Beach Day [Día de Playa]

Es viscoso, se te mete por los dedos, te lo puedes tragar si eres descuidado... ¡Agh! ¡Que asco dan las algas!
Pensaba Poe.

La Agencia Armada de Detectives iba a tener un día de playa ese día, y Ranpo, como buen novio que es, invitó a su querido americano a acompañarlo, quien pensando que quizás era buena idea tomar algo de sol, accedió.
-01 punto, primer error.

Era un día caluroso, naturalmente. Todos agradecían que vivieran en una ciudad pegada al mar y que por ende, la playa estuviera cerca.

Cómo era de esperarse, había bastante gente, familias disfrutando del agua, niños jugando, parejas charlando, carritos de helados, sí, definitivamente bastante gente, pero, ¿Qué clase de 'agencia de detectives' serían si siquiera podían encontrar un lugar para descansar?

Poe traía un sombrero que hacía juego con el de Ranpo -quien había sido el que se lo regaló- pantalones cortos, y una camisa ligera, Ranpo estaba igual, solo que su camisa estaba abierta.

A lo lejos, en el agua podrías ver a Dazai molestando a Kunikida, Kenji jugando junto a Atsushi, Yosano tomando el sol en una colchoneta inflable, Kyouka "buceando" ¡Incluso había venido el presidente!
Pero fuera, en la arena caliente, estaban nuestra pareja favorita.

- ¿Por favoor? - suplicó Ranpo alargando la "O"

-No lo sé...

- Vaamoos, no es divertido meterse al agua si tu te quedas aquí! Aparte, ¿Por qué no quieres?

- ... ¿Tengo que decirlo...?- preguntó avergonzado de sus propios motivos.

-lo sabría de cualquier manera.

-... Nomgtnlascosdlaga...- dijo en un susurro inentendible.

-¿Disculpa? ¡Habla fuerte!

-¡No me gustan las cosas del agua...!- "gritó".

-... vamos Poe, es la costa, no hay tiburones ni nada de eso- habló Ranpo, tratando de convencer al mayor. Solo recibió silencio- Bien, si no te metes tu, te meto yo- amenazó Edogawa.

-¡No puedes obligarme!- dijo tratando de soltarse del agarre de su pareja- ¡Bien, bien! ¡No me gustan las algas!- confesó con la cara toda roja, ¿Cómo le vas a tener miedo a las algas?
-05 puntos, segundo error, creer que Ranpo lo entendería.

-... ¿tas tonto?

-¿Perdona?

- Poe, si no te gustan las algas, agarras una rama, las corres ¡Y asunto resuelto! Ahora vamos al agua.

- ... Bien.

Finalmente, y de mala gana, el niño gótico se metió al mar.

¡Es que no lo entendía!
¿Que tiene de bueno el mar?
Hay bichos peligrosos y aterradores, algas (ew) es salado, quiero decir, ¿Enserio había algo bueno? ...

-¿Sabes nadar?- preguntó Ranpo cuando ya iba por la cintura.

Poe, desconfiado de su propia respuesta-uh... Un poco- dijo.

-¡Bien! Porque yo no, cargame- exigió alzando los brazos como un niño. ¿Para qué se metía a lo hondo si no podía llegar?

Poe lo cargó, y lo llevó a una piedra de gran tamaño, pues sobresalía del agua; para llegar a esa parte, el agua le llegaba hasta el pecho.
Lo dejó en la piedra, y soltó un largo suspiro, llegar hasta ahí con el agua y Ranpo en brazos no era tarea fácil, no señor.

Y mientras hacía una seña con los dedos, Ranpo llamó- Poe, ven aquí.

-¿Uh? ¿Que sucede Ranpo-kun?- preguntó extrañado pero acercándose más.

Edogawa, ni corto ni perezoso, lo tomó de las mejillas, y le dió un beso coqueto.

- Como recompensa- comentó por fin, con una sonrisa.

Edgar estaba feliz, no es que no le diera besos nunca, pero uno más nunca sobraría.

Esa tarde paso sin apuro ni conflictos, (bueno, Dazain y Kunikida no cuentan).
Se podría decir que fue una tarde tranquila, y divertida, tanto para Ranpo como para Poe.