Mensajes de texto

Tío Archi:
Elogialo.

Yo:
¿Qué?

Tío Archi:
Que lo elogies, dile que es hermosa.

Tío archi:
Hermoso*

Tío archi:
Lo siento. Ya sabes, la costumbre.

Yo:
No creo que eso funcione con los chicos. No puedo decirle que es hermoso, ¿Qué pensaría de mí?

Tío archi:
¿Acaso no piensas que es hermoso?

Yo:
No lo pienso, lo es. Es jodidamente hermoso. Es perfecto.

Tío archi:
Pues díselo. Dile que piensas que es hermoso. Que piensas que es perfecto.

Tío Archi:
Me tengo que ir, adiós. Pero hazlo, ¿Qué tienes que perder? La dignidad no, porque la perdiste la vez que él te encontró espiándolo.

Eso en parte es cierto, ya no tengo dignidad, así que... ¿Por qué no?

Obvio que se lo diré por mensajes de texto, no tengo el valor de hacerlo de frente.

Mensajes de texto

Yo:
Hola, ¿Cómo estás?

Emilio:
Más o menos, ¿Y tú?

Yo:
¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué tienes? ¿Qué te ocurre?

Emilio:
No me has respondido.

Yo:
Yo estoy bien, ¿A ti qué te ocurre?

Emilio:
Nada grave, no te preocupes.

Yo:
Pero no estás bien, y deberías de estarlo

Emilio:
¿Por qué? ¿Acaso tengo alguna razón para estarlo? Si es así dime una.

Yo:
Eres tú. Esa ya es una razón. Eres la perfección en todo su esplendor, ¿Acaso no es esa una razón para estar bien? Cualquier persona al ser tú lo estaría. Porque ser tú sería un sueño hecho realidad. Porque eres increíblemente perfecto, extraordinario, y deberías de saberlo. Alguien debería de repetirtelo todos los días, porque te lo mereces.

Al enviar el mensaje tiro el celular en el escritorio y escondo mi cabeza bajo la almohada.

- ¿Qué acabo de hacer? ¿Qué acabo de hacer? ¿Qué acabo de hacer? Oh no, no, no, no, no. Él debe de pensar que soy una idiota, una gran idiota-.

Escucho una notificación de parte de mi celular, y casi me caigo de la cama al tomarlo.

Emilio:
No lo soy, ¿Por qué una chica tan linda como tú diría esas cosas de un idiota como yo?

Sonrío al instante, será una charla larga.