Namjoon

Ya no habia vuelta atrás, habia decidido hacerla mía, me quite la ropa ante su mirada, tomando el cinturón, me acerque a la cama, la jale de las piernas para poder subirla a mi regazo, su estomago quedo en mis piernas y su perfecto culo expuesto para mi.

—Antes de cualquier cosa, debemos dejar en claro que no habrá nadie mas que te toque apartar de este momento, si veo a ese tipo rondarte lo matare, sabes que no miento —sobe su trasero —como castigo por hacerme esperar tanto este momento tendré que azotarte.

Escuche un jadeo de su parte, no se si fue de miedo o deseo, pero asintió con la cabeza y su cuerpo no se tenso, volví a ponerme duro al instante haciendo que mi erección pegara en su abdomen liso. Apreté el cinturón haciendo crujir el cuero, ese sonido la hizo tragar saliva.

Di el primer golpe, el latigazo fue duro, no fui delicado. Su cuerpo se arqueo ante el dolor, un siseo salió de su boca, pero no le di tiempo de reaccionar cuando solté otro latigazo mas a su otra nalga, los surcos rojos se marcaron de manera inmediata, hinchando la piel. Di otros dos golpes mas, escuchando un pequeño sollozo.

La puse ahorcajadas sobre de mi, las lagrimas corrían por sus mejillas, pero su coña escurría como una llave sobre mi dura erección, mi lengua lamio una gota de sudor de su cuello, que se unía con una de sus lagrimas, subí hasta besar su mejilla.

—Ahora toma tu premio como una buena chica Kirisha.

Ella sola bajo para hacer que mi verga se hundiera en ella, podía sentir la piel caliente de sus nalgas en mis manos, empezó a moverse de manera despacio adaptándose a mi tamaño, hasta que tomo un ritmo constante.

Sus pechos se frotaban contra mis pectorales, la moverse un poco mas y después tome el control, jale su cabello para que su cuello quedara a mi disposición, mientras la arremetía desde abajo moviendo violentamente mis caderas llenado con un eco delicioso el cuarto, entre mi piel chocando con la suya, como sus gemidos subiendo de intensidad, mordí su cuello dejando una marca notoria.

—Namjoon —tomo mi rostro con una de sus manos, mientras la otra me arañaba las manos —no me dejes pensar en nada, no me hagas dudar de que esto esta mal, por favor.

—Kirisha, soy un hombre que vive de hacer lo incorrecto, tal vez no te diré que esto es normal, pero te hare disfrutar de todo lo malo que puede ser.

La bese, haciendo que su cuerpo se estremecería con un segundo orgasmo, me exprimió hasta hacerme correr con fuerza dentro de ella, solo espere a que ambos termináramos de vaciarnos, mientras nuestras lenguas jugaban la una con la otra, para cambiarla de posición y ahora follarla contra la cama, como un animal.

La voy arruinar, pero así sabrá que no puede librarse de mi.

Aquí no hay fila, solo yo!!!
Atrás!!!

Por cierto les voy a estar dejando el código qr de mi canal de WhatsApp,.como sabrán anda en pánico todo mundo con eso de las  nuevas políticas, así que cualquier cosa avísame por ahí.