Recogí mi cabello en una cola alta; hacía calor en casa esa tarde. Tomé un labial para retocar mis labios, mirándome al espejo de la peinadora. Paúl, parado justo detrás de mí, me contestó:

Paúl: —"No. No se trata del trabajo, esta vez es otra cosa." (mencionó en voz baja).

Paúl: —"Esto es algo que debí contarte hace mucho, pero mucho tiempo. No sé cómo decírtelo, pero ya no puedo más con esto."

Lina: —"Ok, está bien, ya me estás asustando." (exclamó). "Dime."

Paúl: —"Sé que es muy duro tener que decirte esto, Lina, pero..." (hizo una pausa, respirando profundamente). "Ya llevo meses saliendo con alguien más; ¡he estado saliendo con otra mujer!"

Lina: —"¿Qué?" (dejó caer el labial, mientras sus piernas comenzaban a temblar, lo que la obligó a sentarse en la cama). "¿Cómo así? No te entiendo... ¿Es una broma, ¿verdad? Hoy es nuestro aniversario, tú no me harías algo así. No juegues con algo así... sabes que no me gusta."

Paúl: —"Escúchame, Lina, no es tu culpa. Pasó en medio de tragos y bebidas, no tengo cómo justificar mi error, pero pasó. No te pido que me perdones porque..." (se detuvo por un momento) "...estar con ella me gustó, me sentí bien en sus brazos. Creo que, si ella cambiara un poco su manera de vivir, me quedaría a su lado."

Lina: —"¡Ya basta!" (gritó). "Cállate ya, por favor, no me digas más nada. No quiero escuchar más... ¿No te basta con lo que me has hecho? ¿Acaso disfrutas haciéndome daño? Solo quiero que me respondas una sola pregunta..."

—¿Quién es ella... la conozco? Lina dejó escapar lágrimas de dolor, rabia e impotencia. No podía creer que precisamente hoy se enterara de algo tan sucio. Era injusto. Y no solo eso, él era implacable con sus afirmaciones mientras confesaba su traición, sin mostrar remordimiento. Al contrario, parecía disfrutarlo.

Paúl se quedó callado, sabiendo que responder causaría más dolor a Lina. Pero ella insistió y preguntó nuevamente:

—¿Dime quién es ella?

_ Es Merry, la vecina...

_ Sabes que nuestro matrimonio fue un error. Sabías que yo no quería hacer las cosas a tu manera. Era mi futuro y no te importó.

Lina, incrédula, murmuró: —¿Merry? No, no, no. Ella no sería capaz. Estuvo aquí esta mañana, tomamos café juntas. Me pidió dinero para el transporte a la universidad. ¡Me mostró su anillo! Pensó en silencio, ¿Por qué me haría algo así? La estoy ayudando con el diseño de su vestido de graduación. ¡Estaba tratando de dar lo mejor de mí para verla feliz en su graduación!

Lina, con voz temblorosa, dijo: —¡Paúl, espera! Sabes que quería una familia para los tres...

Pero ambos sabían a qué se dedicaba Merry. ¿Por qué ella? preguntó Lina.

Paúl salió de la habitación sin responder. Lina se quedó en un rincón del cuarto, callada, respirando profundamente. No podía aceptar que su vecina Merry y su esposo le hubieran hecho algo así. Ella era una mujer dedicada al hogar y a su esposo, a quien consideraba el hombre perfecto. Aunque su matrimonio no había comenzado bien, guardaba la esperanza de que algún día él la amaría y serían felices.

Paúl volvió a la puerta de la habitación y solo dijo:

P: — Me tengo que ir de la casa... Lo siento tanto, no quería causarte tanto dolor. Sé que eres una gran mujer, pero no puedo hacerlo... ¡Me rindo... que seas feliz!

L: —¡Pauuuul... eres un cobarde! ¡Imbécil! (le gritó).

Y así se despidió de Linda esa tarde. Dos mujeres. Un canino. Es el destino que ahora tiene para mí la vida. Qué difícil. Mi destino me atormenta porque yo las quiero a las dos conmigo. A una me une un cariño por Dios bendecido y la otra es un bello pecado, es amor prohibido.

El postre quedó esperando y el vino se calentaba en la sala del comedor. Todo quedó en completo silencio. Un día que parecía especial se había convertido en una pesadilla. Sola en casa, prendió su computador y colocó algo de música. Quería desahogar su dolor y comenzó a tomar la botella de vino, mientras lloraba como una niña pequeña. Tenía de fondo de pantalla en el computador una foto del día de su boda. Reposó su cara sobre la mesa...y me llene de recuerdo con el corazón hecho pedazos.

Comencé a conocer a Paul en la universidad. Salíamos como amigos en varias ocasiones. Al principio, era un joven muy callado. Se sentaba en su pupitre y, al terminar cada clase, se retiraba sin decir mucho. A veces nos topábamos en la cafetería y tomábamos café juntos.

Un día, su padre fue a buscarlo en su coche. Al verme sola en la parada de autobús pasadas las 10 de la noche, me ofreció llevarme a casa. Acepté y, al subir al coche, vi a una chica vestida de manera provocativa. Se dieron un apasionado beso. Ella era su novia. Me sentí incómoda, ya que no la conocía y no quería despertar celos en ella por ser amiga de Paul.

Sin embargo, Paul era la persona que más me importaba en la universidad. Pasaron los meses, y cada vez que salíamos de clase, el coche de su padre estaba allí, acompañado por la novia de Paul. Pero un día ella no apareció. Solo estaba su padre. Estuvo callado durante el trayecto hasta dejarme en la parada cerca de mi casa. Fue extraño, y Paul también estaba en silencio.

Al día siguiente, alguien tocó mi puerta. Era Katy, la novia de secundaria de Paul. Entró en la residencia, se sentó en un mueble y comenzó a llorar. "Paul me terminó, Linda", me dijo. Me quedé sin palabras, sin saber qué responder. Pero ella estaba muy dolida, lloraba y decía que, si él no volvía, se quitaría la vida. Estaba más que enamorada, obsesionada.

Katy me contó todo con detalles. Habían tenido una fuerte discusión, y ella le dijo que, si la dejaba, se haría daño. Paul tampoco quería seguir con ella. Entonces, a ella se le ocurrió decirle que estaba embarazada. Paul la llevó casi empujada a hacerse la prueba de embarazo, y el resultado fue negativo. Esto enfureció a Paul, y dio por terminada la relación definitivamente.

La confesión de Katy me dejó  atónita. La pasión desenfrenada que Paul despertaba en ella era un secreto que ahora se revelaba. Mientras Katy se alejaba, no pude evitar pensar en la complejidad de este triángulo amoroso. ¿Qué oscuros secretos más escondería Paul? ¿Y cómo afectaría todo esto a mi amistad con él? Las emociones se agolpaban en mi pecho mientras cerraba la puerta, murmurando: "Está loca..."

Katy y su relación con Paul era intensa y complicada. Aunque inicialmente parecía una relación estable, los celos, las mentiras y la revelación del embarazo falso crean un giro lleno de confusión. Katy estaba dispuesta a todo para retener a Paul, incluso si eso significa manipular la verdad. En ese momento, me encontraba atrapada en un torbellino de emociones. Por un lado, siento una conexión profunda con Paul, mi amigo cercano en la universidad. La presencia constante de Katy, la novia de Paul, y los secretos que rodeaban su relación, me hacían sentir incómoda y confundida. Aunque Luche por mantener mi amistad con Paul mientras se debate entre la lealtad y la atracción. Lo cierto es que, había dado por terminada de forma definitiva su noviazgo con Katy.

No pasó mucho tiempo cuando estando con Paúl en un pequeño parque ubicado en medio de la cuidad, sin imaginar me declara su amor. Al principio no entendía nada, hacia poco tiempo de haber terminado su relación con su novia de secundaria. Pero, el insiste que no siente nada por ella y que quiere conocerme más. La bonita amistad que manteníamos pasó a ser una relación más profunda y llena de pasión y deseó.

Se que pensarán que Tuve la culpa del rompimiento de su relación pero, no fue así. Paúl tenía sus motivos para dejar atrás a Katy y comenzar de nuevo pero a mi lado.

Unos días después, saliendo de casa de Paúl, me encuentro frente a frente con Katy, sentí temor e imaginé me tomaría por los cabellos o me diría cosas y palabras insultantes, ella seguro pensaba que fui una mala persona y de paso traicionera. Pero se sonrió y me dijo que como me iba con Paúl, le contesté algo nerviosa y con palabras titubeante que estábamos muy bien. Ella al escuchar sólo me dijo - te agradezco lo que hiciste, Paúl no es lo que tu crees... Te hará daño tanto o más de lo que me hizo a mi, - sus ojos se llenaron de lágrimas y yo sin poder mencionar ni una sola palabra. Ella siguió su camino no antes sin terminar de mencionar, - ¡ te vas arrepentir de lo que hiciste! - Y siguió caminando, mientras mi corazón latía tan fuerte que casi se me desmayan las piernas.

💔💔💔

Linda estaba en su habitación, mirando el reloj. El tiempo parecía correr más rápido de lo normal. Sabía que debía enfrentar la realidad, pero la idea de cometer el error más grande de su vida en solo minutos la aterrorizaba. Quería salir corriendo o desaparecer entre esas cuatro paredes. Sabía que aún no era tarde... las últimas palabras de Katy resbalan en su pensamiento como látigos que duelen...duelen en lo más profundo del alma. ¡ Katy tenía razón...!

💔💔💔💔

¡Toc, toc, toc!

—¿Quién es? —preguntó Lina, con la voz temblorosa.

—Soy Julio, tu hermano... abre.

—Pasa... está abierto.

Julio entró y la miró con preocupación.

—¿Qué pasa, mi linda hermanita? Afuera ya están todos los invitados. El juez ya llegó y solo esperan por ti.

—Sí... lo sé. Ya voy a salir... Solo que... me duele un poco la cabeza. Debe ser por tanto trabajo y los preparativos.

—No, a mí no me engañas, Lina. No es eso... Sé lo que te pasa y sé que no quieres hacerlo. ¿Quieres que te ayude? Vamos... salgamos de aquí. Salimos por la puerta de atrás y te dejo en alguna parada donde tomes un transporte y te alejas de todo esto... sobre todo, de él.

—Pe-pe-pero... ¿Y los invitados? Papá y mamá están felices por este día... ¿Cómo les hago algo así?

—¿Qué importa más, tu felicidad o complacer a los demás?

(Toc, toc.)

—¿Hija, ¿Qué pasa que no sales? ¿Aún no estás lista? —preguntó mamá desde el otro lado de la puerta.

—Voy, mamá... ya estoy lista.

Julio la miró fijamente.

—Piénsalo, hermana. Yo puedo ayudarte a salir de todo esto... luego te vas a arrepentir.

Julio salió por la puerta, dejando a Lina sola con sus pensamientos. Ella limpió sus lágrimas y se puso un poco de maquillaje para disfrazar el dolor que llevaba por dentro. Sabía que debía tomar una decisión, y el tiempo se agotaba.

Toqué mi vientre suavemente y sentí su movimiento. Decidí salir... todos esperaban solo por mí. Traté de sonreír para todos, pero mi mirada se dirigió hacia él, sentado frente al juez, esperando por mí. En su cara no había felicidad, solo se reflejaba mucha inseguridad y algo que jamás olvidaré: rabia por estar en ese momento, en ese lugar y en esa situación. Sin necesidad de decírmelo con palabras, me lo gritó con su mirada: "Jamás te perdonaré que estés a punto de arruinar mi vida..."

Busqué con la mirada entre la multitud a mi hermano, y ahí estaba, en su camioneta en la calle. Solo observaba lo que acontecía y me miró fijamente a los ojos mientras el juez hacía la primera pregunta, después de una larga charla sobre el verdadero significado del matrimonio.

—¿Paul Martínez, aceptas como esposa a Linda Montenegro para quererla, cuidarla y protegerla en la salud y en la enfermedad?

Durante un largo silencio que para mí fue eterno, por fin dijo:

—Sí... acepto.

—Linda Montenegro, ¿aceptas como esposo a Paul para cuidarlo, amarlo y protegerlo en la salud y en la enfermedad?

Lo miré... pero él a mí no. Solo su vista estaba fijada en el papel. Volteé y ahí estaba mi hermano, aun observando. Miré alrededor y todos me miraban, solo esperaban por mí. Me llevé las manos sudadas a mi vientre, pensé en él... en cómo sería su cara, su sonrisa, y decidí responder...

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Levantó su cabeza, sus ojos hinchados de tanto llorar. Colocó una música suave y así pasó horas, hasta llegar la medianoche. No quería dormir, no sabía qué hacer. El mundo se le vino encima en cuestión de segundos. ¡El amor de su vida tenía otra vida! ¿Se puede vivir con algo así... o realmente no era su amor de vida?

En eso recordó los mensajes vía correo electrónico. Abrió uno de ellos. Hacía un mes que había escrito, pero no quiso responder.

Messenger:

L: (Usuario desconectado)

J: "¡Hola Lina! ¿Cómo estás? Soy Jeremías. Estoy solo en casa, y aunque debería estar en un bar a esta hora, no es así... Quise quedarme en casa y, revisando el álbum de fotos, me encontré una foto de ti." (Octubre, 11:47 PM)

L: (Desconectado) "Disculpa que te moleste. Sé que eres una mujer felizmente casada, pero... Solo pasé por aquí a saludarte y espero que te encuentres bien." (Octubre, 11:27 PM)

No podía creer que Jeremías, después de tantos años sin saber de él, le había escrito. No entendía; lo último que supo de él es que se había casado. Tomó el teclado y, con sus manos temblorosas, le respondió:

Messenger (Usuario Conectado):

L: —"¡Hola! Me alegra saber de ti y que aún me recuerdas." (Noviembre, 3:45 AM)

J: —"Hola Lina..."

Tuvieron una larga conversación esa noche: despidiéndose con estas palabras:

L: __ Está bien Jeremías... "¡Te prometo que ahí estaré!

L: __ (Usuario desconectado. Hora: 6:12 Am)

A los días siguientes, organizó todo y recogió todas sus cosas y se regresó a su pueblo natal. Debía comenzar de cero y tenía muchas cosas que planificar.

Pero, no se retiró sin antes tocar la puerta de la vecina...

💔💔💔
Contar una historia de amor, con finales felices es una forma de esconder o disfrazar el verdadero dolor que se esconde tras amar a otra persona. Pocos hablan de esas historias, que reflejan la vida real de la mayoría de las personas que han sobrevivido a una traición o a una mala decisión. Pero, es necesario perder, fracasar, sufrir o llorar para poder reencontrarnos con nosotros mismos y aprender a amarnos tal como somos.
Se necesita fortaleza para encarar la verdadera cara del amor, entendiendo que es dolido y que se debe escribir sobre lo que se esconde detrás de esa palabra. Para que el golpe duela menos.