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Palabras a utilizar:
•Naturaleza
•Muerte
•Fantasma vengativo
•Asados
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—No creo que sea buena idea –comentó una chica rubia avanzando por aquel bosque mientras removía nerviosa los tirantes de la mochila que colgaba por sus hombros
—Vamos Nelly, no seas miedosa –comentó un pelirrojo con burla acercándose a abrazarla por los hombros —¿qué es lo peor que podría pasar?
—Que nos salga un animal salvaje, nos muerda un insecto venenoso o una serpiente.. O podemos perdernos y nadie nos encontraría hasta que nuestros restos se hayan fundido con la naturaleza..
—Davo, no ayudas –comentó una segunda chica, quien iba al frente de aquella expedición
—¿Qué? Soy realista –se quejó el castaño frunciendo su ceño
—No puedo creer que me convencieras de venir –susurró Nelly hacia el pelirrojo que la mantenía abrazada
—No va a pasarnos nada, tranquila –sonrió y besó su sien con suavidad —yo cuidaré de tí.
Los cuatro chicos se habían adentrado al bosque con la intención de acampar al pie de la montaña.
Nelly era rubia de ojos verdes, cargaba una mochila con mantas y almohadas, así como también llevaba una serie de luz y lámparas. Llevaba un pantalón deportivo negro con rojo, botas negras, una blusa holgada gris y una sudadera roja.
Davo (o David), era castaño de ojos miel, él cargaba una mochila con comida y agua, así como también una de las casas de campaña. Llevaba un pantalón de mezclilla, tenis, una playera negra con líneas blancas y una sudadera verde.
Amber era pelirroja, de ojos color chocolate, cargaba el mapa, la brújula, una casa de campaña y demás utensilios para sobrevivir la noche. Vestía un pantalón de mezclilla, botines morados, una blusa lila con el estampado de un camaleón en el centro y una sudadera de arcoiris.
Héctor era pelirrojo de ojos verdes, cargaba las herramientas que necesitaban para la leña, un pequeño generador y una pequeña mesita desarmable, así como también llevaba un botiquín de emergencia a petición de Nelly. Vestía un conjunto deportivo gris, tenis negros y una gorra de béisbol.
—Aquí podríamos acampar –comentó Amber viendo el mapa mientras llegaban a una planicie amplia —chequemos el terreno
Bajó su mochila seguida del resto y avanzó con David por el lugar revisando que la tierra alrededor fuera firme para asegurar las tiendas. Mientras tanto Nelly y Héctor buscaban leña y piedras para la fogata.
Una vez asentados en el lugar encendieron la fogata.
—¿Contaremos historias de terror? –preguntó el castaño mientras sacaba de su mochila una bolsa de bombones
—No, no lo haremos.. ¿Verdad? –preguntó la rubia viendo a los pelirrojos nerviosa
—Podría escuchar una –sonrió Amber
—Oye –se quejó la rubia
—Tranquila, solo son historias inventadas –Héctor la abrazó por la cintura —no son reales
—Yo tengo una historia que si es real –comentó David abriendo el paquete de bombones y tomando uno para comerlo
—¿Enserio? –preguntó Amber con gracia colocándose cerca del fuego
—Si –aseguró con firmeza —La historia de Oggi Dickens* –Héctor le arrebató la Bolsa de bombones
—Sólo es una leyenda –se quejó dándole la Bolsa a la rubia junto a él
—Es verdad –se quejó frunciendo su ceño
—¿Quién es Oggi Dickens? –preguntó Nelly tomando un puño de bombones para después pasarle la bolsa a Amber
—Un fantasma vengativo que te asesina si lo molestas –comentó el castaño con media sonrisa
—Sólo es una leyenda –recalcó el pelirrojo
—Claro que no –se quejó David y se estiró para tomar su mochila —es real, muy real.. Tengo algo que lo probará –rebuscó en su mochila
—Por favor Davo no digas..
—No son tonterías –interrumpió molesto y sacó de su mochila una pequeña caja de madera —mi abuela me contó que su madre conoció a Oggi antes de que muriera
Sacó de la pequeña caja una fotografía donde se podía ver a un hombre de mediano edad con una pequeña niña de no más de diez años.
—¿Él es..?
—Si, él es Oggi. –confirmó dándoles la fotografía para que la vieran —Según cuenta mi abuela, ese hombre era solitario y muy reservado, sin embargo alguien captó su atención
Sacó otra fotografía, en ésta se retrataba a la misma niña, con el hombre junto una mujer joven cargando un pequeño bebé unos metros detrás de su bisabuela.
—Ella es muy bonita –comentó Nelly al ver la fotografía
—Después de su bebé se convirtió en un hombre amigable y bastante alegre –hizo una pausa
—Y.. ¿Qué pasó entonces? –preguntó Nelly intrigada, Héctor la vió y negó con la cabeza mientras sonreía, sabía que su curiosidad podría con ella
—¿Por qué no mejor comemos bombones asados? –interrumpió Amber sabiendo el final de esa historia
—Mientras lo hacemos, sigue contando la historia –comentó Nelly interesada en escuchar más de aquel hombre
—No creo que sea..
—Vamos, ustedes querían una historia –interrumpió a Héctor y tomo su mano —Ahora quiero escucharla
—Bueno, el resto de la historia es confuso. –David hizo una mueca pensativa —Unos dicen que su esposa y su pequeño fueron asesinados en un intento de robo, otros aseguran que él mismo los mató.. Lo único que tienen en común es que una noche se escucharon gritos y ruidos extraños provenientes de su casa y cuando la policía llegó al lugar lo encontraron en la sala, murmurando cosas sin sentido en medio de un enorme charco de sangre y abrazando un peluche de su bebé. Nadie sabe que fue lo que les pasó, nunca encontraron rastros de la mujer ni de el niño. Sólo su sangre esparcida por todos lados
—Dicen que él se los comió para ocultar la evidencia de su crimen –comentó Héctor —pero no tiene mucho sentido –hizo una mueca —¿quién podría comerse a una persona adulta y un bebé en menos de 10 horas?
—Yo escuché que tenía un trastorno mental –comentó Amber —que en un ataque psicótico los había matado y que por eso no sabía con exactitud lo que había pasado
Los tres chicos vieron hacia Nelly al escucharla reír con suavidad.
—¿Han pensado que tal vez ella huyó con el pequeño una noche y eso lo hizo enojar? –los tres la veían confundidos —probablemente por eso los gritos y ruidos extraños..
—¿Cómo explicarías la sangre? –preguntó David
—¿Cómo sabían que en efecto era la sangre de la mujer y el pequeño? –interrogó la rubia otra vez —no era una época donde pudieran detectar la sangre de las personas así de eficientemente —le devolvió las fotografías —probablemente era sangre de algún animal o algo por el estilo
—¿Y el animal donde estaría? –preguntó Amber
—No necesariamente debía ser un animal, tal vez fueron varios –analizó —probablemente cada vez que cocinaba algún animal guardaba la sangre hasta que se acumulara la necesaria para fingir que era suya.. O simplemente un día mató un animal y lo dejó en algún bosque o granja mientras ella se llevaba la sangre.
—Eso tiene sentido –murmuró Héctor viendo a Nelly con curiosidad
—¿Por qué lo dices tan segura? –murmuró David, ella se encogió de hombros tomando otro bombón
—Es lo que yo haría si quisiera fingir mi muerte.. –se levantó y avanzó unos pasos murmurando entre risas —otra vez
Los tres chicos se quedaron viendo a la rubia en silencio hasta que la vieron entrar a una de las tiendas de campaña
—Te dije que era mala idea contar historias de terror –murmuró Amber sin despegar su mirar de aquella chica
—Sólo... Sólo está jugando, ¿verdad? –David volteó su mirar nervioso hacia Héctor, quién sin decir nada se levantó para acercarse a la rubia.
—Estoy seguro que David tendrá problemas para dormir –murmuró con una sonrisa
—Eso se gana por querer historias de terror –susurró y soltó una risa casi inaudible
—Por un momento si me lo creí, eres buena actuando –dejó un beso sobre su frente
—¿Quién dice que estaba actuando? –comentó con seriedad mientras lo veía, este la vió sin decir nada y su semblante se volvió nervioso. Nelly soltó una risa al verlo —claro que estoy actuando, tonto.
—Si, si.. Muy graciosa –murmuró aún nervioso y la vió mientras ella reía abiertamente
—Debiste ver tu cara.. Fue tan gracioso –siguió riendo mientras el chico salía de la tienda rodando los ojos.
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*Oggi Dickens*
Una leyenda que he inventado yo. Probablemente en un futuro escrito pueda hablar de él con más detalle.
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