A la cama solo le queda el olor
Es más complicado de lo que pensaba.
Me acuesto sobre la misma almohada
que contigo una vez mordía de placer.
Ya nada es como antes.
Tu fallaste demasiado
pensando que yo perdonaba todo
por amor.
Y por perdoné demasiado
pensando que por amor
no me fallarías jamás.
Las sábanas siguen igual de frías
que la noche
en que las compartía contigo,
solo que no tengo un cuerpo
sobre el cual apoyar
mi pierna para dormir.
Es fascinante
esa manera en la que los lugares
son capaces de hacernos regresar
a aquellos instantes
tan distintos del pasado.
Pero hoy,
a la cama solo le queda el olor
y a nosotros el recuerdo.
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