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5. Crossdressing.

Barman! JongIn x Cantante! KyungSoo

KyungSoo como Miley Cyrus cantando Midnight Sky. El fanart le pertenece a lesoobian (Natalia) en Twitter.

Crossdressing: El transformismo es la caracterización mediante el cual una persona ocasionalmente adopta los modismos culturales que convencionalmente se le asignan al género contrario. Algo así, como los Drag Queens; Valentina, Aquaria, Naomi Smalls, Violet Chachki, Manila Luzon, etc. (Sí, acabo de nombrar participantes de RPDR, juju).




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KyungSoo lleva trabajando 5 meses en el bar EXODUS, y debe de admitir que fue una de las decisiones más agridulces de su vida. MinSeok, el liberal jefe, una noche le pidió que cantara vistiendo Drag, porque quería innovar y atraer a más personas. Soo acepto dudoso, pero terminó enamorándose de ello. Y alguien terminó enamorándose de él... ¿o se había enamorado de su personaje?

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KyungSoo escuchó su nombre siendo mencionado por el presentador del show y comenzó a subir los pequeños escalones hasta el escenario, apareció detrás de la cortina y pudo observar al público. Los mismos hombres de siempre, desde hace un tiempo Soo comenzó a creer que no iban exactamente a escucharlo cantar sino a verlo descaradamente. Su sonrisa se ensanchó, había descubierto que la atención le gustaba. Con pasos confiados apareció en escena. Caminó bajo la luz del reflector hasta el centro donde se encontraba el micrófono. Escucho los vítores y su ego se elevó.

La música empezó, cerró sus ojos sintiendo el ritmo adentrándose en él, abrió aquellos orbes que tenía hipnotizado a cada hombre que entraba a EXODUS y cantó. Su vista se paseaba entre las mesas, entre los comensales, entre su jefe y los demás trabajadores. Sus ojos no pararían hasta hallar a Kim JongIn.

—La, La, La, La, La.

El moreno no podía mandarle un mensaje confesándole sus sentimientos y desaparecer como si nada. KyungSoo sacó el micrófono del parante, comenzó a menear su cuerpo de lado a lado. ¿Quién diría que una persona que estudiaba derecho terminaría trabajando en un bar gay como cantante? Nadie, nadie podría haberlo imaginado. Pero cuando el dinero comenzó a faltarle entró a internet y buscó un empleo bien pagado. Luego, cuando MinSeok mencionó que le subiría el sueldo si cantaba en drag, él acepto sin dudarlo. Le gustaba cantar y con el tiempo se acostumbraría al drag. Y lo hizo, le gustaba como la vestimenta le quedaba, como resaltaba cada parte de su cuerpo, aunque no era gran fanático de las pelucas, así que, terminó descartándolas.

—El cielo de medianoche es el camino que estoy tomando.

Dio pequeños brincos, acostumbrado a los tacones, dio giros con gracia y siguió cantando con emoción. Volvió al parante, colocó el micrófono y de su garganta salieron sus mejores altos. Su vestuario negro lo hacía ver delgado y curvilíneo, perfecto para seducir a cualquiera que pasara por ahí. Y no era un secreto, KyungSoo se había vuelto un pequeño rompecorazones. Desde que se convirtió en Drag Queen diariamente recibía invitaciones para salir en citas, él las aceptaba. Sin embargo, la magia del inicio siempre se expiraba cuando descubría que todos esos hombres solo querían a su personaje y no a él.

—Tengo la cabeza en lo alto de las nubes.

¿Qué haría con Kim JongIn? Aquel chico que era su compañero de trabajo. Si salían y terminaban, ¿No sería incómodo para ellos y para los demás? ¿Debía simplemente rechazarlo antes de sentir su corazón romperse en mil pedazos por enésima vez? ¿O tenía que ponerse aquella armadura que todas las citas fracasadas le habían dado? Siempre que alguien terminaba con él, esa persona se victimizaba. KyungSoo no entendía el descaro de la gente.

—Nací para correr, no le pertenezco a nadie.

Con el tiempo dejó de importarle los rumores que había sobre él y decidió divertirse tanto como todos esos hombres hacían con su corazón. Ahora sí les daba la oportunidad de ser las verdaderas víctimas con el corazón roto, ahora sí podían quejarse a su antojo. Sin embargo, ¿Por qué cuándo se detenía a pensar en el moreno su corazón se estrujaba? ¿Por qué se sentía mal en imaginar una ruptura?

Quizá está enamorado.

Quizá quiere ser amado.

Quizá no quiere tener el corazón roto.

No quiere que sea JongIn quien destroce sus ilusiones románticas.

Llegando al final de la canción, el barman se dejó ver. Apareciendo de Dios sepa donde, JongIn caminó entre las mesas parándose cuando llegó a primera fila y mirándolo intensamente. KyungSoo sacudió sus caderas de un costado a otro. Gustándole las reacciones que generaba en el más alto. Kim no era para nada discreto.

—No necesito que me ames.

El moreno era apuesto y fácilmente podría llevar a quien quisiera a su cama, ¿Por qué lo había escogido a él? Desde la confesión recibida, esa pregunta no había dejado de rondar en su cabeza.

—Amado por ti.

Cantó la última línea y la música se detuvo. Se quedó sonriente e hizo reverencias hacia quienes le aplaudían y silbaban. El presentador subió al escenario, pasó un brazo sobre el hombro de Do, quien se mordió el labio inferior mirando a JongIn, ¿Estaría celoso?

El conductor despidió a KyungSoo, calmando a los espectadores con: "él cantará de nuevo en un rato". Abajo lo esperaba MinSeok con un vaso de agua, Soo lo tomó con cuidado de no ensuciarlo con su labial rojo.

Min rio. —Ve a tu camerino, tu siguiente atuendo debe de estar ahí.

Le devolvió el vaso y fue animadamente hasta allá.

Bufó cuando llegó a la puerta y no vio a JongIn por ningún lado. Internamente si deseaba encontrarse con el moreno. Pero sus motivos estaban divididos; aceptar o rechazar. Aceptar para salir lastimado o rechazar para perderse una gran oportunidad. Al parecer ambas opciones eran negativas.

Abrió la puerta borrando a JongIn de sus pensamientos, entró, la cerró con seguro y antes de que pudiera prender la luz sintió unas manos en su cuerpo que lo empujaron hasta acorralarlo entre la puerta y el cuerpo de la otra persona. Soo se quedó quieto con un poco de temor, ¿Algún fanático había sido capaz de ingresar a su camerino?

Sus dudas se disiparon cuando el foco se prendió, era JongIn. Se relajó un instante y luego se preguntó si debía saltar de alegría o llorar de impotencia.

—No me has respondido... —murmuró el moreno. —Sal conmigo.

Soo ladeó la cabeza. —No me gustas, JongIn. —mintió, pegándose al cuerpo más grande. —Pero podemos pasar un momento agradable juntos. —Abrazó a Kim por los hombros sin necesidad de pararse en puntitas gracias a los tacones.

Kim comprendió el mensaje, se sintió entre la espada y la pared. ¿Podía dejar sus sentimientos a un lado y cumplir una grandiosa fantasía? ¿O saldría muy lastimado de ello?

—Sales con muchas personas y, ¿A mí no me puedes dar una oportunidad? —Pegó su frente a la del más bajo.

—Somos compañeros de trabajo... Será complicado si no termina bien.

JongIn enarcó una ceja. —Entonces, hagámoslo.

KyungSoo se sorprendió, pensó que el moreno se negaría y se iría, quizá un poco molesto, pero nadie saldría herido sentimentalmente.

—¿Ahora?

—Ahora. —El tono decidido generó expectativa en Soo.

JongIn bajó sus manos por las caderas de KyungSoo cubiertas por la fina tela de la falda negra y llegó hasta los muslos. Kyung comprendió y dio pequeño brinco, enredando sus piernas alrededor del musculoso cuerpo del moreno. JongIn despegó sus frentes y besó fogosamente los bellos belfos rojos con los que soñaba desde hace meses. Caminó hasta la mesa y arrimó los papeles con letras de canciones, algunos de ellos cayeron con gracia al suelo. A KyungSoo no le importó, se sabía al derecho y al revés infinidad de canciones. Además, ahora mismo toda su atención se centraba en los besos que compartía con JongIn.

 Kim lo sentó con delicadeza sobre la mesa y sus curiosas manos pasearon por los muslos rellenitos. KyungSoo gimió entre el beso por los toques que cada vez iban subiendo más de intensidad. Las manos de JongIn desaparecieron debajo de la falda y tocaban con suavidad la parte interna del muslo, rozando de vez en cuando con el miembro de KyungSoo. Soo era quien guiaba el beso y lo terminó para poder recorrer con sus labios el mentón, la barbilla, el cuello y la clavícula de JongIn, dando siempre besos y superficiales mordidas, excitándose cada vez más cuando el moreno suspiraba o gruñía. Y mirando juguetonamente las marcas del labial sobre la piel dorada.

—KyungSoo... —El moreno jadeó, metiendo sus manos en el diminuto bóxer negro del nombrado.

Do detuvo los movimientos de su boca, intrigado. —¿No me llamarás por mi nombre artístico?

JongIn dio fugaces besos en la mejilla contraria. —¿Quieres que haga eso?

—Yo... Pensé que querías tener... Con... —Las palabras morían dentro de él.

—Contigo, KyungSoo... No con tu personaje Drag. —Dijo, dubitativo. Cogiéndolo por los hombros hizo que ambos quedaran viéndose a los ojos. —Eres tú de quien estoy enamorado, te confesé mis sentimientos en el mensaje... Un poco cobarde, lo sé. Pero era por temor al rechazo y, esto es mejor que no tener absolutamente nada contigo. Aunque, quien sabe, quizá tu opinión cambie cuando te haga el amor.

Sus mejillas se arrebolaron ante las palabras sin pena de JongIn.

Era la primera vez que alguien llamaba el sexo como hacer el amor. Estaba sorprendido.

KyungSoo soltó una risita, entre nerviosa y divertida.

JongIn formó un puchero con sus labios y Soo se acercó a darle un besito.

—Ahhh, JongIn... —Tomó la corbata del contrario y la enredo en su mano, atrayendo hacia él, al mismo tiempo que se echaba en la mesa. —¿Qué esperas para hacerme el amor?

Kim se ruborizó, quizá había sido muy cursi. Pero, al parecer, la cursilería le gustaba al mayor. Sonrió, con la confianza volviendo a su cuerpo le dio un prolongado beso. KyungSoo sacó sigilosamente la corbata del cuello de JongIn y la tiró al suelo junto con las hojas. Mientras JongIn se dedicaba a besarlo poniendo su corazón en ello y buscando transmitirle su cariño, KyungSoo siguió moviendo sus habilidosas manos, desabotonando la camisa azul y luego quitándola lentamente.

Los ojos de JongIn brillaban viendo al dulce KyungSoo. Sí, se había enamorado de KyungSoo, pero no iba a negar que los atuendos que MinSeok seleccionaba para el pelinegro eran muy acertados. Desde hace varias noches había fantaseado con KyungSoo, en aquellos trajes ajustados y extravagantes, algunas veces coloridos y otras con tonalidades oscuras. Y ahora, ya no estaba soñando, ahora estaba tocando al auténtico KyungSoo.

—Mmmh, JongIn... —gimió, sintiendo una mano del moreno en su entrepierna. —JongIn-ah, no hay mucho tiempo.

El moreno reaccionó al instante, bajando el pequeño bóxer de KyungSoo y dejándolo caer al suelo, luego observó como Soo apoyaba sus pies en la mesa, dejando expuesta su apretada entrada. Llevó rápidamente sus manos a su jean para sacárselo, habiéndolo hecho, cogió los muslos de Soo y acercó su rostro hacia el orificio.

Al comenzar a lamer para lubricar, sintió como las piernas de KyungSoo temblaban y escuchó los jadeos más excitantes que no había escuchado antes. Sí, definitivamente Soo era un sueño. Metió dos de sus largos dedos para dilatar al mayor.

—¡Ah! —Soo intentó cerrar inconscientemente sus piernas y JongIn se encargó que eso no sucediera. —JongIn... —susurró.

El moreno se enderezó y jaló al blanquecino hasta el final de la mesa. Se quedaron viéndose sintiendo la lujuria a su alrededor. Soo llevó su mano izquierda a su boca, mordió ligeramente el guante negro y lo sacó despacio, seduciendo como solo él podía. JongIn guio las piernas de KyungSoo y las acomodo alrededor de su cintura habiendo sacado antes los hermosos tacones. Soo apoyó sus manos en la mesa, levantando la espalda y JongIn lentamente fue entrando, anticipando las deliciosas reacciones del mayor.

Kim levantó la falda para poder observar mejor el miembro erecto del contrario. Llevó una de sus manos a la espalda de Do para ayudarlo a mantenerse en posición y metió por debajo de la ropa la otra mano, tocando suavemente el abdomen y el pecho. JongIn comenzó a mover su cadera, primero lento para que KyungSoo pudiera ir acostumbrándose. Siempre, manteniendo la promesa que se hizo a sí mismo; tratar a Soo con el mayor cuidado posible.

La cabeza de Soo cayó hacia atrás, separando los labios y dejando escuchar bellos jadeos. JongIn apretó la cintura del contrario y sus embestidas comenzaron a ser rápidas, adorando y deseando llegar cada vez más profundo en KyungSoo.

—Mmm... ¡Ah!

JongIn sonrió, sabiendo que había tocando el punto dulce del más bajo y comenzó a golpear repetidas veces ahí, gustándole ver como KyungSoo arrugaba el entrecejo y sus labios se mantenían abiertos dejándose escuchar. Viendo que la fuerza en los brazos de Soo desaparecía, con cuidado y sin salir de él, lo echó en la mesa y llevó las esbeltas piernas hacia sus hombros. Se inclinó hacia delante y compartió con el mayor un gran beso húmedo.

—Más... —jadeó, llevando sus manos a los fuertes brazos del moreno. —¡Más rápido, JongIn-ah!

JongIn movió sus caderas rápidamente provocando que, por el choque entre ambos cuerpos, un sonido constante llene la habitación. KyungSoo ladeó el rostro, dándole a Kim la idea de inclinarse nuevamente y hacer un perfecto chupetón en aquella piel tan nívea. Las manos de JongIn recorrieron todo el cuerpo de KyungSoo, al igual que sus labios dejando su rastro por donde iban, eso sí, en ningún momento quitó la ropa de Soo. Le gustaba, se veía sexy y no era un gran estorbo, solo tenía que mover un poco la tela.

KyungSoo terminó con los pies en el suelo, y apoyando sus manos sobre la mesa, dejando levanto su lindo y bien formado culo. JongIn parado detrás de él, seguía moviéndose, aunque ya no acataba las instrucciones del mayor, ahora iba lento para torturarlo y luego inesperadamente daba un par de embestidas rápidas y fuertes, haciéndolo chillar.

JongIn pegó su pecho sudado a la pequeña espalda, y pasó sus manos por la cadera de KyungSoo, dejó una ahí y la otra se dirigió al miembro goteante de pre-semen. La respiración del moreno provocaba en el blanquecino que sus vellos se erizaran y más aun teniendo la traviesa mano recorriendo su pene.

—JongIn... —jadeó. —JongIn...

—Sí, bebé. —Cogiendo fuertemente con una sola mano la cadera de KyungSoo, comenzó a jalarla hacia atrás para que chocara contra él, produciendo así más placer en el cuerpo más pequeño.

Las piernas de KyungSoo temblaron, su cuerpo se estremeció e inclinándose sobre la mesa su orgasmo llegó.

—¡JongIn-ah!

JongIn siguió penetrando a KyungSoo un par de veces más hasta correrse abrazando al mayor. Soo sintió la esencia de JongIn dentro de él y se removió avergonzado, como nunca antes durante el sexo.

KyungSoo recordó, no era sexo. Era hacer el amor, por eso la diferencia en su sentir.

JongIn estaba dando pequeños besitos a su nuca y a sus hombros, sus ojos se aguaron y se sintió como un tonto.

El moreno escuchó los sollozos y preocupado por haber lastimado al más bajo, salió de él y lo giró.

—¿Qué te duele, bebé?

Y Soo lloró más fuerte.

¿Por qué JongIn tenía que ser tan lindo?

KyungSoo se paró en puntitas y abrazó a JongIn con todas las fuerzas que su cuerpo tenía.

—Gracias por hacer el amor conmigo, JongIn... —murmuró.

Las lágrimas de Soo no duraron mucho en su rostro porque JongIn se encargó de secar cada una de ellas.

—No hay nada que agradecer. —Respondió en voz baja. —Habrá más veces si me permites ser tu novio. —Bajó su rostro para ver el del mayor.

KyungSoo sonrió sintiendo como las yemas de los dedos de JongIn paseaban suavemente sobre su rostro.

—Sí... —susurró. —¡Acepto! —gritó, tirándose eufóricamente sobre el cuerpo más grande para besarlo.

Las personas del bar dejaron de importar porque se habían adentrado en su pequeña nube de amor.

FIN.




Holiwis, JAJA

Le cambié el nombre a la historia🤸‍♀


¿Ustedes han visto RuPaul's Drag Race?

¿Tienen Queen favorita?

A mí me encanta Violet Chachki, Jinkx Monsoon, Sasha Velour y Plastique Tiara Õ♡Õ



Espero les haya gustado ♡

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