Hasta Hoy
¿Te marchaste
o te espanté?
¿Huíste
o te hice correr?
¡Que importa!
Los argumentos sobran
¡Ya no estás!;
y no haces falta,
no hay vacío que llorar.
Ni lloro, ni llanto;
aquí hay que celebrar:
tu despido,
tu olvido,
tu ausencia.
Ya no compartimos
el amanecer,
nI el desayuno.
No te extraño,
a pesar de los años
que estuviste a mi lado.
No hay nostalgia
por tu nula presencia;
y hoy brindo a tu salud,
para que no vuelvas.
Le decía a la del espejo,
La chica complaciente,
que ayer se inmolaba por el resto,
menos por ella...
¡Hasta hoy!
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