¿Hay alguien en casa?.- pregunto, de nuevo en aquel lugar de duela, la campana por su parte nunca sonó, volteé a verla muchas veces pero no vi nada raro en ella, seguía en el mismo lugar de ayer.-. A que vuelves?-. Pregunta el mismo chico de ayer pero ahora vestido informal...aunque me pregunto si lo de ayer era formal, lo miro, ahora si logro responder-. Volví-. QUE MALA RESPUESTA!! Digo en mi mente-. Ya me di cuenta-. Dice el chico aún viéndome, me puse nerviosa en ese momento, miraba el suelo mientras estrujaba un poco mis manos-. Debes comer algo-. Replica fingiendo no importarle, lo cual termina dibujando una sonrisa en mí, y como tonta, mis ojos se ponen llorosos-. Si!!-. Respondo sin pensarlo.

Me lleva a un lujoso restaurante, que acababa de abrir pero no podía pagarlo, así que nunca pude comer ahí, lo volteo a ver con incredulidad, ¿si nos acabábamos de conocer, es normal que me lleve a un Restaurante? decidí no preguntar nada, nos sentamos en la mesa del fondo del amplio primer piso, un poco nerviosa me puse a ver el piso, estrujando de nuevo mis manos mientras movía los pies al compás de la música.

Hay una cosa que odio-. Dice el chico viendo a un punto lejano-. Que alguien actúe infantil para parecer tierno-. Dice viendo a una chica hablando con su.. me imagino que novio, jalando su brazo pidiendo mimos... como un gato y su amo. Patético-. Olvídalos ¿que vas a querer?-. Sentía como si ya lo conociera desde hace mucho... pero ¿por qué?, no recordaba. ¿No me recuerdas aún?-. Repuso, yo sorprendida por su pregunta niego vagando en mi mente ¿quien era? Le doy un sorbo a mi malteada, el sonríe, no le doy crédito a lo que veo, esa fue la primera vez que sonrió. Después de un rato vuelve a hablar, lo miro sin palabras, saca un par de teléfonos diciendo-. Estos solían ser nuestros, hacíamos llamadas de 5 horas sin colgar, en serio ¿no lo recuerdas?- yo niego, tengo muy buena memoria pero no lo logro recordar... ¿por qué?, era como si hubiera bloqueado esos recuerdos.