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Me retiré de ese lugar con el corazón destrozado; no podía llorar; por más que lo intentaba, las lágrimas no salían de mis ojos. Era una situación difícil para mí. Había llegado a ese lugar con ilusiones y sueños que en sólo segundos se rompieron, como el cristal de la copa llena de vino tinto.

Al llegar a la salida, me percaté de que está lloviendo demasiado; miré hacia la bahía y la tormenta azota todo a su paso. La marea estaba alta y las olas del mar golpean con fuerza la orilla de la playa; parece un mar enfurecido. En eso cortan la electricidad y todo lo que se visualizaba queda en completa oscuridad. Sólo se podían ver a través de los estruendos relámpagos que caen sin piedad, produciendo un sonido abrumador.

Así me sentía por dentro en ese momento: esa mujer me había hecho sentir poca cosa y él no tuvo la menor intención de defenderme, ni siquiera por amor a la amistad que teníamos desde niños.

Decidí irme hacia una parada de autobús; caminé, pero la fuerza del viento detiene mis pasos y, aunque trato de luchar contra la corriente, se me hace muy difícil caminar. Debía bajar la mirada, para que la brisa no molestara mis ojos. De algo estaba segura; tenía que alejarme de aquel lugar.

Mientras caminaba pensaba en lo perdedor que era Jeremías, y me decía a mí misma:

""__Perdóname, Linda, por creer demasiado en él y no pensar en ti. Por hacerte creer que a su lado ibas a ser feliz... sé que fui una tonta imaginando que era el amor de tú vida. Perdóname, Linda, por crear sólo en la imaginación una falsa historia de amor al lado de un perdedor. Y aunque tu comportamiento siempre me la dijo, no le creí, fue más importante creer que cambiaría. __"Siii, Linda, que estúpida fui, no debí venir aquí.""__ Pensaba mientras lloraba

De esta forma fue que, pude llorar y desahogar mi rabia, bajo aquel techo que me cubría de la lluvia en una parada de autobús a más de las 2 de la madrugada.

De repente sé que alguien se sienta a mi lado. Sólo pude ver sus zapatos deportivos llenos de arena y mojados. Sentí que colocó algo seco encima de mi espalda. Levanté la mirada para ver quién era.

__¡¡Marcos!!

D: __Sí, ¿cómo se te ocurre salir así en medio de esta tormenta? __Es peligroso. __ Dijo en un tono bastante preocupado.

L: __""Disculpa... pero tenía que salir de ese lugar". __ Mientras, susurró con lágrimas en mis ojos.

D: __"Lo siento"... Está bien llorar, hablaste tantas cosas bonitas sobre él, que debe dolerte, pero creo que fue lo mejor que te ha podido pasar.

L: __Si. Tienes razón, de no ser así, hubiera vivido engañada toda la vida. __ Mientras limpio mis lágrimas. __ ¿Te puedo hacer una pregunta personal?

D: __ "¡Eheeee!!, sí, pero sólo una"

__ ¿Te has enamorado alguna vez? Le pregunté.

D: __ "Bueno"__ de estar enamorado... enamorado creo que demasiado, yo soy un loco enamorado de la playa, la luna llena, los ocasos y...

L: __ Ok, ok, ya entendí... de la vida y la naturaleza etcétera... nos reímos. __ ¿Y por qué estás aquí sólo?

D: __ ¿Otra pregunta? ¡Dijiste que sería una sola!

Su respuesta me hizo reír. __ ¿Por qué eres tan cerrado? Le dije.

D: __ ¿Viste? Te hice reír y eso es mucho para mí. ¿Y qué piensas hacer, te quedarás aquí hasta el amanecer? , ¿Por qué a esta hora no creo pasar un taxi por este solitario lugar?

L: __"Si... esperaré."

Él solo me observa, sonríe y pregunta:

D: ¿Y si vamos por algo de comer y una bebida caliente?

L: __No tengo... __traté de decirle, pero él me interrumpió.

D: __No trates de engañarme, que no tienes hambre; había una orquesta en tu estómago mientras estabas sentada en la escalera. Seguro no has comido nada. Y nuevamente me hace reír.

Lo miré a los ojos y le dije:

__ ¿En serio escuchabas los rugidos de mi estómago? ...Es así. No he comido, y muero de hambre. Le dije casi desesperada, pensando que el hambre no tiene vergüenza. Y nuevamente nos miramos y sonreímos, no sé, pero había algo especial en esa sonrisa.

D: __"Entonces levántate y vamos, te prepararé la especialidad de la familia". Mi abuela me enseñó a cocinar y está madrugada yo invité.

L: __ ¿Y a dónde vamos?

D: __"A mi apartamento..."

L: __No. No regresaré a ese lugar, ellos están ahí, justo a tu lado. Y me regresé nuevamente a la parada.

D: __ ¡Espera! Ya me encargué de ellos y está noche deberán pasarla en otro lugar.

L: __ ¿Cómo así, ¿qué hiciste?

D: __Nada...sólo una llamada. __ Conozco al dueño de este lugar. Somos muy buenos amigos. ¿Ya te lo había dicho o no? Preguntó para afirmar, si me quedaba claro.

L: __ ¡No, creo que no, sí!,__ le contesté extrañada.

D: __ Entonces vamos, ¿te parece? __ Sacó su paraguas y lo puso sobre mí y nos regresamos nuevamente a su departamento.

Llegamos, tenía una muy cómoda sala, todo su piso forrado de alfombras azules y grises que combinan perfectamente con las tonalidades del mar... Me quito los zapatos y siento lo suave al pisar.

Él colocó las llaves sobre una mesa y me buscó algo de su ropa seca. Una camisa muy suave con las mangas largas. Me indicó que pasará a su habitación y así me cambié de ropa, y le pasé la ropa mojada para él secar.

Me dijo:

D: __Ponte cómoda, siéntete cómo en casa.

L: __ Gracias... bonita decoración; este lugar debe costar mucho dinero. Le mencioné algo tímida, por estar ahí sin conocerlo.

D: __Sí, algo, pero no hablemos de eso. __ ¿Te gustan los macarrones con queso?

L: __ ¡Si lo que sea! Con hambre todo es rico. Nos sonreímos.

Olía muy rico en la cocina. Al cabo de un rato sirvió la comida y nos sentamos a comer en unas cómodas almohadas frente a una gran ventana. Él propuso comer mirando hacia la playa, pero la lluvia no permitía observar más que oscuridad y relámpagos.

Se levantó y preguntó: __ ¿Vino o Whisky?

__¡¡Whisky!!, __ le contesté.

Trajo la botella y comenzamos a tomar, sin antes colocar un poco de música, para relajar la tensión y desnudar nuestras identidades. Hablamos de todo y no hacía más hacerme reír.

En eso se acercó a mí. Tomó mi cintura y la acercó a su cuerpo. No dejó de mirarme y no sé cómo, pero ya estaban sus labios sobre los míos. Se sentía tan bien que no quería dejar de besarlo y él no tenía la intención de dejar de hacerlo.

No podía entender qué me estaba pasando, pero me gustaba, aunque no sabía quién era ese desconocido. No parecía una mala persona.

Los besos se hacían más intensos y comenzó a besarme en lugares prohibidos para mí. Justo bajó mi cuello. Me detuve al instante y subí un poco mi franelilla.

__ ¿Qué pasa? Me dijo casi al oído.

L: __No. ¡No puedo hacer esto! __ No está bien, estamos tomados y somos unos desconocidos. Tú no sabes quién soy yo, y yo menos sé nada de ti.

__ ¡Está bien! Respondió Mientras, acercó mi cara a la suya. __ No haremos nada que tú no quieras. Y comenzó a besarme nuevamente.

Logré alejarme otra vez. __ "No lo hagas...", No me beses así. No puedo hacerlo.

D: ___ ¿Pero por qué?

L: __ ¡Porque... Porqué yo jamás he estado con nadie! Soy Virgen. __ Mientras miraba hacia abajo para no dejar ver su cara enrojecida,

Él se sonríe. __ ¿Virgen? __ Eso no se ve en este siglo. Te entiendo. Mencionó en un tono muy sutil de voz.

Se levantó y destapó otra botella. __ Entonces, celebremos está noche por tu virginidad. Eso es algo tan especial que pocos hombres experimentan. Murmuró mientras se sentaba muy cerca de mí.

Tomó mi mejilla y me miró con esa seguridad en sus ojos de que todo iba a estar bien. Nuevamente me besó, pero esta vez lo hizo muy tiernamente, soltó mis labios y se acercó a mi oído: "Te prometo que no te arrepentirás". No tengas miedo, jamás olvidarás este día. Sirvió las copas y tomamos. Nos besamos de forma apasionada hasta perder el control; me desvistió totalmente y no hice nada para detenerlo.

De ahí en adelante no recuerdo más nada. Sólo me despertaron los primeros rayos del sol que entraban por las líneas de las cortinas y molestaban mis ojos. Los abrí como pude. Me dolía la cabeza demasiado.

Observé que estoy en una habitación... en una cama. Creía que estaba sola y de repente miró al lado y ahí están Marcos y Boca abajo.

Me asusté mucho.

__ ¿Qué hice? Exclamé.

Miré por debajo de mi cobija y estaba totalmente desnuda y Marcos igual.

Tenía su brazo sobre mí. Como pude y sin despertarlo lo moví y me levanté lentamente sin hacer ruido.

Busqué ropa. Estaba en la secadora. Me vestí lo más rápido que pude, para salir de ahí antes de que despertara. No podría verlo a la cara después de la locura que hicimos. Había dejado mi virginidad entre las piernas de un extraño hombre.

Pero no había ni siquiera una pizca de remordimiento: me había gustado todo lo que pasó. Fue una locura, pero, una locura llena de deseos que vivían atrapados dentro de mí y que esa noche salieron, por primera vez, a cabalgar sobre el cuerpo del deseo.

En ese momento entendí que lo que sentía por Jeremías jamás fue real. Siempre traté de engañar mi pensamiento y hacerle creer que Jeremías era el amor de mi vida. Pero, al amanecer en una cama por primera vez con un completo desconocido, me hizo entender que la vida no se trataba o giraba en torno a Jeremías. Estaba equivocada. La vida se trataba de vivirla a plenitud, lo importante era que me sintiera feliz. Y en ese momento, me sentí libre de ese pasado amor que jamás fue verdadero.

Tomé mi bolso y salí a la puerta, pero recordé que no tenía dinero. Me regresé y observé su cartera sobre la mesa y tomé lo suficiente para llegar a casa. Y salí de su apartamento dejando solo una nota.

Gracias por todo, Marcos.

L.M

Diego:

Abrí mis ojos y miré directo al reloj; está justo frente a mí en la mesa. A las 6:45 am, observé al otro lado de mi cama y ahí estaba ella, aún duerme profundamente. Trato de no moverme mucho para no despertarla; hacerlo provocará que salga corriendo, cuándo se dé cuenta que amaneció en la cama de un completo desconocido.

Tomé su mano y muy suavemente le di un beso. Al verla, me sentía tan feliz. Hacía años que no me pasaba algo así; había hecho el amor con muchas mujeres, pero esta que ahora ocupaba un lugar en mi cama, de alguna manera me hizo sentir algo muy distinto, que sólo pensar en ella hacía latir mi corazón. Creo que esa noche paso a ocupar un lugar importante en mi vida. Y aunque quería negarlo, que fue una chica más en mí cama, no era cierto. __ Ella me hizo pasar la mejor noche de mi vida. (Pensaba)

Tomé el celular que está al lado del reloj, y envíe un mensaje de texto:

D: __ Hola, Jorge...

J: __Buen día, jefe, sí haré lo acordado.

Y coloqué nuevamente el teléfono con cuidado en su lugar. Sentí que ella se mueve, y de inmediato me hice el dormido.

Creo que se asustó mucho cuando se dio cuenta de donde estaba. Hizo el gesto de gritar, pero tapó su boca con sus dos manos. __¡¡Dios... ¡¡No_ puede_ ser...!!

Se levantó con cuidado para no despertarme. Típica escena de una novela de amor. Pero esta vez, yo estaba fingiendo que dormía.

Se vistió lo más rápido que pudo. Tomó papel y lápiz y anotó algo y lo dejó sobre la otra mesa justo frente a mi cama. Y cuando ya va a salir se detuvo.

Regresó rápidamente a la mesa, abrió mi cartera y tomó todo el efectivo que pudo. Y luego salió casi que corriendo del lugar.

De inmediato, me levanté, busqué por todos lados mi ropa y me vestí rápidamente:

__ Sabía que saldría corriendo... y no irás a ningún lado sin mi Linda... Murmuró en silencio mientras leía nuevamente la nota.

Tomé el teléfono y envié un mensaje:

D: __ ¡ ...!

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