Ambos se encontraban sentados en una de las bancas de un parque, viendo a las personas pasar. Karamatsu estaba molesto, pues Ichimatsu había aceptado la cita de un muchacho aún cuando ellos dos estaban saliendo.

Realmente no sabía que quería su hermanito al aceptar una cosa así. ¿Irritarlo? De todas formas, no le iba a permitir irse así como así.

-Ven... -lo agarra de la mano y lo jala hacia un callejón, siendo un poco brusco e Ichimatsu no opone resistencia.

Lo estampa contra una pared y lo acorrala. Está celoso, y mierda, esto no era bueno. Dio un beso brusco y apasionado a Ichimatsu, sin darle la oportunidad de escapar ya que con una mano sostenía las muñecas de éste sobre su cabeza.

-¿Por qué aceptaste? ¿Acaso no te basta con tenerme a mí? -pregunta poco antes de empezar a lamer el cuello de Ichimatsu y dar suaves mordidas.

-I-idiota, suéltame -soltaba ligeros jadeos. Se estaba agitando-. Lo hice para ver tu estúpida reacción, imbécil -admite y siente como Karamatsu comienza a chupar la piel.

-Tú eres mío, de nadie más -murmura, haciendo un chupón que provoca un gemido en Ichimatsu. La piel no tardó en ponerse rojiza, acumulando el color en un solo punto y Karamatsu sonríe.

-Soy tuyo -responde con voz suave y algo rota Ichimatsu. Esta era su faceta favorita de Karamatsu: sus celos. Acerca sus labios a los del mayor y continúan besándose con pasión.

-¿Vas a rechazar ahora tu cita? -pregunta marcando un poco más el cuello del menor, y éste asiente repetidas veces, lo que agrada al mayor-. ¿Con quién vas a pasar la tarde? -pregunta apretándose bastante en contra de Ichimatsu, sacándole unos quejidos.

-Con Karamatsu nii san -responde difícilmente y sus labios vuelven a ser atrapados por los del mayor.