❝Krel❞

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Tratos
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—¡No hay escuela!.— gritó Steve con euforia, bajando de la nave qie acababa de aterrizar al lado de aquella edificación. Se detuvo en seco y una mueca surgió a sus labios al reparar algo.— genial, no he limpiado mi casillero.

Los gritos y alaridos que Jim soltaba por el dolor se comenzaban a intensificar. Stella puso sus manos en el pecho de Jim en un intento inútil de aliviar su dolor y que aquel fragmento no fuera directo al corazón del mismo, sin embargo, una fuerza atrayente y tenebrosa amenazó en poseerla a ella haciendo que apartara las manos lo más pronto posible.

—Está empeorando.— murmuró asustada la joven, miró como sus manos tenían un color rojizo en sus manos. Aquel contacto la había lastimado sin darse cuenta.

—Stella debes alejarte de él.— se apresuró a decir Nari alejando a la chica de mirada zafiro al menos 2 metros apartada del Cazatroles.

—Pero no puedo dejarle solo.— respondió angustiada, su chico no dejaba de gritar por el dolor y ella no  podía hacer algo al respecto.

Qué inútil te has vuelto

—Me temo que debes alejarte lo más que puedas de él, mi pequeña.— Merlín, ignorando las diferencias que hubo tanto en el pasado como ahora, y sintiéndose orgulloso de su pequeña Stella; se agachó hasta la altura de donde Stella estaba sentada.— la magia oscura que rodea a Jim es de lo que debes alejarte, si lo tocas por más tiempo tú caseras con él...

¿Y ahora...?

Estaba segura que aunque le doliera, debía alejarse. Todos la protegieron de la magia oscura y el peligro que ella presentaba por ser fácil de controlar, ahora debía alejarse de la persona más importante en su vida de siglo XXI.

—¡Nari, regresa y termina tu trabajo!

Aquella resonante voz le puso la piel erizada, era demandante y grave aunque sonaba como si fueran dos voces, la de un chico y una chica.

Simplemente aterrador

—Si la quieres, será sobre nuestro cadáver.— vociferó Claire en defensa, adelantándose un poco para proteger a los demás. Douxie y Steve le siguieron.

—Protejan a Jim.— pidió Stella levantándose del pasto.

Los dos brazos laterales de Blinky y uno de Merlín la detuvieron, jalandola hacia ellos siempre manteniendo una prudente distancia de Jim.

—'Ella no, tú no hagas nada.— suplicó Blinkous Galadrigal temeroso de volver a perder a la pequeña Le Fay.

—Ése es el problema, Blinky.— habló ella spltándose del agarre de ambos varones.

Merlín tuvo que poner un escudo protector que los protegiera y evitara que Stella escapara.

—Mamá y Morgana murieron porque nadie supo qué hacer.— dijo alejándose hasta llegar al límite del escudo.— ellos tuvieron el control todo el tiempo.— miró a Nari con tristeza, mas no con rencor y eso lo agradeció la pequeña de piel verde.— es momento de que eso cambie.

—'Ella, no vayas.— suplicó el Cazatroles en estado adolorido.

El grito de Steve siendo lanzado por aquel caballero desconocido llamó la atención de Stella.
Aquel caballero en el que su primer encuentro le había amenazado dw muerte.

—Jim, prometí protegerte... Él y yo tenemos asuntos pendientes.— murmuró con molestia.

Sin escuchar los reclamos del Mago y el Troll de 4 brazos, la joven Miracle creó un portal para salir a luchar junto a sus compañeros.

—Su terquedad la sacó de usted y de Amelia.— dijo Blinky de brazos cruzados, preocupando al de barba blanca.

Oh Amelia, perdóname por tantos errores

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Stella se lanzó contra el caballero que estaba a punto de cortarle el cuello a Claire, debía reconocerlo, su fuerza y poder brindado por la magia oscura era digno de admirar.

—Oh no, ni te atrevas a meterte con ella.— le amenazó chocando espada contra espada.

Douxie se le sumó disparando con su guitarra, gracioso pero cool para el nuevo mago. Claire era de mucha ayuda siendo de transportista para el de mechones azules y ella intentando atacar.

—Perdóname, Stella

Aquella frase tan débil llegó a oídos de la chica de cabello carmesí. Aquella voz la aturdió de tal manera que un puñetazo en el estómago la logró derribar, ni siquiera lo vio venir. Aunque Douxie alejó al caballero que estaba por atacar a la fémina, el mismo no dudó en acercarse nuevamente a la joven que ni siquiera le prestaba atención.

Al contrario, sus sentidos estaban en aquella bestia que arrasaba con todo a su paso

¿Jim?

Fue tomada por el cuello, el caballero pensó que tenía ganada la batalla y sometería a la hija de Amelia Le Fay.

El tan ansiado oxígeno llegó a los pulmones de la chica de 917 años, de pronto un golpe seguido de varios se escuchó.

Jim Lake se había convertido en una enorme bestia que le daba una digna batalla al caballero, haciendo que Stella no saliera de aquel trance.

—Debemos irnos.— le hablaba Douxie sin que ella le prestara atención.

La tomó de las piernas y pasó su brazo por la espalda, maldición, Stella no reaccionaba. Claire y Steve le intentaron llamar, pero ella solo miraba la batalla.

Por primera vez, sintió miedo.

Le tuvo miedo a Jim.

Jim Lake en aquel estado le recordó a Gunmar.

Algunos traumas no se olvidaban.

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—'Ella, vamos necesito que reacciones.— pedía Douxie. Estaba oculto detrás de unas carteles publicitarios.

La Orden Arcana estaba tras su búsqueda por toda Arcadia, y ahora ellos corrían como fugitivos de la ley.

Aquello le hizo gracia a Toby, de la vez en que lo llevaron a la cárcel.

—¿Por qué no reacciona?.— preguntó Claire acariciando el cabello de Stella mirando que ella estaba con la mirada casi muerta, y su rostro pálido.

—No tengo idea, desde que vio a Jim convertido en éso, ella se puso así.

Ambos se miraron al tener la misma idea, esperaban no estar equivocados.

—Gunmar...

—'Ella necesitamos llevarte a un lugar seguro.— estando consciente de que probablemente no obtendría respuesta, Claire Nuñez le hablaba con cariño y despacio.— ¿Dónde está el chico moreno con el que pasaste tu estadía?

—¡Cierto!.— le apoyó Douxie, ambos sabían que temporalmente Stella estaba fuera de combate y debía quedarse con alguien de confianza.— ¿Dónde está Krel?

¿Krel...?

Su cerebro, algo lento, recordó unas palabras clave: reparar, computadora, conmigo.

—Krel... reparar... computadora.— susurró con la garganta seca.

Vamos inútil ¡REACCIONA!

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—Aquí tiene, HEX tec a su servicio.— hablaba una joven de cabellos rosados casi magentas entregando una laptop a una cliente del lugar.— sigue el 66.

Krel suspiró de alivio, por fin había sido su turno. Cuando apenas llegaba iban por el 35, ahora que ya era su número sentía un peso menos en sus hombros.

Le hubiera rogado a 'Ella que me acompañara

Le dejó un sinfín de mensajes a la de mirada zafiro, aunque sea para textear y perder el tiempo para aminorar su impaciencia. Pero los mensajes no le llegaban.

Y las llamadas no entraban.

Espero estés bien...

—Necesito herramientas para arreglar a mi padre.— dijo riéndose cuando mostró la cabeza de un robot  con apariencia humana. Sorprendiendo a la joven y al Director Uhl que era el número 67 en pasar.— ¿Tienen procesadores transdimencionales?.— preguntó esperanzado.

—¡KREL, ZOE!

Douxie Casperan entraba apresurado a la tienda, captando la atención de los mencionados. Sobretodo de Krel al ver el cuerpo de Stella ser cargado y sin rastros de vida.

—¡Stella!.— olvidándose de su procesador, corrió para ver el estado de la chica.— maldición, solo te fuiste por unas horas ¿Qué te sucedió?.— preguntó demasiado preocupado.

—Emmm, Toby... ¿Por qué eres chico está demasiado pegado a nuestra 'Ella?.— interrogó la castaña al de complexión robusta.

—Hay cosas que no deben ser explicadas, Claire.— dijo rascando si cabello en señal de nerviosismo.

—¡Maldito Douxie cínico Casperan!.— soltó ofendida cuando el chico de mechones azules le pidió refugio.— me prometiste hamburguesas y me traes una joven en trance.— comentó cruzada de brazos.

—Toby ¿Qué sucede?.— pidió saber Krel cuando nadie le prestó atención.

—¡Un enorme caballero secuestró a nuestro amigo y viene por Stella!.— se exaltó el mencionado.

—Espera.— la nombrada Zoe miró al rubio de mirada esmeralda y luego a la chica que descansaba en brazos de Douxie.— ¿Stella?, ¿La Stella Miracle que durmió por 9 siglos? ¿¡La hija de Amelia Le Fay!?

Krel tragó saliva, no estaba acostumbrado a que recalcaran que Stella Miracle había dormido por 9 siglos.

—La misma.— respondió el joven mago.

—¡¿Por qué no me lo dijiste antes, baboso?!.— exigió ofendida.— lo que sea por la hija de Amelia.

—Pst, Toby.— Krel le susurró la joven de complexión robusta.— ¿Quién es Amelia?.

—La mamá de Stella.— respondió en automático.— una poderosa mujer del siglo XII, protegía a los Trolls hasta que fue asesinada luego de tener a Stella.— resumió.

Krel miró a la chica, seguía con apariencia de estar muerta.

Falta mucho por conocerte, 'Ella...

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—Estarán a salvo aquí.— dijo dándoles espacio para que entraran a la habitación más oculta del lugar.— puedes poner a Stella en la mesa, ¡Y no rompas nada!.— pidió yéndose para seguir con su trabajo.

—Claire, ayúdame a reanimarla.— pidió Douxie dejando a Stella en la mesa.— desde que Jim cambió de apariencia se encuentra así.— informó a los demás presentes.

—¿Jim Lake, está aquí?.— Krel se sorprendió y se preocupó al mismo tiempo al recibir solo respuestas afirmativas.

—Douxie y yo tenemos la idea de que Jim le ha recordado a Gunmar, recuerden que sus encuentros no fueron muy amistosos que digamos.

Nari se acercó a la joven, cerró sus ojos y comenzó su labor de tranquilizarla. Se lo debía, le debía eso y más; recordó que ella fue quien le dio la vara de las sombras a Morgana cuando esta era una niña.

Una parte de Nari había destruido todo lo que Stella puso haber tenido, y no se merecía aquel trato tan amable que le ofrecían. Sin embargo, aquel arrepentimiento la llevaba a estar de su lado y hacer las cosas bien.

—Tiene miedo.— susurró cuando sus manos se detuvieron en el esternón de la joven.

Todos le prestaron más atención.

—Lo que le haré es suministrarle un pequeño calmante para sus nervios, los tiene demasiado afectados.— afirmó preocupada.—, me temo que necesitarás mucha terapia y un psicólogo cuando todo esto termine.— susurró solamente para la joven.

Perdóname Stella

—¿Enserio crees que necesite uno?.— al parecer solo Douxie había escuchado aquellas palabras.

—Tanto ella como Jim necesitarán uno, Douxie.— murmuró preocupada.— nosotros estuvimos conscientes estos 901 donde ella dormía, maduramos y nos hicimos fuertes; Stella y Jim solo han vivido 17 de su vida prácticamente...

Oh no...

—Cuando todo esto acabe no me sorprendería que salieran a la luz los ataques de ansiedad que amenazan con tener. Y ya comenzó....

Ambos miraron el brazo de Stella, lleno de arañazos y un suave tono rosado que constrastaba su piel lechosa, dicha piel estaba irritada.

—Debemos prepararnos.— tomó el control el de mechones azules.

Todos necesitamos terapia

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—¡Oh vamos!.— Krel soltó la mano de Stella completamente cansado.— Van a destruir el mundo.— resumió.— ¿¡OTRA VEZ!?

Era de esperarse, eran alrededor de las 11:45 de la noche cuando Merlín y Nari soltaron la bomba de a quiénes se enfrentarían esta vez. Bellroc y Skrael eran quienes estaban en búsqueda de Amelia y Nari, los Sellos del Génesis serían el próximo objetivo.

—Me temo que sí.— respondió Merlín.— Amelia pasó toda su vida protegiendo a su familia de la Orden Arcana, ellos la querían por su poder, les convenía tener a alguien a quien usar.— explicó.— no pudieron con ella y buscaron a Morgana, Morgana ha desaparecido y solo queda Stella.

—La chica que heredó los poderes de Amelia, los de Morgana, un poco de la magia oscura que llegó a tenee Gunmar y la intervención de Merlín en el embarazo para protegerla.— dijo Douxie viendo el cuerpo de la joven descansar.— cuando Stella despierte es obvio que querrá pelear y nosotros no se lo negaremos.

—¿Bromeas? ¡Debemos protegerla!.— Blinky se mostró inconforme, y aunque no dijo nada Aaarrrgghh y Krel estaban de acuerdo con el Troll de 4 extremidades superiores.

—No esta vez, Blinkous.— suspiró Merlín, aceptando la realidad.— ya no es una niña, sabe lo que sucede, sabe que ellos se encargaron de destruir a Amelia y ahora acabaron con Jim, ¿Qué crees que hará al despertar?.

—Buscarlo.— respondió Krel, un poco cohibido. Sin duda empezaba a ocultar de buena manera cualquier emoción hacia la fémina de labios sabor cereza.

Krel concentrate

—Traje unos Piedracorazón viviente, así cada que se lastime podrá reponerse.— avisó Douxie mostrando una pequeña mochila llena de tal roca.— cada uno se llevará al menos un fragmento, así ella pelea y nosotros podremos protegerla.— sonrió con orgullo.

—Solo esperemos que el hechizo de alguien no le afecte más...

Merlín solo suspiró.

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—¡EL AMULETO!

Despertó.

Stella se levantó de un salto de donde estaba, Dios, sostuvo su cabeza entre sus manos; levantarse de forma rápida la hizo marear. Tuvo que palpar algo donde sujetarse, hasta que la tomaron de los brazos intentando estabilizarla.

—El Amuleto... Jim.— balbuceó.— ¿Krel?

La mirada avellana del joven moreno era lo único que tenía enfrente, él fue quien la había sostenido.

—Tranquila, respira.— pidió al verla que trataba de hablar.

Ella negó, dándose cuenta que todos sus conocidos estaban presentes. Claire le despejó el rostro de algunos mechones y Douxie le ofreció un poco de agua.
Tuvo que volver a sentarse para hablar.

—El Amuleto... algo pasa con el Amuleto.— dijo ya más calmada.— esto no está bien.— dijo tomando su cabeza entre sus manos y negando para sí misma.— siento a Morgana...

—El caballero verde...— murmuró Nari a su lado.

—Debo sacar a Jim de ahí, ahora.— dijo olvidando sus mareos e intentando pararse.— él no está a salvo.

—Ya he pensado en ello.— intervino Douxie para calma de la joven.— tengo un plan perfecto. Solo ten esta Piedracorazón y saldremos en unos minutos.

El joven de mechones azules le proporcionó aquel trozo de piedra viviente que garantizaba su bienestar físico y le otorgaba poder; desventaja de ser la hija de Gunmar, necesita energía para ser más poderosa.

Aunque no debía olvidar que era hija de Amelia también, y ella no necesitaba de ninguna piedra.

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—Ten, te va a dar un resfriado.— Douxie se había quitado su suéter negro para dárselo a la joven de cabellos carmesí.

Él, Merlín, Claire, Steve y Stella habían partido en búsqueda de Jim, pero nadie reparó en la vestimenta en que venía la hija de Amelia. Un vestido destruido que le llegaba a mitad de las piernas, con las mangas arrancadas y parte de su torso descubierto.

A eso había que sumarle el frío de la media noche, su cuerpo temblaba demasiado ante la ventisca.

—Gracias.— susurró colocándose aquella prenda que le quedaba algo grande. Su mirada se detuvo en uno de los brazos de Douxie, tenía una marca extraña.— ¿Tienes un tatuaje?.

—Temporal.— se encogió de hombros despreocupado, tal vez, si sobrevivía, lo cambiaría a permanente.

—Siento que nos adentramos a la boca del lobo.— murmuró Merlín llevando el control de la nave.

—Confía en mí, me diste el báculo por una razón ¿No?

Claire no dudó en abrazar a su mejor amiga para darle más calor, gesto que la chica agradeció. Steve, no quedándose atrás, le abrazó del lado disponible, el derecho. Y juntitos los tres, vieron a lo lejos aquella nave perturbadora de Skrael y Bellroc.

—Llegó la hora.— murmuró la fémina de cabellos carmesí.

Se soltó del abrazo grupal que compartía con la castaña y el rubio, y se apresuró en llegar a la punta de la nave dispuesta a gritar.

—¡Orden Arcana, vengo a negociar!...— vociferó tal como Douxie se lo había pedido con anterioridad.

De la nave, divisó a Skrael, Bellroc y al caballero verde, los tres sonreían complacidos al ver a la fémina ir con ellos. Sabían que ella no duraría mucho sin saber nada de aquel Cazatroles.

Le dedicaron una mirada diferente, misteriosa, sin ocultar aquella sonrisa.

Habían aceptado aquella petición.