Me sorprende cada vez que escucho
"Está en el otoño de su vida",
al referirse a alguien
que ya tiene años que camina.

¿Y qué es el otoño de la vida?

Porque el otoño, tal como lo conocemos,
es la estación recargada de fuerza y energía,
esas que se fueron gestando
con el estallido primaveral
y la tórrida madurez del estío.

El paisaje cambia, es cierto,
se aquieta, se calma,
se adormece, se prepara,
a veces brilla, a veces llora.

Sabe que se vienen tiempos duros
y a ellos enfrentará con disimulo.
Se retrotrae en su propia esencia
pero jamás la perderá.

Los árboles pierden sus hojas
como mostrando vulnerabilidad,
mas solo es un disfraz
que oculta la fuerza
que muy pronto volverá a mostrar.

Entonces...
¿Qué es el otoño de la vida?

Es la época de coraje,
es el momento de creer,
es estación para uno mismo,
es tiempo de fortalecer.

Porque aún con tiempos duros
hay ganas de vivir,
hay entusiasmo, hay proyectos,
hay sueños que cumplir.

No te angusties si te dicen
que tu otoño ya ha llegado.
Es hora de recordar
lo que en tu camino has logrado.

Hubo piedras, hubo risas,
muchas rosas con espinas,
algunos aciertos, muchos errores,
has tropezado, pero...
¡siempre te has levantado!

Nuestro otoño es frescura y experiencia,
es elección, es disfrutar,
es sabiduría, es esencia,
es vivir en libertad.

Es correr tras los sueños,
aquellos que quedaron atrás,
los mismos que por falta de tiempo
un día creímos olvidar.

Pero solo estaban dormidos
esperando poder estallar
en la mejor época de la vida,
donde las explicaciones están de más.

El otoño es jubiloso
con tiempo para nosotros,
y cuando no vamos al  trabajo,
¡disfrutémoslo a nuestro antojo!

ilargiluna