
¤Epílogo-30 de febrero¤
Tal vez las cosas hubieran tomado otro rumbo si todo hubiese vuelto a la normalidad, como era su plan, quizá se habrían evitado todos esos momentos incómodos, todas esas ausencias, todo el dolor que debieron soportar, esperando dormir y que, al despertar, siguieran en el reto. Eso jamás sucedió.
Después del reto, Error fue incapaz de destruir algo por un mes completo. Se encerró en su Anti-Void, sin ganas de ver algo del mundo, no quería encontrarse con Ink, no se sentía capaz de verlo como un enemigo nuevamente, no estaba preparado.
Ink buscó por todos los AU's su presencia, creyó que el contrario comenzaría a destruir apenas estuviese libre de esas cadenas, vaya que se equivocó. En ese momento no pensaba en pelear, sólo quería encontrarlo, verlo, saber que estaba bien. No tuvo noticias de él en todo el mes, ni siquiera Geno sabía algo.
Algo que el pintor no sabía fue que Error lo estuvo esperando todo ese tiempo, su Anti-Void permaneció colorido, con la esperanza de que el guardián apareciera un día de esos y le invitase a salir, tal como lo hacían en febrero.
Dejó muchas marionetas esparcidas por todos lados, constantemente miraba a los lados, esperando sentir una presencia en su hogar. Él ya se había cansado de dormir, por lo que normalmente se encontraba despierto, escuchando a las voces por si le decían algo del pintor, aunque nunca hablaron acerca de él.
Al final del mes, sus esperanzas se habían desvanecido. Lo supuso. Ink no llegaría, tenía cosas más importantes que pasear con un glitch como él.
Y cuando finalmente fue capaz de salir, se sintió terriblemente mal, pues el albino no parecía muy preocupado por su ausencia, seguía ejerciendo su trabajo normal. Le hubiese gustado saber que al menos quiso verlo una vez más, por lo visto no fue así.
Pero bueno, él sabía que ocurriría, lo habían dicho muchas veces, volverían a ser simples enemigos, todo quedaría como un hermoso recuerdo, aunque para este punto, el guardián ya ni debe recordarlo.
Cuando el pintor vio al azabache sintió una gran emoción recorrer su cuerpo, por fin después de tanto tiempo se había dignado a salir. Quería acercarse y hablar con él, saber cómo había estado y la razón de su desaparición, mas no pudo dar dos pasos cuando notó lo que estaba ocurriendo.
Allí estaba Error, con sus hilos sobre monstruos y construcciones, destruyendo todo a su paso.
Entonces recordó lo que debía hacer. Por supuesto, nada de relaciones, no si quería mantener su guión con ese camino. De cierta forma era bueno saber que el destructor ya lo había superado, saber que ahora podían volver a su vida anterior sin ningún inconveniente, pero si era tan bueno que eso ocurriera, ¿por qué dolía tanto?
Desde ese día ellos supieron inmediatamente lo que debían hacer.
Se miraron sin decir nada. Invocaron sus ataques...
Y comenzaron a pelear.
Justo como en los viejos tiempos.
Los más grandes enemigos del Multiverso habían vuelto a enfrentarse.
"Enemigos", quizá en el comienzo dolió más de lo que debería.
[31 de Enero, un año después]
Error soltó un quejido algo adolorido por el día anterior.
Había tenido otra batalla con Ink y esta había resultado mucho más brutal que otras veces. Quizá no debió destruir cinco AU's en un solo día, pero bueno, era su trabajo, ¿no?
El reto ahora sólo era un recuerdo más. Uno muy hermoso, por cierto. No lo demostraba, pero realmente le encantaría revivirlo otra vez, aunque sea un día, para él sería suficiente.
En ocasiones tenía alguna que otra charla con el pintor, pero no se comparaban en nada a las bellas experiencias que vivió en febrero. A veces quería acercarse a darle algún cariño o simplemente para recibirlos, a veces sólo quería sonreírle sin motivo alguno y esperar la misma sonrisa como respuesta, pero eso ya parecía algo simplemente imposible, Ink se alejaba cada vez más, le dolía, pero debió aprender a vivir con eso.
El guardián jamás le explicó el motivo de su aislamiento, jamás le dijo la razón por la cual se encontraba tan frío con él, eso era realmente doloroso, en más de una ocasión había recordado lo acogedores que eran sus besitos a mitad de una batalla, provocando que le dieran unas ganas de llorar en ese mismo lugar. Siempre se iba antes de que eso pasara.
Aunque él admitía hacerlo, sabía que, en el fondo, no había superado los bellos momentos que formó con Ink.
Y eso seguía doliendo muchísimo.
Geno lo sabía, conocía a Error muy bien. Él no era de convivir demasiado, eran pocos a los que llamaba "cercanos" y aún más pocos en los que confiaba, pero cuando una de las dos ocurría se solía apegar más de lo que debería. Él era muy arisco con todos, pero cuando alguien lograba entrar en su zona de confort y formar parte de su vida se apegaba de una forma muy dependiente en el sentido emocional. Temiendo que le traicionen o se alejen de su lado, queriendo siempre tener la razón y asegurarse de no ser olvidado.
Por lo visto, Ink había roto la zona de confort de Error; entrando a su vida y luego saliendo de forma repentina, le había dado un giro al cual no estaba acostumbrado y eso no le gustaba, le aterraba y le daba una gran desesperación.
Incluso, después de que pasara un mes sin saber algo del menor, cuando el glitch volvió con él, Geno supo enseguida que debía tener cuidado con cada movimiento que hiciera, el azabache se veía determinado a evitar que se vaya. Lo acompañaba a todos lados y se negaba a que alguien se acerque a él, temiendo que le quiten a Geno, su único consuelo en esa pérdida tan grande que tuvo en su vida. No era para nada sana su actitud, pero el de bufanda roja no hacía nada por detenerlo, comprendía que su "hermano" estaba roto y que lo único que quería era compañía, atención y cariño. Sabía que con el tiempo se le pasaría.
Y tuvo razón, pero no del todo.
Error levantó del suelo unas marionetas que veía cada vez que se sentía triste, estas se trataban de aquellas que tenían el hilo rojo uniéndolas entre sí. Él todavía tenía su hilo guardado, sólo que se encontraba en su bolsillo, sintiendo vergüenza de que Ink todavía le viera con eso puesto, pensando que quizá pudiera reírse en su cara por haber caído tan bajo. El final del reto y la separación del pintor lo hicieron, simplemente, más paranoico.
Él sabía que para poder olvidar todo eso debía poner de su parte, pero todo había sido tan perfecto que no podía, más bien, no quería, eso hacía de la situación algo todavía más complejo.
—¿Cómo estás hoy, Error? —Preguntó la marioneta de Ink, la cual controlaba con sus hilos para fingir que tenía vida. —¡Yo estoy genial, como siempre, para variar! —Cambió su voz, fingiendo ser el artista otra vez. —Pues obviamente, siempre increíble porque eres maravilloso—. Aunque su ánimo solía ser muy alegre cuando jugaba, hoy era de esos días en los que se sentía triste sin razón aparente. —Deberíamos ir a Outertale hoy, así vemos las estrellas, ¿te parece?
Sin embargo, no recibió respuesta. A veces esperaba que las palabras de la marioneta salieran por su cuenta, a veces olvidaba que él las controlaba. Le gustaría que fueran reales, quizá así le ignorarían menos.
Esperar una respuesta sería algo estúpido, por lo que abrió un portal a un AU aleatorio y entró en este, comenzando su destrucción sin pensarlo, sin piedad alguna. Al menos eso podría distraerlo.
Aunque después de dos minutos se habría arrepentido de su decisión de destruir justamente ese día.
—¡Error! ¡Otra vez! ¡¿No te bastó con los ocho AU's que has destruido esta semana?! —Por supuesto, Ink había llegado a salvar el día.
El destructor suspiró, claramente agobiado, no se sentía con el humor como para pelear con el guardián ese día, no quería verlo, al menos no como enemigo. Estaba por retirarse sin siquiera hablar, como ya había comenzado a hacer en otras ocasiones en las cuales su ánimo decaía, mas, antes de crear su fisura, se detuvo.
¿En serio pasaría toda su vida así? Destruyendo y luchando cuando se sentía con ganas y cuando no, simplemente huir. Hace un año se reiría si le dijeran que él hacía esas cosas, ya no podía reconocerse a sí mismo.
Era hora de ponerle un fin a esta situación y sólo había una forma de hacerlo.
Volteó su cuerpo, mirando al pintor con seriedad, este optó por una pose defensiva, creyendo que el contrario atacaría en cualquier momento. Se llevó una sorpresa al oír su voz.
—Ink, necesito hablar contigo—. Sus cuencas se veían suplicantes, parecía incluso triste. El guardián no había visto esa cara desde...—U-Una vez dijiste que hablara contigo si lo necesitaba, quiero hacerlo ahora.
El albino se quedó en silencio, recordando la vez en la que mencionó eso. Quitó su posición defensiva para sacar, de un bolsillo, un dibujo hecho hace ya mucho tiempo. Lo observó fijamente durante unos segundos, recordando algunos de los bellos momentos que pasaron juntos.
Abrió su boca para responder, pensando que si algo sucedía podría cambiar su guión de forma repentina, estaba tan cerca de lograrlo que no quería arruinarlo, sin embargo jamás dijo "no", esas palabras no salieron, él no permitió que salieran.
—...De acuerdo, vamos a un lugar privado.
La destrucción no había sido demasiada y, en cuestión de minutos, logró arreglar todos los daños causados, bajo una mirada asombrada del Sans de ese lugar, quien no se podía creer el hecho de que ambos seres no estuvieran peleando.
Al terminar su tarea, Ink creó una mancha de tinta, un portal hacia un lugar muy privado, según él. Antes de cruzar le miró con seriedad. —Me tienes que prometer que no importa lo que veas, no romperás nada, ni hoy ni nunca. Jamás volverás a este lugar intentando destruir, ¿entendido?
La fría voz del contrario le resultaba tan extraña, todavía no lograba acostumbrarse del todo, eran pocas las veces en las que charlaban, él se había quedado con los recuerdos del pasado.
—Lo prometo.
El guardián se quedó conforme con esa respuesta, esperando que nada malo ocurra, de ser el caso, él estaría allí para detenerlo.
—Entonces vamos.
Fue allí donde ambos entraron en aquella fisura, apareciendo en un lugar que Error jamás había visto, se notaba cálido y acogedor, la nostalgia invadió al glitch, recordando que así era como se sentían las caricias del albino. En ese momento se fijó de la cantidad de AU's que se encontraban en ese lugar, allí parecían realmente pequeños a como lucían cuando ya se encontraba en ellos.
En ningún momento pensó en destruirlos.
El guardián lo guió hacia una zona llena de lápices y dibujos aleatorios, seguramente allí se pasaba descansando cuando no tenía a quién vigilar.
—Así que... ha pasado un tiempo, ¿no?
El glitch le miró unos segundos. La situación era bastante incómoda. —Sí, bastante.
—...¿De qué querías hablarme? —Directo al grano.
Error se volteó, mostrándole la espalda, no atreviéndose a verlo a la cara para cuando suelte las palabras que tanto había querido decir.
—Nada importante, es sólo que...—Para este punto ya se encontraba jugando con sus propias manos, nervioso. —E-Extrañaba al Ink del reto...
Cuando dijo eso, la dura mirada del pintor se relajó y un ligero brillo por fin se vio en su rostro. Él también le había extrañado muchísimo, lo único que quería, muchas veces, era regresar a febrero, justo el día en el que todo comenzó. Dibujaba y escribía constantemente acerca del destructor, acerca de lo ocurrido ese mes, asegurándose de jamás olvidar los mejores momentos de ambos, se odiaría si lo hiciera.
Pero eso no cambiaba nada, tenía un guión que seguir. —Yo también te extrañé al comienzo, pero ya sabes, son cosas que pasan. Sabíamos que esto iba a ocurrir, ¿no?
Error parpadeó un par de veces, sin creer lo que había escuchado. ¿En serio había dicho eso?
En otras circunstancias él habría respondido, tontamente, "sí, tienes razón". Pero él había aprendido que eso sólo le causó problemas, jamás le dieron una respuesta que él quisiera escuchar, sólo lo que debía. Ahora necesitaba acabar con esta situación de raíz.
Quería una respuesta coherente.
—Sí, lo sabíamos—. Se escuchó frío y decidido, ya sabía lo que tenía que hacer. —Pero no es lo que yo quería y creo que me arriesgaré a decir que tú tampoco lo querías—. Sus palabras sorprendieron al pintor, quien se tensó y comenzó a mirar a los lados, como si estuviese buscando a alguien que lo apoye. —Incluso te pusiste a llorar ese día.
Ink suspiró, tocando su pecho con cuidado, específicamente el "alma" que le fue regalada.
—Sabes que si lloré no fue real. Son estas cosas—, paralelo a sus palabras, señaló sus viales— las que me ayudan a sentir. Si no las tuviera, no sentiría absolutamente nada. Las lágrimas de ese día fueron falsas, todo lo que sienta es falso.
El glitch tomó su propia mano, acariciándose a sí mismo en un intento de consuelo. No estaba satisfecho con la respuesta de Ink.
—Y supongo que lo único que sentías era que debías deshacerte de mí, ¿no? —El guardián le miró extrañado, sin comprender a lo que se refería. —Tú sólo querías que febrero termine para así volver a ser enemigos, no mientas, quisiste eso todo el mes.
—No, eso es mentira...—Enseguida comprendió lo que dijo, por lo que le miró algo molesto, retractándose de sus palabras. —De hecho sí, es lo que siempre quise...—¿no es así? —No...
—Claro que eso querías, repetías siempre que cuando el mes termine tú y yo olvidaríamos todo, volveríamos a ser enemigos y nada cambiaría—. Inconscientemente invocó algunos hilos por la impotencia que le provocaba decir esas palabras. —Yo también fui el idiota que te siguió el juego.
El artista retrocedió un paso por la repentina aparición de los hilos, notando enseguida como el contrario no los controlaba. Debía estar preparado por si estos salían disparados.
—Dime una cosa, Ink...—La expresión de Error se vio, repentinamente, triste. —¿Qué mierda querías ganar? —Jugaba con sus manos, sintiéndose mal de decir esas cosas pero al mismo tiempo bien de finalmente dejar de guardárselas. —Me tratabas muy bien, era tan bonito que logré confiar en ti, incluso permití que me vieras llorar... sólo quiero saber una cosa, me importa una mierda si lo fingías o no, ya sé la respuesta—. Le miró fijamente, su rostro se volvía cada vez más deprimente. —Con todas las cosas lindas que hacías, ¿buscabas que yo termine sintiendo algo por ti para así dejar de destruir? ¿Es eso lo que querías?
El guardián demostró enseguida una reacción violenta, mostrando ofensa por lo dicho. —¡Claro que no intentaba hacer eso! Te habías mostrado de una forma distinta esos días, me agradaba y sólo quería demostrarlo intentando ayudarte con tu fobia.
—Por supuesto. Debo suponer que no pensaste en eso ni por un segundo, ¿no es así? Digo, que yo deje de destruir sería un problema menos para ti. Podrías cuidar tus AU's como tanto te gusta, podrías hacer muchas cosas, tendrías menos limitaciones. Si me sacas del mapa estarías muy contento. Oh, espera, no estarías contento porque es algo que no puedes sentir, es una pena.
—...Tal vez lo pensé en un momento—. La mirada del azabache bajó lentamente, se sentía decepcionado de Ink y de sí mismo. —¡Pero no lo hice! ¿O sí? No intenté enamorarte ni hacer que te gustara, ¿sabes qué? De hecho yo intenté todo lo contrario. No quería que me vieras como alguien importante en tu vida, quería que siguiéramos siendo enemigos para que no me veas como algo más.
—Supongo que fallaste con eso—. Murmuró, sin saber cómo sentirse en ese momento. —Si tanto hubieses querido eso, no debiste haber actuado de esa forma tan linda, ¡y no me digas que no estabas seguro de lo que hacías, porque yo creo que estabas más que seguro! —Sus hilos se comenzaron a extender, él ni siquiera lo había notado. —Si realmente hubieses querido que siguiéramos como antes, habrías detenido esa actuación desde el día en el que te permití tocarme. Sabes perfectamente que sólo dejo a unos cuantos, a aquellos con los que siento tener suficiente confianza.
El guardián miraba detenidamente los hilos, presionando el agarre de su pincel sólo por si acaso.
—Pues si tanto crees que es así, quizá debiste pensar dos veces en quién confiabas, ¿no?
—Sí, cometí un error al confiar en ti, así como tú cometiste uno al querer que yo te odiara después de todo lo que hiciste.
Ink se sobresaltó al oír esas palabras. No, no quería que le odiara, él sólo quería que... fueran enemigos otra vez, que volvieran a ser como antes. Ahora que lo pensaba mejor, no tenía mucho sentido lo que buscaba. Quizá esa era otra de las desventajas de no tener alma, ¿no es así?
—Yo no quería...
—Mira, me importa una mierda lo que vayas a decir. Hasta el momento lo único que he escuchado de ti son mentiras, ¿y sabes qué? Realmente ya ni me sorprende. De hecho deberías sentirte orgulloso de ti mismo, si tanto querías que te volviera a odiar, lo estás logrando, ¡felicidades! ¡Te ganaste un premio por ser el esqueleto con más mierda en el cerebro que he visto jamás!
El guardián pudo haber hecho alguna broma acerca de esa frase, pero se negó. No era momento para eso. —¡Yo no quiero que me odies y tampoco quería que lo hicieras entonces!
—¡Pero querías que fuéramos enemigos, que volviéramos a los viejos tiempos! ¡¿Qué mierda quieres, Ink?! ¡Quieres todo regalado, incluso las cosas que no tienen sentido!
—¡Quizá podría darte una respuesta si tuviera alma, Error! ¡Pero sorpresa, sorpresa, no tengo! —Levantó sus brazos al cielo, llegando incluso a agrietar su pincel por la fuerza con la que lo tomó. —Pude evitar muchas cosas, si tan sólo tuviese un alma esto jamás habría pasado. ¡Jamás! Yo hubiese, no sé, hubiese dejado de actuar como estúpido, habría hecho tantas cosas bien, ¡pero no tengo alma! ¡No entiendo muchas cosas! ¡No te entiendo a ti, a los de tu tipo! Si están tristes, felices, ansiosos, lo que sea, sólo puedo sentir mentiras. Si intento consolar a alguien, ¡es mentira! ¡Nada de lo que hago es real! ¡Son puras acciones que salen por unos estúpidos frascos! ¡Sin ellos yo no sería nada, no sentiría nada!
Esas palabras los dejaron en silencio, sin saber qué decir. Comenzaron a calmarse, permitiendo que el glitch pueda respirar adecuadamente, tranquilizándose y ocultando sus hilos que salían a montones, amenazando con destruir en todas direcciones. Ink también pudo relajar su agarre en el pincel al ver esta acción. Ninguno sabía cómo aliviar el ambiente.
Al cabo de unos minutos, Error soltó un suspiro algo fuerte. —Sin alma, también se deja de sentir, Ink. Al igual que con tus frascos... no por eso le echas la culpa de lo que hiciste a lo que te falta.
El pintor negó, sin comprender a lo que quería llegar. Se veía confundido y el glitch captó el mensaje casi de inmediato.
—Lo que quiero decir es que no puedes culpar la ausencia de tu alma por cada equivocación que cometes. Tienes viales que te ayudan a sentir, deberías actuar de acuerdo a la situación, de acuerdo a lo que tú creas que está bien para ti—. Estaba algo ruborizado por las cosas que decía, no acostumbraba a hablar de esa manera, pero él sabía que era correcto hacerlo en este caso. Comprendió que Ink necesitaba un guía.
—Mentiras—. El azabache le miró, esperando una explicación. —Me ayudan a sentir mentiras, nada es real.
—...Jamás será real si sigues pensando que son mentiras.
—Para ti es fácil decirlo, tienes alma, lo que tú sientes es verdad, sabes que sí. No tienes por qué ocultar las cosas, no tienes por qué mentir, puedes hacer muchas cosas sin verte restringido por tu falta de emociones—. El albino se sentía un poco mejor al decir estas cosas. Tal vez él también necesitaba de alguien que lo escuche. —Es difícil ser el protector de los AU's si no puedo sentir nada. He arruinado amistades y he perdido credibilidad millones de veces por no poder actuar bien, por no saber cómo hacerlo. Es difícil ser un guardián que no siente nada, no comprendo muchas cosas, no entiendo a muchos monstruos. Ya hasta se me hizo costumbre el ser amado, luego odiado, olvidado y amado nuevamente por los mismos esqueletos una y otra vez, si tuviera alma no me sentiría así, si tuviera alma podría sentirme triste de verdad, podría sentirme con vida.
Error miró al suelo con una expresión neutra, comprendiendo lo que quería decir el contrario. —No creas que por tener alma vas a poder actuar mejor—. Recibió una mirada que exigía respuesta, y claro que las dio. —Yo tengo alma y aun así me acostumbré a pisar un AU y ser inmediatamente odiado, me acostumbré a que todo el Multiverso quiera matarme, me acostumbré a que incluso seres en los que confío me teman cuando hago algo. Si no tuviera alma y en cambio tuviese una de esas cosas tuyas para poder sentir no sería muy diferente al ahora... Geno me intentó ayudar a dejar de destruir y él logró que yo tuviera un gran avance, un avance que se fue a la basura cuando llegué a un AU a pasar el rato y lo primero que recibí fueron gritos de terror, de pánico. A veces odio mucho a Geno por eso, si él no me hubiese intentado ayudar, no habría empeorado, no me habría dolido algo que nunca antes lo hizo, ¿sabes qué? Yo te envidio por no tener alma, pero a diferencia tuya, yo no intentaría recuperar las emociones, yo podría vivir perfectamente sin ellas, eso haría de mi trabajo algo mucho más simple. Eso te hace mucho mejor que yo en muchos sentidos.
—Y yo te envidio por tener alma.
No sabían qué decir, simplemente se quedaron callados, evitando el contacto visual, cada uno perdido en sus propios pensamientos.
Por un lado estaba Ink, quien se creía de lo peor por no poder sentir algo real, quien odiaba sentir mentiras, alguien que únicamente quería un alma porque estaba seguro de que esa era la razón de todos sus problemas; carecer de esta.
En el otro se encontraba Error, quien acababa de compartir una de sus penas más grandes con su enemigo; el haber intentado dejar la destrucción y que, a causa de eso, se haya vuelto un blando. Sabiendo que ya no le interesaba tanto como antes. Cuando comenzó estaba solo, no tenía a nadie, sin embargo una vez conoció a Geno intentó parar, ya no había motivo por el cual seguir, no estaba solo, no tenía motivos para tener celos del resto. Ya se había vuelto una adicción tan grande, se había convertido en una necesidad y se convenció a sí mismo de que ese era su único propósito para existir, tanto que incluso él se lo creyó, llegando al punto de cometer actos suicidas si dejase de hacerlo.
Él, al igual que Ink, necesitaba ayuda.
—Respóndeme algo, Ink—. El mencionado le miró, esperando que continúe. —Dime por qué quieres que sigamos siendo enemigos. Dame un buen motivo y si no puedo hacer nada, me iré. Aceptaré que somos enemigos, que lo que ocurrió ese mes simplemente fue un sueño muy bonito, que tú y yo nos odiamos... seguiré mi guión de la forma que quieras.
El guardián sacó el alma que le fue regalada, admirándola con un toque de melancolía, sabiendo que el contrario no podría ayudarlo y que, en consecuencia, volverían a ser los de siempre, esta vez en verdad; ya no se extrañarían ni intentarían charlar, no pedirían explicaciones... lo mejor sería olvidar todo. Eso es lo que quería, seguir un guión perfecto, no voltearlo para evitar sufrimiento, ¿entonces por qué le dolía saber lo que ocurriría?
No había respuesta alguna, Ink no podía responder, no sabía hacerlo.
—...Ya veo—. Murmuró Error, decepcionado por este hecho. El pintor le miró con algo de pena, realmente no quería que siguieran siendo enemigos, no quería. —Creo que hubiese preferido que dijeras algo... pero eso es esperar mucho de ti, ¿no es así?
Al decir esas palabras, el glitch abrió un portal directo al Anti-Void, posiblemente se retiraría un tiempo más a pensar las cosas y, una vez se sienta listo, volvería a destruir. Por supuesto que seguiría siendo difícil, pero esperaba que al menos así pudiera olvidar todo lo ocurrido.
Antes de dar un paso, fue detenido por una voz justo atrás de él. —¡Espera! —Ink tenía su mano estirada y en sus cuencas se veía algo de miedo y confusión, como si no entendiese la situación por completo. —Tú y yo tenemos un guión que seguir, nuestros códigos dicen que debemos hacerlo... nos dieron varios caminos por tomar y el único en el que sé que ninguno de los dos saldrá lastimado es en este.
El azabache volteó, parpadeando un par de veces, como si intentase procesar la información dicha anteriormente.
Al ver esto, el pintor continuó. —No quería que comiences a sentir algo por mí, sé que no podré corresponder, sé que eso te lastimaría, sé que estaría mal hacer eso... necesitaba que fuéramos enemigos, quizá necesitaba que me odiaras, aunque después del reto no quería aceptarlo...
—No querías que me enamore de ti, ¿me equivoco? —Su pregunta dejó en silencio al artista, quien bajó un poco la mirada, ganando un suspiro por parte del contrario. —Supongo que tus intenciones eran decentes...
—Supongo...
Ninguno dijo otra palabra, no se miraban, nada. Sólo pensaban en la situación, cómo habían llegado a esto.
Pero Error sabía que no había ido a ese lugar sólo para tener una charla con el albino, él quería terminar las cosas, de una forma u otra, todo terminaría. Si no lo hacía Ink, lo haría él.
—Mira, Ink. No sé tú, pero yo me cansé de esperar a que el Ink del reto regrese, me aburrí de esperar que regresemos a la época del reto, así que tú decides, yo quiero terminar con todo esto, ahora.
—¿Ahora?
—Ahora—. Repitió, cruzándose de brazos y mirándolo directamente al rostro. —Dime si intentaremos llevarnos bien otra vez o si seguiremos siendo enemigos.
El pintor lo pensó un poco, no parecía algo difícil de escoger, él quería mantener su guión para así no lastimar a nadie, aunque haciéndolo lastimaba a muchos más de los que hubiese querido, entre ellos estaba él mismo.
—No he terminado—. Interrumpió al ver que el contrario estaba a punto de hablar. —Si me dejas volver a ser tu amigo, si me dejas ver al Ink del reto otra vez... te ayudaré a sentir, prometo que te ayudaré con tus emociones, te ayudaré a controlarlas, a entenderlas. Si ese es tu problema, quiero ayudarte. —Le sonrió con algo de tristeza, esperanzado con poder recuperar esa amistad que consideraba perdida, esa amistad que tanto extrañó, poder tener a Ink como alguien de confianza una vez más. —Pero si no quieres, seamos enemigos de ahora en adelante. Yo te odiaré y esperaré que en algún reinicio tenga la suerte de olvidar todas las cosas buenas y lindas que pasé a tu lado.
—...Pero no quiero que me odies.
—También dijiste que no querías lastimarme—. Miró al suelo, jugando con sus manos, tenía una mezcla de sentimientos en su interior, tristeza, enojo, no lo sabía bien. —Pero no odiarte me duele mucho. No odiarte me hace querer volver a ser el de hace un año para así aprovechar mucho mejor el tiempo...—Sin querer comenzó a derramar unas lágrimas, sintiéndose realmente mal por tener esos recuerdos. —Q-Quiero al Ink del reto...
Las cuencas del mencionado se pusieron inevitablemente azules al ver esa reacción, ver al contrario sollozando lo hacían querer tocarlo, pero sentía que ya no tenía ese derecho. Él le había hecho mucho daño al tratarlo de esa forma tan linda para luego dejarlo.
—Error—. Habló, el glitch no quería ni mirarlo, estaba muy avergonzado de llorar frente a él otra vez. —No quiero que me odies ni yo quiero odiarte... pero no tengo alma, si llegase a sentir algo por ti sería una mentira, si tú te enamoras de mí y yo te correspondo sería mentira, sólo te haría daño. —Completó con sus cuencas totalmente vacías, tomando la mano del contrario con delicadeza, quien la apartó con mucha brutalidad.
—¡Si tanta mierda te importa que me enamore de ti, deja de preocuparte tanto! ¡Yo no quiero una relación amorosa contigo, no estoy interesado en eso y si algún día llegase a estarlo no me importaría! —Gritó, limpiando sus lágrimas por la impotencia que sentía en ese momento, Ink lo miraba sorprendido.
Error le arrebató el alma que había hecho para el albino hace casi un año, restregándosela en la cara con mucha fuerza.
—¡Esta es la mierda que te importa a ti, tener sentimientos, déjame ayudarte, te enseñaré a entenderlos! No podrás hacerlo del todo, pero puedo ayudarte, p-puedo intentarlo... ¡P-Puedo darte mi alma! ¡Yo no la necesito! —Su mirada era tan alocada, tan desesperada, su sonrisa tan vacía, tan rota—. ¡T-Tómala! —En ese momento dejó el peluche que había hecho tiempo atrás para luego sacar su propia alma, regalándosela al contrario. —¡Es tuya! ¡Así podrás sentir todo lo que quieras!
—...Error.
—¡Toma mi maldita alma! —Enojado se la lanzó, siendo rápidamente atrapada por el guardián, quien lo vio como si estuviese loco por haber hecho eso con algo tan delicado como un alma. —¡L-Llévatela! —Cuando Ink intentó devolverla a las costillas del azabache, este no pudo evitar romper en llanto, empujándolo para que no logre hacerlo. —¡Te la regalo, p-pero no me dejes solo!
El pintor se quedó petrificado por lo último dicho, incluso dejó de forcejear. Le miró fijamente, el esqueleto de colores negativos se veía tan asustado y desesperado, parecía actuar sin siquiera pensar en sus palabras.
Entonces recordó algo que Geno le había dicho hace ya un buen tiempo atrás. Algo acerca de uno de los peores miedos de Error, uno incluso más fuerte que la hafefobia, uno en el que él no había logrado ningún avance.
Error no era el monstruo más querido, de hecho era sumamente odiado, había estado tanto tiempo atrapado en el Anti-Void y sólo unos pocos se habían tomado la molestia de querer ser su amigo, eso le produjo un miedo terrible. Le temía tanto a que alguien a quien quería lo abandone que era capaz de hacer cualquier cosa para que siga a su lado.
Cualquier cosa.
Volvió a la realidad cuando escuchó los llantos del contrario calmarse un poco, seguía sollozando, pero era menos que antes.
—T-Te quiero mucho...—Le lloró, limpiando sus lágrimas constantemente, en sus cuencas se apreciaba un miedo inmenso. —No me dejes, p-por favor...—Esa súplica.
Ink miró el peluche de corazón en el piso, en sus manos se encontraba el alma del contrario.
Antes pensó que hacía lo correcto manteniendo una distancia entre ambos, pensó que así estarían bien. Las cosas no resultaron como quería. Había lastimado a Error y se había lastimado a sí mismo por esta estúpida decisión suya, por nunca preguntarle al contrario si estaba de acuerdo, por decidir por la vida de ambos sin siquiera consultar.
Todavía tenía mucho que aprender y él no podía cambiar el pasado.
Pero sí arreglar su futuro.
Él le hizo varias caricias en las manos del contrario, esperando que se calme para poder decir algo. Cuando finalmente ocurrió, lo primero que hizo fue entregarle su alma. Error la miró unos segundos, sintiéndose realmente avergonzado por el "show" que hizo antes. Se había enojado y simplemente soltó todo.
Al ver un rostro tan apenado, el albino levantó un poco sus manos para que así le vea a la cara. —Está bien, puedes desahogarte conmigo, estaré aquí para cuando me necesites.
—...¿Cuánto falta para que sea mañana?
—¿Hm? Bueno...—El albino lo pensó un poco, mirando los códigos de algunos AU's para tener una respuesta más clara. —Faltan cinco minutos.
—Hazme un favor.
—...De acuerdo. Dime qué quieres.
—...Quiero que seas el Ink del reto sólo por cinco minutos...
Esto dejó un poco aturdido al guardián, quien estaba a punto de hablar antes de que Error se abalanzara sobre él, envolviéndolo en un abrazo muy fuerte, como si ese fuese el último acto de cariño que podría entregarle en su vida.
El pintor se quedó en blanco, sin saber cómo reaccionar. El glitch temblaba, respirando con mucha fuerza para intentar aguantarlo. Al ver esto inmediatamente lo intentó apartar, fracasando en ello, pues sólo lograba que el contrario lo presione más, no queriendo separarse jamás, aunque le temiera tanto, estaba dispuesto a enfrentarlo.
—L-Lo pasé muy bien esos días... —Habló en voz baja, sin querer soltarlo, sabiendo que nunca más podrían tener una muestra de afecto. —G-Gracias...—Aunque eso lo susurró, igualmente se escuchó.
Lo único que sintió Ink fue calidez, una gran calma lo invadió, inconscientemente correspondió aquel abrazo, siendo este más delicado que el entregado por el azabache, quien se tensó ante el contacto que recibía, pero aun así se negaba a moverse. No quería soltarlo, no todavía.
—¿Crees que tú seas el indicado para enseñar de sentimientos, Error? —Esa pregunta lo dejó sin palabras, por lo que, sin apartarse, negó. Sus miedos comenzaron a crecer luego de estar un rato en esa posición, estaba muy asustado pero no quería alejarse. —Si tú me ayudas a mí, déjame ayudarte a ti también. —Metió una de sus manos en el bolsillo ajeno, tomando aquel pedazo de hilo rojo que todavía permanecía allí, sujetándolo con fuerza mientras le realizaba suaves caricias en un intento de calmarlo. —Déjame enseñarte que tú no sirves sólo para destruir, que tú tienes más propósitos, que puedes vivir sin eso.
Aquel abrazo lo hacían querer volver al reto... Quería experimentar esa inexplicable sensación que sentía sólo con Error otra vez.
Sus cuencas se abrieron de par en par al darse cuenta de lo que había sucedido. Él había hecho algo por instinto, pensando que sería lo mejor aún si sabía que le dolería y por ello terminó lastimando a alguien más de una forma totalmente horrible. Pero este abrazo no fue algo que él hubiese pensado, no era algo que creyó que sería para mejor, simplemente ocurría, era algo tan espontáneo, tan único... él lo había abrazado porque quería, no porque sería lo mejor.
Comprendió que no todo debe tener un plan, comprendió que las cosas no serían mejores si ignoraba sus deseos más profundos. Después de tantos años arruinando relaciones amistosas e incluso de respeto finalmente entendió que la vida no está planeada como él creía, que si el destino no se ha cerrado todavía es una oportunidad para transformar su vida por completo.
Él comprendió que su guión perfecto era un escape al miedo que le producía que Error se enamore de él y que, por no poder corresponder, termine lastimándolo.
Comprendió que a veces las cosas suceden por algo y que si sucede algo fuera de sus planes sólo debe aprender a adaptarse a la situación.
Acarició el cráneo del contrario con mucho cuidado, escuchándolo respirar de forma agitada por el miedo que le producía estar en esa situación, igualmente no quería soltarlo, temía ser dejado, abandonado, él quería a Ink, aunque constantemente se dijera que no era así, era la realidad.
El pintor lo separó, no queriendo que el azabache sufra alguna crisis por permanecer en tanto contacto. Ambos se miraban fijamente, indecisos de quién debía hablar primero.
Pero Ink ya había tomado una decisión y esta vez se aseguraría de que fuera la correcta.
—No quiero ser el Ink del reto por los pocos minutos que nos quedan, Error—. Fue lo primero que dijo, el destructor se mantenía en silencio, escuchando con atención, sin saber cómo despedirse en esta ocasión. —Quiero que volvamos a ser los esqueletos del reto por más tiempo que sólo unos minutos.
Esas palabras dejaron al glitch boquiabierto, mirándolo fijamente, sin saber cómo expresar lo que sentía, no estaba seguro de cómo reaccionar, se había quedado en blanco. Él realmente no se esperaba eso.
—¿Qué mes viene ahora? —Preguntó Ink, sonriéndole de una forma que fue inevitable no corresponder. Era un momento perfecto.
—Febrero... podemos intentar lo del reto hasta finales de mes otra vez...
—Sí, me gusta la idea. Seamos los mismos esqueletos de aquella vez, sólo que esta vez...—Se acercó al cráneo del contrario, depositando su suave besito en su frente, lo cual provocó un leve rubor en este, quien sólo le miraba fijamente. —No será un reto.
Ambos traían un pequeño sonrojo en sus rostros, sonreían con nerviosismo, con entusiasmo. Estaban ansiosos por revivir aquellos hermosos momentos que hace menos de un año les produjeron tanta felicidad.
Tal vez no podían cambiar el pasado, pero ellos podían decidir sobre su futuro. No tenían por qué ser pareja, no era necesario, con sólo ser amigos sería suficiente. Error le enseñaría a Ink acerca de sentir, haría lo posible por ayudarlo y este le demostraría que era un esqueleto muy importante, que la destrucción que él seguía no era necesaria para que él siguiera vivo, que tenía un propósito. Ambos serían un soporte para el contrario, serían un soporte mutuo.
Y esta vez, tendrían todo el tiempo del mundo.
—¿Y cuándo termine el mes seremos enemigos otra vez? —Consultó el glitch, queriendo saber si iba a sufrir lo mismo una vez más.
La respuesta del contrario fue decepcionante. —Primero pensemos cuándo terminaremos esto.
Al ver el rostro que puso el azabache, el guardián no pudo evitar soltar una suave risa, acariciando sus pómulos y haciendo que le mire directo a sus cuencas, esas cuencas que tanto le encantaban al contrario. Entonces, habló con la voz más dulce que Error había escuchado en su vida.
—Yo propongo que sea el treinta de febrero.
El glitch se quedó sin saber qué decir. Recibió unas suaves caricias por todo su rostro, al igual que varios besitos repartidos entre su cráneo y manos.
—...Febrero no tiene treinta días—. Explicó, pensando que la idiotez contraria había superado los límites.
—Lo sé—. El pintor sonrió con calidez, acariciando sus manos con un cariño tan grande que sentía que podía olvidar todo su alrededor en ese mismo instante.
Error no respondió a esto, sólo dejó que Ink lo toque con ese afecto que tanto extrañó. Inevitablemente se acercó a este, tomando su bufanda y acariciándola con una sonrisa y un sonrojo azulado, recordando cuánto había extrañado esto, pensando en que lo único que quería era recuperar esta sensación única que el pintor producía en él.
De pronto sintió como algo era atado en su dedo, al mirarlo se dio cuenta de que el hilo rojo que hace un rato se encontraba en su bolsillo ahora estaba amarrado en las manos de ambos, manteniéndolos seguros, unidos, con un único pensamiento compartido.
"Estamos juntos al fin"
Se miraron a la cara, sonriéndose y con unas cuantas lágrimas cayendo de sus cuencas, en ese momento no importaban, sólo ellos estaban ahí, compartiendo ese calor, ese amor, esa calidez que sólo ellos se podían entregar. Sus manos estaban fuertemente entrelazadas, sus cuencas contaban mil aventuras que vivirían.
Se sentían completos por fin.
No había palabra para describir lo que sentían, lo feliz que estaban, ¿y eso para qué?
Ellos no necesitaban palabras para expresar ese fuerte cariño que sentían hacia el otro.
Ya no necesitaban de un reto que los mantuviera unidos, no necesitaban de alguien que les dijera qué debían hacer.
No necesitaban de alguien que los juzgue por lo que se habían convertido.
No tenían necesidad de llegar a toques más allá de los inocentes, no tenían intenciones de utilizar al otro como un juguete al que podrían desechar. No había necesidad de que fueran pareja para demostrar ese cariño que tanto habían extrañado.
Lo único que necesitaban era tenerse el uno al otro.
Ser amigos, hermanos, novios... eso no importaba. Mientras estén ahí para el otro, sería perfecto.
Pasaron por momentos difíciles, pero fueron capaces de recuperarse y seguir adelante.
Cometieron errores y era tiempo de arreglarlos.
Todavía tenían mucho por vivir, muchas experiencias nuevas que descubrir. Pelearán, se querrán, tendrán curiosidad en intentar cosas nuevas. Pero eso no sería un problema, ya estaban juntos, ya habían aprendido del pasado, ahora sólo quedaba mirar hacia adelante.
Pasarían penas, desgracias, problemas, discusiones, miedos, temores, ¿y eso qué? Ellos sabrían cómo resolverlo, ya habían aprendido su lección.
Ahora sólo les quedaba aprender a vivir.
Ellos ya habían decidido su rumbo, ellos habían decidido cambiar su guión.
Ellos descubrieron que los obstáculos que pone el destino sólo te hacen más fuerte que antes, comprendieron que las cosas no suceden porque sí, siempre hay una razón. Cada roca en el camino es una nueva oportunidad para hacerte más sabio.
Ellos no necesitaron pensar en lo que sería mejor, ellos no necesitarían pensar en cuál sería la mejor opción.
Ellos comprendieron que es imposible engañar al corazón.
Es por eso que ahora estaban ahí, mirándose con tanto amor y cariño, la misma mirada que habían tenido los últimos días de febrero hace un año estaban pasmadas ahí y seguirían en sus rostros por mucho tiempo más.
Tenían muchas aventuras por delante.
Vivirían su vida como si fuese el último. Se mantendrían unidos hasta que el calendario indique que sea 30 de febrero... y si en algún momento ese día aparecía, ellos volverían a empezar.
Se enfrentarán a las adversidades y todo lo que se interponga entre su felicidad.
Superarán situaciones espontáneas, superarán sus miedos y seguirán su camino con un nuevo conocimiento.
Ellos cambiaron su destino y por eso aprenderán lo que es vivir, juntos.
Esta nueva aventura de sus vidas apenas comienza.
Porque ese "juntos" todavía tiene mucho por experimentar.
**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚‥...☆☆...‥˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*
❃.✮:▹‥...☆☆...‥◃:✮.❃
☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆
┍━━━━━━━★━━━━━━━┑
𝓕 𝓘 𝓝
┕━━━━━━━★━━━━━━━┙
✿❀✿❀✿
No me despido todavía porque haré un capítulo especial para eso, además de poner alguna que otra curiosidad (y quizá algún meme¿)
Intenté que la historia quede lo más clara posible, pero si hay algo que no entendieron o algo así sería cool que me dijeran qué es para yo poder aclararlo:
¿Alguna duda que siga sin ser respondida a lo largo de na historia?
Sin más, me retiro comenzando a despedirme de esta historia que hice con tanto esfuerzo ; ; ; ;
Muchísimas gracias por leer <3
(Insisto, haré una mejor despedida luego ¿)
『✿-Cxnni-❀』
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro