10. Dulce y apasionado.
Continuación de KaiSoo como modelos.
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Va a ser el aniversario de un año de relación de Kim JongIn y Do KyungSoo y todo el pueblo lo celebra a lo grande. Muchos programas los invitaron a que revelen tips para una relación larga y llena de amor, hicieron un cameo en un k-drama de moda y participaron en un reality show. A un par de días del aniversario, el simpático Kim JunMyeon canceló todas las demás actividades que tenían programadas y les regaló un viaje a una isla paradisíaca donde estarían alejados de la prensa y de los fanáticos. Además, quería deshacerse de ellos por un rato.
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—Su aniversario será en dos días y como soy el mejor manager del mundo logré desocupar sus agendas.
La joven parejita aplaudió como focas, alegres de poder descansar de su ajetreado trabajo. Y, sobre todo tener más tiempo para compartir en pareja porque, aunque no lo parezca, tenían más trabajos separados que juntos, con horarios que chocaban y que les hacía imposible verse incluso en la noche.
—Además, —Alzó su dedo índice y con su mano izquierda les acercó un sobre. —Este es mi regalo para ustedes. —Sonrió ampliamente.
—¿Una tarjeta de felicitaciones, Hyung? —JongIn sonó decepcionado.
—Shhhh, Nini. —KyungSoo le golpeó el hombro. —Muchas gracias, Hyung. —Y tomó el sobre.
—Ábranlo. —Ordenó, cruzándose de brazos y preparadísimo para que el moreno se disculpara cuando viera el inigualable obsequio. Él era el mejor Hyung del universo.
KyungSoo rompió el sobre torpemente y cayó un ticket sobre su pierna, lo tomó y sus ojos se abrieron en sorpresa cuando vio lo que era.
—¿Nos vamos a ir de viaje? —Susurró perdido y sacando una tarjeta que había quedado dentro.
—Ustedes irán de viaje, ese es mi regalo. —Arqueó una ceja. —Surprise motherfucker!
JongIn que en la escuela había reprobado inglés y que se había graduado por algún milagro de la vida, miró a su novio que se reía y movía como gusanito.
—¿Me insulto o qué?
—No, Nini. —Soo le acarició el brazo. —¡Nos vamos de viaje! —Chilló alegremente.
El moreno olvidó lo que sea que JunMyeon haya dicho, se enfocó en su bellísimo KyungSoo y en la felicidad que irradiaba. Lo abrazó y besó efusivamente sin importarle la tercera persona en la habitación. JunMyeon rodó los ojos y salió del cuarto de reuniones suspirando y dándose palmaditas en el hombro porque ¡descansaría de cuidarlos luego de muchos meses de constante estrés! Aleluya, amén.
(...)
KyungSoo movía sus pies de adelante hacia atrás mientras estaba sentado esperando que JongIn y JongDae llegaran al aeropuerto. El moreno había acudido en una entrevista de último momento de la cual su queridísimo manager no lo pudo librar, sin embargo, les habían asegurado que terminaría antes del vuelo, así que, se adelantaron en ir al aeropuerto y hacer un par de transmites.
Infló sus mejillas por aburrimiento y recordó al cantante favorito de su chófer, MinSeok. Botó el aire contenido y ladeó la cabeza rememorando como JongDae casi se desmaya cuando conoció a su idol favorito. Ese día habían acudido a un programa de juegos y, en el estacionamiento tuvieron la suerte de que ambas camionetas hayan aparcado una al lado de la otra. ¡Y así se inició una hermosa historia de amor!
Bueno, algo por el estilo. Porque recién se estaban conociendo, sin embargo, ese no era ningún impedimento para KyungSoo, JongIn y JunMyeon de elaborar una apuesta sobre quien daría el primer paso. Los dos Kim votaron en que sería JongDae y Do eligió a MinSeok.
Volviendo al presente, el modelo giró su cabeza y observó a su manager tecleando rápidamente con una gran sonrisa en el rostro. Oh, seguro estaba hablando con Joohyun Noona. A SuHo le estaba yendo muy bien en el amor. KyungSoo frunció el ceño, al parecer, a todos les iba bien. Aunque siendo sinceros, el más bajito últimamente dudaba sobre su relación.
Parte de su alegría por el viaje era porque esperaba volver a conectar con JongIn, estando los dos solos sin nadie que los presione. Y no es que el dudara de la fidelidad del moreno, es solo que el tiempo para convivir era escaso; ambos llegaban cansados a su departamento más que listos para dormir y, dependiendo de su agenda se levantaban uno más temprano que el otro. Lo más frustrante para KyungSoo era cuando acudían al mismo canal televiso, pero asistían a distintos programas, ya sea en vivo o para grabar. Oh, no hay que olvidar que cuando iban juntos nadie despegaba un ojo de ellos, haciéndoles sentir incómodos.
KyungSoo había abrazado muy fuerte a SuHo agradeciéndole por el regalo y prometiéndole que le compraría algo bonito para cuando sea su aniversario con Irene.
Do hizo una mueca con los labios, pensativo y decidió arrastrase por los asientos lentamente hasta que su codo chocara con el de su mayor y así recostar su cabeza en el hombro contrario, sabiendo que JunMyeon no demoraría en hacerle alguna pregunta y él aprovecharía el momento para sacar sus inquietudes.
No importaba cuando tiempo llevara siendo pareja de JongIn, seguía sintiéndose inexperto y con temor de pisar mal y caerse. Un pequeño consejito no le vendría mal.
—¿Estás bien, Soo? —SuHo dejó de prestarle atención a su celular y le miró.
—Sí... —Jugueteó con sus dedos.
El mayor entrecerró los ojos por no estar convencido por el tono de la respuesta. ¡Conocía a KyungSoo como la palma de su mano! Era como su pequeño hijo consentido.
—¿Qué hizo JongIn esta vez?
El menor detuvo el vaivén de sus pies y los apoyó en el suelo.
—¿Crees que nuestro amor pueda acabarse?
El mayor suspiró y rodeó con uno de sus brazos al joven acostado sobre él.
—KyungSoo, —Empezó fuerte y claro. —JongIn y tú se aman demasiado, tranquilo... Aunque, ¿A qué se debe la pregunta?
—Tengo miedo que él deje de amarme... Tú sabes, nosotros dos trabajamos mucho y casi todo el tiempo estamos alejados. En casa hablamos muy poquito porque llegamos agotados y por eso mismo ya ni nos tocamos. —Puchereó, abrazando el brazo de SuHo y balanceándose como un niño haciendo rabieta.
SuHo rodó los ojos por lo último que KyungSoo dijo. —No hay necesidad que estén teniendo relaciones a cada instante. —Le apretó la cintura. —Aprovecha esas dos semanas de vacaciones con él, cuéntale sobre tu inseguridad y busquen la forma de resolverlo.
El menor asintió muy atento a las palabras de su mayor. —Ahora eres todo un experto en el amor. —Lo fastidió amistosamente. —¿Por qué no viajas con nosotros?
—Ya dije que no haré un trío con ustedes.
—¡Hyung! —Se enderezó y cubriendo por reflejo su boca comenzó a carcajearse escandalosamente.
—Shhhh, no llames la atención, Soo. —Le reprendió y luego le acomodó el cubrebocas y el gorro negro. —Recuerda que nadie debe de enterarse de a donde estás viajando. No publiquen nada en las redes sociales.
—¡Entendido! —Chilló, mientras JunMyeon miraba hacia todas partes asegurándose que todas las demás personas siguieran en lo suyo y no mirándolos.
KyungSoo se desparramó en el asiento, sacó su celular y como un acto del destino le llegó un mensaje del amor de su vida. Desbloqueó rápidamente el móvil y leyó.
KyungSoo rio alegremente y le mostró su conversación a su manager quien deseó internamente que JongIn llegara de una vez para meterlos en el avión y no saber más de la vida sexual de ambos jóvenes.
Veinte minutos después, JongIn logró llegar junto a JongDae quien se fue de inmediato porque tenía una cita. La parejita feliz y acaramelada resistieron las ganas de comerse a besos hasta que por fin anunciaron su vuelo, se despidieron de su manager y tomados de la mano fueron a abordar.
—Nini, hay un montón de cosas para hacer. —Comenzó Soo una vez entraron en el avión y tomaron asiento. —¿Qué te gustaría hacer primero? —Le mostró el catálogo. —Hay actividades dentro y fuera del ho-
—No importa mientras este contigo. —El moreno interrumpió y apretó el muslo de su novio. —Planifícalo tú, yo haré todo lo que tú quieras.
A pesar de la brillante sonrisa en el rostro de JongIn, KyungSoo percibió (o supuso) desinterés en su novio. Se sintió triste y desilusionado. Quería que ambos lo planeasen para mezclar actividades que ambos les gustasen, además, al hacerlo podían conocerse a fondo porque uno nunca termina de conocer a su pareja. Cerró el catálogo y se giró a ver hacia la ventana, esperando que el avión despegase de una vez.
—¿Estás cansado, Soo? —Se sorprendió al ver a su novio darle la espalda.
—Uhm... Me duele la cabeza, no me hables. —Cerró sus ojos y al poco rato se sintió mal por haberle respondido a su pareja de manera tan fría.
Cuando el avión estaba listo para despegar, JongIn se percató que su pequeño Soo se había quedado dormido, cogiéndolo por los hombros lo echó sobre él y le dio un par de besitos en sus mejillas. La comodidad de Soo era lo más importante, además no quería que se despertara con el cuerpo doliéndole.
Pasaron las horas y el avión aterrizó. Con cariño, JongIn despertó a KyungSoo quien se veía adorable somnoliento. Cogieron sus maletas de mano de la parte superior e hicieron la fila para bajar. En tierra firme caminaron entusiasmados a recoger sus demás pertenencias. El sueño desapareció del pequeño cuerpo y ahora rebosaba de alegría.
—Como hemos llegado tarde, ¿deberíamos cenar dentro del hotel? —KyungSoo preguntó apoyado en su maleta con ruedas mientras veía a JongIn levantando su propia maleta de la cinta transportadora. —¿O deberíamos dejar las cosas y salir a buscar un restaurante?
—Como quieras, amor.
El mayor arrugó el entrecejo y empezó a caminar hacia la salida. El menor se apuró y caminó a su lado, pasaron las puertas de vidrio y observaron a la gente con carteles, ellos buscaron el que tuviera el nombre de su manager; usando esa técnica podían despistar a la gente.
—Ahí está. —JongIn cabeceó hacia un hombre alto y rubio.
KyungSoo no perdió el tiempo y caminó hacia allá. El moreno miró extrañado a su novio porque su comportamiento reciente lo estaba descolocando.
—Quizá está cansado. —Dedujo.
Cuando metieron sus cosas en la maletera y se sentaron en los cómodos asientos de la camioneta negra, el conductor se presentó como MinHo, un conocido de JunMyeon y, si necesitaban ayuda podían pedírsela. El transcurso fue silencioso, a pesar de los intentos de JongIn de entablar una conversación con su novio, pero el bajito estaba más concentrado en observar las calles por la ventana. El moreno bufó, molestándose, se cruzó de brazos y se durmió.
Fue despertado por MinHo, al bajar vio a KyungSoo caminando con su maleta hacia el hotel. JongIn gruñó, cogió su mochila y corrió hasta alcanzar al más bajito. Lo miró por el rabillo del ojo mientras hablaba con el recepcionista quien les dio una llave para su lujosa habitación. Llegaron dos botones que cogieron sus maletas y los condujeron por el hotel hasta su respectiva habitación.
—Esperamos disfruten de su estadía aquí.
—Muchas gracias. —Cerró la puerta y se encontró con JongIn observando la gran cama matrimonial, se acercó y formó una "o" con sus labios. SuHo había puesto bastante esfuerzo en el viaje.
En el centro de la gran cama blanca había un corazón formado por pétalos de rosas, en una de las esquinas había una mesa plegable tipo bandeja y encima de ella chocolates y una cubeta con hielo y champagne.
—¿Deberíamos brindar por nuestro amor? —JongIn lo abrazó por detrás.
—No lo sé, dime tú. —Respondió desanimado.
Todo era muy bonito, pero no sentía la magia del amor rodeándolo.
—¿Qué te pasa, KyungSoo? Has estado actuando distante. —El moreno lo giró y se vieron a los ojos.
—Quiero escuchar tu opinión también. —Soltó. —Se supone que es nuestro aniversario, de ambos, de los dos, tú y yo. —Enfatizó. —Yo no puedo planear todo solo.
JongIn arqueó una ceja evitando sonreír. —¿Estás molesto por eso?
—No te rías, estoy siendo serio. —KyungSoo retrocedió, soltándose del agarre de su novio. —Por nuestro trabajo no tenemos tiempo para nosotros y yo quería disfrutar a lo máximo de las dos semanas, sin embargo, me siento triste. —Su tono fue bajando. —Puede sonar estúpido, pero es así como me siento. ¿Qué pasa si terminamos por nuestra agenda apretada? —Sus ojos se cristalizaron y JongIn comprendió lo grave de la situación.
Tomo las manos de KyungSoo entre las suyas y les dio un ligero apretón. —Soo... —Y lo jaló para envolverlo en un cálido abrazo. —Cada día te recuerdo que te amo, cada día te doy besos, te abrazo y te acurruco entre mis brazos. Perdóname si no puedo hacer más para demostrarte cuando te amo.
JongIn acarició la espalda de KyungSoo cuando lo escuchó llorar.
—Planearemos esas dos semanas mañana, ¿sí? Hoy estamos cansados y sentimentales. —KyungSoo pasó sus manos sobre sus hombros y se subió sobre él, JongIn rio y apretó los muslos rellenitos mientras lo llevaba hacia la cama. —No llores, amor. —Dijo, acostándolo y pasando las yemas de sus dedos por las suaves mejillas.
—Abre el champagne.
JongIn apoyó su frente en la de su novio y se rio suavemente. —Hay algo que podemos hacer que es mucho mejor que beber.
KyungSoo le dio un beso en la nariz. —¿Sexo de reconciliación?
—Me lees la mente, bonito.
Entonces, el mayor mordió suavemente el mentón contrario y aparecieron sobre la piel morena tenues marcas rojas.
—Mío. —KyungSoo dijo abrazando fuertemente a su novio. —Mío, mío, mío.
JongIn sonrió contra el cuello del blanquecino. —Amor, voy a dejar el champagne y los chocolates en la mesa de noche antes de que hagamos un desastre.
Puchereando soltó al moreno y colocándose de costado observó cómo con cuidado movía las cosas. JongIn le devolvió la mirada junto con una sonrisa coquetea y se sentó en la cama, apoyándose en las grandes almohadas y deshaciendo con su cuerpo el corazón de rosas.
—Ven aquí, cariño. —Estiró sus brazos y KyungSoo gateó velozmente hacia ellos, tirándose sin cuidado sobre su novio. JongIn se rio al sentir al cuerpo más pequeño cayéndole encima.
—Te quiero. —El blanquecino apoyó su cabeza en el hombro de su pareja.
El moreno giró a verlo y se acercó para atrapar con su boca los labios en forma de corazón, encajaron a la perfección como si fueran piezas de un rompecabezas. JongIn presionó el cuerpo pequeño contra el suyo y con sus dedos trazó líneas invisibles por la estrecha espalda. KyungSoo jadeó, pero el beso no bajo su intensidad. El deseo entre ambos iba en aumento, sus manos traviesas recorrían el cuerpo contrario, tocando con cariño y dulzura, intentando trasmitir todo lo que días pasados no pudieron por diversos motivos.
El amor seguía vivo en ellos.
JongIn le dio un pellizco a la cadera de KyungSoo antes de que sus labios se separaran.
—Yo te amo. —Acarició la mejilla pálida que iba tiñéndose de un suave rubor rosado.
—Dímelo mientras me follas.
Las comisuras de los finos labios de JongIn se alzaron apenas escuchó eso. Su preciado KyungSoo estaba feliz y él se encargaría de consentirlo.
—A sus órdenes, bebé. —JongIn se movió haciendo que su novio cayera en el colchón y rebotara ligeramente. El moreno bajó de la cama y se quitó las zapatillas, luego se las quitó al más bajito. —¿Algo más, majestad?
KyungSoo puso su mano en su mentón, pensando. —Uhm, quiero muchos, muchos besos.
JongIn apoyó su rodilla en la cama mientras asentía. —Seré gentil.
El mayor se sentó y su rostro quedó a milímetros del menor. Lo rodeó con sus delgados brazos e hizo que sus narices se rozaran en un beso esquimal. —Puedes darme duro, aunque sea pequeño.
—Atente a las consecuencias. —Susurró, empujándolo hacia las almohadas.
KyungSoo lucía angelical, rodeado de mucho blanco y por la mente de JongIn cruzó la idea que su novio se asemejaba más a su diablillo.
El mayor separó sus piernas en invitación al menor. JongIn se lamió el labio inferior y jugueteó con la cremallera de KyungSoo, bajándola y subiéndola lentamente, regresando su vista a su adorable novio con un puchero en sus labios, se acercó y le plantó un pico.
Bajó el cierre y Soo alzó su cadera para que pudiera sacarle el jean. JongIn se deleito con las piernas rellenitas y a su alrededor los pétalos de las rosas.
—¿Puede tomarte una foto?
KyungSoo ladeó la cabeza. —No estoy usando ropa interior bonita.
—No la necesitas, más bien —Sus ojos se oscurecieron por la lujuria. —Podría quitarte esos y tomarte la foto sin nada.
—Pervertido. —Canturreó, moviendo sus piecitos.
El rostro de JongIn se iluminó y se alzó de hombros para luego agacharse, lamer y mordisquear los muslos internos de su novio. Una y otra vez, escuchando atentamente los jadeos del mayor. Por su parte, KyungSoo cerró los ojos y se dedico a sentir los labios de JongIn recorriendo su piel, abrazó una de las almohadas como reflejo y su cuerpo se estremeció.
—Tu cuerpo reacciona tan bien a mis toques... —KyungSoo casi da un brinco cuando sintió la voz grave de JongIn en su oído.
Abrió sus ojos y se encontró con que su novio estaba arrodillado y sacándose el polo. La piel bronceada le saludó y él muy obediente se sentó y estiró sus manos para tocar y delinear con sus dedos los trabajados músculos del menor. No importaba cuantas veces viera ese cuerpo, siempre quedaría embobado como la primera vez. Se arrodilló y llenó el abdomen bronceado de besos húmedos, JongIn acarició su cabeza con una de sus manos y Soo subió sus labios al pecho hasta tocar una de las tetillas para lamerla y morderla a su gusto. JongIn lo jaló del cabello sin emplear mucha fuerza y lo separó de su cuerpo.
Las manos morenas se dirigieron al polo de su novio y lo levantaron dejando expuesta la tierna piel. KyungSoo alzó los brazos y pudo retirarse la prenda. Se sonrieron, alabando mentalmente el cuerpo contrario. KyungSoo movió su cadera dulcemente fingiendo inocencia, JongIn gruñó incómodo por el bulto en sus pantalones, así que, su siguiente movimiento fue sacárselo para luego tumbarse en la cama con su novio encima de él.
KyungSoo realizó movimientos pélvicos, chocando su erección con la de JongIn. Aún mantenían los bóxeres y eso hacía desesperar al moreno que quería arrancarle la prenda, ponerlo en cuatro y darle hasta el amanecer, pero se contuvo porque sabía cuan especial era el momento. Y lo que más quería era que KyungSoo junto a sus sentimientos se vieran priorizados.
El blanquecino se agachó para pasar sus labios por el estómago bronceado y acarició con la mano la entrepierna contraria, dándose cuenta que la prenda estaba húmeda por el pre-semen. Y se sintió jodidamente bien, porque JongIn lo deseaba, a pesar, de todo el tiempo junto y de todas las veces que hicieron el amor, JongIn todavía lo deseaba a él.
Los dedos largos de JongIn fueron al elástico del bóxer de KyungSoo y lo bajaron lo suficiente para que el miembro saliera.
—Uhmm... —Se echó sobre el pecho de su novio, gimiendo al sentir una de las manos tocándolo íntimamente.
Los orbes color chocolate de JongIn brillaron seductoramente y atractivamente mientras miraba a su pequeño novio gimiendo contra su pecho.
—Eres adorable incluso en esta situación.
—¿No querrás decir follable? —KyungSoo se separó, apoyándose en sus rodillas y bajó completamente el bóxer, lo deslizó por sus piernas y finalmente lo tiró fuera de la cama.
JongIn gruñó examinando el cuerpo frente a él, enrolló uno de sus brazos en la cintura de KyungSoo y lo jaló hacia él. Soo rápidamente se acomodo sobre su novio. Volvieron a besarse, esta vez fue más lento y cuando el mayor separó sus labios, el menor no tardó ni dos segundos en adentrar su lengua. KyungSoo disfrutaba mucho de esa clase de besos lentos mientras JongIn le acariciaba la espalda baja, demostrándole cuán importante era.
Entonces, sus erecciones se rozaron y ambos jadearon rompiendo el largo beso. El moreno estiró el brazo, sacándolo de la cama y llegó hasta la mesita de noche, abrió con apuro el primer cajón y tal como había sospechado, encontró un lubricante y condones. ¡Bendito sea Kim JunMyeon!
KyungSoo balanceó su cuerpo atento a los movimientos de su novio. JongIn destapó el lubricante y echó un poco entre sus dedos para luego mirarlo coquetamente y con la mirada oscurecida por su lívido creciente.
—¿Listo, cariño?
Soo asintió y lamió una de las tetillas de JongIn quien jadeó en respuesta. Con una mano tenía abrazado a KyungSoo y le acariciaba la espalda baja, la otra mano la dirigió a la entrada rosadita, al meter un dedo, su novio le mordisqueó suavemente la tetilla que con anterioridad había estado chupando.
JongIn movió su dedo en círculos y KyungSoo tembló agarrándose fuertemente del cuerpo moreno debajo de él. Soo levantó la cabeza cuando sintió un beso en su frente, JongIn lo miraba con adoración, como si estuviera viendo a lo mejor del mundo y los grandes ojos de KyungSoo se cristalizaron porque los ojos de JongIn irradiaban amor.
El moreno repartió besos por las sonrojadas mejillas e ingresó el segundo dedo. Soo mordió su labio inferior para evitar sollozar y escondió su rostro en el cuello contrario mientras se estremecía de placer. Kim notó que el músculo se iba relajando al compás de los movimientos de tijera, dándole un último beso en el cuello a KyungSoo, lo soltó y acomodó en la cama para luego colarse encima de él.
El mayor separó sus piernas instintivamente, siendo sumiso a la mirada potente del menor. JongIn le acarició las piernas, las apretó y las besó. También, le dio un beso en su pancita.
—La belleza de una rosa no tiene comparación con la dulzura de tu rostro y la hermosura de tu corazón.
KyungSoo rio cubriéndose el rostro por el repentino piropo de JongIn.
Entonces, el moreno entró de una sola estocada haciendo gemir a su novio. Había pasado tanto tiempo de la última vez que ambos lo sintieron como si fuera la primera. Sus corazones se aceleraron, sus manos acariciaban torpemente queriendo demostrar cariño, las palabras acarameladas no se hicieron esperar y miles de besos fueron repartidos.
JongIn agarró las piernas de KyungSoo y las enredó en su cadera, de esa forma se permitió llegar más profundo. El mayor dejó salir una plétora de gemidos, arqueó su espalda y mordió su labio inferior tratando de lucir sexy para su pareja. A JongIn le había encantado la reacción y con más ánimo continuó. Tocó el punto dulce de KyungSoo, una, dos, tres, cuatro y muchísimas veces más.
La cama golpeaba con la pared y el mayor amó ese sonido. Abrió los ojos, dejó de apretar las sábanas blancas y pasó sus manos por los hombros del menor.
—Cárgame. —Ordenó y señaló hacia el balcón.
JongIn abrió sus ojos en sorpresa, hizo una mueca con su boca y levantó a KyungSoo quien se apegó a él y soltó un chillido al sentir el gran miembro de JongIn yendo más hondo. Escondió su rostro en el cuello del moreno y le mordió el hombro juguetonamente mientras movía su cadera.
El moreno observó a través del vidrio, estaba anocheciendo y el mar casi no se veía. Soo giró su rostro entusiasmado.
—Ahora puedes decir que me follaste mirando el anochecer. —Murmuró seductoramente. —¡Ah! —Chilló, al sentir las grandes manos amasando sus glúteos.
JongIn no redujo su agarre en las redondas nalgas y comenzó a entrar y salir de KyungSoo con rapidez y fuerza, sin poder controlarse porque había recordado las palabras dichas por el mayor hace un buen rato. Estaba reclamando a KyungSoo como suyo y quería que todos lo supieran. Él también había tenido inseguridades sobre su relación y haberse dado cuenta que no era el único lo alivió, lo habían hablado y ahora lo tendrían más en cuenta para el futuro.
El corazón de KyungSoo latía rápido por él, KyungSoo lo amaba y se preocupaba por él, por su relación.
—Ahh... —Escuchó cuando mordió con fuerza el hombro níveo, buscando marcarlo.
—Soy tuyo ¿verdad, bebé? —Logró decir entrecortadamente.
—¡Sí, mío! —KyungSoo bajó sus piernas y se dio la vuelta, saliendo de Kim, pero rápidamente JongIn pudo entrar en él de nuevo. —¡Ah! ¡Más, Nini!
El más bajo se apoyó en el vidrio de la puerta que los separaba del balcón. Sus piernas temblaron y JongIn lo sostuvo de la cadera, acercando su rostro al de él, se besaron con pasión y el moreno acarició con su mano libre el miembro de su novio. Dio varios golpes en la próstata del mayor combinado con el movimiento de su mano, el cuerpo de Soo tembló.
—Uhmm... —Se encogió, gimió y su semen manchó la mano bronceada además del vidrio.
Sintió la respiración de JongIn en su oído.
—Estoy cerca...
KyungSoo acarició el hermoso rostro de su novio y lo haló del mentón, para besarlo lentamente. Dio un pequeño brinco cuando JongIn apretó fuertemente su cintura y sintió la esencia de JongIn dentro de él, llenándolo.
Las manos de JongIn viajaron a los botoncitos de KyungSoo y comenzaron a sobar, el cuerpo más bajo se echó hacia atrás.
—¿No estás cansado?
—Dijiste que podía darte duro. —Se defendió. —Aún es muy temprano para dormir. —Le mordió el lóbulo de la oreja.
E hicieron el amor hasta el amanecer.
FIN.
Hi
Hemos llegado al cap 10, así que, quería saber cuál de todos —hasta ahora— ha sido el que más les ha gustado👀.
Yyyy, la próxima semana no actualizaré, jiji. Un descanso para todos ᵔᴥᵔ ♡
Hace unos días JongIn hizo un Ig live y dijo: "Te amo" ajakjlksj😭💗
Los memes usados por si los quieren (?):
🐻Gracias por leer 🐧
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