44. ACOSO
Día dos sin su traje. Aún se sentía bastante mal por ello, pero después de aquella noche en la que derramó un par de lagrimas por haberlo hechado a perder, ahora estaba un poco más tranquilo.
O tan tranquilo como podía estar si sentía que era observado. Volvió a girarse a ver a sus espaldas, pero no encontraba a nadie que lo estuviera observando.
Estaba casi seguro que aquella sensación tenía que ver con aquella vez en que su sentido arácnido le había avisado del peligro, justo en la primera vez que se sintió observado. Lo que Peter no entendía, era como es que ahora no era alarmado por el mismo.
Entro a su escuela, no sin antes volver a dar un vistazo a su alrededor, concentrándose en uno de los techos de un pequeño edificio enfrente de él en donde le pareció ver algo... o a alguien.
Sin duda, lo habría seguido, había identificado un color rojo en el hombre, pero el director parecía estarlo esperando, asegurándose de que entrara a clases después de prácticamente haberse escapado del castigo. No tuvo otra opción más que ignorar aquella sensación. Ya después descubriría quien era quien lo espiaba con tanto interés.
* * *
Estaban nerviosos, esperando el regreso de Wanda, pero ella estaba tardando ya demasiado ¿la habrían atrapado?
-Wanda-la llamo Clint de nuevo, pero sin recibir respuesta. La joven Maximoff se había quedado sin habla al tener al androide frente a ella, con toda su determinación desapareciendo apenas este pronunció su nombre, lleno de sorpresa e incredulidad al verla aparecer de esa manera, recuperando su tamaño normal gracias a uno de los discos de Scott.
-Wanda, no puedes estar aquí-le dijo Vision, bastante preocupado por que alguien pudiera verla.
-lo sé, Vis-respondió con nerviosismo, saboreando aquel nombre que volvía a pronunciar después de algún tiempo-algo ocurre ¿donde esta Tony?-pregunto apenas recordó lo que la había llevado hasta ahí, tomando las manos de él entre las suyas, observando como negaba.
-no puedo decirte, debes irte, si el coronel Rhodes o la señorita Potts llegan a verte, podrían...-
-por favor, necesito saberlo-le pidió de nueva cuenta, haciendo que el androide soltara un suspiro.
-tomo unas breves vacaciones, no esta en el complejo-
-no esta... entonces ¿donde puedo encontrarlo? Steve...-
-¿el Capitán Rogers también esta aquí?-pregunto Vision, con un tono un tanto más frío al referirse a él, algo que no paso desapercibido para la bruja escarlata.
-no, no esta aquí, vine sola-le mintió-es de gran importancia encontrarlo...-
-esta recuperándose, no creo que sea una buena idea que vayan a verlo, mucho menos que vea a Steve-
Wanda asintió con cierta tristeza, bajando levemente la mirada, sin saber como lo diría eso a su compañero
-¿como has estado?-la pregunta del androide la tomó de sorpresa, sonriendole levemente sin poder evitarlo.
-estoy bien, Vis ¿y tú? ¿como están los demás?-
-el coronel Rodhs aun esta recuperandose, pero todos estamos bien-le dijo Visión, apretando su agarre en las manos de la castaña-debes irte ¿cierto?-pregunto con tristeza.
-aun soy una fugitiva-respondio Wanda, soltandose de su agarre.
-estoy seguro que el señor Stark...-
-no, Vis... -se negó-cometí un error y quiero ganarme su perdón... igual que el tuyo-murmuro, al sentir que su voz le fallaría al decir lo último.
-Wanda, por favor, contesta-escucho a Steve, con un leve murmullo de Clint diciendo que iría por ella.
-lo siento, me tengo que ir-susurro con la voz rota, dejando al androide atrás antes usar el último disco que le quedaba-voy en camino, todo esta bien-avisó, tratando de calmar los nervios de sus compañeros, sintiendo que dejaba una parte de ella en aquél complejo conforme más se alejaba de Vision.
* * *
Tony caminó por aquellas calles del viejo Londres, disfrutando aquella ligera brisa y de aquel ambiente tan antiguo, que le hacía sentir que todos sus problemas desaparecían.
La ropa que traía puesta parecía ser suficiente para no llamar demasiado la atención.
Se moría por llegar con sus compañeros y comenzar de inmediato con aquellas agradables vacaciones, molestando a ambos un poco.
Sintió un poco de nostalgia también, la última vez que había estado ahí, Steve había sido un pensamiento que había tenido con bastante frecuencia.
Soltó un suspiro apenas se encontró frente la puerta del 221 b, tocando levemente, esperando con una de sus mejores sonrisas a que la casera abriera, pero esta se borró de su rostro apenas notó la expresión de la señora Hudson.
-¡señor Stark!-exclamó ella con cierto alivio, tomando del brazo al castaño para que entrara con rápidez-ha ocurrido una desgracia, señor Stark ¡una desgracía!-apenas escucho aquello, la expresión de Tony cambio, tragando en seco mientras se preguntaba que había pasado.
-¿una desgracia? ¿que paso?-preguntó.
-¡el señor holmes! Ha sido acusado de homicidio...-
-¿homicidio? ¿de quien?- quiso saber Tony, tomando las manos de la mujer, que aún se mantenía con los nervios destrozados.
-¡de Mary!-
-¿la esposa de Watson? ¿pero como es posible..?-
-el inspector Lestrade me ha dicho que ya no hay más que hacer, que todas las pruebas lo acusan yo no sabía a quien acudir y usted sabe que él no lo haría...-
-mantenga la calma y respire-le pidió Tony, con su mente tratando de comprender aquello-¿y Watson?-
-se niega a hablar del tema o de hacer algo al respecto, pero usted puede ayudarlo-
-y eso hare, no se preocupe ¿a intentado contactar a Mycroft?-
-se encuentra fuera por asuntos del gobierno británico, el señor Holmes esta solo, ni Scotland Yard ni el doctor Watson...-
-yo me encargare de todo, no se preocupe-le dijo de nuevo el millonario, logrando calmarla levemente-un té le haría bien, yo iré con Holmes ¿donde está?-y con aquellas últimas indicaciones, Tony se despidió de unas relajantes vacaciones, dispuesto a llegar al fondo de todo eso.
No creía que Holmes hiciera aquello y si Watson lo creía, era un idiota. Sin problema llegó con Lestrade, con este último algo sorprendido al verlo, pero entendiendo de inmediato la razón de su visita.
-señor Stark...-
-nada de "señor Stark" ¿donde esta Holmes?-exigió saber, con el inspector soltando un suspiro, haciéndole un ademán para que lo siguiera.
A pesar de que intentaba explicarle la situación, Tony se mostraba reacio a escuchar, no interesandole en lo más mínimo.
-mis manos estan atadas...-
-apuesto que si-murmuro el castaño con sarcásmo.
-escuche...-
-quiero hablar con mi primo a solas, inspector-viendo la actitud poco amistosa de Tony, Lestrade le dejo avanzar solo, quitándose su sombrero para limpiar con un pañuelo el sudor de su frente, aquella situación simplemente era más de lo que podía manejar. Ciertamente esa no era su división.
Tony caminó lentamente, hasta toparse con la celda que correspondía a su doble. Se recargo en los barrotes, esperando cualquier palabra que pudiera provenir del detective, pero nada salio.
-Holmes-
-Mmm...-
-¡Holmes!-
-¿¡Qué!?-exclamó con molestia el detective, girándose para verlo-usted no debería estar aquí... debió quedarse en su tiempo-
-si, debí quedarme, tenía una vida más tranquila allá-dijo Tony con cierta molestia- ¿que paso?-
-vino porque en su tiempo ya no encuentra tranquilidad... la traición... al parecer fue el detonante para que un hombre del futuro busque refugio en el pasado-
-tal vez solo quería molestarte-menciono el castaño-tal vez solo quería venir para invitarte a mi boda-
-traición-repitió Holmes, sabiendo que en eso no podía equivocarse.
-¿y por que tan seguro?-quiso saber Tony, con un poco de curiosidad.
-por que la mirada de Watson lucía igual que la suya al pensar que yo había mandado a matar a su esposa-
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