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Primera Vez

Él tenía las miradas de todos al ir caminando por los pasillos de su escuela. Todos sabían su nombre, todos sabía quién era. No se trataba del hecho de que era uno de los mejores chicos de la clase o por la última fiesta que hizo en su casa; porque en efecto, Andy había aprendido a divertirse sin poner en riesgo su nivel académico. Pero, ni cómo evitarlo, en una preparatoria los chismes sobre tu virginidad son los primeros en llegar a los oídos de todos. Son los que más dan de qué hablar.

Los ojos de hombres y mujeres seguían sus pasos, sin perderse de ningún movimiento. Observaban desde sus pantalones rasgados hasta la chamarra de cuero que llevaba, sin mencionar su piel clara y algo tintada.

Se decía que más de una persona había tenido el privilegio de tocar aquel cuerpo.

Hace exactamente un día atrás, él estaba rechazando a una chica popular y para muchos hombres, una chica atractiva. Con la que todos habían querido una relación. Pero Andy ya tenía a alguien con quien compartir su vida y a lado de aquella persona podía sentirse invencible. No necesitaba de nadie más.

La rubia entre sus sollozos y lágrimas había querido convencer al menor de que compartieran la cama aunque sea por una noche. Ella sabía de la existencia de alguien más, todos en la escuela lo sabían y pareciera que separarlos era el deporte oficial de aquella escuela.

Y aunque Andy no quería romper el corazón de una chica tan... delicada, supo que era preciso decirle no de una manera un poco grosera, él no la quería y tratar de convencerlo no iba a hacerlo cambiar de opinión

Sorpresa se llevó el joven muchacho al cruzar las puertas de su escuela al día siguiente. Más de una persona cuchicheaba cada que lo veían pasar, creyó que eran paranoias suyas y que debía ignorarlo, así pasó su día hasta que su mejor amigo se acercó a él.

"¿Es cierto que te has cogido a Juliet Simms?" fue la pregunta que hizo a Biersack escupir el agua que bebía "Carajo, Andy, creí que al menos me dirías a mí antes, se supone que soy tu mejor amigo. Y ni siquiera supe cuando perdiste virginidad ¿Y con Juliet? ¿Qué no estabas con alguien más?" las preguntas de Ash iban cada vez más rápido, evitando que el pelinegro pudiera contestar siquiera la primera.

"¿Quién ha dicho eso?" no sólo era una mentira enorme, era descabellada, retorcida y muy estúpida. El ojiazul sólo esperaba que cierto castaño no hubiera escuchado ya el maldito rumor o tendría muchas cosas que explicar y conociendo al mayor, eso sería más difícil de lo que parece.

Lo busco con la mirada y efectivamente, no lo encontró en la cafetería de la escuela.

"Pues ella misma"

Así que ahí estaba, rodeado de palabras y comentarios de los demás, criticándolo, comentando sobre su vida, él era el tema semanal en el Stocksbridge

¿Por qué?

Porque en menos de 24hrs. más de una chica aseguraba ser la primera vez de Andy Biersack. Porque todos soñaban con ser la primera vez de Andy Biersack.

Y el día de hoy no parecía ser distinto, sentía más miradas sobre él y cuidando no demostrarlo ante los demás, se estaba sintiendo pequeño, solo e incluso un poco extraño entre toda esa bola de buitres.

Llego a su salón después de haber caminado por el patio y dos pasillos centrales de la prepa, una aburrida explicación sobre el cálculo diferencial entre números enteros fue lo que recibió el pelinegro a la primera hora. Nada divertido, pero al menos era suficiente distracción por el momento.

Le siguieron otras clases como historia y química, hasta que finalmente llego a la clase que había iniciado todo desde un principio: orientación vocacional.

Si bien, la clase no lo había ayudado hasta ahora para saber qué es lo que quería hacer con su vida, sin embargo le entrego un par de ojos en los que se había perdido en los últimos meses y eso era suficiente para que fuera su clase favorita.

Casi no habían muchas conversaciones entre el castaño y él, pero en las pocas palabras que se dirigían: la mitad estaban cargadas de insinuaciones y la otra mitad de indirectas sexuales en extremo directas. Siempre que se veían a los ojos podían encontrar en la mirada del contrario lujuria y deseo; algo que ninguno de los dos imagino sentir alguna vez.

Entro al salón, aún con las voces a su al rededor, y distinguió el cabello castaño en el lugar de siempre, siguió su camino hasta la mesa en la esquina superior derecha, aquella que estaba pegada a la ventana y al igual que cada miércoles tomo asiento frente a Oliver Sykes.

— Tenemos que hablar. – en su voz no había ni un sólo gramo de seguridad, era más como si sus palabras fueran una plegaria.

— Yo no quiero hablar contigo, no hay nada de qué hablar de todas formas.

— Oliver, por favor escúchame. Todo es una estúpida mentira.

— ¡No es por ella! ¡Es toda la maldita escuela Biersack! Es porque desde que saben que estas detrás de alguien todo el mundo quiere estar contigo. – Oliver se sentía cada vez más inseguro sobre los sentimientos del chico frente a él, y todo había empeorado en cuanto escucho una conversación en los baños del gimnasio.

"Por supuesto que Biersack es gay" esa voz era reconocible con cualquiera que lo conociera, Denis Stoff estaba ahí con su bola de idiotas "Él ha caído en mi cama más de una vez"

Oliver sabía a ciencia cierta que aquello era una mentira, pero también era consciente de que había chicas y chicos mucho mejores que él y en cualquier momento Andy se iba a dar cuenta y lo dejaría por otra persona, incluso por el imbécil de Denis Stoff. Porque al final de día no iba a importar que él fuera el capitán del equipo de futbol, él siempre terminaba siendo un chico problemático y sin nada que ofrecer al pelinegro; él creía que lo único que buscaban entre ambos (y que habían tenido más de una vez) era un poco de sexo.

Entonces ¿por qué le molestan tanto las palabras ajenas?

― Te veo en los baños en 5 minutos.

El castaño se levantó de su asiento y salió por la puerta, el menor se levantó dispuesto a seguirlo pero ni siquiera cruzo el lumbral cuando la profesora McDougall se puso frente a él.

— Señor Biersack ¿por qué no está en su lugar?

— Yo... Es que yo... Tengo que ir al baño.

— Que sea rápido.

Corrió hasta el pasillo central, esperando ver un rastro del castaño, fue extraño ver al castaño frente a su casillero cuando se supone se iban a encontrar en otro lugar, se acercó a él y lo escucho murmurar cosas, eso sólo era una señal de que estaba enojado, el castaño guardo sus cosas y finalmente y de un portazo, cerró la puerta del casillero, al dar la vuelta pudo ver al pelinegro con una expresión triste. No habían malgastado su tiempo entre intensos coqueteos y miradas en clase para que lo que sea que tuvieran se acabara de manera tan estúpida. Los brazos de Andy se envolvieron en su compañero, encontrando una posición cómoda enterró su rostro en el espacio de cuello, pegando su oído al pecho del mayor, escuchando los fuertes golpes contra la caja torácica.

― No sé qué mierda necesitas para entender que no quiero a nadie más. Cómo puedes creer que un montón de huesudas porristas o unos cavernícolas idiotas pueden ser mejor que tú. Yo te amo a ti, ¿por qué eso no es suficiente?

— Porque te quiero para mí.

— Pero si ya me tienes, estoy aquí y soy tuyo y de nadie más. – y sin importar que alguien estuviera cerca, lo beso, lo beso como hace días no lo hacía y le encanto. – Puedes tomarme... de todas maneras, media prepa está apostando por ello. Tiene que haber un solo ganador, ¿no? – dicho eso ambos rieron.

― ¿Te puedo tomar? – pregunto Oliver en medio del silencio que dominaba los pasillos vacíos.

― Claro que puedes. – Pego a Andy contra el casillero y el menor soltó un gemido por el demandante y apasionado beso que Oliver le daba, sin importarle que alguien de la escuela por fin se enterara quien fue la persona que se había robado su corazón... o peor aún, ver lo que estaban a punto de hacer.

Sykes tomo su mano y lo llevo corriendo hasta los baños de la escuela, abriendo la puerta de golpe y cerciorándose de su total soledad dentro de la habitación. Andy se recargo a la superficie de azulejo, con las manos recargadas sobre el lavamanos a ambos lados de su cuerpo, inclinándose hacia atrás, viéndose necesitado con el labio inferior atrapado entre sus dientes y la respiración agitada.

Una vez asegurado el baño, Oliver se acercó al cuerpo del menor, examinando lo hermoso que se veía con las mejillas sonrojadas, llego a él y con determinación y demanda estampo sus labios contra los de Andy. Apenas y se separaban para jadear por un poco de aire o decir alguna cosa.

― ¿Me quieres dentro de ti?

Los dientes del menor tiraron del labio inferior de su compañero en medio del beso que este le dio por sorpresa como respuesta a la antigua pregunta, haciendo que el castaño jadeara a causa del placer.

― Te estas tardando.

Con un esfuerzo sobrehumano por parte del mayor para no rasgar toda la ropa del y tomarlo como suyo, lleno de aire sus pulmones y lentamente deslizo sus manos por el cuerpo de Andy, quitando su camiseta rota, mientras más exponía partes de su piel, más se sentía atraído por él.

Andy encontró entre su momento de placer una brecha para mirar su cuerpo y sentirse cohibido, él era la definición de palidez, además de ser flacucho en extremo y para nada musculoso. Peor se sintió al ver como Oliver se quitaba su propia playera, acompañándolo en la desnudes que llevaban a cabo, el cuerpo de Sykes sin duda era perfecto (para ser tan sólo un chico de 18 años) él tenía musculo y color en su piel, no era nada comparado con la figura huesuda frente a él.

Penosamente intento cubrir su cuerpo, sintiéndose avergonzado de no ser lo suficiente atractivo como lo era su compañero.

Mientras que para los ojos de Oliver no había nada más bello que el hombre frente a él, Sykes se inclinó hacia delante posando sus labios sobre el cuello y las clavículas de Andy, lamiendo y mordiendo la piel a su paso. Descuidadamente y sin aviso tomo los muslos de Andy, elevándolos al aire para recargarlos completamente sobre el lavamanos, aprovechando el toqueteo para manosear un poco el trasero del menor.

Él esperaba poder llevar a Andy a un lugar un poco más decente que los baños de su preparatoria, pero le era imposible resistir tanto deseo con el pelinegro desfilando sus caderas en medio de los pasillos. Oliver sentía unas inmensas ganas por volver a tomarlo como suyo. Porque por más que las chicas huecas dijeran que él había sido su primera vez, sólo ellos dos sabían la verdad y la verdad era que no existía nadie aparte de Oliver Sykes en la cama del menor.

Ya no importaba realmente si alguien entraba por esa puerta y los veía, lo único que ambos esperaban era volver a sentirse el uno al otro como lo habían hecho en ocasiones pasadas.

Sin esperar más tiempo, Oliver bajo los pantalones de Andy hasta quedar en el suelo, dejando ver la erección que tenía a través de la tela de su bóxer, tomando el control de la situación hizo que el menor se pusiera de pie y diera vuelta siendo atrapado entre su cuerpo el lavamanos, quedando de frente al espejo que reflejaba su cuerpo semi-desnudo.

El castaño puso tres dedos frente a la boca del menor y con el mayor erotismo posible los introdujo a su boca ensalivándolos lo mejor posible, mientras sentía la mano de Oliver acariciando su prominente bulto. Salo los dedos con un sonido muy parecido a un "pop" y los encamino por toda la piel del pelinegro, llegando finalmente a su destino. La ropa interior de Andy desapareció rápidamente y este se inclinó sobre el lavadero en un acto de reflejo, dejando expuesto su trasero para los ojos del mayor.

Introdujo uno de los mojados dígitos dentro de Andy, llevándose con este un quejido leve que pronto fue remplazado por gemidos y maldiciones haciendo que Oliver introdujera un segundo dedo en el interior del menor. Se encargó de dilatar su entrada lo mejor posible mientras que con la mano libre desabrochaba sus propios pantalones, liberando su miembro erecto.

Para el tercer dedo, Andy y la mano de Oliver ya tenían un vaivén rítmico, pero no era suficiente. El pelinegro realmente esperaba poder tener lo antes posible todo lo que Oliver podía darle.

― Ya... Hazlo ya. – Los suspiros roncos de lujuria apenas y permitían al menor soltar palabras coherentes.

Sin hacer esperar al chico, saco los dedos de su trasero y los sustituyo por su pene, entrando en el lentamente hasta que estuvo por completo dentro del menor, ambos dieron un gemido audible para cualquiera que estuviese cerca. Pero era en lo último en lo que estaban pensando. Pasaron algunos segundo tratando de acoplarse el uno al otro hasta que Oliver comenzó a salir de Andy dejando sólo la punta de su miembro dentro de su acompañante.

Contrario al primero, el siguiente empuje fue de una sola estocada iniciando así una serie de empujes y salidas del ano de Andy. El espejo frente a ellos lo hacía todo incluso aún más erótico, mientras ambos se veían a los ojos a través del reflejo mirando cada empuje antes de sentirlo y viendo sus sonrisas cansadas. Oliver volteo el rostro de Andy para iniciar un beso apasionado y fogoso sintiéndose desfallecer.

Ambos seguían siendo novatos y con poca duración, ambos lo habían comenzado juntos y juntos habían avanzado volviéndose cada vez más expertos, tardando más que la primer vez que lo hicieron con los últimos empujes en medio de gemidos y su cuerpo encorvado tratando de elevar más su trasero haciendo que Oliver lo penetrara desde abajo.

Una... dos... tres... cuatro y cinco estocada más junto con la fricción de su pene contra el azulejo hicieron que Andy se corriera, apretando sus nalgas contra el miembro de Oliver obteniendo un ruidoso gemido y semen en su interior.

Sus respiraciones eran pesadas y el aire a su alrededor era embriagador. Oliver salió del interior de Andy y buscando en su mochila, saco un poco de papel limpiando el pene del menor y parte de sus muslos.

Acomodaron sus ropas y quedaron mirándose de frente, Andy enredando sus brazos en el cuello de Oliver y el castaño apoderándose de las caderas del pelinegro. Empezaron un beso dulce a comparación de los anteriores y cada uno sintió el sabor de la boca del contrario.

― Volviste a ganar. – hablo Andy, separándose apenas unos milímetros de la boca del castaño, el cual tenía el ceño fruncido. – Eres mi primera vez en los baños de la prepa.

― Feliz Aniversario, cariño. – murmuro Oliver contra el cuello del menor causándole escalofríos en la piel.

― Te amo.

― Deberíamos hacer algo conmemorativo con el número de meses, ¿no crees?

― ¿Cómo qué?

Jalando la mano de Andy hasta la puerta del baño, corrieron de regreso al salón, dándose cuenta de que la clase ya había terminado, recogió sus cosas y volvieron a los pasillos de la escuela.

Empujando en el camino a varios estudiantes, llegaron a su auto y lo volvió a pegar contra la puerta del pasajero dándole un beso apasionado frente a los estudiantes que iban de paso, siendo sinceros el pelinegro era toda una delicia recargado en cualquier maldita superficie.

La lujuria comenzaba a verse en los ojos de ambos y antes de que pudieran dar un show en vivo frente a todos, Oliver le abrió la puerta a Andy, dejándolo pasar dentro, rodeo el viejo mustang del 86' y su subió lo más rápido posible, encendiendo el coche no sin antes obtener otro beso por parte del menor. Llegando a casa del mayor con un tiempo record. Ese sin duda había sido un día de primeras veces.


OS para que Scott_Biersack ya no se empute conmigo. :'v

y porque -Badless me lo pidio. ♥

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