Día 1
Cuando Julie llegó al colegio, vio que Brian la estaba esperando en la entrada. Se había peinado diferente y ella sintió una punzada de ternura, porque había hecho un esfuerzo para lucir bien...
- Que guapo- comentó, mientras se acercaba a él . Brian bajó la vista, enderezando sus lentes.
- Creí que podría agradarte más así. - repuso. La chica lo miró bien y asintió.
- El pelo hacia atrás te queda bien... - miró a su alrededor, vigilando a los que estaban cerca. - Creo que ya podemos entrar.
Brian extendió la mano hacia ella y Julie respiró profundo antes de tomarla. Estaba fría y húmeda, pero sonrió valerosamente al chico.
- Todo irá bien- le dijo. En realidad se lo decía a sí misma.
Mientras avanzaba por la entrada y se dirigía a su casillero, acompañada de Brian, recordó una escena de Crepúsculo, cuando Bella caminaba de la mano de Edward por primera vez y todo el mundo los miraba. No sabía por qué, pero recordó aquello. Varios voltearon y le dieron codazos a sus vecinos, señalando la nueva pareja que caminaba lentamente hacia los casilleros. Más bien, Julie tiraba de Brian, porque le parecía que él andaba como caracol y no entendía por qué. No le agradaba que la miraran de esa forma. Si era sincera, la expresión en sus caras era más de sorpresa que de burla, pero sólo quería que dejaran de observarla. Brian apretó más su mano y cuando llegaron a los casilleros, ya se sentía adolorida.
- Suéltame- pidió y él lo hizo de inmediato. Ella se secó la mano en la falda y en seguida se sintió mal por haberlo hecho. Pero el chico parecía no haberlo notado.
- La gente nos sigue mirando, disimula- Julie trató de sonreír a su compañero, preguntándose por qué tenía que sentirse tan extraña, si Brian le agradaba después de todo. Él volvió a acomodarse las gafas y comenzó a sacar sus libros del casillero.
- Yo llevaré eso- dijo cuando Julie recogió los suyos. Ella se sorprendió.
- Pero...
- Quiero cargarlos- aseguró él. Los tomó y se veía extremadamente gracioso con la montaña de libros, los de ella y los suyos, sólo se veían sus lentes coronando la pila. Julie se echó a reír y trató de ayudarle, pero se le cayó el libro que había quitado del cerro cuando vio a Lisa.
Venía sola, algo poco común desde que estaba con Ken. Venía hablando por celular y parecía muy ocupada. Julie trató de esconderse, comenzó a buscar cosas en el casillero. Hubiera querido mandar a Brian al saln de clases pero no hubo tiempo.
- Hola- saludó Brian y Julie abrió los ojos como platos. Lisa se detuvo entonces y al ver al muchacho, frunció el entrecejo.
- ¿Ho...la? - No estaba acostumbrada a que él la saludara y al ver a Julie allí, le dirigió una mirada cómplice,como para que ella notara la ridiculez del muchacho. Pero Julie no sonrió, simplemente saludó también.
- ¿Cómo estás?
Lisa la cogió del brazo y la llevó hacia el aula, como acostumbraba a hacer, como si Brian no estuviera allí.
- Tengo que contarte algo demasiado importante- susurró. Julie se tranquilizó por un momento al comprender que Lisa aún no se enteraba de la noticia- Pero te contaré en el almuerzo. Ahora debo seguir hablando...- comenzó a textear mientras se sentaba en el último asiento del salón. Julie observó con nerviosismo hacia la puerta,esperando ver a Brian (o la montaña de libros) aparecer de un momento a otro.
-¿Tiene que ver con Ken?-Era muy extraño que el chico en cuestión no estuviera allí. Jugueteó con sus dedos, viendo a la montaña llegar a través de la puerta, chocando con ella y luego con alguien que pasó a su lado. Los libros cayeron al suelo y provocaron un gran ruido, que llamó la atención de todos los presentes, incluida Lisa. El que paso a su lado, Ken (¿en serio,tenía que ser Ken?) observó burlonamente al muchacho, que se agachó para recoger los libros.
- Fíjate por donde vas- comentó, con desprecio. Luego avanzó por el pasillo directamente hacia Lisa, que sonrió y le dio un beso. Julie tomó aire y se levantó para ir a ayudar a Brian.
-¿Qué haces?- se extrañó Ken.
Callate, cállate de una vez. Quería que el estúpido novio de Lisa se callara ya. Se agachó junto a Brian, que parecía sentirse mal por un libro que había perdido su tapa. Ella susurró.
- No te preocupes. Este libro estaba viejo... Le había pegado la tapa con scotch, ya se había despegado antes...
- ¿En serio? No se notaba...
- Se pueden hacer muchas cosas con scotch- rió ella. Ya los estaban mirando otra vez. Brian colocó la mano en su hombro para levantarse. Julie lo miró con sorpresa y él de inmediato apartó la mano.
- Lo siento.
- No, no importa- Julie se levantó entonces, tomando sus libros y llevándolos a la mesa más cercana a la pizarra. No sabía qué hacer, si sentarse allí o cerca de Lisa. Brian se fue a sentar a su lado, como suponía que haría. Mejor se quedaban allí.
-¿Por qué te sientas con el unicejo?- la voz de Ken parecía transmitida con megáfono y la clase entera hizo festejo con aquello. Ya estaban los que sabían, que los habían visto llegar tomados de la mano y los que no. Los que sabian tardaron nada en contárselo a los ignorantes. Lo que llegó a oídos de Ken y los de Lisa, que levantó la vista de su celular y entonces miró a Julie.
- Debe ser una broma- declaró.- ¿Julie?
Julie suspiró. Miró a Brian, que parecía notar su desasosiego y bajó la vista.
- No tienes que decirlo si no quieres- dijo. Julie se sintió aliviada por un instante, pero sabía que no podía cambiar de parecer. Ya había hecho un trato y no quería quedarse sin el dinero que necesitaba.
- No- respondió- Les diré. - Se acercó a Lisa. Ken se unió al grupo, colocando su brazo alrededor de los hombros de la rubia, que perdió la paciencia e insistió.
- ¿y bien?
Julie asintió.
- Brian me pidió ser su novia y yo le dije que sí.
Lisa no dijo nada. Se quedo mirándola sin expresión mientras Ken se largaba a reír con fuerza.
- Es lo más gracioso que he oído en mucho, muchísimo tiempo... ¿Tú y el unicejo? ¿En serio? ¿Qué te gustó de él, su ceja viviente? Por favor, es la broma más graciosa...
- Cállate, Ken- dijo Lisa entonces. El muchacho se calló y la miró con expectación. Ella seguía mirando a su amiga sin expresión.
- Hablemos luego- fue lo único que dijo. La profesora había ingresado al aula y todos estaban sentándose en sus lugares. Julie camino lentamente a su asiento junto al de Brian, que la observó con cierta preocupación.
- No era necesario seguir si no querías- susurró. La chica negó con la cabeza.
- ¿Acaso te dio miedo? - preguntó. No le gustaba que Brian estuviera asustado, eso la asustaba más a ella. - Es mas, no tenemos por qué estar asustados. Lisa no nos va a hacer nada, es mi amiga. Me quiere. Tranquilo. - Volvió la vista a su libro de matemáticas para dejar de conversar. Varios seguían mirando a la nueva pareja, como si esperaran que comenzaran a besarse y abrazarse en medio de la clase y no quisieran perdérselo. La chica les dirigió una mirada condescendiente y ellos apartaron la vista.
-¿Será que... debo tomar tu mano?- preguntó Brian, dudoso. Julie no dijo nada, quizás porque estaba muy molesta o porque la profesora no aceptaba la conversación en su clase. No, la verdad era que estaba molesta. Si quería tomarle la mano, que lo hiciera y ya, no le gustaba tener que ser ella la que ordenara cosas. Esto era un trabajo que había pagado Brian, él debería ser quién dirigiera el asunto.
- Si quieres tomar mi mano, hazlo- repuso, luego de un rato.
-¿Si...si quiero?- Él pareció dudar aún más. La chica suspiró y le agarró la mano mientras seguía resolviendo el ejercicio de geometría. La acarició con poca efusividad, pero fue suficiente para que Brian se quedara mirándola como idiota. Al igual que los que estaban sentados detrás de ellos.
- ¿Por qué te sorprendes?- ella trató de poner la voz más alegre que tenía. -¿O es que no puedo tomarte de la mano?
- No... Claro que puedes- Él le dio un valeroso apretón y pareció más tranquilo luego de ese gesto. Ella también se tranquilizó. El resto de la clase siguió más relajada, hasta que sonó el timbre y fue hora de cambiar de salón para algunos de los chicos. Julie se quedaría allí, ya que tenía biología y Brian debía irse a su clase de inglés.
- Te veo luego- dijo Julie. Brian recogió sus libros y asintió.
- Te... Te extrañaré- dijo. La chica tuvo que contener la risa pero repuso:
- Yo también.
El muchacho se iba ya, pero volvió sobre sus pasos y le dio un beso. En la mejilla. Julie bajó la mirada a su libro, mordiendo su labio inferior.
- Adiós- musitó, mientras el muchacho se acomodaba las gafas y asentía, como si entendiera el mensaje. Lisa los miraba fijamente desde su lugar. Ken parecía un león enjaulado, aún sentado a su lado. Definitivamente odiaba que Lisa no le pusiera atención.
Julie se sentó en su lugar, sintiéndose muy cobarde. Quizás lo mejor era ir de una vez a hablar con Lisa, que ella descargara su rabia contra ella y listo. Quizás se le pasaría pronto.
El profesor hizo una clase muy aburrida y parecía que no había persona que estuviera atendiendo. Julie tenía su cuaderno vacío, salvo por dibujos que había hecho para pasar el tiempo. Un arcoiris, un unicornio de patas muy cortas,un helado de chocolate y un globo aerostático algo desinflado, adornaban la página del día. Quería volar en ese globo, deslizarse por el arcoiris a lomo de unicornio y llegar a casa para comer ese helado. Y no pensar en Brian.
¿Estaba mal que se hubiera sentido asqueada por ese beso en su mejilla? Ella se sentía realmente mal. Había sido un beso un poco baboso, era cierto, pero no tenía por qué causarle asco. Suspiró, pintando la cabellera del unicornio. Todos en ese colegio miraban mal a Brian y ahora ella estaba siendo igual, aunque no lo demostrara. Miró su reloj, ya sería hora de ir a almorzar. Quería comprar el ticket de almuerzo como antes, pero sólo podía llevar la comida de su casa. Otra razón que hacía que todos la miraran raro. Definitivamente se estaba transformando en el bicho raro del colegio. Estaba siendo la versión femenina de Brian. Y no le gustaba.
...
Cuando llegó a su casillero,Lisa tiró de Julie con fuerza.
-¿Qué haces?- exclamó la morena con dolor. Lisa la empujó hacia el baño de chicas y dijo:
-Eso mismo debo preguntarte a tí. Porque no entiendo nada, no comprendo cómo empezaste a enredarte con Muntz de un día a otro.
Julie apretó los labios.
- Lo hice porque... Porque me gusta.
Lisa entrecerró los ojos, como si la estuviera examinando con rayos x. Era obvio que no le creía.
- Muntz no podría gustarle a nadie en su sano juicio. Entonces, estás loca. Es verdad que has estado muy rara todo este tiempo, pero creí que había alguna otra razón. ¿Era por Muntz?
Bien, estaba matando dos pájaros de un tiro.
- Sí. Hemos estado hablando mucho en la biblioteca, él es dulce... Es divertido y muy listo. No te lo dije porque sabía que te enfadarías.
Lisa resopló.
-¡Enfadarme! ¿Crees que estoy enfadada? ¡He pasado todo el mes organizando la llegada de mi hermano, hablando como idiota ayer contigo y tú ya estabas con Muntz!- Parecía realmente furiosa. - ¡ConMuntz! ¿Me puedes decir qué le viste? Puede ser todo lo dulce que quieras, pero es horrendo... ¿No tienes ojos o qué?
Julie encogió un hombro. Ya había dicho todo lo que tenía que decir. Es dulce, es divertido, es listo... Ya no se le ocurría nada más.
- No... No es horrendo- debatió, débilmente.
Lisa la seguía mirando con unos ojos que Julie interpretó como asco. ¿Estaba asqueada, en serio? No tenia derecho a mirarla así. Julie no quería usar ese argumento que estaba pasando por su mente, pero quizás era la mejor opción. Quejarse del primate apestoso que Lisa tenía como novio.
- No veo por qué te enfureces así. Yo... Yo detesto a Ken y tú lo sabes; aún así llevas cinco meses con él. Y yo no he hecho nada para molestarles o para separarlos. No tienes derecho a hablar mal de mi novio.
Lisa parecía realmente sorprendida por su osadía.
- No vas a comparar...- pero parecía sinceramente afectada, así que Julie supo que era el momento de cambiar los papeles.
- Comparo, si, comparo porque se supone que somos amigas. Me afecta mucho que te comportes así.
Lisa bajó la vista. Julie continuó.
- Así que hagamos un trato. Tú no hablas de Brian si yo no hablo de Ken.
La rubia pareció considerarlo, pero no dijo si aceptaba. En cambio preguntó:
-¿Me contarás cómo te pidió que fueran novios?
- ¿Quieres que te cuente? - Su amiga dudó.
- Espero que sea romántico, después de todo, es el primer novio que tienes. Y que tendrás.
Esas palabras parecieron un balde de agua fría. Era cierto. Era completamente cierto. Podría decirse a sí misma que no era real, pero para todo el mundo, Brian seria su primer novio de verdad. Siempre seria su primer novio de verdad. ¿Es que Lisa se lo estaba diciendo con malicia? No, eso era imposible, porque si asumía que Julie de verdad quería a Brian, esas palabras no la ofenderían... Trató de sobreponerse a esa idea, tratando de recordar la romántica historia falsa.
- Ayer nos quedamos aquí luego de clases. Estuvimos conversando, él parecía muy nervioso y yo le pregunté por qué. Entonces él me regaló una flor, la puso en mi pelo y... me preguntó si quería ser su novia y yo... acepté.
Lisa escuchaba con atención y cuando Julie terminó, preguntó:
-¿Es todo?
La chica se extrañó.
- ¿Qué más quieres?
- Cuando Ken me pidió ser novios, yo te conté hasta el mas mínimo detalle, ¿o no recuerdas?
- Aún es parte de mis pesadillas- repuso Julie. No quería edulcorar la historia, después no podría recordar tantos detalles...
Lisa se cruzó de brazos.
-¿Al menos besa bien?
Su compañera se echó a reír entonces. De nervios, supuso ella.
- No sé qué es gracioso.
No, no era gracioso. Pero que Lisa preguntara si Brian besaba bien le parecía una situación estrafalaria.
- Pues... Sí, besa bien.- Le causó gracia la expresión atónita de la rubia. Y remató:- Muy bien...
Lisa suspiró. Definitivamente estaba sorprendida.
- Iba a contarte algo importante, pero... Creo que ya fue mucha emoción por un día, ¿ no crees?- se fue del baño, dejando a Julie dudosa. ¿Se había solucionado el problema o no?
...
Logró salir de ese baño en una pieza, lo que era un logro. Se dirigió a paso veloz a su casillero para recoger su termo de almuerzo. Había hecho una tortilla por la mañana y esperaba que se hubiera mantenido caliente. Al ver a Brian junto al casillero , tropezó y casi se cae al suelo.
-¿Almuerzas en el jardín?- preguntó él. Ella asintió con rapidez. El muchacho se acomodó los lentes (ya veía que era un gesto típico en él) y repuso:- Quería invitarte el almuerzo.
-¿Por qué?- preguntó, a la defensiva. ¿Había descubierto su secreto? El chico se encogió de hombros.
- Somos novios- respondió. Ella quiso evidenciar la falacia de esa frase, pero suspiró. Él ya le había dicho que prefería fingir que era cierto. Aunque habían tenido ciertos altibajos esa mañana en sus intentos de fingir.
- Pues, gracias. Sería... agradable. Es que a veces traigo comida de casa para... Ahorrar... - su voz se fue haciendo menos audible a medida que hablaba. Brian le dirigió una sonrisa amable y eso la animó. -¿Sabes? Hablé con Lisa y ya no está molesta.
El muchacho pareció alegrarse mucho.
- Te felicito- dijo, mientras ingresaban al casino. Tomaron las bandejas y se acercaron a la barra.- Puedes pedir lo que desees- comentó. Julie miró la comida que se exponía, con dudas. No quería aprovecharse de las circunstancias, así que pidió el plato vegetariano que era más barato, aunque hubiera querido las papas fritas. De hecho, Brian ya las había pedido para él.
- No me digas que estás a dieta- comentó él, como si no entendiera. Julie tomó los cubiertos y se encaminó a una de las mesas.
- Me cuido, es diferente- musitó, colocando el vaso de agua a un costado de su bandeja mientras se sentaba. Brian la miró de reojo, mientras dejaba su jugo al costado también.
-¿Vamos a almorzar solos siempre?- preguntó.
- No querrás que Lisa te acepte en la mesa el primer día- repuso Julie. - Además, es nuestro primer día como novios, es lógico que queramos estar solos.
El muchacho asintió.
- No me estoy quejando. Esto es agradable.
Julie no supo si lo decía en serio o no.
- ¿Puedo comer de esas zanahorias?- preguntó Brian entonces, acercando su tenedor a las zanahorias cortadas en rodajas que adornaban el plato de la chica. Julie apretó los labios y él apartó la mano del plato. - Okay, ya entendí que no.
Julie miró hacia la mesa que habitualmente compartía con Lisa, Ken y otros chicos. Estaba tan llena como siempre, aunque había un asiento vacío, su asiento. Brian la estaba mirando a ella, quizás eran sus lentes pero sus pupilas se veían muy dilatadas. Julie bajó la vista a su plato, sintiéndose incómoda con esa mirada.
- Si me das tus zanahorias, puedo darte algunas papas fritas- negoció el muchacho.
Julie miró las papas fritas. Quería comerlas, y el intercambio de comida era habitual en las parejas; Lisa y Ken lo hacían todo el tiempo.
- Está bien- pinchó una papa con el tenedor y la comió de inmediato. No sabía por qué Brian querría las zanahorias, estaban bastante desabridas, aún con el aliño. Pero él comía una rodaja por cada papa que ella tomaba. Cuando quedaba una sola papa, ya no quedaban zanahorias por las cuales intercambiarla.
- Tómala- dijo él. Julie se negó. Entonces Brian la pinchó con su tenedor y en vez de llevársela a la boca, la acercó a los labios de su novia falsa. Ella miró hacia la mesa ocupada por sus amigos, sintiendo que se ruborizaba.
- No, por favor- dijo. El muchacho suspiró y se comió la papa sobrante.
Por la tarde Julie tenía que asistir a clases avanzadas de matemáticas y Brian iba a sus clases de física. La chica creyó que ya se había acabado el horario de trabajo por ese día, ya que luego de esas clases debían volver cada uno a su casa. Pero Brian la estaba esperando a la salida.
- Quiero acompañarte a casa.
Julie suspiró. No, no era necesario. ¡En serio, no lo era! El muchacho tomó sus libros y preguntó:
-¿Te molesta?
Ella no dijo nada, trató de sonreír ante los que pasaban y los miraban con curiosidad. Y más cuando Lisa pasó junto a ellos y corrió hacia el auto azul inconfundible de Daniel. Julie no pudo evitar buscarlo con la mirada, porque no lo veía hace meses y necesitaba saber si estaba igual que siempre. Lo estaba. Él también la buscó con la vista y le sonrió al verla, con su sonrisa más perfecta. Pero esa sonrisa desapareció en confusión cuando Lisa se subió al coche. Volvió a mirar a Julie, como si esperara que se acercara. Y ella hubiera querido ir, al menos para saludarle. Pero Brian insistió.
-¿Vamos?
Julie volvió a ver a Daniel, pero bajó la vista con decepción.
- Sí- contestó- Vamos.
Sabía que Lisa le diría todo a su hermano. Hubiera querido ir ella misma a decirle,incluso pasó por su mente contarle la verdad de toda esa situación, pero... Sentía vergüenza. ¿Qué pensaría Dan si se enteraba de que ella estaba de novia con un chico por dinero?
Brian se detuvo en la esquina, donde vendían helados y dijo:
- Se me antoja un helado de chocolate, ¿a tí no?
Julie no respondió. Ya le había invitado el almuerzo y ahora quería seguir invitando...
- No,no quiero-respondió. Brian siguió caminando entonces. -¿No vas a comprar?
- No quiero comer solo- fue la respuesta. Avanzaron las siguientes cuadras en completo silencio. Un silencio muy incómodo. Cuando llegaban a la casa de Julie, ella se detuvo.
- Recuerda que no puedes entrar a mi casa.
El chico miró hacia la casa con interés.
- Es hermosa. Y muy grande, además. Me imagino que tienes habitación para tí sola y...
Julie insistió.
- Por favor, vete ya.
Brian le pasó su libro y musitó:
- Adiós- besándola en la mejilla otra vez. Julie corrió a su casa sin mirar atrás. Y él la vio irse con las manos en los bolsillos.
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