Cuando Goku se lo dijo, Vegeta no podía parar de llorar.

Cuando Vegeta se lo dijo, Goku casi deja de respirar.

“Te amo"; dos palabras.

Dos palabras que derrumbaron a los guerreros más fuertes del universo.

—Te amo, Vegeta ¿Qué acaso no te das cuenta? Te amo…—Goku levantaba la voz, Vegeta se volvía débil.

—Eres un idiota—Vegeta daba indicios de empezar a llorar.

Lágrimas se formaban en sus ojos y se deslizaban por su bello e iluminado rostro.

Se acurrucó en el pecho de Goku, soltando todo lo que no había llorado en tantos años; las palabras de Kakarotto resonaban en su corazón. Por primera vez se sentía amado, de alguna manera.

—¿Vegeta?—decía Goku al ver a quien tanto amaba gimoteando sin parar.

Vegeta lo abrazaba, fuertemente.

—Eres un tonto. Tonto, tonto, tonto.—golpeaba el pecho de Kakarotto. Escuchaba su corazón latir.

El corazón que latía sólo por él; según le confesó.

Lloraba, lloraba y lloraba. Lloraba por todas las veces en las que tuvo que hacerlo pero se negó. Al perder su hogar, su reino; al estar solo. Al perder su orgullo una y otra vez. Al enterarse que se había enamorado de la única persona de la que no debería estarlo.

Kakarotto…

Lo dejó salir hasta secarse.

—¡Te amo, imbécil!— unos meses después de aquella escena, Vegeta le gritaba frustrado a Goku.

Goku se había quedado sin aire.

Se le había olvidado como respirar.

Vegeta, su novio; el amor de su vida por fin había dicho que lo amaba.

Tantas emociones revueltas en su cabeza le quitaban la respiración; lo ahogaban.

Quería que lo dijera más; por el resto de sus eternidades.

Veía como Vegeta se sonrojaba, se daba la vuelta y se iba.

Goku lo detuvo.

—¡Déjame ir!— Vegeta intentaba zafarse de el agarre del otro, pero fue en vano.

Goku lo atrajo hacia si.

Lo besó.

Era la primera vez que pudo besarlo. Seguía sin respirar.

Hasta que se separó, apenas y musitó.

—Dímelo una vez más, sino no podré volver a respirar.

Vegeta al principio se negó. Pero al verlo, tuvo que decirlo.

Sólo una vez más.

“Te amo".

La primera vez en la que ambos lo dijeron resonaba en sus recuerdos, retumbaba en sus corazones.

Los llenaba de vida.

Drabble|378 palabras.