Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

Palabras a utilizar:

•Doce
•Peludo
•Atrapado en casa
•Ratón
________________________

Mario veía desde la entrada de su casa a su hermano mayor, practicando con su arco y flechas.  Lo veía sorprendido por la putería que éste tenía, no fallaba ni un tiro.

-Mario, te pedí que te quedaras en la casa -la voz de su madre lo sorprendió haciéndolo saltar en su lugar

-Mami.. -se quejó -me asustaste

-Vuelve a la casa Mario -le ayudó a levantarse y lo encaminó de regreso a su hogar

El menor vió de reojo a su hermano y suspiró bajando la mirada mientras entraba a la casa. Era injusto que Luis pudiera estar afuera y él no.

-¿Por qué no puedo salir? -preguntó cruzándose de brazos una vez estaba por completo dentro de la casa

-Es peligroso que estés afuera -comentó su madre avanzando a la cocina

-Pero Luis está afuera.. Él podría protegerme si..

-Mario, basta -habló de manera seria hacia el pequeño, quien guardó silencio al verla enojada

Después de la visita de aquellos "humanos" Mario había estado prácticamente encerrado en casa. Ya no podía ni siquiera salir a jugar en el césped que rodeaba su casa. Entendía que podría ser peligroso si aquellas criaturas enormes volvían, pero no entendía por qué su madre les temía tanto o por qué no podía ni asomarse por la puerta.

El pequeño fue hacia su habitación y se recostó en su cama manteniendo sus brazos cruzados mientras fruncía su ceño.

-No es justo -murmuró y vió la daga de su padre encajada en la pared -yo puedo defenderme -se sentó decidido y tomó aquella daga -No soy un bebé.. Y puedo salir si quiero.. No les tengo miedo a esas cosas..

Con cautela, evitando que su madre lo viera abrió la puerta y salió de la casa. Sabía escabullirse entre las hierbas cercanas avanzando con rapidez para poder correr libremente en el bosque.

-Mario, ya está la cena -habló la mayor viendo hacia lo más alto de las escaleras, justo en ese momento Luis llegaba a la casa

-Ya llegué -avisó y dejó su arco y flechas junto a la puerta

--Hola mi niño -saludó la mayor viéndolo un momento -en un momento sirvo la cena, iré por Mario, parece ser que está dormido

-Está bien ma -sonrió y se acercó a tomar un cuenco de madera para llenarlo con agua y beber

-¡Luis! -el chico avanzó hacia las escaleras al escuchar a su madre -¡Luis, Mario no está! -la vió bajar las escaleras de manera rápida -¡Tu hermano no está!

-¿Cómo que no está? -la tomó por los hombros tratando de calmarla un poco

-No está, Luis. Y la daga de tu padre tampoco está.. -comentó angustiada y lo vió avanzar a la puerta

-Ve a hablar con Ginny -tomó de nuevo su arco y sus flechas -Yo iré a buscarlo en el bosque

Ambos salieron de la casa tratando de encontrar al pequeño.

Mario, por su parte estaba sentado en la raíz de un árbol, viendo el hermoso lago frente a él.. pero no lo estaba disfrutando..

El pequeño había sido perseguido por un "temible ratón", enorme a comparación de su pequeño tamaño. Por fortuna había huido de aquella bestia feroz, pero no había resultado ileso. Tenía múltiples rasguños en su cuerpo, uno en su pierna derecha, otros en su espalda baja y otro en una mejilla.

Abrazó sus piernas hacia su pecho mientras lloraba en silencio. Tal vez su madre y hermano tenían razón, no sabía cuidarse solo, era muy pequeño para defenderse.

¿En qué estaba pensando? ¿Cómo iba a enfrentar a esos humanos si un pequeño y peludo ratoncito le había ganado?

Era débil, pequeño y miedoso. No era como su hermano, Luis era valiente y sabía pelear, podía defenderse. Sentía que sería una vergüenza si volvía a casa después de su derrota con aquel ratón, así que simplemente se quedó ahí. Llorando en silencio y lamentándose por no poder ser más fuerte.

Luis avanzaba de prisa internándose en el bosque, estaba por oscurecer así que debía encontrarlo antes de que todo se hiciera obscuro.

Estaba comenzando a desesperarse, ¿dónde se había metido ese niño?

Suspiró y avanzó un poco más deteniendo su andar al ver la pequeña figura de su pequeño hermano. Hecho ovillo resguardado bajo una raíz y cubierto con una hoja del mismo árbol.

-Gracias -miró al cielo agradeciendo y se acercó con cautela al menor -Mario, Mario.. -le habló con suavidad para despertarlo

El pequeño abrió levemente sus ojos y trató de sonreír a su hermano.

-Lo siento.. -murmuró a penas

Luis lo cargó con cuidado notando así aquel rasguño en su rostro y manchas rojizas en su pantalón y túnica. Se apresuró a llegar a su casa, encontrando cerca a un centinela que lo acompañó de regreso a la aldea dándole luz.

-Lo encontraste -su madre se acercó de prisa al verlos

-Tiene algunos rasguños, pero parece que está bien -comentó el mayor al ver la angustia de su madre cuando vió aquella herida en el rostro de Mario

La mañana siguiente el más pequeño estaba completamente serio, se sentía avergonzado. Había huido de casa y había perdido contra esa criatura. No había podido volver por su cuenta y peor aún.. Había perdido la daga de su padre.

-¿Cómo te sientes hoy? -preguntó su hermano sentándose a su lado en la cama

-Perdóname -murmuró sin ver al mayor

-Mario..

-Quería demostrar que era fuerte, que podía defenderme -las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos -pero no puedo.. Soy pequeño y débil.. Soy un inútil..

-Oye, no.. -Luis lo hizo sentarse para poder verlo de frente -no eres inútil

-Lo soy.. -reprochó liberando las primeras lágrimas -me perdí en el bosque, un ratón casi acaba conmigo y perdí lo último que nos quedaba de papá.. Soy un inútil..

Luis lo abrazó con cariño al verlo llorar.

-No eres inútil.. Es sólo que aún eres pequeño.. -acarició el cabello de menor mientras éste se aferraba al pecho del mayor -ya crecerás.. Todo a su tiempo, pequeño saltamontes..

-Pero..

-Hagamos algo -interrumpió y se separó de abrazo para verlo -hoy iremos a buscar esa daga -limpió las lágrimas del menor -te enseñaré a ubicarte y a volver a casa

-Pero mamá..

-Mamá está de acuerdo -sonrió -le prometí que cuidaría de tí y tú cuidarás de mí.. Así que está de acuerdo -el menor asintió no muy convencido

-No quiero volver a ver un ratón -murmuró

-Iremos con cuidado -sonrió -y... Desde hoy quiero prometerte que en cuanto cumplas los doce años.. acamparemos en el bosque.. -el menor sonrió a medias -solos tú y yo..

-¿Lo prometes? -preguntó sintiendo de nuevo esas ganas de llorar

-Promesa de hermano mayor

Mario se acercó para abrazarlo con fuerza y le agradeció.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro