⁴ 𝘪𝘯𝘪𝘤𝘪𝘢𝘵𝘪𝘷𝘢.
CIVIL WAR.
MARZO 2016, MIÉRCOLES 30.
━━━━━━━━━━━━
LONDRES:
Las voces de los niños que pertenecían a la coral de la iglesia era lo único que se escuchaba en el lugar. Seis hombres —entre ellos Steve— cargaban el ataúd envuelto en una bandera de Estados Unidos con la difunta dentro, mientras caminaban por el corredor de la iglesia.
Cuando dejaron el ataúd en su lugar, cada uno de los hombres que lo cargaban se fueron a sus respectivos asientos. En el caso de Steve, se sentó en la primera fila, en donde su novia Harley y su amigo Sam lo esperaban.
—Antes de comenzar, es un honor invitar a Sharon Carter a compartir unas palabras. —Dijo el cura que haría la misa para después bajar del micrófono para que así la rubia recién mencionada, pudiera hablar ante todos.
Harley entrelazó su mano con la de Steve mientras recostaba su cabeza en su hombro, sintiendo sus mejillas frías debido a las lágrimas que habían salido de sus ojos. El rubio dejó un beso en su cabellera blanca y miró a Sharon, segundos después, los tres la saludaron con una pequeña sonrisa.
—Margaret Carter era conocida por ser la fundadora de S.H.I.E.L.D., pero yo sólo le decía: Tía Peggy. —Sonrió recordando a la difunta—. Ella tenía una fotografía en su oficina, tía Peggy a un lado de John F. Kennedy —tomó aire profundo y siguió hablando—. De niña, eso me parecía cool. Pero creaba una gran expectativa, y por eso no hice público el hecho de que era de mi familia.
Pausó.
—Una vez le pregunté cómo había logrado dominar la diplomacia y el espionaje en una época en donde nadie quería que una mujer tuviera éxito alguno. Entonces dijo: si es posible, concede, pero si no, no lo hagas. Aunque todos los demás te digan que algo que está mal sea correcto, incluso si todo el mundo te dice que te muevas —negó—, tu deber es: pararte como un árbol, mirarlos a los ojos y decir: no, muévete tú.
Harley se sentó al lado de Steve, provocándole un ligero brinco en su asiento.
Este recostó su cabeza en la de ella cuando la menor se recostó en su brazo—. Cuando me sacaron del hielo todos mis conocidos se habían ido. Y descubrí que ella seguía viva, qué suerte haberla tenido.
—Y ella también te tuvo —Harley sacudió su brazo, logrando hacerle sonreír—. Nos tuvo a nosotros, a Tony, debes estar feliz de que pudo estar tranquila y alegre en sus últimos días —Steve asintió.
—¿Quiénes firmaron? —Le pregunta. Pues la rubia acababa de hablar con Natasha por teléfono hace unos minutos, y aún se encontraban en la iglesia ya vacía.
—Tony, Rhodey, Tatsu, Visión, ¡incluso Waylon!
—¿Y Clint?
—Dice que se retiró —arrugó la nariz volteándolo a ver.
—¿Wanda y Digger?
—No saben aún —se quedaron en silencio algunos segundos, luego Harley habló nuevamente—. Tasha en un rato irá a Vienna para la firma de los Acuerdos, dijo que hay mucho espacio en el jet.
Su novio se removió en el asiento con la vista en el suelo, eso le hizo entender a Harley que pensaba lo mismo que ella.
—Sí, yo tampoco quiero hacerlo —acarició su cabello, ya que Steve amaba que lo hiciera porque lo tranquilizaba.
—Es mejor de ésta manera. Y si no firmamos debemos retirarnos —la miró con diversión en su expresión—. ¿Te gustaría comenzar esa vida simple que siempre deseamos? —Harley sonrío.
—Hagámoslo —Steve rodeó el cuerpo de la menor con sus brazos mientras le sonreía, para que esta uniera después sus labios en un beso.
VIENNA:
T'Challa vio desde el gran ventanal del lugar todas las personas que se encontraban fuera del edificio, algunos reporteros junto a uno que otro civil para enterarse de lo que pasaba en el lugar.
Natasha se encontraba en el centro del lugar mirando a su alrededor, buscando a un rostro conocido para ella. Al conseguirlo, no evitó sonreír al ver quien era y se acercó a ella para tomar su brazo sin brusquedad.
—Savannah. —La saludó Natasha, sonriente.
—Natasha, qué gusto verte —le dice la rubia de la misma manera—. ¿Cómo estás? ¿Dónde están los demás? No me digas que tú fuiste la única que aceptó firmar —pregunta horrorizada.
Savannah Thompson fue una de las mejores agentes de S.H.I.E.L.D., fue compañera tanto como de ella como de Steve. Cuando S.H.I.E.L.D. cayó Steve perdió contacto con ella más no Natasha, las dos siempre se veían cada vez que tuvieran tiempo libre. Los tres se hicieron bastante cercanos el tiempo que trabajaron juntos.
La pelirroja ríe con cansancio—. Yo vine en representación de ellos. Tony aún sigue algo mal por la muerte de Peggy y también anda algo ocupado con el gobierno. Los demás se quedaron en las instalaciones, aún se están decidiendo por si firmar o no.
—Te ves algo cansada, ¿estás bien? —la Vengadora talló uno de sus ojos ante la pregunta.
—El Acta de Registros me hace querer entrar a la CIA y no saber nada de los chicos. Ya puedes imaginarte —la menor arrugó el entrecejo con una de sus manos acariciando el brazo de Romanoff.
—O sea que no quieres hacer esto —murmura Savannah para que sólo las dos escucharan, a lo que ella niega de inmediato.
—Exploro el terreno. No me parece tan buena idea pero parte de mí dice que es mejor hacerlo, así que al firmar, sabré si fue una buena decisión haberlo hecho —la rubia asintió.
—Disculpe, Srta. Romanoff. —Una empleada se acercó a la pelirroja—. Debe firmar esto.
—Un momento, por favor —Natasha se volteó a verla con una pequeña sonrisa—. Fue un gusto verte, tal vez cuando la conferencia termine podemos ir a tomar un trago.
—Suena bien para mí, hablamos cuando todo esto acabe —cuando Savannah iba a alejarse de ella, recordó algo—. ¡Oh! Nat, ¿Steve vendrá? Necesito hablar con él sobre algo, pues le interesa bastante —la Vengadora alzó una ceja, sonriendo.
—Steve no apoya los Acuerdos. Pero sí está aquí en Viena en un hotel con Sam y Harley —jugó con sus dedos—. Yo quería acompañarlo en todo esto que está pasando con Peggy así que al terminar la asamblea iremos a cenar.
—Por favor, dile que es muy urgente en cuanto lo veas. Si puedes, dale mi número —ella asiente—. Gracias, Nat.
—Supongo que no estamos acostumbrados a ser el centro de atención. —La pelirroja se dio la vuelta al escuchar que alguien le hablaba, y al hacerlo, pudo ver al príncipe de Wakanda.
—Ah, hay comentarios que no siempre son muy halagadores —ríe Natasha en tono bajo.
—Pues, no te han afectado tanto hasta ahora —T'Challa pausó unos segundos—. Considerando tu último viaje al Capitolio no empiezo a verte totalmente cómoda con ésta compañía.
—Bueno, no lo estoy.
—Y es por eso que quiero agradecerle que se encuentre aquí, Srta. Romanoff —eso la confundió.
—¿Por qué? ¿No aprueba los Acuerdos?
—Los Acuerdos, sí. La política, no mucho —suspiró—. Dos personas en un cuarto resuelven más cosas que cien personas.
—A no ser, que quieras mover un piano —dijo el Rey de Wakanda apareciendo detrás de la Vengadora.
Ambos se saludaron en un idioma que Natasha no logró entender ni identificar.
—Srta. Romanoff.
—Rey T'Chaka —lo saluda ladeando la cabeza—. Permítame disculparme con usted por lo que pasó en Nigeria.
—Gracias. Y gracias por acceder a todo esto. Lamento oír que el Capitán Rogers no se presente hoy.
Natasha asiente—. Sí, yo también.
—Por favor siéntense todos. Ésta asamblea empezó a sesionar.
—Es el futuro quién nos requiere. —Le dice T'Challa a su padre, para después mirar a la Vengadora con una sonrisa—. Fue un placer.
Natasha se dirigió a su asiento luego de despedirse de ambos. Y al pasar unos minutos, ya todos estaban en sus respectivos lugares y el Rey T'Chaka ya estaba frente al micrófono.
—Cuando se usó vibranium robado de Wakanda —Comienza— para crear un arma terrible, en Wakanda nos vimos obligados a cuestionar nuestro legado. Esos hombres y mujeres asesinados en Nigeria, eran parte de una misión de buena voluntad de un país que ha existido en las sobras.
Todos en el lugar escuchaban el discurso con atención.
—No dejaremos, sin embargo, que este infortunio nos obligue a flaquear. Pelearemos para unir al mundo que deseamos unido. Agradezco a Los Vengadores por apoyar a esta iniciativa.
Savannah —quien se encontraba cuidando junto a su compañero al Rey T'Chaka a unos metros detrás de él— volteó su rostro hacia el ventanal al escuchar algunos ruidos. Su vista se posó de inmediato en una de las camionetas que traían los reporteros, pero al ver que todos —incluyendo policías— corrían alejándose de él, mi instinto me dijo que era una bomba.
—¡Todo el mundo al suelo! —Gritó la rubia corriendo hacia el Rey T'Chaka.
Pero no le dio tiempo de cubrirlo, la bomba ya había explotado y el lugar estaba destruido.
T'Challa aún estaba consciente, y en lo primero que pensó fue en su padre. Lo buscó en el lugar hasta encontrarlo, y al hacerlo, lo sentó en su regazo y tomó su muñeca para sentir su pulso. Al no sentir nada, supo que estaba muerto, y no pudo evitar romper en llanto mientras se aferraba a él. Su padre había muerto.
Harley soltó un suspiro mientras cerraba la computadora. Acababa de hablar con Peter y Wade sobre los Acuerdos por videollamada. Y como Tony, Steve y ella sospechaban, los dos querían quedarse fuera del asunto, sobretodo Peter. Eso les pareció bastante bien a ellos y los mantendrá tranquilos por el momento.
—¿A qué hora dijo Nat que salía de allá? —Les preguntó a Sam y Steve, quienes estaban a unos metros de ella jugando ajedrez en su cuarto de hotel.
—Dijo que a las doce estaría libre —contesta Sam.
—¿Pero qué...? ¿Para qué quieres jugar si no sabes cómo hacerlo? —Cuestiona Steve mirando la jugada que había hecho el moreno.
La rubia se estiró hasta la mesita de noche y tomó el control remoto del televisor para después encenderlo. Se acomodó en la cama boca abajo mientras tenía su cabeza recostada en la palma de su mano mientras que con la otra buscaba un canal para ver.
Su boca se abrió ligeramente al llegar al pasar por el canal de noticias.
—¿Chicos? —Los llamó—. ¿Ya vieron ésto?
Los dos miraron la pantalla y le prestaron atención al noticiero.
—Una bomba en una camioneta de prensa arrasó el edificio de la ONU. Más de 70 personas resultaron heridas. Hubo al menos 12 muertos y entre ellos está el Rey T'Chaka de Wakanda. Las autoridades hicieron público un video del sospechoso, a quién identificaron como James Buchanan Barnes, el Soldado del Invierno. El infame agente de HYDRA está relacionado con muchos actos terroristas y asesinatos políticos.
T'Challa se encontraba sentado una banca que había en el lugar, a un lado de todos los paramédicos y agentes de la CIA. Su vista se encontraba situada en un punto fijo, aún sorprendido por lo que acababa de ver.
Natasha al verlo, se acercó a la banca que estaba al lado y se sentó viéndolo.
—De verdad lo siento. —El príncipe la miró al escucharla, segundos después bajó la mirada a ver el anillo de su padre.
—La muerte en mi cultura no es el fin. Es más bien un punto de impulso. Estiras las manos y Bast y Sekhmet te guían hacia el campo verde en donde podrás correr para siempre —la pelirroja sonrió levemente ante su respuesta.
—Eso se oye muy pacífico.
—Mi padre así lo creía —el moreno se puso el anillo del difunto Rey y la miró—, pero yo no soy mi padre.
—T'Challa, la Unidad Especial decidirá quién captura a Barnes —este se levantó sin prestarle atención a lo que dijo.
—No se moleste, Srta. Romanoff. Yo seré quien lo mate con mis manos.
La pelirroja soltó un gran suspiro, y cuando iba a levantarse para buscar algo para sus heridas en las manos, su teléfono comenzó a sonar.
—¿Si?
—¿Estás bien? —Le pregunta Steve al otro lado de la línea a penas escuchó su voz.
—Sí, gracias. Creo que tuve suerte —miró a su alrededor asegurándose de que nadie escuchara lo que estaría por decir—. Yo sé lo mucho que Barnes significa para ti, de verdad lo sé. Así que no vengas.
Steve tomó aire profundo escuchándola hablar.
—Sólo empeorarás las cosas, para todos nosotros. Por favor.
—¿O tendrías que arrestarme?
—No —se corrigió de inmediato—. Alguien más lo hará si interfieres. Así son las reglas ahora.
—Si ya llegó tan lejos, Nat —la miró. Se encontraba a bastantes metros de distancia que ella no lo encontraría, él estaba fuera de un café, con una gorra y lentes de sol para que fuera difícil reconocerlo—, yo debería ser quien lo capture.
—¿Por qué?
—Es menos probable que yo muera en el intento —sin decir más, le dio fin a la llamada.
Natasha gruñó—. Necio.
Steve entró al local y se dirigió directamente a la barra, en donde se encontraban Harley y Sam con ropa parecida a la de él para que no los reconocieran, mientras comían un pastel cada uno.
—Te dijo que te alejes, ¿cierto? —Ríe la rubia para después comer una cucharada de su pastel de chocolate.
—Tal vez sea mejor —dice Sam, encogiéndose de hombros.
—Él lo haría por mí —se defendió el rubio pidiendo un café.
—En el 45, tal vez —Harley y él se miraron ante lo que dijo el moreno—. Sólo me aseguro de considerar todas nuestras opciones. Las personas que les disparan, luego suelen dispararme a mí.
Savannah caminó hasta la barra, sin mirar a Los Vengadores que se encontraban en el lugar, esperando noticias del Soldado del Invierno de parte de Sharon.
—Nos llegan avisos desde que el video se hizo público. —Le dice al Capitán. Éste se sorprendió un poco al verla, pues no la veía desde Washington—. Todos vieron al Soldado del Invierno en su gimnasio... La mayoría es basura.
La rubia le pasó la carpeta que le dio Sharon, arrastrándola por la barra para no llamar la atención.
—Excepto esto —se refirió a la carpeta—. Nuestro jefe espera un reporte precisamente ahora, así que es toda la ventaja que conseguirás.
—Un gusto verte, Anna.
—Tienes que apresurarte en buscarlo si quieres encontrarlo —Savannah sintió un nudo en su garganta por lo que iba a decir—. Matarlo es la orden —sin decir más, se dio la vuelta para salir del local.
Los tres quedaron en silencio por unos segundos.
—¿Y qué haremos?
—Lo buscaremos.
—Después de comer, claro.
[ Savannah Thompson es la protagonista de mi historia de Bucky Barnes llamada 'Eternity' y saldrá bastante de ahora en adelante en lo que queda de la saga, sobre todo en este libro ]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro