Palabras a utilizar:
•Luna
•Hermano
•Promesa
•Hombre
_____________________

Luis había despertado temprano, ese día era un día especial. Había esperado mucho por ese momento y estaba ansioso por que al fin había llegado.

—Mamá, papá.. Es hoy.. –exclamó contento entrando a la habitación de sus padres para despertarlos —Mamá, papá.. Es hora.. Hoy tendré un hermano.. Es hora.. –los movió de manera insistente hasta que logró despertarlos

—Amor, acaba de amanecer.. Aún no es hora.. –comentó su madre con los ojos entre cerrados

—Pero su cuarto aún no está listo –se quejó —No puede llegar y no tener su cuarto listo.. –frunció su ceño

—Bien, bien.. Ahora mismo lo terminamos –comentó su padre frotando su cara para despejarse —Pero primero debemos ir por algo de comer..

—Pero papá.. –se quejó

—Tiene que haber comida Lu –revolvió el cabello del pequeño —Si no, ¿después que va a comer?

El pequeño lo pensó un momento, tenía razón.

—Si.. –murmuró —¿puedo ir contigo? –preguntó con emoción —¿puedo, puedo?

—Claro que si.. Ahora serás hermano mayor y debes aprender muchas cosas..

—Sii –bajó de la cama de un salto y brincó con emoción en su lugar

—Ve a cambiarte amor y no olvides tu abrigo –comentó su madre

El pequeño asintió con la cabeza y salió de prisa para cambiarse de ropa.

—No creí que se emocionaría tanto –comentó el mayor levantándose de la cama para vestirse también

—Tiene cuatro años esperando éste momento –comentó la mujer, quien se sentó en la cama y bostezó mientras se estiraba

—Parece más emocionado que nosotros –comentó con gracia

—Quiere un hermano menor –se encogió de hombros

Unos minutos después ambos hombres salían de aquella casa en busca de comida. El pequeño de doce años estaba emocionado porque por primera vez su padre le dejaría usar su arco y flechas.

"A partir de ahora, cada vez que salga de casa. Tú serás el hombre encargado."

Aquellas palabras lo llenaron de orgullo. Ahora sería el hombre de la casa cuando su padre no estuviera.

Ya era un niño grande, a punto de ser un adulto. Y su madre y hermano (o hermana) estarían bajo su cuidado.

Sentía tanta alegría que el frío de aquella mañana ni siquiera le molestaba. Veía los copos de nieve caer y se agachó a palpar la nieve bajo sus pies, sería un invierno frío según su padre.

Al regresar con la comida el pequeño Luis se dedicó a guardarla junto a su madre mientras su padre terminaba los últimos detalles de la nueva habitación.

Cuando el atardecer se acercaba la familia salió de casa para avanzar hacia el pequeño lago al centro de su pequeño pueblo. La mujer llevaba consigo un capullo que había cuidado el año entero justo para ese momento.

Las demás familias también estaban ahí reunidos al rededor del lugar esperando el momento justo del solsticio.

En cuanto llegó, aquellos capullos que llevaban fueron puestos en el agua. Y como cada doce años, la Luna los alumbró llenándolos de un brillo especial.

Luis estaba maravillado al ver que los capullos blancos cambiaban de color, formando un arcoiris brillante sobre el lago.

Destellos salieron y se esparcieron por el lugar llenando de luz el pequeño pueblo.

En cuanto la luz comenzó a disminuir su intensidad el silencio del momento fue interrumpido por los leves llantos de los bebés, quienes reposaban entre los pétalos de aquellos capullos que habían florecido bajo la luz de la Luna.

Cada familia tomó su capullo, envolviendo entre sus pétalos a sus pequeños bebés.

Luis sonrió ampliamente al ver a su madre cargar aquel pequeño capullo amarillo. Se acercó y pudo verlo al fin.

—Tienes un hermano –comentó su madre en bajo

—Es muy pequeñito –murmuró estirando su brazo para tomar con suavidad la mano del bebé, quien dejó de lloriquear al sentir el tacto del niño

—Tú eras igual de pequeño –comentó su padre agachandose para quedar a su altura —¿qué nombre quieres ponerle? –preguntó a la mujer

—Me gusta el nombre de Mario –sonrió a medias

—Voy a cuidar siempre de ti Mario.. Promesa de hermano mayor.. –tomó su pequeña manita como si estuviera cerrando un trato

El bebé apretó su manita alrededor del dedo índice de Luis y comenzó a balbucear haciendo sonreír a los tres mayores.