Dia 3: Durmiendo
Pov. Normal.
En la relación de Gold y Fred, a pesar que son una muy buena pareja, cuando terminaban de demostrarse su amor, casi nunca dormían juntos. Eran muy pocas las veces en las que uno dormía en la casa del otro, por uno u otro motivo.
Un día más para la pareja más cachonda de la ciudad. Esta vez estaban en un bar junto con amigos de Fred, no estaban bebiendo ni nada, solo estaban allí porque al peli-negro lo invitaron y si él iba, también Gold. Estaban en la barra del lugar, era una fiesta privada que Golden y Freddy le organizaron a Foxy y Springtrap ya que según Meg, ellos dos casi nunca celebraban sus respectivos cumpleaños así que sus amigos les organizaron esta fiesta. A decir verdad Fred si estaba tomando, pero era solo unas margaritas con poco alcohol, además sólo llevaba dos, si fuera por él ya había tomado unas cinco o más, pero su novio estaba a su lado vigilando que no tomará tanto, no le gusta tener que soportar a un Fred borracho, ni a ningún borracho en realidad ¿A quien le puede agradar cuidar de un ebrio? A nadie.
-Venga Gold, déjame pedir otra. No tienen alcohol ni nada.-decía el peli-negro que acababa de tomar su segunda margarita.
-No, luego te pones ebrio y es molesto.-contestó el albino serio.
-Puufff, amargado. Entonces...¡Oiga deme un Manhattan seco!
-¿Que? Fred no.
-Pfff tranquilo, solo será uno. Tu pide algo también amargado.
-No quiero nada. Más te vale no embriagarte.
-¡No lo haré! Vamos, pidete un sidecar.
-Fred, no me convenceras.
-Mmhhh...yo creo si.-se acercó más al mayor y le plantó un beso. Un beso dulce y salado por las dos margaritas de antes, aun así Gold le correspondió el beso.-¿y ahora?
-Ahhh...eres insoportable. Solo uno. U N O.
Ambos chicos dejaron la barra de bebidas, Fred con su Manhattan seco y Gold con su sidecar, caminaron hasta una de las muchas mesas vacías. Estaban uno a al lado de otro hablando, tomando uno que otro trago de sus bebidas, Fred estaba de coqueto y juguetón besando el cuello de su novio, y no era efecto de sus bebidas, así era el peli-negro de empalagoso y cariñoso. Gold no se resistía ni fingía que no le gustaba, tampoco le importaba si los veían, para el albino era como demostrar que Fred sólo es suyo y de nadie más. Los dos chicos estaban besándose como cualquier otra pareja, eso hasta que las risas ruidosas de toda la fiesta los hicieron separarse, por allá según con sus juegos y bromas.
-Fred, aquí hay mucho ruido. ¿y si mejor nos vamos?-decía Gold susurrandole al odio a su novio.
-Por mi bien.-tomó su bebida y se la tomó de una.-A tu casa o a la mía.
-Ya veremos. Ven, vamonos.
Los dos salieron del bar sin que nadie los notará. Gold llamó a un taxi el cual los llevaría a la casa de Fred, ya que era la que estaba más cerca y sola; en el camino el albino besaba y mordía el cuello del peli-negro. En cuanto llegaron, entraron a la casa del menor y fueron hacia la habitación de este. Gold cerró la puerta, para después tirar a su novio en su cama, poniéndose sobre él y besandolo por todas parte, pasando su mano por debajo de su camisa.
-Mmhh~ Gold ahhh~ ¿Estas más urgido que ayer? Haha~-decía Fred entre gemidos y jadeos.
Gold no le contesto, y solo prosiguió a quitarle la camisa y aventarla por allí. Quizás haya sido el sidecar que bebió, ¿le habrán puesto algo? no, nada de eso, era simplemente que Fred ya había estado jugando con el allá en el bar, nada mas. Paso sus manos por el pantalón de su novio, no se lo quito, prácticamente se lo arrancó junto con su ropa interior, dirigió sus manos allí y empezó a masturbar a su novio, viendo como siempre la cara excitada de este.
-Ahh~ G-Gold~ T-Tu también...quítate esto...ahhh~-decía sujetando la camisa del albino.
-Quitármela tu.-
Fred empezó a quitarle la ropa a su novio, dejándolo igual que él, después de unos minutos más para Fred, este se corrió en las manos de Gold; el mayor empezó a besar otra vez al menor, al separarse tomó las piernas de su pareja, paso su mano derecha desde su muslo hasta llegar a su entrada. Empezó a preparar al menor, escuchando y viendo como gemía fuerte sin importarle si sus vecinos escuchaban.
-¡¡Ahhh!! G-Gold~ ahhh~-gemía Fred apretando la colcha de su cama y moviendo sus piernas.
Sin previo aviso, el mayor entró en él, haciendo que soltará un gran gemido que seguro se escuchó hasta la otra cuadra. Gold empezó a moverse poco a poco, era despacio, aunque el quería ir más brusco, no quería lastimar a Fred.
-Ahh~ mas, Gold~ más fuerte...ahhh~-gemía el peli-negro abrazando al albino del cuello, prácticamente gemía en su oído y eso excitaba más al mayor.
Empezó a darle embestidas más fuertes y bruscas, haciendo que Fred gimiera más y más fuertes. Por la casa se escuchaba los gemidos y jadeos de Fred, junto con el golpeteo que daba la cabecera de la cama contra la pared. Gold besaba y mordía el cuello de Fred mientras se movía lo más fuerte que podía, mientras que Fred se aferraba a la espalda de Gold.
-Agg~ F-Fred...y-ya me corro. Ahhh~-decía el albino mientras embestía al peli-negro más rápido.
-¡Ahhh~ Y-Yo también~ mmhhh~-miro la cara de su novio y después lo beso. Minutos después, Fred se corrió, seguido de Gold.-ahhh...ahhh...
Ambos se recortaron en la cama, sus respiraciones se calmaron después de un rato. Fred se acomodo en el pecho de Gold sintiendo como este le acariciaba la espalda.
-¿Y? Ahora te vas a ir ¿no?-dijo el menor viendo a su pareja.
-...no, creo que hoy me quedare.
-¿En serio? Pensé que mañana tenías trabajo y todo eso.
-Si, me iré en la mañana.
Fred vio al mayor y luego sonrió un poco.
-Cómo quieras.-dijo mientras se acomodaba en su pecho.
Esa fue una de las pocas noches en las que ambos dormían juntos, aun que eso podría cambiar luego.
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Si alguien conoce las bebidas que mencionó, pillines les gusta beber lo bueno 7w7 ¡yo no tomo! ¡nada de alcohol para mi!
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