Día 13:Cocinando
Cuphead se encontraba sentado en una banca de un parque, mientras se comía una manzana.
-¡Cuphead!- grito Chalice mientras corría hacia el mencionado.
-Hola señorita Chalice ¿Que sucede?- pregunto la taza.
-En primera, solo dime Chalice- corrigió la chica -Y segundo necesito tu ayuda.
-¿Cuál es la emergencia?
-Le quiero cocinarle un pastel al chef Saleroso, pero no sé cocinar uno.
-¿Al tipo ese que necesitaba una alma para hacer una tarta, al cuál nosotros y Mugman tuvimos que pelear?- pregunto Cuphead al recordar esa pelea con el chef.
-Ese mismo- asintió el cáliz femenino.
-¿Y porque harías eso?
-Es para agradecerle por hacer la fantastitarta para volver a ser un objeto con vida.
-Eso tiene sentido para mi- dijo la taza de popote rojo.
-¿Entonces me vas a ayudar?
-Esta bien- dijo después de lanzar el corazón de la manzana a la basura.
-¿Y dónde está Mugman?
-Esta con nuestro abuelo para que el dentista le revise los dientes.
-En este caso los dos haremos el pastel, ¿Pero tienes los ingredientes para uno?- pregunto la cáliz.
-Si, antier compramos unas cuantas cosas.
-Que conveniente- dijo la chica.
-Si lo se, vamos a mi casa para empezar a hornear- hablo el chico para luego ir corriendo a su casa.
Rápidamente Ms Chalice corrió para seguirlo -¡Espérame!
Más tarde en casa de Cuphead.
-¿De que sabor piensas hacerlo?- pregunto Cuphead al ver cómo su amiga leía un libro con miles de recetas.
-Se me ocurren chocolate, fresa y de duraznos- dijo la cáliz.
-¿Que te parece el de duraznos?
-Mmm creo que si.
La chica de cabeza en forma de cáliz empezó a leer el libro -Bien necesitamos harina, mantequilla, huevos, duraznos, levadura y leche- viendo que la taza fue por las cosas que estaban en la cocina.
-¡Listo!- exclamó Cuphead al cargar las cosas.
-Perfecto, primero hay que poner la harina en este plato ondo- Chalice le pasó ese plato a Cuphead.
Rápidamente Cuphead abrió la bolsa de la harina y hecho bastante, haciendo que él y Chalice queden cubiertos de harina - ... Lo siento.
Su amiga tosió un poco -Tranquilo, bien ahora necesitamos leche y dos huevos.
-Deja que yo me encargue con lo de la leche- Cuphead agarró su popote, lo estiró hacia el plato ondo y empezó a caer leche de ahí en dirección al plato.
-¿Pero que acabo de ver?- pregunto Chalice algo asqueada.
-¿Que? ¿Jamás has pensado en usar la leche que tenemos en nuestras cabezas?- pregunto la taza.
-Como sea... Mejor hago lo de los huevos- agarró dos de ellos y los rompió -Ahora solo queda batir.
-¡Mi turno!- el chico de popote rojo agarró una cuchara y empezó a batir con mucha rapidez.
Eso causó que parte de la mezcla cayera por las paredes y a nuestra pareja principal terminarán manchados de los ingredientes del pastel.
-¡Cuphead ponte las pilas para hacer esto!- exclamó enojada.
-Jeje lo siento, me deje llevar.
-¿Prometes que vas a tomarte enserio cocinar un pastel?
-Lo intentaré- dijo la taza con honestidad.
Tardaron un rato para seguir haciendo el pastel y lo metieron al horno.
-¿Cuánto tiempo nos va a tomar esperar?- pregunto el chico mientras se acostaba en el suelo.
-Como una hora- dijo Chalice al sentarse en el sillón.
-¿Quieres ver la tele para mientras?
-Si, esto quizás mate el tiempo- dijo la cáliz al subir los hombros.
Más tarde, Cuphead y Chalice hacían terminado de hacer el pastel y estaba bien decorado con trozos de duraznos en su alrededor, solo quedaba llevarlo a la isla en donde vive el chef Saleroso.
Al llegar a la isla, los chicos entraron a la pastelería.
-Hola buenas tardes- ve a los jóvenes -Hola Cuphead y Chalice, ha pasado tiempo sin verlos.
-Hola señor Saleroso, le tenemos una sorpresa para usted.
Cuphead levantó el pastel -¡Ta da!
-Aww gracias chicos- decía el chef al sentirse halagado -¿Porque hicieron eso?
-Fue por agradecimiento por hacer la tarta para que por fin saliera del plano astral- dijo Chalice con una sonrisa.
-Se los agradezco chicos, ¿No quieren comer un poco?
-¡Si por favor!- exclamaron los jóvenes emocionados.
-Esta bien, solo dejen que lo vaya a partir- el chef con alegría se llevó el pastel para la cocina.
-¡Lo hicimos!- Cuphead y Chalice chocaron los cinco con sus manos.
-¡Gracias por ayudarme Cuphead!- la cáliz agradeció a su amigo con un tierno abrazo.
Eso hizo reír a la taza -No fue nada Chalice- se sonrojo un poco, aunque Cuphead no lo sintió.
Continuará.
Espero que les haya gustado.
Nos vemos.
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