Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21.- Cocinar/Hornear

Once años atrás...

2007

En unas horas sería el cumpleaños de Amy y a mí me tocó hacer el pastel...

No sé a quién jodidos se le ocurrió que yo sé hacer pasteles... ¡¿Quieren morir acaso?!

¡En mi vida he tocado un horno con ese propósito!, sí, sé cocinar pero, ¡no hornear!

¿Por qué no le dijeron a Vainilla? O Rouge, Blaze, Tails, ¡incluso a Shadow! Pero ¿A mí?

Miré por décima vez la receta y después observaba los ingredientes que tenía en la barra de la cocina. Estaba todo, solo faltaba hacer que eso quedara comestible.

Mephiles permanecía sentado frente a mí del lado contrario de la barra, con un pequeño mandil que Cream le había obsequiado. Me miraba curioso mientras jugaba con uno de los moldes que usaríamos.

— Bien, creo... creo que esto va primero —dije tomando el recipiente con harina; la coloqué en uno más grande que estaba al centro de la barra y de nuevo miré la receta. Me había dado una receta que solo tenía los ingredientes sin cantidades y la mitad de los pasos, literalmente, era una hoja rota.

Dijeron que solo era cuestión de investigar o experimentar... ¡Cómo si tuviera experiencia!

— Debo suponer que ya se debe colocar la leche y la azúcar ¿no? —siseé mirando al azabache, el cual negó suave —. Dime, ¿tú sabes? —de nuevo negó —, entonces, no opines.

Le escuché bufar mientras se bajaba del banco en que estaba sentado y se iba por allí; rodeé los ojos y continúe con lo que hacía.

...

— No creo que así deba mirarse un pastel —dije colocando el molde sobre la mesa después de sacarlo del horno, contenía: una cosa viscosa y burbujeante a causa del calor, casi como una natilla hirviendo o un alienígena que podría salir y atacar en cualquier momento —. Bien, me rindo, no quiero que mis amigos mueran por esto —tomé aquel extraño pastel y lo vacié en el bote de basura.

Escuché pequeñas pisadas provenir de las escaleras que daban a la sala, miré allí topándome con Meph hablando por el teléfono fijo. Me asusté y me apresuré a querer quitárselo.

Ya varias veces había tomado eso para jugar y terminaba con las patrullas y ambulancias fuera de la casa. Las multas fueron horribles por estar "jugando" con el número de emergencias.

— Dame eso, Mephiles, rápido —exigí mientras corría detrás de él alrededor de los sofás y la mesa de la cocina. Él negó.

— ¡Sólo dame un momento! —me rogó cuando por fin logré atraparlo, arrebatando el teléfono de sus manos. Él chilló —. ¡Silver, por favor!

— Ya te he dicho que no llames sin mi permiso. Ahora quédate allí, callado y quieto, has que no me enoje más de lo que ya estoy por esto —me apresuré a colocar la bocina en oído, dispuesto a disculparme con quién haya llamado este niño —. ¿Hola?

— Cariño, hola. Soy Vainilla, Mephi me contó lo que pasó.

— ¿A-ah sí? Jeje, ¡vaya niños! Sólo exagerando todo —forcé una voz suave, mirando furioso al azabache que se escondía detrás de la barra, repitiendo aquel tic a lo largo de su pecho con ambas manos —. E-exactamente ¿qué le dijo?

— Eso, que echó abajo el pastel por accidente —musitó suave mientras yo calmaba un poco mis facciones aún manteniendo la mirada en el azabache —. Descuida, Silver, solo son accidentes, no te molestes con él, prepararé un pastel ya que tengo tiempo de sobra. No hay problema. Gracias por esforzarte, Meph dijo que había quedado rico, me hubiese gustado probarlo.

— ¡A-ah sí!, se cayó y n-no quedó nada que pudiese servir —atiné a decir mientras me dirigía a la base del teléfono, rascando mi nuca en el proceso.

— Lo comprendo. Muy bien, Silver, nos vemos en la casa de Rouge. Adiós.

— Adiós, Vainilla y muchas gracias —colgué la llamada y dejé el teléfono en su lugar; me giré para ver al pequeño azabache que aún se asomaba.

Me acerqué hacia él, observando como retrocedía y se escondía detrás del lado contrario de la barra, de nuevo.

Esto parecía el juego del gato y el ratón.

— Ven, Mephiles.

— ¡No! Estás molesto y me vas a regañar —le escuché decir mientras seguíamos dado vuelta alrededor de la barra.

— No lo haré, vamos, ven.

— ¿Me lo prometes? —se asomó mientras bajaba sus orejitas. Le sonreí suave y asentí, esperando a que viniera.

Caminó lento hacia mí; me incliné y le tendí ambos brazos, con la intención de abrazarle. Él me miró y se lanzó a mí para corresponder. Sonreí.

— No era necesario que te culparas —le alcé hasta que quedó sentado en la barra, dejándome verle de frente a frente. Apoyé mis manos en sus rodillas, mirando sus ojos verdes.

— Yo no quería que se molestaran contigo por enfermarlos —reí ante lo que dijo, pasando mis manos a su cabeza para dar un par de palmadas en ella.

— Gracias, pequeño —le volví a abrazar, ganándome un chillido emocionado de su parte.

Aunque no parezca, a veces sí lo quiero...

—800 palabras—

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro