- Te diré unas cuantas cosas Nina- dice mi tío Archi levantando un dedo hacia arriba y hablando con su típico aire de borracho(aunque no lo está)-, en mi vida he estado con varias mujeres...-

- Oh sí- ruedo los ojos, y veo como él me mira de mala forma.

- Querida sobrina... ya cállate. Porque tú y yo sabemos lo mal que andas en el amor y lo desesperada que estás porque ese chico te ame. Así que lo mejor que podrías hacer es escuchar los consejos de tu muy atractivo y sensual tío- terminó diciendo un tanto enojado ha decir verdad.

- Querido tío... no sea ridículo. Porque usted y yo sabemos que la única razón por la que me está dando esos "consejos" es por que está solo y no tiene a nadie más con quien estar-.

- Auch-.

- Sentí lo mismo cuando me habló-.

- Bueno...-.

- Los consejos-.

- Sí, los consejos- dice retomando su anterior tono de voz-. Sabes, siempre he querido hacer una especie de manual para conquistar, ya sabes, para hacerle un favor al mundo. Y creo que, no, tengo la oportunidad de hacerlo. Contigo-.

- ¿Qué? ¿Conmigo? -.

- Sí, contigo. Te voy a ayudar a dejar de ser infeliz por ese chico-.

- No soy infeliz- él me mira con una ceja alzada-, bueno sí, un poco-.

- sí, sí y sí- ya se volvió loco-. Un manual de un mes de duración, treinta días. Perfecto-.

- No, yo pensaba en uno, dos o tres años. Un mes no es tiempo suficiente, yo...-.

- Mañana empezamos-.

- No, claro que no-.

- Sí, claro que sí-.

- No-.

- Sí- toma su chaqueta-. Tengo que irme de la ciudad hoy, pero te enviaré un mensaje-.

- No-.

- Sí. Y después de los treinta días me amarás. Me volveré tu tío favorito-.

- Eres mi único tío-.

Él parece ignorar hasta mi presencia.

- Mañana empezamos- dice dirigiéndose a la puerta-, o mejor dicho, empiezas. Te envío un mensaje con lo que tienes que hacer; lo haces, él se enamora, tú también, bueno ya lo estás, y me agradecerás-.

- ¡Estás loco!- le grito antes de que salga.

- ¡Me amarás en treinta días!- grita desde la puerta- ¡oh Dios! ¡Soy un genio de la conquista!- grita justo antes de cerrar la puerta.

Yo solo puedo reír en este momento, está loco, y sé que me arrepentiré si le hago caso pero... ¿Qué sería yo sino alguien que se arrepiente de lo que hace? Mañana empezamos. Genial. Mañana empieza empieza mi funeral.

Ya me estoy arrepintiendo.