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El trato - Parte 1

¡Gracias por leer!
Agradezco los comentarios y la crítica constructiva, si es que quieren hacerla. <3
...

Julie Andrews sabía que era una estupidez. Desde que estaba en el colegio St. Mattews, tenía claro que los roles que te ganabas en el primer mes eran los que se te quedaban hasta la graduación. Ella misma, que había pasado la primera semana como una chica empollona, había conocido a Lisa, su ahora mejor amiga y había subido en la escala social rapidísimo. Lisa era la chica más popular de la escuela, se habían conocido en una clase de biología y habían conectado desde el inicio. Ser agradable para Lisa era un pasaporte a la popularidad, definitivamente.

Pero luego de tres años de impopularidad, como los que tenía Brian, ya nadie podía hacer un cambio así.

Brian Muntz era el chico más impopular de su clase y del colegio entero. Su forma de actuar y esos lentes no ayudaban en nada. Lisa se había reído de él incontables veces, por su forma de hablar (demasiado académica para su gusto), sus frenos y por supuesto, esas cejas. Llamarle unicejo era uno de los insultos más suaves que le otorgaba. A Julie no le gustaba que lo molestara, en absoluto, pero sus protestas no hacían mella en la hostilidad de Lisa, que gustaba de comentar con otros chicos sobre lo molesto que le resultaba tener al unicejo de compañero de laboratorio, o tener que verlo en gimnasia, corriendo apenas... Era pésimo en deportes y seguramente un cerebrito, porque Lisa siempre ponía los ojos en blanco cuando él se le acercaba a recordarle algún informe que había que entregar o algún trabajo que no habían terminado aún. Julie no sabía si Brian no se daba cuenta de la expresión de desagrado de su amiga o simplemente la ignoraba.

Cuando Brian se acercaba, Julie trataba de ser lo más amable posible. Ya que no lograba que Lisa dejara de tratarle mal, al menos Brian tenía a alguien a quien mirar para no hacer caso de los insultos de la rubia. Julie le dedicaba la mejor de sus sonrisas y eso había llamado la atención del muchacho en más de una ocasión. Era una de las pocas personas que se portaban bien con él, después de todo.

Según su amigo Jonah, el único amigo que tenía Brian, Julie era muy diferente a Lisa. Era más dulce, encantadora y definitivamente más guapa. Brian estaba de acuerdo, y agregaba que era más lista, porque la había oído hablar muchas veces y sus opiniones eran inteligentes... Cuando hablaban de Julie, lo que se hacía más común cada año, Jonah se reía porque decía que Brian tenía una expresión especial cuando la nombraba. Brian decía que no era cierto, alegando que nunca anhelaba algo que no podía conseguir, ya que se consideraba realista en grado sumo.

Brian siempre había sido así. Serio, realista, alegaba que su objetivo en la vida era superior al de todos esos tontos que lo molestaban en clase. Con el paso de los años, sentía que se había puesto una coraza, una armadura de indiferencia, algo que ya nadie podía atravesar con sus insultos, sus risas cuando él pasaba o sus bromas idiotas. El tiempo había sido su aliado; si bien los primeros meses lloraba en el baño, los siguientes lograba llegar a casa y llorar en su habitación. Al siguiente año, las lágrimas no existían más, lograba responder con inteligencia a los insultos; pero siempre esos insultos generaban otros peores y nunca lograba ganar, ya que los otros no tenían suficiente cerebro para entender sus razonamientos y cerraban cualquier intento de discusión con alguna frase estúpida como "Eres horrible", "No puedes gustarle a ninguna chica" o "No tienes amigos". Esas frases lo desalentaban más de lo que hubiera querido y se odiaba por sentirse así de mal.

Pero ahora, su defensa era la indiferencia. Ya no deseaba sufrir por personas que no vería más en un año,cuando pudiera irse a la universidad por fin. La sonrisa de Julie había sido un descubrimiento , que había generado en él una esperanza, de que ella sintiera simpatía por él. Era una tonta esperanza, se decía cada vez que pensaba en ello. Y así habían sido las cosas hasta ahora.

Pero esto empezó en tercer año, cuando fue la primera presentación de química, el fatídico laboratorio que Brian y Lisa compartían. Brian había soportado la presencia de esa chica que odiaba en secreto. Ella había prometido juntarse con él a hacer el trabajo, para luego dejarlo plantado después de clases porque iba a ir a una fiesta con sus amigos, luego había prometido ir a su casa, pero no se presentó, sin siquiera avisarle. Finalmente Brian había terminado el trabajo completamente solo... Le había quedado mejor de lo que esperaba y estaba seguro de sacar una buena nota.

Un día antes, Lisa apareció y le preguntó, como si nada:"¿Qué vamos a hacer ahora? No tenemos el trabajo". Cuando él le replicó que había hecho el trabajo ya, ella se enfureció. Le gritó, en frente de los que pasaban por el corredor a esa hora. Todos lo miraban, como si estuviera haciendo algo horrible y los insultos de Lisa no ayudaban en nada. Hasta que apareció Ken y todo se complicó.

Ken era novio de Lisa desde hace unos meses y era el chico más popular actualmente. Desde que había empezado a salir con la rubia, se había considerado digno de molestar a los menos populares. Como si la cercanía de Lisa fuera una especie de pase, una forma de eximición que te permitía portarte desagradablemente sin consecuencias. Brian se apartó, pero Ken le impidió retirarse.

-¿Qué le haces a Lisa?- preguntó, pero no le permitió decir nada, lo empotró contra los casilleros como si fuera un mosquito y él el matamoscas más grande del mundo. -¿Como te atreves a hacerle daño a Lisa? Ni se te ocurra acercarte a ella, insistes e insistes en molestarla. ¿Es que te gusta?

No tenía sentido alguno. Brian lo miró frunciendo el entrecejo, porque nadie tenía idea. Le dolía el estómago y no quería recibir otro golpe. Lisa seguía observando la escena como si fuera divertida. Como si le gustara que él "la defendiera" así.
- Está bien, Ken, gracias por defenderme, pero yo me encargo.

Ken se quedó allí, como un guardaespaldas, mientras Lisa exigía el informe del trabajo para leerlo y "al menos" poder presentar al otro día de forma decente. Brian le entregó el trabajo y se fue de allí corriendo. Esperaba que eso fuera todo, que al día siguiente ambos presentaran y se acabara el asunto.

Pero al día siguiente, su hermana menor enfermó. Estaban llegando a la escuela cuando comenzó a quejarse de dolor de estómago y de cabeza, además de náuseas, por lo que debió regresar con ella en autobús y dejarla en casa. Cuando llegó a la escuela y justificó su tardanza, pudo ingresar al laboratorio de química con una nota del director.

- Está perfecto, pero su compañera ya presentó el trabajo, por lo que tendrá que hacer uno nuevo y presentarlo la próxima semana- dijo el profesor, luego de leer la nota.

Esas palabras fueron como un balde de agua fría. Pensó en lo injusto que era el profesor, considerando que lo más justo hubiera sido pedirle que presentara individualmente. ¿Por qué tenía que hacer un trabajo nuevo?

- No está bien que espere aprobar aprovechando el trabajo de su compañera- comentó el hombre entonces, cuando él protestó.

-¿Qué?

- Lisa nos contó lo que hiciste- dijo Jody, que siempre se entrometía y se sentaba en primera fila junto al profesor. Se metió en la conversación como si nada y en el silencio de los demás, que dejaron de hablar para escuchar lo que pasaba.
-¿Y por qué me acusó? ¿Porque hice el trabajo por mi cuenta?- Brian no entendía, ¿eso había contado Lisa?
Todos profirieron gritos de indignación.

-¿Como te atreves a decir eso? - Lisa lo estaba mirando con ojos encendidos. Ken se incorporó.

- Eso no es cierto, profesor. Lisa hizo el trabajo, por eso lo presentó tan bien. Este unicejo ni siquiera llegó a presentar, porque no tenía la menor idea...

- P-pero... Pero eso no es verdad- Brian estaba allí, delante de la clase, sin saber a dónde mirar.

- De acuerdo, no es necesario entrar en polémica- dijo el académico, con calma.

- Pero qué mentiroso...

-¿Cómo se atreve?

- Tranquila, Lis, nosotros te creemos.

- ¿Qué se ha creído, mintiendo así?

Era demasiado injusto, sentía que la impotencia lo llenaba, porque todos le estaban diciendo flojo y mentiroso sin razón alguna. Jonah estaba en la última fila, con expresión preocupada, pero no iba a ponerse de pie y defenderlo. No, porque todos estaban en su contra.  Podia captar la expresión en las caras de todos. ¿Es que lo odiaban tanto? Todos estaban allí, apoyando a Lisa. Incluso Julie, que no estaba insultándolo, pero no dijo ni pío. Se sentía en un precipicio y todos le estaban diciendo que se lanzara al vacío.

El timbre sonó entonces y el profesor dijo: - No se preocupe, señor Muntz. Le estoy dando otra oportunidad, aprovéchela.

Brian salió de allí corriendo. Para cuando comenzó la siguiente clase, de matemáticas, fue directo a hablar con Lisa.

-¿Que quieres?- le espetó ella, como si debiera ser ella la enfadada.

- Necesito entender qué pasó.

- El profesor quiso saber cómo nos habíamos repartido el trabajo...- repuso ella con indiferencia.

-¿Por que le dijiste que yo no había hecho nada?

- Yo no le dije eso, él lo infirió. Ay, Sarah, me encantó ese esmalte de uñas... Creo que te lo voy a robar- le comentó a la chica de adelante, como si la conversación ya hubiera terminado y Brian no existiera.

- Te lo puedo prestar si quieres- contestó ella, también ignorando a Brian.

-¿Lo infirió? - insistió el muchacho. Lisa lo observó con molestia. -¿Como podría inferir algo así, si no es cierto?

- Ay, yo no sé, ¿okay? -Lisa se echó a reír por algo que hacía Ken en la primera fila. Brian se puso delante de ella.

- Escúchame...

-¿Por que sigues molestando a mi novia, Muntz? - La desagradable voz de Ken sonó muy cerca de él y cuando menos se lo esperaba, lo agarraron del cuello de la camiseta. Lisa lo observó, en silencio. - Escucha, pobre diablo, quiero que te alejes de Lisa, ya le has hecho mucho daño con tus estupideces. Aléjate.

Brian pudo ver a Julie entrando al salón y verlo allí, con los pies apenas tocando el suelo. Ella se acercó a la carrera.

-¡Bajalo ya!

- No- Ken le dio un golpe y luego otro... Y luego otro. Julie estaba gritando, pero Brian no entendía ni una palabra. Aparte de los gritos de "pelea, pelea" y los vítores para Ken, no oía más. Todos apoyaban a Ken. Todos apoyaban a Lisa. A él... A él no lo apoyaba nadie.

Cuando Ken por fin lo bajó, Brian se abrió paso hacia fuera del salón. No quería que lo vieran, nadie debía verlo así. Se encaminó hacia la salida de la escuela y se derrumbó en una banca rodeada de árboles que estaba en una esquina del patio. La llamaban "el nido de amor" porque era frecuentado por las parejas. Pero no había nadie allí entonces.
Brian no tenía lágrimas, sólo hundió la cabeza entre los brazos, musitando:

- Ya no lo soporto más, no lo soporto más, no lo soporto más...

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