Pov. Gold.

Todo el día de reunión en reunión, entrevistas y todo eso. Ha sido un día demasiado largo, estoy cansado, le diré a Fred que me de un masaje en los hombros, estoy muy rígido, odio tener días tan agitados. Apenas llegue a casa y camine hacia mi habitación, o mejor dicho nuestra habitación, ya estaba cerca cuando de repente escuche algo, creo que era la voz de Fred, me acerqué un poco más y pude escuchar...¿¡gemidos de Fred?!

-ahh~mmmhhh~

Si, esa era la voz de Fred. ¿¡Pero que demonios?! ¿¡Fred me esta engañado?! ¡¡¡y en mi propia cama!!

Me acerqué rápido a la puerta y al abrirla un poco lo vi, Fred no estaba con nadie, todo lo contrario él...se estaba martirbando, tenia puesta una camisa mía, se veía...sexy, y al parecer no se había dado cuenta que casi entró a la habitación, así que entrecerre la puerta para poder verlo.

-Uhhhh...mmmm~ ahhh...Gold~-gemía diciendo mi nombre, esto es tan excitante, verlo así me hace sentir tan excitado, lo siento allí abajo.-¡Ahhh! Gold~ Nggghhh...-gimió más fuerte, al parecer había metido un dedo en su interior.

Demonios, esto no podía ser más excitante. Veía como Fred gemía mientras jugaba con su propia entrada. ¿Esto lo hará siempre que no estoy? Espero que si, porque la verdad es tan excitante verlo, debería poner una cámara para verlo.

-Mmm~ ahhh...ahhh...Gold~ Ngggg.-gemía mientras se daba la vuelta poniéndose bocabajo, metiendo así tres dedos en su interior.-Ahhhh~ mmmm~-gemía sin parar y sin dejar de mover cada vez más y más sus dedos.

No resistí más y entre en la habitación, sorprendiendo a Fred quien no había tenido tiempo de sacar sus dedos.

-G-Gold...ahhh...

-Tu tranquilo.-camine a la cama y
me acerqué a su rostro.-Tu sigue, quiero verte.-le dije dándole un beso.

Fred me miró y tal y como le dije siguió, gemía fuerte mientras abría más su entrada, yo lo veía y me masturbaba. Ver así a Fred era lo más excitante hasta ahora en nuestra relación, tengo el novio más sumiso posible.

-Ahhh~Gold~ mmm~-gemía moviendo su trasero de manera sexy.-Q-Quiero tenerte dentro, te quiero sentir por favor~

Cómo dije antes, tan sumiso.

Me acerqué a él, tomándolo de la cintura y entrando dentro suyo. Empecé a embestirlo fuerte, ya que el me lo pedía a gritos, así hasta que él se corrió, pero obvio que yo seguí dándole una y otra vez, ocasionado que nos corrieramos más de una vez. Al terminar cansados, nos acostamos, Fred estaba tan sudado y con su respiración agitada, si tuviera más fuerzas se lo haría otra vez, pero eso puede esperar para mañana.