~ Masturbación al activo ~

Aioria iba a dormir después de lo anterior, pero noto de reojo el como su novio se encontraba inquieto, y al ver la razón lo entendió.

Se había puesto duro.

Sinceramente debió esperar que eso pasará, después de todo la vista de milo debió ser relativamente buena.

Suspiro y lo miro a los ojos, Milo intentaba desviar la mirada para no aceptar el hecho de que se había puesto así con tan poco.

- necesitas ayuda?

- estoy bien...

Aioria hizo una expresión de "ay ajá" y se acomodó un poco, quedando frente a él bastante cerca.

El pelimorado lo vio con curiosidad, cuando de repente sintió un cosquilleo ahí abajo, y soltó un jadeo, dándose cuenta de que lo que hacia el rubio.

Se estaba vengando.

- Aioria...mgh...eres un gatito atrevido.

El caballero de leo se sonrojo un poco y miro hacia otro lado, sin detener el movimiento de su mano en ningún momento.

Los jadeos de milo eran menos agudos que los suyos, claramente tenían reacciones distintas a las caricias en esa zona, mientras que él se avergonzaba en exceso y se ponía sumiso, el caballero de escorpio simplemente parecía disfrutarlo, nisiquiera se veia menos dominante pese a la situación en la que se encontraba.

Condenado alacran.

Sintió los labios del Escorpión dorado en los suyos, beso que correspondió al instante. Fue una pequeña batalla por el control del beso, y pese a estar algo alterado, el pelimorado la ganó.

Se separaron pronto por la falta del aire, mientras uno que otro jadeo escapaba de la boca del de ojos color zafiro.

Cuando ya no pudo mas, se corrió en la mano de Aioria, quien sonrió triunfante y lamio la semilla del hombre mientras lo miraba algo retador.

- Supongo que ahora estamos "a mano"~

El pelimorado  volvió a besarlo, para separarse segundos después

- Eres un gatito muy atrevido....y si crees que dormirás está noche, te equivocas.

Sin ningún rastro de pena, el león dorado sonrió.

Quizás sería una noche interesante.