♥4 : Cita.
—¡Te odio! Eres lo peor que me pasó en la vida—Gritaba Kardia con todas sus fuerzas.
Nuevamente sucedía...por más que lo evite siempre es igual.
¡Ese peine del demonio se quedaba atorado en su cabello!
Frustrado desistió de aquella locura, su cabello era salvaje. Nadie lo domaria jamás, volvió a mirarse en el espejo de su habitación tratando de buscar algún defecto muy visible para corregirlo.
—¿Otra cita a ciegas?—Pregunto su hermano menor que estaba sentado en su cama mirándolo con cara de póker.
Su estúpido hermano mayor siempre chateaba con desconocidos por internet, tenía las dichosas citas a ciegas y siempre se llevaba grandes desilusiones.
—Si, pero está vez será diferente—Dijo el mayor optimista mientras alzaba su puño y su mirada se iluminaba.
—Ay Kardia por favor...¿Cuando aprenderás?—Decia su mini copia reprendiendolo como si de un adulto se tratará—Acaso se te olvidó el viejito pervertido o la loca por los gatos, también está el que decía tener 17 y resultó tener 12 ¡Oh y también está la de mal aliento! Jajaja también el que quería traficar tus órganos—Reia Milo enumerando sus fracasadas citas.
—Un mocoso de cinco años burlandose de mi...esto es el colmo, cuando crezcas verás que el amor no es fácil entonces seré yo el que se burlara.
—Yo nunca haré esas bobadas de salir con gente que jamás he visto—Dijo el infante sacando la lengua.
—...¡Mamá Milo me está molestando!—Grito infantilmente el joven de diecisiete años.
El menor se fue dejandolo nuevamente solo en su habitación, su hermano tenía razón... había fracasado en grande cuando de citas se trataba pero no sé rendiría, estaba seguro que algún día encontraría a alguien a quien entregarle su ardiente corazón.
Suspiro y después de palmear sus mejillas dándose ánimos salió de su casa.
Por su parte un joven de hebras verdes y anteojos movía su pie ansioso en la plaza donde se citó con ese desconocido, se levantó de la banca dispuesto a dar la vuelta huyendo, jamás debió hacerle caso a su amigo Albafica, esas citas a ciegas nunca traían nada bueno...de seguro se trataba de un pedófilo o algún secuestrador.
Se levantó pero cuando estaba apunto de volver a su hogar se presentó un guapo sujeto de escultural cuerpo y rebelde melena acelerado.
—Demonios tarde como siempre—Hablaba solo Kardia mientras recuperaba el aire ante la mirada del galo que lo devoraba con los ojos. El heleno levantó el rostro para abrir la boca impresionado.
¡Un ángel!
Definitivamente la personificación frente a él tenía que ser celestial, sus rasgos eran sutiles y hermosos enmarcado en un suave y sedoso cabello verde, portaba dos gemas amatistas como ojos tras unos anteojos que los protegían como los tesoros que eran.
Degel estaba incómodo y sobretodo nervioso por la insistente mirada de ese chico, tomo una bocanada de aire antes de hablar—H-hola—Logro decir apenas apenado sintiéndose un verdadero tonto.
—Que adelantada está la ciencia...hasta los bombones caminan—Dijo el peli azul haciendo sonrojar a Degel—Me llamo Kardia precioso—Guiño el ojo.
Lo que para cualquiera hubiera Sido un chico coqueto tonto para Degel fue un príncipe...y...un momento...¿Kardia?
—¿¡Tu eres Kardia!?—Pregunto impactado.
—Para el resto, tu me puedes llamar amor de tú vida—Nuevo guiño.
—Yo soy Degel...—Dijo bajito y más sonrojado si es que eso era posible.
Kardia no daba crédito a lo que oía...
—¿¡Eres tú!? ¡Por los dioses eres mi cita! Estás hermoso, no tienes mal aliento, no traes nueve gatos contigo, no estás viejo y no veo que traigas instrumentos para robar mis órganos...—Lo medito un momento—¡Casate conmigo!
—Acepto—Dijo sin pensarlo mucho distraído en los zafiros contrarios.
Después de tantas salidas fallidas Kardia por fin encontraba a su media manzana y Degel agradecía a Albafica haberlo registrado en esa tonta aplicación, la mejor cita de todas y el comienzo de una nueva relación.
Gifer1710🍎❄️
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