Capítulo 11 | Secuestro
(Advertencia: Violación. Si no te gusta este tipo de contenido, por favor pasar🕴)
Agarré mi bolso y fui a la sala en donde la televisión había estado pasando el canal de noticias, de lo único que se habla es del siguiente movimiento del nuevo gran villano... Bakugo Katsuki, mi antiguo compañero de la U.A y... mi primer amor.
Apagué la televisión y salí de casa, tenía que ir al trabajo, uno que estaba lejos de combatir el crimen. Luego de que Katsuki se pasara de bando, mis ganas de ser una heroína bajaron... no quería enfrentarme a él porque sabía que mis sentimientos interferirían, así que decidí que lo mejor era apartarme del heroísmo.
Nadie sabe la real razón del porqué se volvió un villano, ni siquiera yo... y es lo que más me gustaría saber. Resoplé cerrando la puerta con llave y fui a mi trabajo como todos los días, iba de mañana y terminaba de tarde, los días son tan largos para mí, pero debía soportarlo si quería seguir viviendo tranquila en este mundo. Después de todo, no tengo a nadie que quiera mantenerme.
Dejé de pensar en eso y me concentré en mi trabajo, si dejaba de pensar las horas pasaban más rápido y así fue. Para cuando me di cuenta ya era mi horario de salida. Al fin.
—Nos vemos mañana —se despide mi compañera de trabajo mientras yo salgo del lugar.
—Adiós —respondí sin ánimos.
Las calles ya estaban oscuras y solitarias como todas las noches a la misma hora que siempre salgo de trabajar, seguí mi camino a casa, pero esta vez... sentía una presencia tras de mí y como si alguien me estuviera observando... Miré a todos lados disimuladamente pero no vi nada sospechoso, hasta que pasé junto a un callejón y noté una figura familiar. Me detuve y abrí los ojos de par en par, pues de las sombras aparece Katsuki. Sonriéndome de una manera que consigue helar mi sangre.
—____________... Finalmente puedo verte.
—Katsuki... —murmuré sin aliento por la sorpresa.
Estaba por salir corriendo o sacar mi teléfono para llamar a los héroes pero en ese momento de duda de si quería hacer eso o no... sentí una explosión frente a mí que me hizo salir volando y golpearme contra algo que me quitó las fuerzas de golpe. Apenas podía mantener los ojos abiertos, pero vi cómo se acercaba hasta mí, agachandose en frente y acariciando mi rostro.
—No te preocupes. Pronto estarás mejor.
No pude seguir consciente por más que rogaba hacerlo, mis ojos se cerraron y no fui capaz de percibir nada más.
***
***
—___________... —podía sentir su aliento junto a mi rostro y el roce de las yemas de sus dedos deslizándose por mi cuerpo—. Despierta, maldita extra...
Abrí los ojos poco a poco, pero no veía nada, mis ojos estaban vendados, me removí de inmediato, pero sentía el peso y presión de las cadenas en mis muñecas y tobillos.
—Al fin, me haces esperar mucho, idiota —me reclama, pero ríe ligeramente.
—K..Katsuki... ¿Qué...? ¿Por qué...? —pregunté tratando de saber dónde estaba.
Aunque las palabras no salían como yo quería, sin embargo, no hizo falta ya que me agarró por las mejillas y me hizo voltear el rostro hasta estar sentada.
—¿"Por qué"? ¿A caso lo olvidaste? Te dije una vez que te traería y te quedarías a mi lado para pertenecerme —por su voz parecía estar molesto conmigo por haberlo olvidado.
Rápidamente recordé el momento, cuando él me salvó de mi padre... porque estaba por matarme a mí, pero Katsuki... lo mató primero... Dijo que no dejaría que alguien más me pusiera la mano encima, y que me llevaría para que eso no ocurriera.
Así que... ¿Por eso estoy aquí?
—Katsuki... esto... está mal, por favor, suéltame —pedí suplicando.
—Por supuesto que está mal, pero no te soltaré, ahora eres mía ___________, nadie te tocará un mísero cabello o pagará con su vida —levanta la voz asustándome un poco.
Me encogí en mi lugar, pero entonces él acaricia mi mejilla y sentí sus labios rozando con los míos, tragué grueso y hablé de nuevo.
—Vuelve conmigo... volvamos a como estábamos antes, cuando tú querías ser un héroe y....
—¡No me jodas! —se aleja bruscamente—. Ese estúpido sueño se perdió, no volveré a creer en eso porque los héroes son los verdaderos monstruos, son un asco. Ni siquiera se preocupan por buscarte.
Me quedé en silencio sin saber qué decir ante eso, ni siquiera sabía si era verdad. Pero Katsuki no se detuvo, quería convencerme.
—Dos días desaparecida y ya te dieron por muerta... Nadie vendrá a salvarte.
—Eso... eso no puede...
—Sí puede ser, y es la realidad —espeta y comienza a reír como un verdadero psicópata— ¡Los héroes no sirven de nada, son un desperdicio de fuerza! ¡Pero aún así todos los veneran por el estúpido título! ¡Mientras que a nosotros...! Nos tratan como basura... si nosotros matamos, somos un asco, pero si ellos nos matan... son Dioses.
Seguí callada... sus palabras tenían sentido... pero no quería admitirlo. No quería que lograra convencerme de que lo que él hace estaba bien.
—Así que no te soltaré, ni volveré a ese estúpido sueño, porque ya no existe... así que... —lo sentí cerca de mí nuevamente y agarrándo mi rostro—. Ahora eres mía.
—¡Hm!
Me sorprendí cuando pegó sus labios a los míos, me besaba con rudeza y sin frenos, sentía como mis emociones explotaban en mi interior pero trataba aun así de mantenerme cuerda.
No puedo... debo salir de aquí...
—Katsuki... por favor... —rogué pero él me calla al meter su lengua en mi boca y dominar la mía, mientras sus manos me sujetan por la cintura y me apega a su cuerpo.
—Cállate.
El beso era intenso y lascivo, me dejaba sin aliento y sin cordura, pero de repente siento sus manos meterse bajo mi remera, y antes de poder protestar él me rasga la ropa para destapar mi cuerpo.
—¡E..Espera... Kats...!
Me empuja hasta volver a acostarme en lo que parecía ser una cama y comienza a besar mi cuello, yo suplicaba ya que no quería que esto ocurriera así... Su mano baja deslizándose por mi abdomen hasta mi pantalón y mete su mano para tocar mi intimidad.
—¡Por favor! ¡Detente...!
—Lo que dices no coincide con lo que pide tu cuerpo... —responde comenzando a frotar sus dedos en mi intimidad por sobre mi ropa interior—. Estás tan mojada por mí... me deseas, no tienes porque negarlo.
—¡No! ¡Nhg!
Me arqueé cuando comencé a sentir bastantes sensaciones por mi cuerpo que... aunque no quisiera, me estaban gustando.
—¿Lo ves...? Te gusta esto, quieres que no me detenga y que continúe hasta haberte hecho tener el mejor orgasmo de tu jodida vida.
—B..Basta... n..no digas eso —pedí avergonzada mientras él continuaba presionando mi intimidad— ¡Mhg!
—Solo digo la verdad, extra —responde.
En ese momento sentí como hacía a un lado mi braga y me tocaba directamente los pliegues vaginales que me hacían sentir descargas placenteras.
—¡A..Ah...! ¡N..No...! A..Ahí n..no... por favor...
Me contraje y apreté las cadenas de mis muñecas pero él metió un dedo que se deslizó con facilidad en mi interior y luego un segundo. Tenía razón, estaba tan mojada por él que sus dedos se deslizaban fácilmente dentro de mí. Él simulaba embestidas y yo no podía evitar gemir por esto, me frustraba no poder controlarme y por eso comenzaron a aparecer lágrimas en mi ojos pero que la venda en estos absorbió.
Mordí mi labio con fuerza para evitar seguir gimiendo pero este comenzó a sangrar, Katsuki se mueve y entonces siento como lame la sangre de mi labio.
—Deja de contenerte... ambos sabemos que esto es lo que quieres —espeta molesto por mis instintos de evitarlo y me besa.
—A..Ah... Kats...suki... —murmuré sintiendo algo que se avecinaba.
Traté de contenerme aún así, pero él no iba a permitirme hacerlo. Con la misma mano con la que usaba sus dedos en mí presionó mi clítoris y lo estimuló. La otra mano aprieta mis senos y los masajea. Traté de evitarlo, pero fue imposible, mis piernas tiemblan por mi esfuerzo y finalmente no pude más, me arqueé al momento de liberarme con un gemido más fuerte mientras me corría en su mano.
—Eso es... Muy bien hecho, extra —me felicita besando mi cuello.
Katsuki me quita la venda de los ojos, dejándome ver al fin a mi alrededor y a mi secuestrador, él saca sus dedos de mi interior provocándome temblores, chupa sus dedos hasta dejarlos limpios mientras que yo me avergonzaba y apartaba la mirada. Eso lo hizo reír a carcajadas.
—Que no te de pena, extra, después de todo lo volveremos a hacer muchas veces más, y podré tomar directo de la fuente —menciona lamiendo sus labios ante la idea, pero se acerca de nuevo—. No te escaparás de mí.
Muerde mi cuello con un poco de fuerza antes de bajar hasta mis senos y atrapar uno de mis pezones con su boca. Apreté los dientes, sin embargo me arqueé de nuevo por la sensibilidad en esos puntos.
—¿Ah? Así que eres sensible aquí... —comenta y muerde uno de mis pezones.
—¡Mhg!
Él sonríe al confirmarlo, entonces agarra el centro de mi brasier y sentí el calor emanando de su mano hasta quemarlo para quitarme aquella prenda que le molestaba. Lame mis pezones y los pellizca mientras que yo me contraía.
Las lágrimas brotaron de mis ojos una tras otra pero él, al notarlas, sube hasta lamerlas y volvió a bajar. Me quita mi ropa inferior a pesar de mis pataletas, me separa las piernas y se coloca entre estas, se quitó la remera y desabrochó su pantalón.
—N..No por favor... Katsuki... te lo ruego... —supliqué llorando, él sonríe aún más mientras me mira y presiona la punta de su miembro en mi entrada.
—Que rueges y llores porque me detenga solo hace que me excite cada vez más... así que hazlo, sigue rogando, extra... Así me la pondrás más dura.
Él empuja dentro de mí de una embestida haciéndome gritar y arquear por no estar preparada para esto, ni para su tamaño... Cerré los ojos con fuerza mientras las lágrimas caían aún más, Katsuki empieza a moverse a pesar de mis súplicas y llanto. Sujetó mi cintura y me penetró con fuerza.
—¡Ahm...! Extra... ¡Nhg!
—K..Katsuki... por favor... —sollocé, pues no podía creer que empezaba a sentir un frustrante placer en todo esto. ¡Joder, no!
Él separa mis piernas, pero me embiste con más fuerza. Finalmente el dolor ya no existía y solo quedaba placer, y por eso lloraba, porque no quería que me gustara... Entonces se inclina sobre mí y vuelve a lamer mis lágrimas, pero baja a besar mi cuello y a morderlo.
Sus manos no se quedan quietas, recorren mi cuerpo ya desnudo y presiona mis senos para estimularme más mientras continuaba con sus embestidas que dejaban roja la piel de mi trasero por sus fuertes golpes.
—¡E..Espera... yo...! ¡A..Ah...!
Cerré los ojos mientras me corría una vez más y sentía como el semen de Katsuki llenaba mi interior por completo haciendo que me sintiera extrañamente bien, me quise cubrir el rostro pero Katsuki agarra mis manos y me mira serio, yo solté otro sollozo pero entonces él me besa los labios.
—¡Hm! —me sorprendí cuando el beso fue tierno y dulce... para nada igual a los anteriores.
—Hablo en serio, no dejaré que te lastimen de nuevo, __________... tendrán que matarme primero antes de tocarte a ti —comenta con severidad.
Sus palabras consiguieron que sintiera un calor abrasador por todo mi cuerpo, y por un instante vi al Katsuki de antes... Me había quedado mirándolo mientras él me quita las cadenas de las muñecas pero al instante salté a abrazarlo sorprendiendolo con mi acción.
—Katsuki... me gustas... Desde hace tiempo que me gustas. Por eso me dolió cuando me dejaste atrás y te fuiste sin mí —sollocé.
Él se mantuvo sorprendido por un instante mientras analizaba mis palabras, pero entonces me rodea con sus brazos y me abraza igual.
—Definitivamente... permanecerás a mi lado y te protegeré con mi vida...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro