11. JUICIO SILENCIOSO
La espera fue bastante larga para ambos hombres, que esperaban fuera de la habitación donde se encontraba Marry.
Watson caminaba en círculos, bastante nervioso como para quedarse quieto. No paro su andar hasta que Holmes coloco una mano en su hombro, con aquella mirada que le pedía guardar la calma.
-está por nacer- se defendió el doctor.
-y lo más seguro es que nazca bien, su esposa estará bien, así que no hay razón para alterarse-
-gracias por venir Holmes-
-no podría ser de otro modo-le sonrió el detective, tratando de transmitirle un apoyo que no sentía.
-ella eligió el nombre-comenzo a contarle Watson-si es una niña... La llamaremos Sarah-
-que significa señora o princesa, realmente no me sorprende ¿y si es un niño?-
-Ethan...-
-Ethan-repitió Holmes-un buen nombre, con un buen significado... Leal, fiel y con gran sentido del honor-
-¿de cuántos nombres conoces el significado?- pregunto Watson, luciendo una sonrisa un poco más tranquila.
-de no muchos...-
-doctor Watson-lo llamo una de las parteras, interrumpiendo su conversación.
-¿qué ha pasado? ¿y Marry?-
-descansando, esta bien... Y los bebés también-dijo la mujer con cierta alegría.
-¿bebés?- preguntó el doctor, con una exgraña mezcla entre confusión y emoción.
-son gemelos-exclamó la partera de mediana edad-un niño y una niña-dijo, causando que una enorme sonrisa se asomara por el rostro del doctor, que compartió una mirada llena de incredulidad con el detective.
-muchas felicidades Watson... Sarah y Ethan lo esperan-
* * *
Su taller estaba demaciado silencioso, muy diferente de como lo recordaba.
Todo funcionaba perfectamente, pero no sintió deseos de corroborar esa información. La habitación de pronto estaba vacía, solitaria... Jarvis ya no estaba.
Si salía hacia hacía la sala, aún se encontraría con partes de la que era su legión de hierro.
Incluso eso le habían quitado, pero podía arreglarlo ¿no es así? Podía arreglarlo, podía resolver las cosas.
Se mantuvo mirando un punto fijo en el espacio, notando algunas de sus cosas esparcidas por el taller.
Una idea no muy agradable llego a su mente cuando se puso a pensar sobre los daños ¿y si alguna persona externa a ellos salía herido?
Se sintio tonto al no pensar en ellos antes, tenía la torre de los vengadores en medio de la ciudad, donde en cualquier ataque ponía en peligro inmediato a las personas que se encontraran cerca.
-necesitamos una nuevo sitio de operaciones-murmuró, sabiendo que Jarvis no le contestaria. Pensaba en eso cuando Hill apareció en la entrada de su taller.
-¿encontraron algo?-preguntó el millonario.
-Steve esta reunido con el resto, llegaron varios reportes que podrían ser de Ultron-contesto ella. Tony asintió, haciendo un ademán a Hill para que se retirara.
Tardo pocos segundos en seguirla, normalmente era de los primeros en ser llamado...
"Y normalmente era Steve quien lo hacía"
Se detuvo en cuanto los tuvo en frente, sintiendo las miradas sobre él, que de inmediato se dispersaron.
Sabía lo que pensaban, pero después de aquella discusión, nadie parecia querer decírselo a la cara.
Había sido ignorado junto con sus comentarios ingeniosos, incluso Thor le había aplicado la ley del hielo. Jamás olvidaría ese tabletazo en el pecho.
Strocker muerto, Ultron atacando varios lugares y ahora contaba con ayuda de los gemelos Maximoff.
Steve incluso había considero que lo mejor para enfrentar a Ultron era que Tony estuviera al frente, junto a el y a Thor
La culpabilidad de Tony se consolido en cuanto notaron aquella personalidad en el robot, bastante similar a la de su creador, solo que más retorcida.
-que gracioso señor Stark-había dicho el chico veloz, con aquel odio contenido en su voz-¿se siente cómodo? ¿le traen recuerdos?-preguntó con reproche, señalando con la mirada el armamento debajo de ellos.
-esta nunca fue mi vida-murmuró Tony bajando la cabeza. No le gustaba ciando le recordaban aquella época.
-si quieren irse aun están a tiempo-dijo Steve, dandoles una salida antes de que se efectuara el enfrentamiento. De reojo podía ver a Nat y a Clint acercandose por los costados
-ohh lo vamos a hacer-respondió Wanda con molestia.
-ya se que han sufrido-
-¡oh Capitán América!-exclamó Ultron con burla-como siempre tan recto, fingiendo que puedes vivir sin una guerra....-
Tony sabía que eso era un tema delicado y realmente Ultron se estaba pasando de la raya, pero antes de poder decir algo, le llamo la atención lo que había detras de él.
Casi odio no haber podido esquivar el disparo de Ultron apenas mencionó el vibranio que había terminado de analizar.
Se lanzo a atacarlo sin pensar que eso era lo que realmente deseaba el robot, alejandolo del lugar.
Su batalla se llevaba a cabo en una base dentro de un barco, mismo que se encontraba rodeado de varios más, por donde persiguió a Ultron hasta derribarlo y destruir su cuerpo...
"El bastardo escapo" penso Tony con odio, molesto, más con si mismo que con la inteligencia artificial, ahora debía buscar a Banner, deseando que aún no se pusiera verde.
Pero al encontrar la nave vacía y sin rastro del doctor, se levanto en vuelo para buscarlo por la ciudad.
Bruce jamás se perdonaría si dañaba a personas inocentes. Y Tony jamás se perdonaría que su hermano de ciencias cargara con esa culpa.
* * *
Steve no sabía como sentirse respecto a lo que veía. Lo que en algún momento había anhelado, ahora estaba frente a él.
-la guerra termino-le dijo Peggy, con aquellos ojos castaños conectando con los suyos-podemos ir a casa...-
Por un momento llego a creerselo, creyendo erroneamente que de alguna manera, todo lo que había pasado después de su congelamiento solo había sido una pesadilla.
Tomo gustoso la mano de su amada, por fin tendria aquél baile. Pero todo se esfumo apenas se dio cuenta de algo.
Su corazón no latía con la misma fuerza que antes al verla y esos ojos, de un tono claro y una pizca de chocolate, le hicieron añorar al hombre al que pertenecían.
"No era Tony..." pensó desorientado, cuando la base volvio a plantarse a su alrededor, con aquél dulce sueño desapareciendo.
Llego a sentir dolor, por lo que pudo haber tenido de no haber caído al agua, le dolía que no pudiera regresar.
Pero lo que más le dolia, es que en ese cuadro tan perfecto, no existía Anthony Stark.
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