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3. Primera vez.

Géneros: Omegaverse, romance, smut.

Alfa! JongIn x Omega! KyungSoo.

AU! Príncipes.

Mención de Mpreg.

Nuevamente, aquí KyungSoo es menor y JongIn mayor, klajskjsj.




***

El reino D'Grin está pasando por una situación crítica. Dos de los reinos cercanos y más poderosos se han aliado y están planeando conquistar juntos. El rey de D'Grin decide hacer lo mismo, unirse con otro clan cercano y con el cual mantienen una buena relación. La unión quedará en manos de los príncipes alfa y omega. 

***




JongIn conocía muy bien al lindo omega KyungSoo, eran amigos, aunque para su corazón ese título dolía. Se había flechado del menor desde el primer momento en lo que lo vio y por ello quedó en shock cuando le avisaron que tendría que unirse a él en sagrado matrimonio. Y solo tuvo tres días para asimilarlo. ¡Iba a casarse con el omega más lindo de todos los reinos! ¡Con su preciado crush! ¡Ese lindo omega llevaría a sus futuros cachorros! La felicidad se abrió paso entre el asombro.

En este lejano mundo, los omegas y alfas tomaban supresores desde la adolescencia que era donde el celo empezaba a aparecer y solo podían unirse a su pareja siendo mayores de edad. KyungSoo había alcanzado la mayoría de edad hace tan solo un mes y ahora iba a cometer un acto sexual en su primer celo sin su querido supresor. Estaba muy nervioso observando todo el revuelo a su alrededor, como empacaban y subían sus pertenencias al carruaje para dirigirse hacia el palacio de los Kim en D'Grin. Y su corazón latió fuertemente cuando subió al carruaje, sus mejillas se tiñeron de un suave rosa y en su mente apareció la imagen del sexy alfa con el que se uniría. ¡JongIn le gustaba y nunca había sido capaz de decírselo! Su cuerpo se estremeció y un débil jadeo se pronunció.

Por su parte, JongIn temblaba y sudaba de los nervios. No quería decepcionar a nadie; ni a su madre, ni a su padre, ni a KyungSoo, ni a los padres de éste, ni a ninguno de los dos reinos. Porque de caso contrario, no estarían listos para la guerra que se avecinaba.

—¡Príncipe, JongIn! —Exclamó la bella dama. —Su padre lo busca, se encuentra en el comedor real.

Kim asintió y se dirigió hacia allá jugueteando con sus manos. KyungSoo estaba en camino hacia el palacio de D'Grin para llevar a cabo la boda y luego de eso vendría la confirmación de la unión. Además, era sumamente necesario que KyungSoo quedara embarazado, eso sería muestra de una fuerte consolidación entre ambos reinos amigos.

 El moreno miró su entrepierna.

Vamos espermatozoides, no vayan a fallar. —Pensó y abrió la dorada puerta frente a él.

—¡JongIn! —Gritó su padre perdiendo la serenidad que lo caracterizaba. —¡El celo de Do KyungSoo se ha adelantado!

El menor empalideció.

—¡Está en camino y tan pronto vengan tendrán que unirse!

—¿Qué? —Murmuró. —¡¿Qué hay de los supresores?!

—Acuérdate que, —El rey alzó el dedo índice. —nadie consume supresores siendo mayor de edad y teniendo una pareja. Los supresores afectan mucho a las hormonas y eso afectaría en su fertilidad. La medicina para adultos es solo en caso de emergencia.

JongIn apoyó su espalda en la puerta.

—Espéralo en la habitación del pabellón B, hace un rato notifiqué que lo arreglaran. —Se acercó hasta él y lo cogió de los hombros. —Trátalo bien, JongIn. No queremos más enemigos.

—S-sí. —Dio media vuelta y salió en dirección al cuarto.

¿Qué situación tan descabellada estaba viviendo?

Caminó por los largos y pulcros pasillos recordando haber paseado por los mismos al lado del menor. El reino D'Grin y el reino P'Bleu se habían vuelto cercanos debido a ellos dos. Hace años, cuando ambos jóvenes tenían 5 y 4 años se habían encontrado por primera vez en el mercado del pueblo D'Grin. La familia real Do estaba allí porque eran unos amantes de la cocina y habían escuchado sobre un riquísimo platillo. El pequeño omega de la familia había corrido hasta el alfa moreno que se encontraba paseando junto a una sirviente. KyungSoo quería un amigo y los padres consentidores del omega lo permitieron. Ese día la familia real de P'Bleu visitó por primera vez el castillo de los Kim.

JongIn sonrió. El primer amigo omega que hizo se convertiría en su pareja. Él no estaba incómodo, estaba intranquilo porque a su mente llegaban ideas negativas. Ese era el primer celo real que KyungSoo experimentaba en su vida y según le habían enseñado, era doloroso e insoportable para los omegas mientras no tuvieran contacto sexual. JongIn se detuvo en seco, ¡había olvidado todo sobre un omega en celo! Se agarró la cabeza y corrió hacia la biblioteca. Aún tenía tiempo para recordar todo lo que había aprendido y así no cometer ninguna equivocación con el menor de los Do.

"El celo es la etapa en que tanto alfas como omegas experimentan un tipo de calor y buscan algún compañero para satisfacer su apetito sexual. Se dice que emanan olores dulces y fuertes durante este periodo, también feromonas que son para atraer al contrario y avisar que están en la temporada donde pueden procrear. 

En el momento del coito, los omegas desprenden un líquido semitransparente llamado lubricante natural. Ellos se vuelven inestables emocionalmente, se verán cariñosos, sensibles, enojones o tristes. Por otro lado, los alfas estando con su compañero se vuelven más protectores, si es la primera vez de ambos, el alfa marcará a su omega con una mordida en el cuello que no desaparecerá. Los alfas poseen un nudo en su miembro viril que cuando lleguen al orgasmo se hinchará y se unirán a su omega por varios minutos sin dejar de eyacular, para así asegurarse de que su compañero quede embarazado."

JongIn cerró el libro. Bien, eso era lo básico y lo tenía dominado. Asintió y lo regresó al estante. Recobró su rumbo original y pudo escuchar un gran barullo, intentó deducir de dónde venían todas esas voces y distraídamente terminó yendo hacia ellas. Mientras más se acercaba, dudaba en seguir porque un riquísimo aroma a duraznos lo hipnotizaba y él no debía pensar en eso. Debía pensar en KyungSoo. Pero de un momento a otro ya estaba en el gran y lujoso salón real donde un grupo de betas parecían proteger a alguien y un grupo de alfas que trabajaban en su palacio buscaban la forma de acercarse a quien estuviera ahí detrás.

JongIn formó puños con sus manos. Enojándose por ser tan débil ante el delicioso aroma. Comenzó a avanzar para poder ver de cerca. A los segundos llegó su madre, con más trabajadores beta que comenzaron a evacuar a los desatinados alfas, ya que, los betas eran humanos comunes, ellos no sentían debilidad hacia los aromas o feromonas de alfas u omegas. Generalmente, cuando algún omega en el palacio tenía su celo, lo encerraban en su habitación con su pareja y los demás sirvientes alfas tenían prohibido ir por ahí. Sí, los empleados vivían con ellos y por eso en aquel castillo había infinidad de habitaciones.

Cuando la muchedumbre desapareció pudo reconocer al pequeño y tembloroso cuerpo.

Era su omega.

—¡JongIn!

—¡KyungSoo! —Y corrió hasta él, cogiéndolo con sus dos manos de la cintura y lo cargó.

—Hijo, —La reina Kim habló. —Ve rápidamente, ¡y cuídalo!

Sí, tenía que irse corriendo hacia el cuarto porque el aroma de KyungSoo y sus feromonas le estaban haciendo perder el juicio y se sentía capaz de tomar al omega en ese preciso momento. El menor envolvió sus piernas alrededor de su cuerpo y comenzó a frotarse sin penas. JongIn se sonrojó, KyungSoo estaba actuando por puro instinto. Y como era un alfa celoso salió de ahí inmediatamente porque nadie merecía deleitarse con el aroma de KyungSoo y con sus lindos gemidos.

Abrió la puerta dorada y la cerró de un tirón.

—Alfa —Gimió bajito. —Alfa.

—Aquí estoy, bebé. —Respondió cariñosamente.

Depositó a KyungSoo sobre la cama y el omega rápidamente volvió a colgarse de él.

El menor sollozó. —Me duele.

JongIn depositó besitos por todo el rostro de KyungSoo, buscando tranquilizarlo. Tal como el libro había dicho, los omegas tenían un cambio emocional, en el caso de KyungSoo parecía muy cariñoso y triste si lo alejaba de su cuerpo. ¡Era tan adorable! No lo había tocado de más, pero el menor ya estaba ruborizado y lagrimeando, agregando los movimientos pélvicos que produjeron en el alfa una erección.

—Tranquilo, bebé. —Susurró con su voz grave, haciendo al menor estremecerse. —Voy a ayudarte a que deje de doler. —Lo echó en la suave cama sin dejar de darle pequeños besos en las calientes mejillas. 

Con cuidado se quitó la chaqueta bordada con diamantes, la simple camiseta blanca y se posicionó sobre KyungSoo, colocando sus brazos al costado de la cabeza del menor. Le sonrió transmitiéndole tranquilidad, el omega estiró su brazo y con sus dedos comenzó a delinear el rostro del alfa que parecía esculpido por los mismos dioses, el pequeño lo miraba con adoración y con estrellas saliendo de sus enormes ojos. Además, en su suave toque había un cariño implícito. JongIn estaba extasiado con esa vista, su omega se veía feliz... Y excitado.

Inhaló el aroma a duraznos que estaba muy presente en el aire. Viendo los abultados belfos del omega, se acercó lentamente hasta ellos, dándole un casto beso. El menor abrió sus ojitos y pasó sus manos por detrás del cuello del mayor, exigiendo compartir un beso más fogoso. Y JongIn cumplió, porque todo lo que su omega querría, lo obtendría.

El beso era lento y rítmico, en la lujosa habitación solo se escuchaba el chocar de sus labios. Soo abrió su boquita y JongIn ingresó su juguetona lengua, chocó con la del menor y no buscaban imponerse una sobre la otra, sino que se iban turnando. JongIn era suave con KyungSoo, no quería lastimarlo de ninguna manera, además era la primera experiencia sexual de ambos. Esta tenía que ser especial para poder recordarla con una brillante sonrisa.

El moreno mordió los rellenitos belfos y Soo jadeó.

—¿Te gusta que te de besitos?

Soo tocó su labio mordido y evitó la penetrante mirada del mayor. —Sí...

JongIn escondió su rostro en el cuello de KyungSoo, provocándole risas pequeñas y que moviera de lado a lado su pequeño cuerpo. Kim lo cogió de la cintura y lo ayudó a sentarse, para proceder a quitarle las capas de ropa que llevaba puestas. Habiéndole sacado el abrigo con bordes coloridos y la camiseta, encontró la camisia blanca; ropa interior de omegas para seducir al alfa. JongIn se mordió el labio comiendo con la mirada a un sexy KyungSoo.

—Te ves delicioso.

—¡Alfa! —Chilló, ruborizándose y cubriéndose en vano con sus manos.

—Quiero ver que traes aquí abajo. —JongIn posó su mano sobre la entrepierna de KyungSoo y se acercó a su oído. —¿Alguna sorpresa más para seducirme? —Le dio un pequeño apretón en aquella zona, ganándose un gemido del menor.

Cogiendo valentía, KyungSoo lo miró a los ojos. —Alfa primero.

JongIn arqueó una ceja, viendo como el omega señalaba su pantalón.

—¿Quieres verme primero? ¿Es eso, bebé?

Soo asintió.

Una dulce sonrisa apareció en el rostro de JongIn.

Bajándose de la cama desabotonó los pantalones blancos y los dejó caer. Volvió su vista al frente y con su mano llamó a KyungSoo, quien gateó apurado hasta alcanzar a su imponente alfa. La ropa interior de JongIn era blanca y ajustada, su miembro luchaba queriendo salir.

—¿Ves lo que provocas, pequeño? —Cogió el rostro de KyungSoo entre sus manos. —Estoy tan excitado por ti.

Soo movió su redondo culo y se abrazó a JongIn, acercándose a su oreja. —Yo también, alfa. Tócame. —Suplicó.

KyungSoo comenzó a sobar su cabeza contra el fuerte pecho de JongIn, queriendo dejar su dulce fragancia en él. El moreno sacudió los cabellos del adorable omega, cogió una de sus manos con delicadeza y las llevó a su miembro. Soo jadeó sintiendo el gran pene de su alfa en su mano y se excitó más, anticipando e imaginando como se sentiría el mimbro del mayor en su interior, cuántas veces tocaría su punto dulce y cómo se sentiría ser llenado.

JongIn le dio un besito en la frente y lo ayudó a pararse fuera de la cama.

—Vamos a deshacernos de esto, ¿sí? —Colocó sus manos sobre los pantalones contrarios y los bajó lentamente, descubriendo las curvas del cuerpo jamás antes visto.

KyungSoo llevaba una linda ropa interior blanca con encaje, muy propio de los omegas vírgenes.

Soo sintió bochorno, cruzando sus piernas y evitó la penetrante mirada del alfa frente a él.

JongIn lo cogió del mentón y lo hizo verlo a los ojos.

—Te ves hermoso.

—Alfa... —susurró y de a pequeños pasos se le aceró para abrazarlo y comenzar a frotarse contra él.

—¿Qué haces, bebé? —JongIn preguntó pícaro.

Los delgados brazos de KyungSoo estaban en su pecho, mientras el omega movía su pelvis contra él, robándole jadeos. Decidió ayudar a su hermoso y necesitado omega, con sus manos recorrió la espalda por encima de la seductora tela y luego coló sus manos por debajo de la ropa interior. El omega chilló en sorpresa, sintiendo como las grandes y fuertes manos amasaban sus redondos glúteos.

JongIn pasó su dedo índice por el medio de las nalgas del omega, sintiéndolo mojado, eso debía de ser la lubricación natural propia de los omegas en celo.

—¿Estás todo mojadito para mí, bebé? —murmuró en el oído contrario, para posteriormente morderle suavemente el lóbulo de la oreja.

—Alfa... —Jadeó.

—JongIn, dime JongIn. —Demandó.

Sí, él era un alfa, pero quería escuchar su nombre siendo pronunciado por el menor. Porque antes de ser alfa y omega, eran JongIn y KyungSoo y de esa forma querían amarse.

—Quiero que gimas mi nombre durante todo el día. —Apretó el agarre que tenía sobre la cadera del omega.

Soo bajó su mano lentamente por el pecho y abdomen de JongIn, generándole al mayor altas expectativas. Las traviesas manos llegaron hasta la ajustada ropa interior.

—Sí, alfa..., JongIn.

El nombrado resopló. —¿Quieres ver que hay debajo, pequeño?

 Soo asintió y sin perder tiempo, aun con los suaves toques de JongIn recorriendo sus nalgas, tomó y bajó la ropa interior del mayor, deslizándola por las tonificadas piernas hasta que la tela impactó con el suelo. KyungSoo se relamió los labios, con su libido por los aires solo pudo imaginarse a sí mismo lamiendo y chupando el gran miembro. Levantó su cabeza, vio a JongIn y silenciosamente rogó por poder disfrutar de la intimidad del moreno. JongIn comprendió instantáneamente, le dio un asentimiento y soltó las redonditas nalgas. KyungSoo se arrodilló automáticamente y vio fijamente el pene de quien sería su esposo y alfa.

Alzó la mano derecha y la llevó hasta el gran miembro, separó sus labios, sacó su lengua y comenzó lamiendo el glande. Por su lado, JongIn tiró su cabeza para atrás, cerrando los ojos y disfrutando del placer que su lindo omega le brindaba. Soo dejó el glande, y comenzó a lamer toda la extensión del miembro, delineando con su lengua algunas venas notorias. Con su otra mano, se tocaba sus propios pezones y sentía como su lubricante natural se resbalaba ligeramente por sus delgadas piernas. Luego de haber chupado todo el miembro, volvió al inicio e intentó meter en su preciosa boquita el gran pene del moreno. Con ahínco, pudo meterse casi la mitad del miembro viril, y luchaba por querer meter más. Sus ojitos se achinaban y soltaba pequeños quejidos.

—Tranquilo... —Kim bajó su mano izquierda y lo despeinó. —No te sobre esfuerces, bebé. —Alejó el rostro del menor y recorrió con su índice los abultados labios rojos y ensalivados.

Ayudó al menor a pararse y luego lo echó sobre la suave cama. Soo continuó tocando su cuerpo inocentemente. JongIn se posicionó encima y levantó la delgada camisia, descubriendo lo paraditos que se encontraban los pezones, sonrió relucientemente y bajó su rostro al pequeño pecho que se encontraba subiendo y bajando por las respiraciones. KyungSoo se estremeció al sentir la lengua de JongIn atrapando una de sus tetillas, además, el moreno le dio una pequeña mordida mirándolo desde su posición. El tímido omega se cubrió el rostro y el seductor alfa rio por lo bajo.

—No es momento para que te avergüences, bebé. —El moreno se acercó a besar los nudillos de las manos del menor, y alejó las manos para poder ver el ruborizado rostro.

Las manos de JongIn recorrieron las curvas del cuerpo de KyungSoo, llegando hasta el comienzo de la ropa interior con encaje. Kim se mordió los labios y se acercó a susurrarle:

—¿Listo para entregarte a mí, bebé? —La voz cargada con lujuria, le arrebató un gemido al omega. —¿Listo para ser mío, KyungSoo?

Ambos corazones latían rápidamente por la emoción del momento.

—S-sííí —Soo movió su pelvis contra del moreno, rozando ambas erecciones.

JongIn alzó las piernas del menor con una mano y con la otra fue sacando la pequeña húmeda tela, dejándolo desnudo en su parte baja.

Kim se acercó a los labios de Do, se besaron dulcemente mientras JongIn introducía uno de sus dedos en la pequeña cavidad, buscando expandirla ayudándose mucho con la lubricación natural. Soo gimió en medio del beso y volvió a mover su pelvis, haciendo que el dedo de JongIn entrara más.

—Con cuidado... —El moreno regañó amorosamente, lo último que quería era lastimarlo. Y sabiendo que KyungSoo había perdido el uso de la razón, él debía de cuidarlo aún más.

—JongIn-ah... —Jadeó, atrayendo la mirada del nombrado. —Mételo... Ahí... Síí.

Kim sonrió enternecido. Se arrodilló en la cama, mirando a KyungSoo y separó las piernas dejando expuesto al pequeño omega. JongIn cogió su propio miembro y se acercó, hizo que KyungSoo apoyara las plantas de los pies en la cama y levantara un poco la cadera, JongIn lo sostuvo con fuerza con una de sus manos. Vio a KyungSoo una última vez y observó las ganas del atrevido omega, sacudió la cabeza con gracia y lentamente fue entrando. KyungSoo gimió sintiendo sus paredes extendiéndose por primera vez en su vida.

Pequeñas lágrimas se deslizaron de sus ojitos y JongIn se agachó para con besos borrar las gotitas de agua. Soo pasó sus manos por el pecho de JongIn, por sus hombros, por sus fuertes brazos y le daba pequeños apretones.

—JongIn... Alfa JongIn... —susurró dulcemente.

—¿Sí, bebé? ¿Quieres que empiece a moverme?

Soo asintió eufóricamente.

Lentamente JongIn empezó un suave vaivén con sus caderas, su miembro era apretado por las vírgenes paredes de KyungSoo y él gruñía por lo bien que se sentía. Soo movía su cabeza de un lado al otro, mordiendo sus labios y cerrando sus ojos, haciendo puños con sus manos o cogiendo las sábanas debajo de él. Las lentas penetraciones de JongIn fueron agarrando ritmo y fuerza, cada vez yendo más rápido, sonando en cada impacto con el pequeño cuerpo.

—¡JongIn! —Soo abrió toda su boquita y sus ojos volvieron a aguarse. —¡JongIn! ¡Ah!

Los gemidos de KyungSoo impulsaban a JongIn a ir cada vez más rápido. El moreno se dejó dominar por sus instintos de alfa y con las continuas penetraciones se acercó al cuello del omega listo para reclamarlo como suyo. JongIn aceleró sus embestidas, abrió su boca y clavó sus dientes, KyungSoo soltó pequeños quejidos sintiendo los dientes de JongIn clavándose en él, marcándolo. Por la ola de excitación, KyungSoo comenzó a mover su pelvis, haciendo que pudiera disfrutar más de las penetraciones del mayor.

JongIn soltó el cuello y le dio un par de lamidas, la marca aparecería dentro de poco. Gruñó, sintiendo como KyungSoo movía su pequeño cuerpo debajo de él, JongIn llevó una de sus manos hacia el miembro del menor y comenzó a masturbarlo al ritmo de las frenéticas embestidas, KyungSoo gritó lleno de éxtasis.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Más, JongIn-ah!

—Mmm...

Soo abrió sus ojitos en sorpresa, sintiendo un estremecimiento en su miembro... Él, él estaba llegando a su límite.

—¡JongIn! —Chilló y se corrió en la mano de su querido alfa.

—Oh... —JongIn sonrió, porque se sentía el hombre más dichoso del mundo.

Siguió embistiendo y KyungSoo soltando pequeños gemidos. JongIn se agachó y besó apasionadamente al menor sabiendo que él también estaba llegando a su límite y conociendo que el nudo al inicio era un poco fastidioso para los omegas, prefirió distraerlo. Su miembro creció dentro de Soo, haciéndolo moverse en la cama y gemir por la nueva sensación.

—JongIn, —llamó el omega. —Ahh... ¡Duele!

JongIn repartió besos por todo el rostro. —Shhh, bebé... Tranquilo.

El nudo se estaba llevando a cabo, eyaculando dentro del pequeño omega.

—Te quiero, Soo. —JongIn murmuró con sinceridad.

Los ojitos del menor brillaron y sus mejillas se pintaron de rosado. —Yo también te quiero, JongIn... Te quiero mucho.

Sus sentimientos fueron confesados ese día, tuvieron su primera vez con su primer y único amor. Durante el resto de la semana siguieron en ese cuarto, tocándose y mimándose porque el celo de los omegas tiene una duración de aproximadamente 7 días. Él único que tenía contacto con el exterior era JongIn, quien se encargaba de recibir los alimentos. Aunque eso fue un poco complicado, porque KyungSoo era muy celoso, no quería a nadie cerca de su alfa y les gruñía a todos cuando los veía por la puerta entre abierta. Para ducharse, el pequeño omega también armaba un lío, ya que, siempre quería ser tocado por su guapo alfa y eso significaba que terminarían teniendo relaciones sexuales.

Pasado el celo, ambos pudieron casarse con tranquilidad y esperaron un tiempo para llamar al médico real y que les informara de la situación del omega. Lo habían logrado, ¡KyungSoo estaba embarazado! Ambos celebraron con una intensa noche llena de amor.

Y como las cosas iban viento en popa, los reinos D'Grin y P'Bleu llegaron a ser más fuertes que los que se habían unido para derrotarlos. Pudieron ganar la batalla luego de varios meses en guerra. Y para eso, KyungSoo y JongIn también festejaron.

FIN.




Y vivieron felices por siempre ;)

Hi, les dejó las cuentas que tengo en otras páginas de escritura ᵔᴥᵔ

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También pueden encontrar los links en mi bio y en un mensaje fijado en mi tablero🤠



 Fotos del amor de mi vida:






Con su amante:




Los tqm, tomen awa, usen cubre boca si salen y lávense las manos 😈👌

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