Sus manos estaban en los bolsillos, y  tenia esa sonrisa molesta que Baekhyun deseaba borrar de un golpe.

—Oye, Baekhyun... —lo llamó Chanyeol.

—¿Qué quieres, Park? —murmuró Baekhyun, tensando los hombros mientras intentaba mantener la calma.

—Tu composición no fue tan mala...

—¿Tan mala? —se giró para mirarlo con incredulidad.

—Podría ayudarte a perfeccionarla.—propuso.

—¿Por qué harías eso? —preguntó Baekhyun, entrecerrando los ojos, incapaz de ocultar su escepticismo.

—La verdad, me das pena —se burló Chanyeol, riendo ligeramente, lo que solo aumentó la frustración del más bajo.

—Olvídalo, lo haré por mi cuenta. —dijo girandose nuevamente—No necesito tu lástima, Chanyeol.

Chanyeol soltó una carcajada baja, como si la frustración de Baekhyun le resultara entretenida.

—Relájate, Baekhyun. Solo era una broma. En realidad, el maestro Jung me pidió que te ayude. Dice que tu composición tiene potencial, pero le falta una pulida.

Baekhyun lo miró, tratando de descubrir si había segundas intenciones en el alto.

—Veámonos esta noche. En mi casa —aceptó finalmente, a regañadientes.

Por mucho que odiara a ese tipo, necesitaba presentar la composición para poder aprobar.

—¿Tu casa?

—Tengo un piano allí.

—No es por ofenderte, pero tengo uno mejor.

—¿Ah, sí? ¿Y cómo sabes eso? —preguntó a la defensiva.—Solo ven a mi casa —pidió Baekhyun, cansado.

—Bien, dame tu número.

Baekhyun sacó su teléfono y se lo extendió, pidiéndole que anotara su número.

—Listo. Ahora estamos conectados —dijo Chanyeol mientras le devolvía el teléfono—. Te mandaré un mensaje antes de ir.

El chico asintió de mala gana y siguio su camino.

La tarde pasó rápidamente, y cuando llegó la noche, su corazón latía con fuerza mientras se miraba en el espejo, ajustando su cabello.

¿Por que se estaba arrgalndo por recibir a Chnayeol? 

Estab volviendose loco.

El timbre sonó, y Baekhyun sintió un escalofrío recorrer su espalda. Al abrir la puerta, ahí estaba Chanyeol, con una sonrisa despreocupada y una mochila al hombro.

—¿Estás listo? —dijo, entrando y pasando su vista por todo el departamento.

—Sí, estoy listo —respondió de mala gana.

El alto sonrió al encontrar el piano y caminó hasta él.

—Vaya, es más bonito de lo que pensé —dijo Chanyeol, apoyando las manos en la superficie del piano y admirando su diseño.

—Es vintage—presumio.

—Estuve revisando tu composicion...Le hice unas mejoras.

—¿Mejoras?

—No necesitas usar arreglos tan presuntuosos, por ello se te dificultad tocarla. Si simplificas algunas partes, podrías tocar con más fluidez.

Baekhyun frunció el ceño y le arrebato la partitura.

Se sentó frente al piano y comenzó a tocar, mientras Chanyeol lo observaba de pie apoyado 

La música fluyó desde sus dedos, cada nota resonando en el aire mientras trataba de canalizar su frustración a través de la melodía. Sin embargo, al mirar a Chanyeol, se sintió invadido por la incomodidad haciendolo equivocarse.

—Deja de buscar aprobacion en el resto, solo disfruta tu musica

—Fácil para ti decirlo —respondió, desahogando su frustración—. Tú no entiendes lo que es estar siempre bajo presión. Tienes ese talento natural...

—Claro que no es talento natural. He trabajado duro por esto, Baekhyun. No es solo un regalo.

Baekhyun se removio incomodo por la reaccion del alto y se puso a tocar nuavemente.

Esta vez se concentro en la melodia y termino la canción exitosamente.

Desde ese dia las clases con Chanyeol se volvieron frecuentes.

Su odio a Chanyeol empezo a reducirse, solo un poco.

Ahora despues de su practica compartian una cerveza, en realidad ya llevaban varias encima.

Chanyeol se recostó, apoyando la cabeza en el respaldo mientras miraba a Baekhyun con una expresión despreocupada.

—¿Sabes? Nunca pensé que terminaríamos así —dijo Chanyeol, rompiendo el silencio.

Baekhyun arqueó una ceja, tomando un sorbo de su cerveza. —¿Así? ¿Cómo?

—Como amigos...

—No somos amigos, Park. No te sobrepases.

Chanyeol rió evidentemente ebrio. Gateó hasta el y apoyo su cabeza sobre sus piernas.

BAekhyun fruncio el ceño, estaba dispuesto a golpearlo cuando el alto hablo.

—¿Por que siempre eres malo conmigo, Baekhyun?

—¿Malo? Nunca lo he sido.

—Siempre me estás evitando o haciendo esas caras...—continuó Chanyeol, sin apartar la mirada de Baekhyun.—¿Me odias?

—No es odio, es envidia...

—¿Envidia? —repitió Chanyeol, con una expresión de sorpresa genuina en su rostro.

—Eres demasiado bueno con el piano, opacas a los demas.

 El alto no dijo nada por un largo rato, haciendo que Baekhyun sospechara que se habia dormido.

—Oye, yo creo que eres muy bueno—dijo el alto finalmente—Eres talentoso y lindo...

—¿Crees que soy lindo?

—La verdad tambien siento un poco de envidia...

—¿Envidia? ¿De mi?

El alto asintio sentandose correctamente y mirandolo sin poder mantenerle la mirada por el alcohol.

—Quede maravillado con tu belleza y tu talento desde la primera vez que te vi por lo que empece a practicar mucho para llamar tu atencion—confesó.

Baekhyun se quedo helado intentado terminar de comprender que habia sido eso.

—Oyee...

—Soy un idiota...cei que si me convertia en el mejor te fijarias en mi y solo consegui que me odiaaras. Tengo algo más que confesar.

—¿Que es?

—El maestro Jung no me pidio nada, yo lo invente paara poder acercarme a ti.

—¿Que hiciste que?

El alto rió y se recosto sobre sus hombros.

—Me gustas mucho, Baek. 

El corazón de Baekhyun se detuvo o eso se sintió. 

Las palabras de Chanyeol se repetían en su mente.  

Miro al alto quien ahora jugaba con la lata de cerveza.

—No es un juego, ¿verdad? —se apresuró a decir, el ceño fruncido mientras buscaba respuestas en los ojos de Chanyeol.

El alto nego moviendo la cabeza, y levanto su mano como haciendo un juramento.

—Lo juro dijo la verdad

De pronto empezó a dudar de sus propios sentimientos.

Incluso no hizo nada cuando el alto se acerco a él y dejo un suave beso en sus labios antes de desplomarse y quedarse dormido.

Ahora mientras el alto dormia el debia aclarar sus sentimientos y descubrir si  aquel beso lo tenia sonriendo genuinamente o estaba demasiado ebrio.