Suspiré profundo mientras miraba por la ventana del apartamento, Katsuki estaba de viaje por su trabajo de héroe en otra ciudad más lejana y yo estaba aburrida y lo extrañaba. Miraba mi celular esperando que me llamara, pues no quería parecer desesperada...

En ese momento su nombre apareció en la pantalla y su tono de llamada me hizo sobresaltar. Respondí de inmediato, sin pensarlo dos veces.

-Kats -saludé sonriendo ampliamente.

-Hey, extra.

-¿Cómo estás? ¿No te han herido? Me tienes preocupada.

-¿Con quién crees que hablas, extra? Por supuesto que no me han hecho nada, estoy bien -responde con esa arrogancia que me hace sonreír.

-Por supuesto, ¿cómo se me ocurre? -reí un poco-. Oye... ¿cuándo vuelves? Es que... te extraño...

-Es por eso que te llamo. Terminé mi trabajo antes así que volveré en dos días -responde.

-¡Genial! Ya quiero verte -suspiré impaciente.

-Yo igual quiero verte, extra... sobretodo quiero... tocarte... besarte... -se hizo el silencio un momento pero mi respiración se había cortado-. Y estar dentro de ti pronto...

Solté un suspiro profundo, comenzando a sentir como mi intimidad se mojaba ante la idea.

-Te necesito... -solté.

-Cambia a video -comenta, en eso me vibra el celular y al mirar vi que Katsuki quería cambiar la llamada a una videollamada.

Acepté el cambio y lo vi sentado en la cama del hotel, se lo podía ver perfectamente desde un poco debajo de las rodillas hasta el techo del cuarto. Yo troté hacia la habitación y dejé el celular en mi mesa del tocador, también se me podía ver perfectamente.

-Desvístete para mí, extra -pide con una voz ronca mientras se quita su traje de héroe-. Y empieza a tocarte.

Yo sonreí y eso hice, frente a la cámara comencé a quitarme la ropa hasta estar completamente desnuda, me subí en la cama y me llevé una mano a mi intimidad comenzando a frotar mis dedos como él lo hacía cuando estaba conmigo.

-Mhm... ah... -jadeé arqueándome.

-Bien... Usa ambas manos, tócate esos lindos pezones que adoro chupar -sigue mientras su mano acaricia su cuerpo y baja hasta su miembro. Hice lo que me pide y apreté mi pezón mientras seguía acariciando mi intimidad.

-K..Katsuki... te quiero dentro... te necesito dentro de mí -comenté entre jadeos.

-No sabes cuántas ganas de entrar en ti tengo en estd momentos, extra... Usa sus dedos, mételos dentro de ti y separa más las piernas para que pueda ver.

Eso hice, metí dos dedos dentro de mí y comencé a moverlos, me imaginaba como lo hacía él e imitaba sus movimientos, aunque para mí no era suficiente solo mis dedos, quería los de él.

-Mierda... __________, eres demasiado erótica -lo escuché, miré a la pantalla y lo vi masturbarse.

Se me hizo tan sexy verlo así... desesperado por estar conmigo y entrar en mí.

-Katsuki...

Me acosté sobre la cama con la respiración agitada, separaba mis piernas para darle un buen espectáculo. Moví mis dedos más rápidos y metí otro de estos, se sentía bien.

-¡Mhm! ¡Katsuki!

-¡Joder...!

Vi como aceleraba los movimientos en su mano y quería ser yo la que lo estuviera haciendo.

-Ah... sí, extra... hazlo más rápido.

Usé ambas manos para estimular mi clítoris a la vez que metía mis dedos con más rapidez. Mis gemidos se hicieron más constantes y mis piernas comenzaron a temblar, no pude evitarlo más y terminé corriéndome.

Escuché el gemido final de Katsuki y supe que él igual se había corrido. Jadeé y quité mis dedos de mi interior.

-Mierda, no me importa venir solo usando mi don, iré allí y te follaré duro, extra, así que prepárate -advierte.

-Espero que lo hagas... -respondí ansiosa y sonriendo.

Él cuelga la llamada y yo solté un suspiro emocionante por tenerlo conmigo.