Linda.
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Ya estoy preparando mi portafolio de diseños; mañana será la entrevista de trabajo en una importante firma comercial llamada Zarreya. Investigué un poco sobre esa corporación de diseños de interiores y su dueña y fundadora es la empresaria Eva Moncada. Es una de mis diseñadoras favoritas por su reconocido trabajo nacional e internacional. Estoy feliz, pero a la vez, me toca la ansiedad y muerdo suavemente mi labio inferior, como una forma de relajarme; espero que todo me salga bien mañana.

Escucho que la puerta de la sala se abre y es Sol que viene llegando acompañada de su novio. Observé que se trata de José, el vendedor de pizzas y lo que más me extraña es que se ha mantenido con él más tiempo del que imaginaba. Sol es una chica, que lo máximo que se mantiene con una pareja es de 5 días, pero con José ya pasa de las 2 semanas. Se despide de él, creo que sólo la acompaño hasta la casa. Entro al cuarto, me saluda como siempre y se tira en su cama:

S: _Hola Linda, ¿qué tal tu día? —saluda, mientras saca del bolsillo un paquete de gomas de mascar.

L: _Hola... Aquí tratando de dejar todo preparado para mañana, pero ayer salí con la llovizna y creo que pesque un resfriado. Y estornudo, tapando rápidamente mi boca y nariz.

A: _ ¿Mañana? Aha, sí, la entrevista de trabajo. ¿No será que estás nerviosa, te conozco? —mientras mastica y hace globos con él su chicle en la boca.

L: —Un poco..., pero confío en que todo saldrá bien. Ella se voltea. Mirando hacia el techo. Y cruza sus piernas, la veo algo feliz. —¿Y tú y José aún? —le pregunté.

S: —Sí, me gusta estar con él; me hace sentir segura de mí misma.

L: _ ¿Y eso? ¿Antes nadie te hacía sentir segura? ¿No será más bien que te estás enamorando?

S: _ ¿Enamorada yo? No, no, no, ni lo pienses, es más, no vuelvas a repetirlo, no sea que los Ángeles digan "AMÉN". Y nos sonreímos a carcajadas como siempre. Pasó un minuto de silencio, ella está pensativa y nuevamente le pregunta:

L- ¿Por qué?

S: _ ¿Porqué que o que, loca?

L: —¿Por qué eres así...? ¿Por qué no te enamoras y vives una vida normal con un novio a quién ames y te ame? Al escucharme se sentó rápidamente y mirándome algo molesta me dijo:

S: —Mira quién habla, la chica que conoció a su príncipe azul en un lejano castillo muy cerca de la playa y al verlo, salió corriendo y se escondió en una cueva lejos de todos, y donde jamás la encontró. Jejejeje., Linda, no me hagas reír. __ Dejé de arreglar el portafolio y me senté justo a su lado y tomé una de sus gomas de mascar. Le dije:

L: —No te burles, es en serio, siento que algo debió haberte pasado para actuar así, como si nada o nadie te importara. Y ahora, estás actuando rara con ese joven... no lo sé, pero te veo diferente con él. __ Se sonríe pícaramente y al verme la cara de preocupada me dijo:

S: —Ok, Linda, te contaré... pero promete que no harás preguntas al terminar.

L: —Sol..., aunque sea una pregunta, no seas mala... Sólo una pregunta sí.

S: _Ok Ok me convenciste... Sólo una. Seré breve; no me gusta recordar esta parte de mi vida: Perdí mi virginidad en la fiesta de graduación; todas las chicas contaban en sus experiencias que ese día era el ideal y perfecto para dejar de ser virgen. Mi novio y yo salimos del club donde se celebraba la fiesta y me llevó a un lugar cerca de su casa, donde había una casa rodante. Esa casa, era de su hermano mayor; por lo tanto, él le ha dado prestadas las llaves. Estando ahí, me puse un poco nerviosa. Era normal estar nerviosa tu primera vez. Por ello, mi novio decide que debo tomar algo de licor seco y fuerte, para sentir seguridad, y es así como, accedía a tomar. Creo que no sólo fue licor; debió haber colocado algo a mi bebida, y en poco tiempo perdí el control de mi cuerpo, más no de mi memoria.

Comenzó a besarme todo el cuerpo de forma brusca y fuerte, tanto que quería apartarlo de mí, pero, ya para ese momento no tenía control de mí, ya era demasiado tarde. Comenzó a hacerme el amor y de repente, alguien entró a la casa rodante y, al observar, era mi mejor amiga... Ellos comienzan a besarse y tocarse hasta que él la desnuda totalmente. La tiró a un lado de mí en la cama, y comenzó a hacerle el amor delante de mí. No podía mantenerme estable y sólo podía llorar. Quería salir de ahí, pero fue inútil. De repente, deja de penetrarla a ella y me toca a mí; quería salir corriendo y me asqueaban sus besos, pero era inútil. Nos hizo el amor a las dos esa misma noche, y lo peor de todo fue que ella se burlaba de mí. Mientras ellos hablaban, entendí que salían de antes de salir conmigo, y que el que fuera mi novio fue sólo idea de ella para cumplir su deseo de estar con dos mujeres a la vez. Me utilizaron, y lo que yo creí era un cuento de hadas, terminó siendo una película de terror que aún los protagonistas deambulan por mi mente, a menudo tengo pesadillas con ellos. Desperté sola el siguiente día, sin ropa. Ella se la llevó para que caminara desnuda a casa; olvidé el tiempo que pasé llorando y para completar debía buscar que ponerme, pero solo había sabanas. Sentí que abrieron nuevamente la puerta, medio temor que fueran ellos nuevamente; ya serían como las 8 de la mañana y se trataba del hermano de Julio, ese era su nombre.
Se impresionó al verme ahí en su casa y sin ropa, no me quedó otra opción que explicarle lo que pasó, de lo contrario llamaría a mamá. Él me buscó algo de su ropa y salí corriendo a casa; entré por la puerta de atrás y me fui al baño. Me bañe por horas tratando de borrar sus sucias manos de mi cuerpo, y ese día jure no amar a nadie más. Algo me había quedado claro: que no vale la pena amar a los hombres.

L: —¡Dios mío!, es un desgraciado, ¿cómo alguien puede ser tan malo y hacer algo así?, ¿no puede ser? Ahora entiendo tú frialdad ante esos temas. —Le dije alterada, no podía creer lo que estaba escuchando, Sol tenía sus ojos aguados, síntomas de querer llorar. Jamás la había visto así. Ella siempre ha sido tan fuerte. Le dije: —Perdón, Sol, no debí preguntar... no entiendo cómo no lo denunciaste, prácticamente abusaste de ti.

S: —No, Linda, éste es un país donde la justicia es una fantasía, además, ¿quién me creería? Si todos sabían que él era mi novio, hasta mamá y papá... él me hubiera hecho más daño, si lo hubiera denunciado. Me lo dejó claro, esa madrugada. Esa fue la razón, por la que abandoné los estudios y me mudé a la ciudad a casa de la abuela, y luego, al conseguir trabajo, retomé los estudios de la prepa y me mudé para ser independiente.

L: —Y qué pasó con ellos, ¿Nadie los denunció, eran peligrosos? —pregunté comiéndome casi todas sus gomas dulces, para bajar los nervios por semejante historia.

S: _ Siguieron juntos por varios meses; lo último que escuché sobre ellos, fue que Anna fue internada en una escuela para monjas; sus padres tomaron esa decisión, debido a su mal comportamiento, al encontrarla en uno de los baños con el profesor de deporte, quién era un joven recién graduado... Y en cuanto a Julio, desapareció un mes después de haberme mudado. Sus padres gastaron casi toda su fortuna buscando para dar con su paradero, pero fue inútil.

L: —¿Cómo así? , desapareció a si no' más...?

S: _ Si... Así nada más, un día no llegó a casa y nadie lo volvió a ver. —Y suspiró Sol al decirme eso.

L: —Pero... Algo debió haberle pasado, ¿no crees que alguien tomó venganza contra ellos? Eran malas personas y peligrosas.

S: _ No lo sé, seguramente fue así, o se escapó para no tener que pagar por lo que hizo.

L: ¿Acaso siguió haciendo eso, a otras chicas?

S: _ No lo sé, Linda, preguntas demasiado... Sólo sé que se metió con la hija de un alguacil del pueblo. Ella vivía sola con su papá. Se habían recién mudado al pueblo; a su papá lo habían cambiado de trabajo; y un día fue encontrada golpeada y maltratada; todo indicaba que fue él, ya que esos últimos días los habían visto juntos. Lo más extraño es que su papá no quiso poner la denuncia para no alarmar el caso, y poco después renunció a su trabajo y se fueron del pueblo. Observé a Sol; creo que recordar esa parte de su vida le dolió mucho. _Disculpa, amiga, por preguntar, no pensé que tu vida era tan trágica, siempre andas tan alegre que..._ Pero ella me interrumpió con una sonrisa.

S: —No te preocupes, creo que por fin estoy pagando una de tantas que se han hecho, Linda. Y nos abrazamos fuerte mientras ella me dice: —Así que no eres la única mujer sufrida de este planeta... ahora somos dos.

S: _ ¿Tienes hambre? _ preguntó.

L: _Si un poco...

S: —Prepararé algo de comer que te chuparas los deditos. Y se dirigió a la cocina a picar aliño, carne y vegetales. Continúe arreglando la ropa que me pondré mañana, y observo a Sol desde la habitación cantar, creo que desahogarse le sentó bien.

Preparó todo y me llamó a la mesa, sirvió la comida y nos sentamos a agradecer por la comida, y cuando me llevé una cucharada a la boca, no pude aguantar las ganas de vomitar, y antes de vomitar frente a Sol, salí corriendo al baño y justo en la poceta, terminé vomitando hasta el agua.

Sol corrió tras de mí, asustada.

S: ¿Qué te pasa, Linda?

L: _No sé. Algo me cayó mal.

Y seguí vomitando. Sol me toca para ver si tengo fiebre y así es; tengo calentura, buscó el termómetro y midió mi temperatura corporal y tenía fiebre en 39°C. Ella me lleva a la cama y me acuesta. Pero yo sólo me preocupo en amanecer mejor mañana, para no perder mi entrevista de trabajo.

Tomé analgésicos para bajar la temperatura de mi cuerpo, pero seguí vomitando por lo que Sol me dice: _Iré a la farmacia a comprar algo para el vómito, tranquila amiga, ya regreso_ y salió rápidamente. Al cabo de un rato regresó, me dio a tomar una cucharada de una medicina que sabía muy mal y luego sacó de su bolso 3 pruebas de embarazo.

L: _ ¿Qué es esto, Sol?

S: —Levántate y vamos al baño, es una prueba de embarazo.

L: —Sol está loca, no haré eso, no estoy embarazada, está semana espero mi período.

S: —¡Ok, ok... pero igual saldremos de dudas, amiga, levántate yaaaa o te llevo por los pelos...!

L: _ Pero Sol... no me hagas esto.

S: —Ya te dije, al baño...

Y me levanté al baño, entre con las 3 pruebas mientras Sol me espera fuera. Al cabo de unos minutos, salí y ahí estaba mi amiga esperando sentada en la cama.

S: _ ¿Listo? _ Preguntó

L: _ Si listo... Y le pasé las tres pruebas con el resultado.

Tomé mi cartera y salí a caminar un rato. Fui con la intención de llegar a un parque cerca de la residencia, tenía que organizar mis ideas y pensar en qué forma saldría de tantos problemas y ahora sumar uno mucho más grande, cargado de una gran responsabilidad. Debía, de ahora en adelante, pensar mejor las cosas y tomar mejores decisiones.

De repente me encontré frente a una ventana de vidrio cubierta por una reja. Y ahí observé esos pequeños ojos tristes, que me venían sus pestañas, y decidí entrar a ese lugar.

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Oso:

Sus ojos se encontraron con los míos, mientras ella caminaba lentamente por los pasillos, mirando a los perros en sus jaulas. Yo inmediatamente me percaté de su necesidad y supe que tenía que ayudarla. Moví mi cola, pero no mucho para no asustarla. Se detuvo frente a mi jaula, se arrodilló y empezó a hacer ruiditos como de besitos, yo pegué mi hombro y el lado de mi cabeza contra los barrotes de la jaula para reconfortarla.

Una lágrima se deslizó por su mejilla y yo le ofrecí mi pata delantera para que sintiera que todo estaría bien.

De pronto, la puerta de mi jaula se abrió y su sonrisa fue tan brillante que inmediatamente salté a sus brazos. Prometí portarme bien, le prometí cuidarla, le prometí siempre estar a su lado, le prometí que haría todo lo que estuviera a mi alcance para poder disfrutar siempre de esa radiante sonrisa y del brillo de sus ojos.

Yo soy tan afortunado de que ella pasará por mi pasillo.

Hoy tantas personas en el mundo que nunca han recorrido estos pasillos. Tantas personas tienen que ser salvadas.

Yo pude salvar a una persona.

Salí de ese lugar con ese pequeño cachorro y lo llamé: ¡Oso! Como el apodo de Jeremías, por lo cariñoso y suave de su pelaje.