14. En el suelo.
Continuación de Alfa! JongIn x Omega! KyungSoo (Día 13: Fingering)
---
Después de muchos intentos y de atravesar un sinfín de obstáculos, JongIn y KyungSoo lograron tener un hijo. Tae Oh es un niño de cuatro años y le encanta dormir en la cama de sus padres. JongIn ama a su hijo, pero no soporta que todas las noches se aparezca en su habitación y le quité la atención y mimos de su esposo. Así que, el día de hoy él no dará su brazo a torcer.
---
—Amor. —JongIn dejó a un lado el plato que estaba lavando y se acercó por detrás a su esposo. Colocó sus manos en la cintura del más bajo y dejó pequeños besos por su cuello. —¿Quieres...?
—¡Papi! —El pequeño apareció y KyungSoo dirigió toda su atención hacia él, ignorando a su esposo.
JongIn frunció el ceño y puchereó girando a ver a su linda familia.
Sí, los ama.
Pero, no ama el hecho que el niño de cuatro años siempre le robe la atención de KyungSoo.
Su KyungSoo.
El omega cargó a su hijo. —Vamos a ponerte el pijama. —Tae apoyó su cabecita en el hombro de su papi y señaló a su otro padre. —Sí, papá JongIn también se va a poner pijama... Después que termine de lavar los trastes.
KyungSoo se acercó y le dio un rápido beso en los labios buscando motivarlo.
—¿¡Lo dejarás en su cuarto!? —Gritó cuando KyungSoo se iba por el pasillo.
—¡Sí!
Oh, esa respuesta sí lo incentivaba a terminar de lavar.
Eran pocas las veces que tenía intimidad con KyungSoo. Tae Oh nació prematuramente, lo cual, complicó mucho su salud física y la saludad psicológica de KyungSoo. El omega no soportaba ver a su bebé, todo pequeñito, dentro de la incubadora. Soo había llorado mucho y se culpaba por situaciones que aun no se daban. El omega había investigado acerca de todos los problemas de salud que Tae Oh podría enfrentar siendo un bebé prematuro y quedó muy asustado.
JongIn no había dudado en sostenerlo contra su pecho mientras le acariciaba la espalda tratando de tranquilizarlo. Mentiría si dijera que no había estado asustado por la vida de su hijo, sin embargo, debía mantenerse fuerte y positivo. El peor episodio del omega y su bebé fue cuando Tae Oh experimentó una apnea debido a que su sistema nervioso central que se encarga de controlar la respiración aún no estaba lo suficientemente maduro provocó que dejará de respirar por unos segundos. La apnea desapareció semanas después, no obstante, el omega seguía aterrado.
Al salir del hospital se enfrentaron a la anemia, la cual, KyungSoo erradico con mucha comida rica en hierro. Su pequeño Tae Oh que, tanto les costó traer al mundo seguía siendo una bendición. A pesar, de todos los sustos que los hizo pasar. Actualmente, el niño estaba sano y muy feliz. Y él que tenía un problema era JongIn. Porque según Tae Oh había monstruos en su clóset, así que, no quería dormir en su cuarto. Al principio no se negó, pero luego se convirtió en un problema.
Trató de convencer a KyungSoo que era mala idea que Tae Oh durmiera con ellos tan seguido, pero el omega hacía oídos sordos. Así que, quizá debería mostrarle a KyungSoo todo lo que pueden hacer sin Tae Oh invadiendo su cama. Y hoy era un buen día para poner en práctica su teoría.
Luego de lavar, secar, ordenar los platos y cubiertos se dirigió a su habitación. En el pasillo pudo ver la puerta más lejana entreabierta y escuchó el caer del agua de la ducha. Caminó lentamente hacia allá. Al pasar frente la puerta de Tae Oh, observó a su hijo echado en su cama coloreando, totalmente inmerso en su mundito. Y a los pies de la cama estaba el lindo Meokmul —su primer hijo con Soo—. JongIn se apresuró a seguir de frente y meterse en el baño. Cerró la puerta con cuidado y en menos de dos segundos ya tenía toda la ropa fuera de su cuerpo.
Abrió la cortina y se metió a la ducha.
KyungSoo dio un saltito por la sorpresa.
—¿Qué haces aquí? —El agua caía con gracia sobre su cuerpo, recorriendo sus curvas y JongIn se quedó embelesado. —Nini. —Insistió.
—Vine a darte cariñito. —Se acercó a su pareja y lo rodeó con sus brazos.
—Pero... —Correspondió al abrazo. —A Tae no le gusta estar solito.
—Meokmul está con él.
KyungSoo frunció el ceño.
—No voy a dejar que la vida de mi hijo dependa de un perro, ade-.
JongIn lo besó para callarlo.
A veces, su omega pensaba las cosas demasiado.
Las manos del moreno recorrieron todo el cuerpo blanquecino. Acariciando con calma y dando ligeros pellizcos para robarle suspiros y jadeos que por un buen tiempo no había podido escuchar. Comenzó a frotarse descaradamente contra la entrepierna del omega haciéndole olvidar sus reclamos.
Baja sus manos a los glúteos redondos de KyungSoo y los amasa con lentitud. El omega apoya su cabeza en el pecho de su alfa, cerrando los ojos y dejándose arrastrar al paraíso de los dulces toques. En ese momento de olvida de todo menos de JongIn. Y le gusta sentirse libre y sin preocupaciones.
—Mmmh... —Jadea, cuando el moreno juega con su entrada. —JongIn...
El nombrado disfruta del momento especial; de la suave piel, de los bajitos jadeos, del estremecimiento del cuerpo entre sus brazos. Entonces, empuja sus caderas contra KyungSoo una y varias veces más, frotando las erecciones.
Está apurado, siente que el tiempo se le está yendo. Pero no quiere hacerlo rápido, quiero hacerle el amor a su esposo tal y como se lo merece, no a medias. Y sabe que KyungSoo también lo quiere, en especial cuando gime y junta sus temblorosas piernas.
—Uhm... —Su jadeo es agudo y JongIn baja la vista para el miembro de su omega.
—Precioso, voy a ayudarte. —Susurra con voz grave en el oído contrario erizándole la piel a KyungSoo.
Se arrodilla en la ducha y KyungSoo se pega a la pared, el frío de la mayólica choca con el calor de su cuerpo, jadea nuevamente y reconoce que está sensible y que a cualquier tacto su cuerpo va a responder inmediatamente.
—Jong... —Se alza en puntitas, pero el moreno lo sostiene de los muslos y lo hace bajar. —In... —Gime al sentir los labios cálidos de su alfa alrededor de su miembro.
Y si antes no tenía una completa erección, ahora sí. Y se encontraba dentro de la ardiente y experimentada boca de su alfa. KyungSoo aprieta sus manos alrededor de los anchos hombros bronceados cuando JongIn comenzó a chuparlo y lamerlo a su antojo haciéndolo un manojo de nervios.
El moreno alza la mirada y encuentra fascinante a su omega; con los ojos cerrados, los labios ligeramente entreabiertos y las mejillas sonrosadas. Aprieta con sus manos los muslos blanquecinos y le robó un jadeo a su omega, además de hacerlo tambalear. JongIn disfruta del miembro de KyungSoo en su boca, del pre-semen y de las manos níveas en su cabeza acariciándole. Le gustaba que su omega lo mimara.
JongIn se sorprende cuando KyungSoo empieza a mover su cadera despacio como si tuviera miedo de hacer algo prohibido. El moreno coloca sus manos en los glúteos redondos y clava sus dedos en ellos, el blanquecino se mueve más rápido, disfrutando de la boca y lengua del contrario.
Uno de los dedos morenos se hace camino hasta la estrecha entrada del omega, entra suavemente y KyungSoo gime con fuerza haciendo sus rodillas chocar una contra la otra. JongIn saborea la esencia de KyungSoo y con cuidado retira el miembro de su boca. El moreno sonríe y se levanta abriendo los brazos para dejar al más bajito acurrucarse en ellos.
El omega frota su cabeza contra el pecho fornido de su pareja y baja pausadamente su mano hasta el miembro del alfa. Comienza a acariciarlo y JongIn lo abraza más fuerte contra su cuerpo murmurándole cuanto lo ama y que tan perfecto es. KyungSoo sonríe ante las dulces palabras llenas de amor y quiere demostrarle a su alfa que el amor es recíproco.
Va a agacharse para poder hacerle una felación a JongIn, pero antes de que eso suceda se escucha un grito chillón viniendo de afuera.
—¡Papi!
KyungSoo se detiene y agudiza su oído, dudando si de verdad su pequeño Tae Oh lo estaba llamando.
—¡Papi!
Cierra la llave de la ducha ante la atenta mirada del moreno y hacen silencio para escuchar.
—¡Papi! ¡Papi!
JongIn frunce el ceño cuando KyungSoo abre rápidamente la cortina y sale a tropezones de la ducha, corre a ponerse la bata y desaparece en busca de su hijo. Suspira, si fuera algo grave KyungSoo estaría gritando asustado y como eso no sucede, gira la llave de la ducha, se coloca debajo del agua y con resignación tiene que deshacerse él mismo de su erección.
Tan cerca, pero tan lejos.
Apoya una mano en la pared y con la otra coge su miembro, piensa en KyungSoo y en todas las actividades sexuales que hicieron antes de tener a su adorado hijo. Recuerda las expresiones del omega, sus palabras tímidas y sus toques torpes. Imagina a KyungSoo en la ducha con él, arrodillado delante de su miembro y viéndole con sus grandes ojos negros y mejillas sonrojadas, en los prominentes labios en forma de corazón, en cómo se separarían y la cálida lengua se deslizaría por su longitud, luego el omega trataría meter todo el gran miembro dentro de su boquita y fallaría en el intento. Jadearía, y él bajaría sus manos para acariciarle el cabello y tranquilizarlo.
Su mano se mueve furiosamente sobre su erección, acercándose a su clímax con la imagen mental de un tierno KyungSoo junto a él.
Recuerda al omega en sus periodos de celo, cuando le pide, al principio, con timidez que lo folle y luego se lo exige. JongIn sonríe ante el recuerdo, el cumpliría todo lo que su esposo quisiera. Como cuando estuvo embarazado, el lívido del omega estuvo muy alto y solo era capaz de dormirse luego de una larga sesión de sexo. Oh, y le gustaba dormirse entre los brazos morenos y si no despertaba entre ellos, lloraría.
KyungSoo, KyungSoo, KyungSoo, todos sus pensamientos son sobre el omega.
JongIn separa los labios jadeando e inclinándose mientras su orgasmo se hace presente.
Cierra los ojos amando la sensación del agua recorriéndole desde la cabeza hasta los pies.
(...)
Termina de bañarse y sale de la ducha con cuidado de no resbalarse. Se amarra una toalla en la cadera y abre la puerta, mientras camina por el pasillo se pregunta lo que ha pasado con KyungSoo y Tae Oh, abre distraídamente la puerta de su habitación, pensando en ir a ver al cuarto del infante, sin embargo, gira el rostro y ve al omega acariciándole el cabello a su hijo. En su cama matrimonial.
JongIn suspira, debatiéndose si está molesto o feliz. Molesto porque el pequeño solía interrumpirlos en sus momentos calenturientos y feliz porque... Porque ama ver a su familia.
KyungSoo lo mira y le hace movimientos con la mano para que entre de una vez y deje de estar mojando el suelo. JongIn sonríe y forma un puchero con sus labios, pidiéndole a KyungSoo que vaya por él. El omega se levanta de la cama, el alfa lo escanea en su lindo pijama celeste.
—¿Tae está dormido? —Atrapa la cintura del omega y lo apega a él.
—Me vas a mojar. —Dice y voltea a ver a su retoño. —Está más que dormido.
—Uhmm... —JongIn apoya su cabeza en el hombro de KyungSoo. —Tú ya estás mojado. —Murmura.
—¿Qué?
—Por aquí... —JongIn baja sus manos y las mete dentro del pantalón celeste, aprieta las nalgas y KyungSoo da un respingo.
—No hagas eso, ¿y si nos ve? —Lleva sus manos atrás para sacar las del alfa.
—Dijiste que estaba más que dormido... —Canturrea en el oído contrario y luego muerde juguetonamente el lóbulo de la oreja.
Ríe seductoramente y jala al omega fuera de la habitación, dejan la puerta entreabierta y caminan abrazados.
—¿A dónde crees que me llevas? —Soo palmea los fuertes brazos bronceados.
—A hacerte el amor. —Responde, guiñándole un ojo y haciendo al omega estremecerse.
JongIn abre una puerta y los adentra a ambos.
KyungSoo observa alrededor.
—No tendré sexo contigo en la cama de mi hijo. —Intenta frenar a JongIn de conducirlo hasta la cama con colchas de carritos.
JongIn arquea una ceja.
—Pero hay una alfombra. —Dice, creyendo que ha resuelto el problema.
KyungSoo abre los ojos de sobremanera, listo para replicar, pero en un abrir y cerrar de ojos, el moreno ya los tumbó a los dos sobre la gran alfombra gruesa de felpa. Y antes que pudiera levantarse, JongIn envuelve sus manos en la cinturita del omega y lo jala hacia abajo, justo encima de su nueva erección.
El omega mira hacia abajo sorprendido que su alfa ya este excitado.
La toalla en la cintura del moreno cae hacia un costado, KyungSoo se alza un poco y ve el miembro de su pareja.
—Pequeño curioso.
Alza la vista hacia JongIn.
—N-no.
El moreno coge la cadera contraria fuertemente y jala de adelante hacia atrás, produciendo que los glúteos de KyungSoo se movieran sobre su erección.
—¿Quieres hacerlo solito?
El omega se muerde el labio inferior mirando hacia la puerta.
—Tae está durmiendo... Terminamos y luego vamos a dormir con él. —Trató de convencerlo. —Vamos, precioso, no me dirás que no quieres. —Metió sus manos dentro del ancho pantalón celeste. —Estás mojadito para mí. —Soltó, sintiendo ligeramente la lubricación natural del omega.
—Tonto. —Abulta los labios y se echa sobre el pecho húmedo del moreno.
JongIn le da varios besos rápidos sobre los labios acorazonados mientras sus manos siguen acariciando las nalgas. KyungSoo gime dejándose llevar y olvidándose que su pequeño hijo está a un par de habitaciones de donde ellos están.
El omega dentro de KyungSoo tiene la necesidad de unirse con alfa de JongIn, quiere sentir al moreno tocándolo y besándolo por todo su cuerpo, quiere le marque, que le susurre palabras amorosas y que le haga gemir. Oh, KyungSoo también estuvo extrañando mucho la intimidad con su pareja.
El omega ladea el rostro permitiéndole al alfa mordisquear su cuello. En paralelo, las rápidas manos morenas tratan de bajar los pantalones celestes de pijama, el blanquecino gruñe y vuelve a sentarse sobre la erección del moreno y se pone de rodillas para quitarse él mismo sus cómodos pantalones. Al hacerlo, los ojos de JongIn recorren las piernas de KyungSoo, está más rellenito que antes de tener a Tae Oh, por ende, sus glúteos también crecieron un poco y le encanta verlos. Pero le encanta más agarrarlos, apretarlos y morderlos.
KyungSoo apoya la palma de sus manos en el pecho bronceado y empieza a mover sus caderas despacio con la atenta y devoradora mirada de JongIn sobre él.
—Mi vaquerito.
El omega se sonroja y da un par de golpes débiles en el pecho moreno. A JongIn le gusta molestarlo diciéndole palabras cursis. Después, el alfa aprieta la cadera contraria y agarrándolo fuertemente hace a KyungSoo subir y bajar, rebotando sobre su erección. Pasan los segundos y JongIn nota cuan húmedo se pone el bóxer de KyungSoo, una de sus manos se posa en la entrepierna de su pareja, acariciándole encima de la prenda. El omega gime y se mueve contra su mano, pidiendo indirectamente más y más.
JongIn quería enredar sus dedos en el cabello negro de KyungSoo, no habían tenido intimidad hace tiempo —lo que ocurrió en la ducha ni siquiera cuenta, según Kim— y el moreno casi había olvidado lo bien que se sentía el tener a su lindo omega frotándose contra él. Oh mierda, era genial, pero todo iba a mejorar una vez le quitara ese diminuto bóxer.
KyungSoo soltó una plétora de gemidos y se echó sobre el cuerpo bronceado manteniendo los movimientos de su cadera, JongIn escabulló una de sus manos dentro del bóxer negro y acarició con las puntas de su dedo el miembro de su pareja, quien se tensó y alzando la cabeza para mirarlo gimió dulcemente su nombre.
—JongIn... —Dejó de mover la cadera y presionó su erección contra la mano bronceada mientras su orgasmo aparecía. —Uhmm...
La mano morena que aún reposaba en la cadera blanquecina descendió hasta los glúteos y les dio una palmada, KyungSoo gimió en respuesta contra el pecho bronceado. Luego, con la punta de su lengua lamió una de las tetillas de KyungSoo, tomándolo por sorpresa. Enredo su lengua en la tetilla y mordió suavemente mientras sentía una mano acariciándole el cabello y la otra los glúteos.
Con cuidado, JongIn invirtió la posición. Ahora, KyungSoo estaba acostado sobre la alfombra de felpa y él se cernía sobre el cuerpo más pequeño, apoyado en sus manos y rodillas.
Los grandes ojos del omega brillaron, sonrió y ladeó su cabecita, mientras separaba sus piernas y dejaba ver su entrada.
—Alfa... —Susurró bajando lentamente su mano desde su pecho hasta su entrepierna.
JongIn gruñó más que excitado, estaba maravillado. Flexionó los codos y su rostro quedó a centímetros del contario con sus narices rozándose como si se dieran un sutil beso esquimal, sus respiraciones se mezclaron y no dudo en cortar la poca separación con un beso efusivo, haciendo que KyungSoo separara los labios y él podría adentrar su lengua. El omega gimió en el beso mientras pasaba sus brazos por los anchos hombros bronceados, abrazándolo sin querer soltarlo.
KyungSoo temblaba por haber estado privado de las caricias de su esposo y su miembro volvía a ponerse duro. En el beso, JongIn dirigió una de sus manos al miembro y sus movimientos fueron lentos, el omega jadeó y rompió el beso para morderse su labio inferior y cerrar sus ojos. A JongIn no le gustó eso, así que, repartió besos por el rostro sonrojado y murmurándole que era hermoso le pidió que le mirara y que le dejara escucharlo. KyungSoo cedió a las peticiones de su esposo.
JongIn se alejó y KyungSoo lo jaló de regreso posesivamente, volviendo a mover su cadera y así frotarse contra la erección de su alfa.
—Precioso... —Le susurró y mordisqueó el lóbulo de su oreja, tomó con suavidad sus manos y las colocó encima de la alfombra de felpa para poder alejarse.
KyungSoo lloriqueó queriendo el calor del cuerpo de su alfa. Sin embargo, se detuvo cuando vio al moreno arrodillado e inclinando hacia su entrepierna. JongIn separó las piernas de KyungSoo y apretó los muslos rellenitos, luego bajó su cabeza y llevó su lengua a hacer círculos alrededor de la entrada del omega, quien se estremeció al primer contacto.
Entonces, lo devoró con ansía forzando su lengua dentro de la estrecha entrada, el cuerpo de KyungSoo se movió de un lado a otro y JongIn tuvo que llevar una de sus manos a su cintura para poder dejarlo quieto. El omega luchaba por mantener sus piernas separadas al mismo tiempo que sus gemidos salían disparados. Él ya estaba deseoso de sentir a su alfa dentro suyo.
—¡Alfa! —Chilló al sentir dos dedos largos dentro suyo.
—Uhm, precioso... —Murmuró viendo el pequeño cuerpo moviéndose contra sus dedos. —Estás cachondo. —Afirmó.
—¡JongIn! —Frunció su ceño listo para reclamar y negar. Pero su alfa fue más rápido. —¡Ah! ¡Uhm! —Y mordió su labio inferior con fuerza sintiendo el miembro del moreno entrando dentro suyo.
Cualquier pensamiento en KyungSoo desapareció en el momento en el que la punta hinchada del miembro de su esposo entró en su interior. Su estrecha entrada se rendía ante JongIn y él solo podía gemir en respuesta, moviendo sus manos frenéticamente sin saber dónde colocarlas.
JongIn jaló el cuerpo níveo, las nalgas contrarias chocaron contra sus muslos bronceados y enredo las piernas rellenitas alrededor de su cadera para empezar a moverse lentamente. KyungSoo se desesperó.
—¡Más! ¡Más! —Pidió. —Más... —Abultó sus labios y sus ojitos suplicaron.
El moreno no podía negarse a dichos pedidos.
Agachándose para lamer las tetillas paraditas de KyungSoo comenzó a mover su pelvis más rápido. El omega lo recibió con mucho gusto enredando sus manos en sus cabellos castaños mientras sentía la lengua cálida de su alfa recorrer su cuerpo.
—¡Ah! ¡Ah! —Dejó el cabello de su alfa y apretó la alfombra con sus manos.
JongIn besó el cuello de KyungSoo preparándose para morderlo, para renovar la marca que le hizo la primera vez que estuvieron juntos haciendo el amor. Pasó una de sus manos debajo del cuerpo más pequeño, acariciando la espalda baja y dando pellizcos de vez en cuando. KyungSoo respondió arqueando su espalda y frotando su erección contra el abdomen de JongIn, dejando una delgada capa de líquido preseminal.
Siguió golpeando el punto dulce de su amado hasta que KyungSoo clavó sus dedos en espalda bronceada anunciado que estaba llegando a su clímax.
—¡Ah!
—Mírame, precioso. —Pidió sin dejar de embestir. —Mírame.
KyungSoo lo miró con sus grandes ojos destellantes y separó sus labios en forma de corazón para gemir con fuerza su nombre.
—¡JongIn!
El nombrado jamás olvidaría ese momento.
KyungSoo manchó su estómago y el de su esposo, sin embargo, a JongIn no le molestaba. Siguió admirando a su lindo omega quien jadeaba cansado. Un par de estocadas más y el alfa se acercó a morder el hombro de su omega con fuerza mientras el nudo se formaba y lo llenaba con su esencia.
Apoyó su frente sobre la contraria.
—Te amo, precioso.
—Uhm... —Se estremeció por el nudo dentro suyo. —Te a-amo. —Correspondió abultando sus labios y JongIn no dudo en acercarse a besarlo. —Tú limpiarás el desastre.
JongIn asintió bobamente.
Cuando el nudo bajó, JongIn despertó a KyungSoo quien por el cansancio quedó dormido. Se bañaron entre caricias y besos castos, para después acurrucarse en su cama junto a su hijo a quien abrazaron muy felices.
—Soo...
—¿Uhm?
—Podemos hacer más de eso si el niño duerme en- —Y recibió un almohadazo en la cara.
—Si mi bebé quiere dormir aquí, va a dormir aquí. Punto.
—Entonces, ¿te haré el amor en esa alfombra siempre? —Preguntó juguetón.
—JongIn duérmete.
—Preciosooo...
—Shhhh.
FIN.
olu
Aspiren a un Kim JongIn que les diga "mi vaqueritx", nada menos.
🐻Gracias por leer 🐧
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro