#. 7 Una Promesa
Ya está amaneciendo, me había quedado nuevamente profundamente dormida. Pero las palabras del Colector con un tono de voz alto indican que ya estamos cerca de la primera parada:
Chofer: __"¡Los pasajeros que se quedan en la Avenida Piar por favor!"
Apenas pude abrir mis ojos y los pequeños rayos del sol naciente, deja ver las hermosas calles empedradas de mi pueblo. La niebla densa, fría y blanca sólo permite observar los tejados de algunas de las casas y una llovizna que no para deja a su paso todo el paisaje mojado.
Pedí la parada frente a la vieja Iglesia " La Coromoto", ya hacía 2 años que no visitaba la casa de mamá. El colector paró y bajé mi maleta y el bolso, único equipaje en tan largo viaje.
Tenía que caminar desde ahí, unas largas calles hasta llegar a casa. Seguí bajo la llovizna, observando a algunas personas conocidas que me saludan, mostrando alegría de verme llegar. La gente estaba animada, se celebra una boda. Eso es lo que más me gusta de visitar mi pueblo, la gentileza y la humildad de la comunidad y sus habitantes.
Ingresé a la última calle larga que me conducirá directo a casa, pero antes de llegar debo pasar por el frente de la casa de la abuela de Jeremías.
Llegué justo al frente, y ahí estaba posada como esperando la llegada de alguien que jamás llego. Abandonada, ya la maleza llega casi a la altura de sus grandes ventanas, lleva varios años sola. La abuela Carmen murió hace como 10 años.
Al verla me llené de recuerdos y melancolía, ahí pasé una gran parte de mi adolescencia, momentos inolvidables con mis mejores amigos, Diana, Elena, Héctor, Fernando, Oscar y Jeremías y otros que ya partieron al cielo aún muy jóvenes. Algunos ya hicieron sus vidas y se fueron de aquel hermoso pueblo. Pero sobre, todo Mi Jeremías, y el amor que nunca fue.
Empujé la puerta de la entrada que estaba medio abierta, sus tablas ya están podridas y en mal estado. Aparté la maleza y caminé lentamente hasta llegar a la sala. Abrí y entre a la casa.
Todos los muebles en su lugar, algunos cubiertos con sábanas para protegerlos del polvo y la humedad, enviarte esta oscuro, pero, cerca de las ventanas la luz del sol deja ver gran parte de lo que aún queda dentro. La familia de Jeremías quiso conservar todo en su lugar, como ella lo pidió.
Me acerqué a una de las ventanas que da al patio de atrás y ahí estaba el viejo árbol con el columbio donde pasábamos gran parte del tiempo y donde Jeremías y yo nos dimos nuestro 1er beso. Miré al lado y en una mesa llena de polvo, estaba un retrato con la fotografía de Jeremías su abuela y yo abrazados. Tendríamos como 12 años en esa foto. Al verla sonreí, mientras la tomo y voy a su cuarto que tiene la puerta abierta.
Observé en un rincón la vieja bicicleta y me senté a su lado justo frente a la ventana que daba al otro lado del patio y tenía una buena vista hacia la calle. Tomé la fotografía y con mi suéter limpié un poco el polvo recordando...
Me desperté ese mañana feliz, estoy cumpliendo 17 años y ya estamos por culminar la secundaria e irnos a la ciudad para la Universidad. No podría ser mejor. Me coloqué el uniforme nuevo que me hizo mamá y rápidamente cepillar mis dientes y bajé a la mesa a desayunar. Ya mamá tenía la mesa servida con un rico pan caliente y queso fresco.
Mire el reloj y ya son casi las 7 am. Debo irme mamá... nos vemos más tarde, llegaré tarde.
Tomé el trasporte que pasa frente a la casa y al cabo de 20 minutos ya estaba en el colegio. Mire a todos lados para ver si ésta Jeremías esperándome como siempre en la entrada del colegio, pero hoy como que no es mi día,
¡No está! ¡que extraño!, anoche dijo que me esperaría.
De repente, alguien se me acerca por detrás y tapa con sus suaves manos mis ojos. Mi corazón de inmediato me indica que es él. Mí olfato termina de asegurarme que se trata de mi novio Jeremías.
L: __ ¡Eres tú Jeremías, ya suelta mis ojos!
Me soltó y al dar la vuelta ahí estaba esa sonrisa que todos los días me cautiva y me enamora más de él. Nos dimos un tierno, pero corto beso. Estaba prohibido en las instalaciones del colegio ese tipo de actos entre los estudiantes.
Traía en sus manos un pequeño ramo de flores para mí. __ ¡Feliz cumpleaños Flaca!
L: __Gracias, es un hermoso detalle.
J: __Mi abuela me ayudó a cortar las en su jardín... Y, por cierto, quiere que después de clases pasemos por su casa, "creo tiene algo para ti".
L: __ ¡Claro!, (Exclame feliz), __ nos vemos en la salida más tarde.
De esa forma se retiran cada uno a su salón de clases. Ella a la sala de Artes Gráficas y él al Taller de Prácticas de máquinas y equipos.
Al salir, ya los directivos del Liceo habían colocado en la cartelera, las listas de la selección de especialidades académicas para los estudiantes que ingresarán a la Educación Superior. Ahí se encontraban sus nombres, carrera universitaria y la ubicación de la Universidad.
Observé a un grupo de estudiantes aglomerado en la cartelera. ¿Y eso que será? __ me acerqué y comencé a buscarme en la lista, y ahí estaba mí nombre. Había quedado seleccionada para una Universidad al Sureste del país, muy cerca de la Capital para estudiar Diseño de Modas.
Estaba feliz, al cabo de un momento llegó mi amiga Diana y comenzamos a buscar entre las listas, había quedado en la misma Universidad que yo, pero en una especialidad diferente.
Nos abrazamos de la alegría, estábamos felices porque estaríamos juntas. Sólo falta que llegue Jeremías, pero no sé dónde se metió.
Salíamos Diana y yo, esperamos un rato sentadas en una de las bancas del colegio, ya imaginando: ¿Cómo será nuestra nueva vida en la Universidad?
Y en ese momento llegó Jeremías, estaba algo extraño y callado:
J: __Nos vamos Linda?, la abuela nos espera.
L: __Ok si... vamos
__Chao Diana, nos vemos mañana"
Diana: __Bay... esperaré un rato más a Héctor (contestó)
Llegamos a casa de la abuela, Jeremías me tomó de la mano en todo el camino, pero no quiso hablar de nada. Todo lo que le preguntaba su respuesta era (ok... si.... No...).
La abuela estaba feliz de vernos llegar, ya tenía preparado pan de leche y chocolate caliente. Mientras me felicita con un fuerte abrazo.
Nos condujo a su habitación y saco de una pequeña cajita de madera dos cadenas con dije, y sin decir nada le colocó una a Jeremías y la otra a mí.
Estaba extrañada, pero, a la vez feliz por ese detalle tan bonito. Abrí el dije y para mi sorpresa tenía dentro una pequeña fotografía de Jeremías, ella y yo abrazados. Una foto que nos tomó el difunto papá de Jeremías cuando se mudaron al pueblo... teníamos como 12 años.
No pude evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas, y tanto ella como Jeremías también lloraron un poco. Era un preciado recuerdo.
Abuela: __""¡Este detalle es un obsequio para que los dos jamás olviden que, la amistad debe perdurar por sobre todas las cosas...pase lo que pase siempre serán los mejores amigos en las malas y en las buenas"!
"Si abuela" (respondieron los dos a la vez)
Abuela: __Y ya dejen de llorar, porque llorar mucho envejece... mírenme a mi lo vieja que estoy (se ríe, mientras limpia sus lágrimas)
Nos fuimos al patio y nos sentamos bajo un gran árbol, y es así como Jeremías me cuenta que:
J: __Flaca, tengo algo que decirte...por favor no quiero que estés triste por esto.
L: __Triste porqué... qué pasó?
J: __Ya estoy seleccionado para irme a estudiar!!
L: __Si; yo también... olvide decírtelo voy a ir a...
J: __... ¡Espera Linda! ya se dónde vas a estudiar, lo vi en el listado... solo que... yo no iré contigo.
L: __Como?... no entiendo ¡Claro que iremos juntos!, Habíamos quedado en seleccionar la misma Universidad.
J: __No; no fue así, te mentí... Yo quería estudiar donde estudió mamá y seleccioné la misma Universidad al Sur oeste. Muy cerca de la costa. Es ahí donde está la más prestigiosa Universidad para estudiar la ING.
J: __Pero ¿por qué no me lo dijiste?, de haberlo sabido te hubiera entendido. __No te preocupes no hay problema son sólo 5 años y el tiempo pasa rápido.
L: __Estaremos bien!
J: __Si Linda... estaremos bien, es sólo cuestión de tiempo. __ Esto será por los dos, nos casamos más adelante y tendremos un gran futuro que ofrecer a nuestros hijos.
Y nos abrazamos fuerte esa tarde. La abuela nos llamó, ya tenía servida la cena.
Llegué a casa esa tarde muy triste, aunque traté de disimular con la abuela y Jeremías. Subí las escaleras directo al cuarto lancé mi morral al piso y me tiré en la cama boca abajo. Cerré mis ojos por unos minutos:
¡Y ahora como será mi vida sin ti tanto tiempo!
Mamá entro a la habitación con un Hermoso pastel:
Mamá: __ ¿Que pasa mi Linda... te peleaste con Jeremías?
L: __ ¡No mamá, no es eso! Y le conté todo, mamá siempre ha sido mi confidente y mi mejor amiga. Llegó mi hermano de jugar béisbol y me trajo uno de mis dulces preferidos (dulce de Guayaba).
Se tiró en la cama todo sudado a abrazarme y besarme.
H: __Felicidades hermanita.
L: __Ya suéltamele, estas sudando y hueles mal... mamá dile que me deje tranquila, ve a bañarte cochinito. (grité)
Y salió corriendo mientras le lancé uno de mis zapatos.
Diana y su novio Héctor están en casa para picar el pastel, luego llegó Elena y Fernando, también Oscar llegó tarde pero seguro como siempre con una caja de bombones se chocolate. (Él sabía lo mucho que me gustan). Esperamos un largo rato a Jeremías, pero no llegó. Su hermano Oscar dijo no haberlo visto desde la tarde. Le envíe varios mensajes de texto, pero no contestó. Jeremías siempre guardaba como un misterio, desaparecía de repente sin avisar y apagaba su celular.
Me acosté a dormir esa noche extrañándolo mucho. Yo lo amaba, pero aún no estaba segura si él a mí.
Jeremías: (Desconectado desde las 6: 14 pm)
Linda: (En línea)
L: Amor donde estas, contesta... (hora 1: am. "Media noche")
Abrí mis ojos con el pensamiento en la abuela Carmen:
__ Aquí estoy abuela, como te lo prometí:
""¡Pase lo que pase la amistad es la que debe perdurar""!...
El ruido de una caravana de carros me terminó de despertar. Me había quedado dormida un buen rato. Tenía días sin dormir bien y ya el sueño me estaba pegando fuerte.
¡Debo ir a casa, mamá no sabe que estoy en el pueblo!
Tomé la foto, y de repente miré hacia abajo de la cama. Había especie de un cajón de madera. Me acerqué lo moví hacía afuera de la cama, estaba algo pesado. Intenté abrirlo poco a poco pero, escuche a alguien que habla en el patio. ¡Alguien viene! Lo empuje rápidamente a su lugar.
Guardé la foto en el bolso y salí rápidamente de ese lugar por el patio de atrás. No sea que alguien llegará y me encontrará ahí dentro y sin permiso.
Caminé por la calle, y llegué a casa en sólo unos minutos. Toque, mamá se asomó por la ventana y al verme corrió a buscar las llaves:
Mama: __Hija ¿Qué haces aquí?
__Que alegría verte; no me avisaste que vendrías.
La abracé fuerte y sólo pude llorar antes de hablar.
Mama: __ ¿Que paso mi Linda y Paúl dónde está?
L: __No esta mamá y ya no estará más
Mama: __ ¿Que paso acaso se murió hija?
L: __Nooo! Limpié mis lágrimas y sonreí. __No puede morir primero debe pagar lo que hizo.
Mama: __ ¿Que paso... que te hizo ese condenado?, sabes que jamás me cayó bien, pero, tu decidiste casarte con él.
__ ¿No me digas que vienes a la boda de Jeremías?
L: __Si, creo que tendré que ir a la celebración...Se lo prometí.
Mama: __Si hija es en una semana. La familia anda en un corre corre por el cambio de la fecha y del lugar. ¡Al final decidió casarse aquí!
L: __ Si mamá, una gran decisión. (con pocos ánimos para hablar sobre eso)
Mama: __ Pero no importa esa boda, (sonríe)__ lo que importa es que estas en casa otra vez.
Y me llevó abrazada hasta mi cuarto que aún mantenía intacto. Todo en su lugar. Nos sentamos en la cama como dos mejores amigas y le conté todo lo que pasó con Paúl. Pero esta vez no lloré, al contrario, mamá me hacía reír con cada ocurrencia sobre él. Ella se mantuvo escuchando; Se levantó y me trajo una taza de té de manzanilla. Sólo me dijo:
Mama: __Fue la mejor decisión que has tomado en toda tú vida. Y me agarró a cosquillas para hacerme reír un rato.
__Ya cambiemos ese tema y hablemos como lucirás en la boda de tú Ex!
L: __Mamaaaaaa, no lo digas así. Ya es la segunda persona que me lo dice y se escucha feo. (se sonríen)
Mama: __Pero...ya tienes en mente el vestido que te pondrás esa noche.
L: __No. No mamá no sé qué me pondré, no traje mucha ropa.
Mama: __Espera aquí, ya vengo...
Y al cabo de un rato llegó con un hermoso vestido negro, largo pagado al cuerpo y luego hacia una fina campaña bien decorada con lentejuelas. El escote por detrás era muy bien pronunciado con lindos cordones que le daban el ajuste perfecto. Era increíblemente hermoso.
L: __ y ese vestido
Lo diseñé para ti. (Contestó)
L: __Pero ¿Cómo sabías que vendría?
__Jeremías ya me lo había dicho... así que no fue una sorpresa. Ya te estaba esperando. (Me dijo)
Mamá: __ Sólo te faltan las Zapatillas de Cristal. (entre risas)
¡Esta hermosoooo! (exclamó), te amo Mami...!, (Mientras lo toma y se lo mide por encima de su cuerpo y se mira en el espejo, colocando sus pies en puntilla simulando unos tacones)
L: __Las zapatillas las compraré mañana, aún falta y no hay apuro. ¿No crees), y da la vuelta aferrada a su vestido?
Mamá era una experta para el corte y confección de ropa. Fue de esa forma que logró costear los estudios de mi hermano y el. De ahí mi pasión por el diseño de modas y diseño de interiores y decoración de ambientes de festejo.
L: __Mamá... ¿Estará bien que vaya o.... es una locura?
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