—No, te lo digo farola. Si no han tenido una cita su relación no es fuerte

—Hemos visto películas varias noches

—Eso no cuenta, seguramente Yamaguchi quiere algo lindo y tierno, si no te apresuras otro chico lo va a enamorar

—…………

Justo en ese instante Yamaguchi entro a los camarines

—¡Yamaguchi!

—¡¿Si?!

Pregunto exaltado y retrocediendo, ¿Ya había cagado la relación?

—¡Tengamos una cita!, iré por ti mañana a las siete

—¿Eh?..bueno

Dicho eso se ducharon, se cambiaron de ropa y se fueron a sus casas

[ × × × ]

Al día siguiente Yamaguchi estaba sentado en el sillón de su casa, esperando a que su novio llegará

—¿Saldrás con Tsukishima-kun?

—Si

—¿Ya se han besado?

—Eso es privado mamá

—Sólo te diré una cosa..usen condón

—¡Mamá!

La puerta sonó, Yamaguchi corrió rápidamente a abrirla, agarro a Tsukishima de la mano y se lo llevó

—¿Por qué tanto apuro?

—Mi mamá me empezó a preguntar de nuestra relación

—Que entrometida

—¡Tsukki!

—…………

—Como sea, ¿A donde vamos?

—Al acuario

—Bien

Ambos empezaron a caminar tomados de la mano, estaban callados, aunque no era un silencio incómodo, era uno tranquilo y relajante. Al entrar Tsukishima pago ambos boletos sin escuchar las quejas de su pareja. Lo adentro más y fueron viendo los peces

—Tsukki, ¿Cuál es tu favorito?

—Pez espada..

—Los pulpos están muy bonitos

—No sabía que te gustaban los pulpos

—Me gustan mucho los pulpos, son hermosos

—¿Y te gustan los plátanos?

—¿Eh?

—Ya recorrimos todo el acuario ¿A dónde quieres ir ahora?

—Mm..podríamos ir a una cafetería a comer algo

—Bien

A Tsukishima no le importaba adónde fueran, se conformaba con que Yamaguchi la pasará bien y su relación fuera casa vez más fuerte. Al llegar pidieron lo de siempre, papas fritas y jugo para Yamaguchi y pastel de fresas con café para el rubio

—Yamaguchi..no es por querer armar una pelea, pero deberías dejar de pedir papas fritas de vez en cuando

—¿Por qué?

—Muchas frituras te harán mal

—..¿Es por qué estoy gordo?

—Claro que no, además tú no eres gordo. Sólo lo digo para evitar futuras enfermedades, son muchas las que causan la comida chatarra

—..Entiendo...hagamos un trato

—¿Cuál?

—Yo paró de comer papas fritas y tú paras de comer pastel

—..Esto se trata de ti, no de mí

—¿Ves? Para ti es imposible dejar el pastel de fresas, ¿Por qué yo tendría que dejar las papas fritas?

—¡Bien! Ambos lo haremos, ¿Trato?

—Trato

Justo en eso llego el garzón con los pedidos

—..Empezaremos desde mañana

—¡Si!

Y así terminó la cita, comiendo como cerdos. De lo que no se dieron cuenta era de que Hinata y Kageyama estaban viéndolos a lo lejos