Quemaba. El galeón falso quemaba y Jake se lo había dado. La fecha había cambiado a esa misma noche y sabía lo que significaba porque no solo estaba el galeón que quemaba, también acababa de llegar el patronus de Atria, el armiño, hablando con su voz, diciéndo que había que ir a luchar a Hogwarts, que toda la Orden del Fénix tenía que estar allí.

— Tienes que ir —a Cassiopeia no le gustaba la idea de que su nieta fuera, pero sabía que era lo que había que hacer, sabía que había que luchar porque todos tenían que estar seguros.

— Ellos no vinieron —contesta Mara antes de salir de la casa.

Necesita aire. Necesita pensar. La guerra está ahí, Atria ha dicho que acaba esa noche. Todo iba a acabar, para bien o para mal, esa misma noche. Si era para bien no tendrían que volver a esconder a nadie, no tendrían que estar pensando en el peligro que, constantemente, corrían solo por existir. Las pesadillas sobre el fuego, sobre Bellatrix volviendo a encontrar al pueblo dejarían de estar, solo serían pesadillas y no sueños que podrían convertirse en realidad en cuestión de días.

Si perdían más les valía proteger el pueblo lo mejor posible porque nadie iba a poder parar a Bellatrix cuando quisiera acabar con la única parte buena de los Black que quedaba viva.

El pueblo había ido volviendo, poco a poco, a lo que era. Los muggles seguían sin confiar del todo en los magos, seguían estando las marcas de la tierra quemada y el sauce seguía teniendo las heridas, pero la confianza volvía. O al menos eso quería creer Mara.

— Ha llegado un patronus, ¿es verdad? ¿Hay que ir a Hogwarts? —Don la frena mientras que va a las afueras del pueblo y ella solo asiente—. ¿A dónde vas, Mara?

— Ellos no vinieron, Don, dejaron que nos quemaramos aquí.

— El rencor no es bueno, niña, lo sabes muy bien.

— Solo quiero tener un poco más de rencor antes de ir, ¿puedo?

Don niega, pero la deja ir y la observa como va camino al sauce antes de desaparecer él también, como el resto de los magos de Wetvalley, para ir a Hogwarts. La única bruja que queda en todo el pueblo es Mara, pero en esos momentos ni siquiera está entre las casas, no, está en el bosque. Porque necesita hablar con el sauce.

Si bien antes estaba vivo, desde que Atria y sus amigos habían trabajado en él este había cobrado vida. Hablaba con una voz suave y tranquila, a pesar de que a veces decía cosas que podían ponerte los pelos de punta.

No todos oían al sauce, claro, era el árbol quien decidía quien era digno para ello, quien tenía el alma lo suficientemente pura para escuchar en su mente la voz del árbol. Los niños lo eran, gran parte de los adolescentes también y solo algunos adultos podían escuchar sus palabras, pero se había convertido en una gran fuente de sabiduría.

"Debes ir" dijo el sauce cuando Mara se sentó entre sus ramas, sin que ella tuviera que decir nada.

— No les debo nada.

"Pero yo sí, les debo mi consciencia".

— También les debes el casi morir —responde Mara, volviendo a mirar la moneda. Sigue caliente, sigue recordándola que tiene que ir a Hogwarts.

"Tus amigos están allí, luchando".

— Que no hubieran ido.

"Están luchando por ti".

Toma la decisión en cuanto oye esas palabras. No, no están luchando por ella, están luchando por el hermano de Atria. Porque quieren ser héroes. Y ella no quiere ser una heroína, no, ella ya tiene bastante con sus pesadillas como para aumentar las nuevas. Así que se levanta de las ramas del sauce y lanza el galeón falso lo más lejos que puede, con fuerza. Observa cómo se pierde entre los árboles, lo ve caer por el acantilado y se guarda las manos en los bolsillos.

"Eso ha sido un error"

— Todos los magos de Wetvalley están en Hogwarts, lo mínimo que puedo hacer es quedarme a proteger el pueblo —responde la chica y el sauce no responde.

Mara espera, pero no hay respuesta. Ella es digna de su voz, ¿por qué no vuelve a contestar? ¿Por qué no le dice que tiene que ir? ¿Por qué no está regañandola?

No, no es posible que por no ir a Hogwarts deje de ser digna, su alma no puede haber cambiado con esa decisión, no cuando se queda porque ella sí que piensa en el pueblo. Así que se enfada.

— ¡Me quedo para protegerte, árbol desagradecido!

Pero tampoco hay respuesta. Da igual lo que grite Mara, lo enfadada que le demuestre estar, las amenazas que le lance porque ya no oye la voz del sauce en su cabeza y eso es mucho peor de lo que pensaba que podría llegar a ser porque nunca llegó a pensar que iba a dejar de ser digna.

— Hago lo correcto, que lo sepas.

Y se va. Ya sí que no espera respuesta del sauce. No la quiere, ya no, no cuando todo lo hace por el estúpido árbol y por el pueblo que es su hogar. Por eso se queda en la plaza del pueblo, esperando, con la varita en alto. No dice nada cuando Faith llega hasta su lado, bostezando, y se sienta en el suelo con ella.

— Jake también opina que deberías estar en Hogwarts.

— Jake no está en condiciones de opinar —sabe que es cruel decir eso de su hermano, pero no importa, no ahora. Lo está protegiendo, los está protegiendo a todos.

— La guerra no está aquí, Mara, y lo sabes —contesta Faith y se pone de pie—. Está en Hogwarts, allí es donde tienes que estar.

— ¿Y tú que sabes dónde tengo que estar si no sabes ni qué es la magia?

Está vez Faith tampoco responde. Abre la boca, como si fuera a decir algo y luego la cierra. Mara la oye suspirar y luego oye como se va, sin más. Ella también la deja sola. Todos lo hacen, todos se van, a nadie le importa esto.

A nadie le importa ella.

Pero a ella le importan todos, así que se queda sentada en la plaza del pueblo, esperando a los mortífagos.

Lo que llega es un patronus, uno que solo dice "hemos ganado" con la voz más rota que existe.

No, no han ganado, ella no ha ganado nada, ella lo ha perdido todo en esa noche.

Y Mara, durante unos segundos, se siente culpable por no haber ido hasta Hogwarts.

Y luego, el rencor vuelve con todas sus fuerzas al recordar a Atria llegando con Fred, con cajas, mientras ellos se preparaban para una mudanza, el pueblo sufría.

Así que que se jodan, que sepan lo que se siente.

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¿Quién iba a decir que Mara iba a ser alguien importante?

Ahora sí, os doy la completa bienvenida a esta segunda parte del universo de Atria. Quiero aclarar que no va a ser el personaje principal, pero sí que va a salir más al principio y, luego, poco a poco, será más secundaria. Al menos esa es mi intención porque no tengo nada escrito todavía jajajaja

Con eso quiero llegar al siguiente punto. Necesito un descanso. Llevo publicando sin parar desde 2018 con lo que mentalmente estoy agotada y necesito darme, como mínimo, un mes.

Por eso De las cenizas no tendrá actualizaciones semanales hasta 2022.

No, lo siento, no puedo adelantar la fecha, necesito que todo en esta historia encaje correctamente para poder darle el trato que se merece y para eso necesito no tener la presión de la fecha de publicación ni de los capítulos ya publicados. Así que he tomado esa decisión, un descanso. Pero no os vais a quedar sin conocer la historia, solo el inicio va a ser más lento. La idea es subir un capítulo al mes. Y, como el prólogo ya está subido, hasta octubre no toca el siguiente :)

Solo me quedan dos cosas por decir, la primera es mil gracias por leer, de verdad. Si has leído a Atria y has llegado hasta aquí solo te lo puedo agradecer una y otra vez, sobre todo si también te quedas a leer sobre Mara y George.

La otra cosa es que, quizá, hago cambio de fandom durante una temporada, por ejemplo... el de Umbrella Academy. Todavía no sé que voy a hacer exactamente, pero es algo que quiero subir y, quizá, lo hago en los próximos meses. Puede ser octubre, noviembre o nunca, voy a pensarlo tranquilamente en estas vacaciones jajajaja

Seguiré escribiendo y planeando todo para que podáis disfrutar de esta secuela con personajes que ya conocéis y otros que no tanto <3