~Jugueteo con los dedos~

Tic tac tici

Ese ruido llevaba haciendo Aioria con los dedos desde hace quince minutos contra la mesa de noche, en verdad estaba aburrido. Milo dijo que volvería en un rato y nada que volvía.

Lo peor es que no podía irse, era media noche y si bien podia agarrar la ropa que estaba en el suelo e irse, no quería despertar a nadie en el camino de vuelta a su templo.

Escucho la puerta abrirse, dejando ver al muchacho que lo había tenido esperando desde hace rato.

- hm, sigues aquí, crei que perderias la paciencia y te irías aio~

- Soy suficientemente considerado como para no despertar a nadie en el camino hacia abajo.

Milo soltó una pequeña risa y se acercó a su pareja que se encontraba acostada en la cama de escorpio, repartiendo besos por su mejilla.

- Sinceramente quería probar tu paciencia aio~

- puedrete...

- aw, el gatito se enojó...sabes, tengo una idea..

Milo deslizo su mano por la pierna del joven, sonrojando al mismo y metió la mano por debajo de sus boxers, la única prenda que aún tenía el muchacho puesta, tentando la entrada de este.

- hm...cuál es la dichosa idea?

Pregunto mirando hacia otro lado con las mejillas rojas.

- vamos a ver que tanta paciencia tienes por aqui~

Aioria captó y se puso aún más rojo si eso era posible. Menudo idiota tenía por novio...

Sintió el dedo del pelimorado tentando su entrada, como queriendo entrar pero sin hacerlo, seguía con la mirada puesta en algún punto de la pared. Si quería probar su paciencia pues se sorprendería.

Sintió como se adentraba a un paso jodidamente lento en su interior, está iba a ser una larga noche....

Ya tenía los tres dedos en él, el vaivén tan exageradamente lento le estaba colmando la paciencia, pero no le daría a Milo lo que queria...no señor...

No lo haría...

No..

- Milo...más.. rápido porfavor...

Murmuró muy bajito, maldita fuerza de voluntad.

El pelimorado río algo fuerte al oír aquello y detuvo el movimiento totalmente

- ja, durante más de lo que crei...así que te voy a premiar ~

De repente el movimiento retornó...muy rápido.

Había pasado de ir más lento que un caracol a mover la mano demasiado rápido. Fueron segundos para que sus ojos se abrieran de golpe y tensara las piernas por como se sentía.

- ah, ah...Milo..ahh~!

¿cuantos minutos estuvieron así? Ni siquiera los contó, sólo pudo pensar bien en el momento en que se corrió y el pelimorado sacó los dedos de el de forma lenta.

- Te gustó leonsito?

Beso sus labios, beso que fue correspondido.

-....hm..

- tomare eso como un sí