Tema: vampiros.
Pareja: Blossom (Momoko) y Butch.
Breve mención de Buttercup x Brick, y Boombbles.

Ojalá les guste, es la primera vez que escribo sobre vampiros.

5.

Siempre pensé que en el mundo habían cosas magníficas que nunca terminaríamos de conocer. Amaba descubrir cosas nuevas y porqué surgieron. Estaba decidida que iba a hacer alguna diferencia en el mundo, en uno tan opaco donde ya no se creía en cosas fantásticas...

No me malinterpreten, yo en serio no creía en los vampiros y hombres lobo. Era algo que se había hecho famoso gracias a crepúsculo, una historia que cabe recalcar no fue de mi completo agrado, ¿Y saben por qué? Porque gracias a eso, todos han molestado con que los vampiros son reales. No quiero despreciar a su autora, porque usted querida escribe perfecto. El problema era el tema de sus escritos.

No podía imaginar vampiros, ni siquiera en un libro. Me creía tan creativa antes hasta que alguien creó a estos seres chupa sangres, que ojalá los maten de una vez por todas los hombres lobo.

Sí, yo no había caído en las palabras de Edward Cullen ni en su sexy forma de hacer las cosas.

Yo no creo en los vampiros.

De la única forma que podía imaginar los era como murciélagos. Unos bichos feos, como decía mi madre.

Juraba a mil voces que los vampiros eran imposibles, y jamás de los jamases estos podrían existir.

Todo eso, hasta que conocí a los hermanos Him. El único 'normal' era Boomer, el hermano menor.

Pero Butch y Brick eran increíblemente perfectos, tanto que daban miedo.

Por empezar, eran excelentes en deportes. Todo lo que ellos hacían salía perfecto. Eran rápidos, ágiles, unos reflejos dignos de admirar y una fuerza incalculable.

Segundo, inteligentes. Eran tan inteligentes que los profesores creían que sabían aún más que ellos mismos. Todo lo que les preguntaban, sabían. Desde historia, hasta matemáticas. Sabían de todos los filósofos nuevos, matemáticos nuevos, medicina moderno, máquinas modernas... Todo lo que veías en el mundo, ellos lo sabían. ¿Pero como demonios hacían?

No estudiaban todos los días, porque vivían fuera de su casa. Rara vez estos hermanos no estaban fuera de esta.

Tercero, increíblemente, hermosamente, asquerosamente, atractivos. ¿Cómo podía haber tanta belleza en una persona? Desde sus ojos verdes hasta sus cabellos sedosos, desde sus ojos rojos hasta su actitud desinteresada. Todo quien los veía, quedaba impactado con ellos.

Cuarto, simpáticos. ¿¡Ni siquiera podían no ser simpáticos!? Todos eran sus amigos (claro, yo no. Bueno, casi todos), los profesores los amaban, los directivos decían que los hacían sentir orgullosos, salían reyes todos los años.

No lo entiendo.

¿Una persona puede ser tan perfecta?

Y ahora, ya entendí todo.

Todo pasó mientras volvía a mi casa, junto a mi hermana Kaoru. Era de noche, llovía y estábamos con un pequeño short y una remera transparente. Creo que se entiende mi punto, ¿No es así?

Pasó lo típico que todos piensan, pero a la vez no.

Butch llegó con una rapidez descomunal y golpeó de tal manera a esos hombres que quedaron inconscientes. Luego, me tiró su chaqueta, diciendo esas palabras que nunca logré sacar de mi cabeza:

–Ponte la chaqueta. No deberías salir así a la calle.

Indignada, respondí, siendo tan ingenua como siempre.

–¿Que estás diciendo? ¿me estás culpando de lo que pasó?– fruncí el ceño, y tiré su chaqueta al piso de aquel sucio pasadizo–. Escúchame bien, Butch Him...

–No, Momoko. Tú escúchame a mi. Estamos en el siglo XXI, ya tienes 18 años, deja de actuar como una niñata tonta que no sabe cuidarse por sí misma. Ahora mismo, vendrás conmigo.

Me reí.

–Me tendrás que llevar a rastras, porque no iré por mi cuenta.

Miré a mi hermana, quien golpeaba tratando de soltarse de su hermano Brick.

–¡Kaoru!– grité– Suelta a mi hermana.

–¿Así le responden a sus salvadores?

–¡Suéltame!

Y ahí pasó.

Una mordida.

Sentí como Butch clavaba sus dientes, que en ese entonces sentía como colmillos, en mi cuello.

Lentamente, comencé a cerrar los ojos.

¿Que estaba pasando?

Al abrir los ojos ví como Miyako, mi hermana menor, estaba a los besos con Boomer.

¿En qué momento había pasado eso? Ni siquiera yo lo sabía.

Resúmen de mi día: confirmé la existencia de los vampiros. O bueno, la acepté.

Pero crepúsculo jamás me advirtió que me podría enamorar perdidamente de uno.

Así es, yo, la chica que juraba que los vampiros no existían, terminé enamorada de uno.

Ya pasó un año desde esa noche, y yo aún no entiendo qué demonios vio alguien como Butch en mi. Era una persona normal, con notas promedio, no muy sociable, mala en deportes y tan preocupada por mi físico que ni yo sabía cuándo me iba a dar un respiro.

Sin embargo, agradezco tener "eso" que él estuvo buscando toda su vida, que no fue nada corta.

Aún no sé que tengo, no entiendo qué encuentra en mi...

pero ruego todos los días que nunca deje de mirarme.